Lección 5 La Expiación: Ofrenda de purificación

Anuncio
Lección 5
La Expiación: Ofrenda de purificación
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
La cual recibisteis de vuestros padres”, no con cosa corruptible;
…Sino con la preciosa sangre de Cristo”, que entregó su existir…
“Como la de un cordero sin mancha…” para hacer la expiación posible.
La parte más conocida del Santuario, era el sistema de los sacrificios,
Porque es la que apunta directamente a Cristo, y a su expiación;
La sangre del animal era símbolo santo, de los sacerdotales oficios,
Que tomaban la sangre y transferían al Santuario, la contaminación.
El pecado nos separa de Dios, que es Santo y también Misericordioso,
Dispuso un sistema para allegarnos a él, y tratar con el perdido;
Un sacrificio era necesario, para quitar el pecado feo y odioso,
Y por amor a su Hijo daría perdón; como Cordero se había ofrecido.
Tres pecados debían recibir tratamiento, con los sacrificios cruentos,
El pecado involuntario, una transgresión que no era intencional;
Estaba el pecado deliberado, del pecador “que no comía cuentos”,
Y estaba el pecado de rebelión, que no era sencillo, ni ocasional.
Había una ofrenda para los pecados deliberados y no intencionales,
Pero para el pecado de rebelión, no se menciona ninguna ofrenda;
El rebelde debía ser cortado del pueblo, no estaría más en sus anales,
Era hecho con soberbia, y no hay otra cosa, que a Dios más ofenda.
Pero en el caso de Manasés, Dios le otorgó el perdón incondicional,
Aunque era un pecador injusto y se merecía la completa condena;
Cristo cargó sobre sí mismo la culpa de los pecadores, de manera total,
Cargó nuestro castigo y por eso Cristo en la cruz, pagó la pena.
El propósito del sacrificio era quitar la culpa del pecador…
Transferir la falta al Santuario, y que el pecador fuera perdonado;
Sin derramar sangre no se hace remisión, ella es del pecado portador,
El rito incluía la imposición de manos, y que el animal fuera degollado.
Se manipulaba la sangre, y la grasa era quemada en el altar,
Y el comer la carne, era parte del rito de la expiación;
El pecador recibía entonces el perdón, y eso debía bastar…
Después que pusiera sus manos y confesara su mala acción.
La ofrenda se aplicaba, sobre el que ponía las manos sobre el animal,
Esto aseguraba la transferencia del pecado, al animal inocente;
La sangre era para hacer expiación sobre el altar, para quitar el mal,
Era una muerte sustitutiva, por eso era perdonado el penitente.
El acto de matar el animal, debía realizarlo el pecador arrepentido,
Para que esa muerte sustitutiva, fuera en su caso una “meritoria”;
Imagina al pecador, confesando sobre Jesús antes de ser ofrecido,
Para que sus pecados fueran eliminados, en esta muerte expiatoria.
La manipulación de la sangre, realizada por el sacerdote, era vital,
El sacerdote aplicaba la sangre, en los cuernos del altar exterior;
Si era alguien común del pueblo o si era un líder se aplicaba igual…
Si era sumo sacerdote o por el pueblo, se aplicaba en el altar interior.
¿Qué simbolismo tenía, el aplicar la sangre en los cuernos del altar?
Los cuernos estaban en posición vertical, señalando a la Presencia;
Eran el punto más alto, y era allí donde se transfería el pecar…
Y se contaminaba el Santuario, pero el pecador recibía clemencia.
Gracias a la muerte de Jesús, nuestro pecado ha sido quitado,
Todos los pecados confesados, han sido puestos en su cuenta;
Han sido transferidos al lugar donde Ministra, lugar Sagrado,
Y esto es central en el Plan de Salvación, pues allí nos representa.
Al comer la carne, el sacerdote oficiante llevaba la iniquidad,
No era solo un pago por el trabajo, del sacerdote que oficiaba;
Era parte del Plan de Salvación, pues era perdonada la maldad,
Y el sacerdote al comer la ofrenda “contaminada”, la cargaba.
La obra sacerdotal en el Santuario terrenal, tipificaba la obra de Cristo,
Pues fue Cristo el que llevó la culpa, y murió expiatoriamente;
A través del rito del sacrificio, el perdón de Dios fue provisto,
Y el gran Cargador de pecado Jesucristo, murió vicariamente.
De Cristo y por Cristo, vienen todas nuestras bendiciones,
Su muerte fue un sacrificio expiatorio, por nuestros pecados;
Por su medio recibimos la misericordia y el favor, sin condiciones,
Solo que lo acepten como un regalo de su Gracia, los salvados.
Ante Dios en el Juicio, no tendremos excusas, para ganar afecto,
Pues las buenas obras, el sábado u otra cosa, no nos han salvado;
Nada valen para justificarnos delante de un Dios Santo y Perfecto,
Excepto que hayamos aceptado a Cristo, el Cordero de Dios inmolado.
Por medio de Cristo recibimos la misericordia y el perdón divinos,
Es Cristo Jesús de nuestra fe, el originador y el consumador;
Nuestra esperanza en el Juicio, es haber seguido en sus caminos,
Como consecuencia amorosa, de aceptarlo como Rey y Salvador.
Dios es incomparable por su amor, gracia, y gran bondad,
Y es sumamente excepcional, por su disposición a perdonar;
Por eso Miqueas dice: ¿Qué Dios como tú que perdonas la maldad…
“Y olvida el pecado del remanente…?”, y se complace en amar?
No todos gozarán de la misericordia de Dios y su especial perdón,
El perdón de Dios no es barato, ni menos automático o merecido;
La vida del remanente será una imitación de Jesús, es como su don,
Imitarán su bondad, su amor y su compasión, que de él han recibido.
Dios castigará a los impíos y perdona y salva a los arrepentidos,
Es Salvador, Señor, Rey y Juez, y no dejará el pecado sin castigo;
Son aspectos complementarios de su carácter, y no controvertidos,
Lo que nos da seguridad de su amor, perdón y justicia como fiel Amigo.
Cristo al subir al Padre, presentó su sangre en nuestro beneficio,
Librando al pecador arrepentido, más el pecado quedaba registrado;
Así como el sacerdote en el Lugar Santo, rociaba la sangre del sacrificio,
Y por la expiación realizada por fe, quedaba el pecador perdonado.
El Santuario contaminado, debía ser limpiado en el Día de Expiación,
Era día de juicio, de limpieza y de hacer espiritual escudriñamiento;
Hoy es día de “humillarte delante de Dios”, y buscar su perdón,
“Caminar humildemente con tu Dios” y guardar Su Mandamiento.
Hiram Rivera Méndez
27 de octubre de 2013
Toa Alta, Puerto Rico
Descargar