La memoria LA MEMORIA 1. Definición La memoria se sirve de la imaginación, pero hay algo más que es la vinculación con el pasado. De ahí que se defina la memoria como la capacidad de reproducir las imágenes del pasado. En la memoria la imagen se hace recuerdo al vincularse con un determinado momento del pasado. La memoria, por otra parte, representa una de las características esenciales del proceso del aprendizaje, cuya función fundamental es la retención, la posibilidad de poder recordar lo adquirido, en contraposición con la incapacidad de recuer­do u olvido. 1. Clasificación de la actividad mnemónica Tradicionalmente se ha venido admitiendo la existencia de dos tipos fundamentales de memo­ria, unidos ambos a la evolución cronológica del ser humano. En primer lugar un tipo de memoria llamada mecánica, que consiste .en reproducir, simplemente y paso por paso, lo aprendido. Frente a esta manera de recordar, hallamos una segunda actividad mnemónica a la que llamaremos memo­ria significativa, caracterizada porque reproduce lo adquirido de una manera aproximativa en su representación exterior, pero de manera exacta Otros tipos de clasificación consideran las siguientes maneras de recordar: - El reconocimiento. Conlleva simplemente una cierta familiaridad en lo que se trae a la memoria; es el caso, muy frecuente, que se nos plantea ante un cierto paisaje o una cara que nos "resulta familiar". - La reproducción. Podemos identificar esta forma de recuerdo con los tipos de memoria que hemos explicado anteriormente. Consiste, pues, en tratar de traer a la mente algo que previa­mente hemos aprendido. - Memoria reintegrativa. Se caracteriza por añadir a la reproducción todas las circunstan­cias que adornaron el tema memorístico. - Memoria eidética. Caracterizada por repre­sentaciones completas de acontecimientos pre­viamente percibidos: son verdaderas fotografías mentales que el sujeto retiene en la memoria con toda nitidez y detalle. - Memorias inmediata y mediata o a largo plazo. Frecuen­temente, tenemos ocasión 1/8 La memoria de experimentar re­cuerdos inmediatos (un número de teléfono que debemos emplear, el nombre y domicilio de alguien, etc.). Por otra parte, son completamente dife­rentes los recuerdos que se fijan casi definitiva­mente en nuestra memoria. 3. Fases del proceso mnemónico. Se distinguen cinco fases en el proceso mnemónico: fijación, conservación, evocación, reconocimiento y localización. 3.1. Fijación Sólo una parte de las impresiones, imágenes y experiencias que nos rodean son adquiridas y fijadas en nuestra me­moria. Otra parte de esas impresiones son ori­lladas por nuestra mente. La percepción deja una huella, señal o engrama en el sujeto que percibe y que nos permitirá reproducir la imagen del objeto; el modo como se realice la pro­ducción de esa huella no es bien conocido, pero su existencia es necesaria para explicar el recuerdo. La fijación no es la misma en todos los casos; hay imágenes que se fijan con más fuerza que otras, lo que facilita su posterior reproducción. Los factores que intervienen en esta fijación son los siguientes: - La intensidad de la percepción; se fija mejor la percepción de una fuerte explo­sión que la de un ruido leve. - La repetición de la percepción; este factor se tiene muy en cuenta por la propa­ganda comercial. - La novedad de la percepción; la percepción de objetos o sucesos no habitua­les se fija 2/8 La memoria con mayor facilidad. - La atención prestada a la percepción; en líneas generales puede decirse que se fija aquello a lo que el sujeto presta atención. Todos los factores enunciados anteriormente facilitan la fijación, porque atraen la atención del sujeto per­ceptor. - El interés; sólo se fija aquello que interesa al sujeto, ya que lo que interesa es lo que atrae la atención. Se fija aquello a lo que se atiende, y se atiende a lo que interesa, es decir, a lo que está conforme con los deseos, inclinaciones y gustos del sujeto. 3.2. Conservación Sabemos que hay recuerdos que se conservan brevemente mientras que otros permanecen años con el su­jeto, estando como incorporados al bagaje de conocimientos que constituyen su ser. La imagen fijada tiene que ser de algún modo conservada por el sujeto, dado que posteriormente podrá reproducirla. 3.3 Evocación Consiste en la reproducción de la imagen previamente fijada y conservada. Esta evocación es de dos tipos: - Evocación espontánea, en la que la imagen se reproduce sin voluntariedad por parte del sujeto, sin que el sujeto se haya propuesto reproducirla; súbitamente la imagen se nos aparece sin que haya sido llamada. - Evocación voluntaria, en la que la reproducción de la imagen ha sido buscada por el sujeto; en esta evocación el sujeto quiere -y en algunos casos realiza un esfuerzo notablereproducir la imagen, sin que ésta le aparezca de modo espontáneo. Podemos enunciar ciertas leyes sobre la evocación: - Ley de proximidad temporal del recuerdo. Es un hecho que podemos recordar mejor los acontecimientos ocurridos hace una semana que los ocurridos hace un año, aunque en la senectud ocurre, frecuentemente, lo contrario. 3/8 La memoria - Ley de frecuencia de los recuerdos: cuanto más frecuentemente experimentamos una cosa, mejor es recordada. - Leyes de asociación. Dentro de las que cita­remos: v Ley de contiguidad: cuando dos experiencias han ocurrido en el mismo tiempo o lugar, al recordar una, se suele recordar también la otra. v Ley de similaridad: las experiencias similares se recuerdan al mismo tiempo. v Ley de contigüidad de interés: recordamos cosas conectadas por un mismo interés. 3.4. Reconocimiento Es el momento fundamental del recuerdo; consiste en la referencia de la imagen evocada al pasado, ya de un modo espontáneo, ya a través de una reflexión. En el reconocimiento nos damos cuenta de la vinculación de la imagen a un aconte­cimiento que tuvo lugar en nuestro pasado. 3.5. Localización El recuerdo es situado en un instante temporal del pasado y en lugar deter­minado del espacio; en general, reconocimiento y localización se realizan simultá­neamente, pero hay veces en las que puede reconocerse una imagen como referente al pasado sin que se pueda localizar; en estos casos la localización exige un esfuerzo ulterior. 4/8 La memoria 4. El olvido Comúnmente se llama olvido a la imposibilidad de reproducir percepciones te­nidas con anterioridad. De modo más técnico se llama olvido a la imposibilidad de reproducir percepciones pasadas que fueron fijadas y a pesar del esfuerzo reali­zado por el sujeto para recordadas. P ara que haya olvido es necesario: - Imposibilidad de evocar imágenes de una percepción pasada. - Que dicha percepción fijara una imagen; caso contrario no habría habido fija­ción, y lo que no se fija no se puede olvidar. - Que, pese a esforzarnos, no podamos recordar. El olvido es un fenómeno normal en el psiquismo humano; incluso se dice que es necesario. De ahí que, junto a la mnemotecnia -técnicas para facilitar el re­cuerdo-, se habla de la lethotec nia, téc nicas para olvidar lo que no es interesante al sujeto, facilitándose con ello la posibilidad de recordar lo que le pueda interesar. Las causas del olvido fundamentalmente son: - Una fijación deficiente de la imagen, o sea, un aprendizaje mal realizado. - La interferencia de lo aprendido con nuevos aprendizajes; si un alumno apren­de bien el examen de Historia, al tener que estudiar a continuación el de Lite­ratura y el de Matemáticas interfiere lo aprendido de Historia y olvidará gran parte; cuanto más afines son los nuevos contenidos aprendidos, más interfieren la memoria de los primeros. - La represión; según el Psicoanálisis tendemos a olvidar aquello que nos desa­grada (por ello un joven olvidará que tiene que hacer problemas de Matemá­ticas y no olvidará una cita con Juanita). - El desuso: esta teoría hace intervenir el paso del tiempo como factor del bo­rrado de los recuerdos. En contra de esta teoría hay evidencias de que el paso del tiempo hace desaparecer ciertos recuerdos, pero no otros, que reaparecen nítidamente al cabo de muchos años. 5/8 La memoria 5. Enfermedades de la memoria. La memoria puede quedar afectada por estados patológicos, ya porque el sujeto pierda los recuerdos de modo anormal, es decir, haya una pérdida excesiva de recuerdos, ya también porque recuerde más de lo normal. De ahí que haya en­fermedades por defecto de memoria o enfermedades por exceso de memoria. 5.1. Enfermedades por defecto Se distinguen dos tipos, las amnesias y las afasias. Se entiende por amnesia, en general, a la pérdida o disminución de la memo­ria. Se divide en: - La amnesia anterógrada, consistente en la imposibilidad de adquirir recuerdos a partir del momento en que se contrae la enfermedad; en realidad lo que falla es la fijación de las imágenes. - La amnesia retrógada, en la que no se pueden evocar las imágenes de aconteci­mientos pasados que ya habían sido fijadas. Dentro de ella hay tres varie­dades interesantes. Las amnesias lacunares, que se extienden a un período determinado del pasado, a los acontecimientos ocurridos entre dos fechas deter­minadas. Las amn esias electivas, que abarcan las imágenes relativas a un su­ceso o a una persona determinada. Las amnesias progresivas, en las que la amnesia va extendiendo por gra­dos su radio de acción. Se conocen con el nombre general de afasias a un grupo de amnesias cuyo objeto es muy especializado, muy particularizado. Las más destacables son las siguientes: - Las apraxias son perturbaciones de las movimientos. En ellas destacan la imágenes motoras reguladoras de los apraxia verbal o anartria, olvido de las 6/8 La memoria imá­genes motoras de las articulación de las palabras, y la agrafía, olvido de las imágenes motoras de la escritura. - Las agnosias son perturbaciones conjuntas de la memoria y de la percepción; la característica de las agnosias es la imposibilidad de reconocer objetos. Varie­dades importantes son la agnosia visual o ceguera psíquica, en la que el sujeto ve, pero no reconoce lo que ve (en este grupo destaca la alexia, en la que se ven las palabras escritas, pero no se recuerda cómo se leen); la agnosia auditiva o sordera psíquica, en la que se perciben los sonidos, pero no se los reconoce (en este grupo está la sordera verbal, en la que se oyen las palabras, pero no se entiende su significado). 5.2. Enfermedades por exceso Las enfermedades por exceso de memoria son la hipermnesia, la ecmnesia y la paramnnesia. - La hipermnesia es un exceso de recuerdo; imágenes que el sujeto nunca había evocado surgen en su mente; imágenes que se creían definitivamente perdidas, son rememoradas; los fenómenos hipermnésicos se producen en estados de fie­bre intensa, en el sonambulismo, en la hipnosis, en situaciones de peligro de muerte, etc. - La ecmnesia es conocida como la alucinación del pasado; en ella el pasado es tomado como presente; el pasado vuelve a ser vivido -no meramente recor­dado- de nuevo. - La paramnesia, conocida también como la ilusión de lo ya vivido, se basa en un falso reconocimiento: el presente es tomado como algo pasado. Situado ante una determinada situación presente, el paramnésico cree que esa misma situación ya la vivió en el pasado aunque no haya sido así. Se tiene conciencia de que lo que se está viviendo en un momento dado ya se ha vivido en un momento del pasado. 7/8 La memoria 8/8