Bloque Espiritual No. 7 ¡La Única Cosa Que Tienes Que Hacer Es Sólo Aceptarlo! "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Los cuales son engendrados, no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (San Juan 1:12-14) Escuchen lo que dijo al respecto el Profeta de Dios: Lo único que tienes que hacer es aceptar lo que Él ha hecho por ti. Eso es todo. Y estaran bajo la Sangre, cada uno de ustedes, o Dios destruiría toda la cosa. Ustedes están bajo la Sangre mientras se haya ofrecido un Sacrificio Sangriento por nuestros pecados. Y, entonces, si algún día, cuando dejes este mundo, sin aceptar aquel sacrificio, usted se tendrá que parar por sus propios pecados. Y ustedes serán condenados, porque no podrán defenderse. Dios nos ha provisto de un hermoso camino. Ven, la fe viene por el oír (Rom. 10:17). ¡Predica, sanidad Divina! ¡Créelo y acéptelo! Si fuera mi caso, esa es la manera en que yo lo haría. Si alguien no me cree, está bien. Y usted quizá haga lo mismo con los demás, pero no con Dios. Después que Él envía su Palabra, Él pone en la iglesia diferentes dones y cosas, sólo para tratar de llegar a la gente... Él es tan amoroso y lleno de bondad. Lo único que podemos hacer es orar por los enfermos. Yo no puedo curar a nadie, porque ya están curados. Si alguien te dice que te pueden curar, eso está mal. ¿Ven? Si alguien le dice a usted que puede salvarlo, eso está mal. Ustedes son salvos de todas formas. ¿Ven? Lo único que tienes que hacer es aceptarlo. Usted acepte lo que Jesús ha hecho por usted (I Pedro 2:24). Él fue herido por tus transgresiones. Por Sus heridas tú has sido sanado. Ustedes fueron sanados, ya fueron, eso es tiempo pasado. [1] El Señor Jesucristo en Su sufrimiento vicario y muerte en el Calvario, compró la sanidad para todos los mortales en el mundo, disponible toda vez en el mundo. Jesús ya ha pagado el precio, y ante los ojos de Dios Ud. ya está curado. No hay enfermedad ante los ojos de Dios. Ya estás curado. Todo pecador aquí, adentro, allá afuera, dondequiera que estés, tus pecados, hasta donde a Dios le concierna, te son perdonados ahora. Pero si Ud. no lo acepta, cuando Ud. entre en Su presencia sin la Sangre de Jesús sobre Ud. como un hijo o una hija, Ud. ya estará condenado por hacerlo así, “El día que comiereis de él, ese día se morirás.” (Génesis 2:15-17). Ahora, Ud. no tiene que morir en esa condición. No se puede dejar de ser un pecador, porque usted nació un pecador (Salmo 51:5; Rom. 5:19), pero usted puede seguir siendo un pecador, pero ante los ojos de Dios, el pecado ya está cubierto. Él ya no toma en cuenta el pecado. Él es justo y soberano. Dios ya no ve el pecado, Él es santo (I Pedro 1:15-16). Pero la sangre de Jesús le mantendrá así, como si fuera el parachoques de un carro. Cada vez que uno trata de pecar, el parachoques, Jesucristo, le atrapa a uno en el pecado antes de podamos alcanzar a Dios (I Juan 2:2). ¿No les da vergüenza la forma en que han lidiado con Él? [2] Y, usted no tiene que conquistar, porque Él ya conquistó (Rom. 8:37). La única cosa que usted tiene que hacer es simplemente subir y pararse en la puerta (de tu enemigo, Gen. 22:16-17), y decir: “Es mío. Esto es mío. Dios me lo dio, mi salvación. Si yo quiero el Espíritu Santo, Dios me lo dio. La promesa es para mí, para nuestros hijos, a todos los que están lejos, a cuantos el Señor llamare” (Hechos 2:37-41). [3] Y antes de que usted pueda tener una victoria, tiene que haber una batalla (II Tim. 4:7-8, I Tim. 6:12). Y si no hay batallas, no hay victorias (I Juan 5:4). Así es que debiéramos estar agradecidos por las batallas y las pruebas; es Dios dándonos la oportunidad de tener victorias. ¡Oh, Señor! ¿No le hace eso sentir un poquito mejor ahora? ¿Lo puede ver? La batalla que viene; alguien que dice algo malo de usted; la enfermedad que viene a usted. Quizás es Dios dándole esas pequeñas aflicciones para que Él lo pueda sanar y mostrar Su favor hacia usted, para que usted vea lo que realmente eso significa; que Él le ama. [4] Un pecador puede venir al altar, puede ser un hombre o mujer joven como de catorce años y pueden traer su comida hasta acá, después pueden ponerse a clamar al Señor hasta que tenga diecinueve años v nunca sería salvo, primero él tiene que aceptar lo que Cristo hizo por él, tiene que aceptarlo. Cuando Ud. lo acepta, entonces Él es el Sumo Sacerdote, el Mediador que intercede en base a la confesión de lo que uno cree (Heb. 4:14-16). Es lo mismo con un don de esta forma (I Cor. 12:4-7), es apartar la propia mente de uno y ver lo que Él dice que se haga. Veo a gente que viene a la plataforma y saltan, gritan y dicen: “Oh, hermano Branham, tengo toda la fe del mundo”. Entonces, ¿qué está haciendo aquí arriba? Eso es emoción y no fe. La fe genuina no conoce derrota, ya está hecho, se acabó. Dios así lo dijo y eso le pone un punto final. Dios así lo dijo. Ahora, es la misma cosa, todo el tiempo, cuando uno realmente cree, eso lo toca a Él. [5] Yo sé que la manera acostumbrada es invitar a la gente al altar. Nosotros lo hacemos, y está perfectamente bien. Pero en esta ocasión hay tanta gente sentada aquí al frente, todo alrededor del altar, que no pudiera hacerlo de esa manera. Pero quiero decirles esto: En los días apostólicos, dice que “los que creyeron (quienes recibían Su Palabra como verdad) fueron bautizados” (Hechos 2:37-41). Eso es, si Ud. verdaderamente puede creer desde lo profundo de su corazón. No podemos llamarlos al altar. Pero en su corazón, allí haga Ud. el altar. Y en su corazón, diga: “Señor Jesús, yo creo esto.” Aquí está todo el asunto. No es emoción, aunque la emoción lo acompaña. Como he dicho, el beber y el fumar no son pecado, sino atributos del pecado; eso muestra que Ud. no cree. ¿Ven? Pero cuando Ud. verdaderamente cree en su corazón, y allí donde está sentado Ud. lo sabe, y lo acepta de todo corazón, entonces algo va a suceder allí mismo. Va a suceder. Luego Ud. puede ponerse de pie como testimonio de que algo ha sucedido. [6] Ahora, como dije, no es necesario que tengamos eso, de venir y poner manos sobre la gente. Les impusimos las manos anoche. Pero lo único que Uds. necesitan tener es fe, y entonces reconocer. Por fe Uds. lo aceptan, por fe. No por alguna cosa que...No digan: “Pues, ahora ¿cómo irá a suceder?” Si yo pudiera decirles cómo se hace, entonces ya no sería fe. Yo no sé cómo se hace. Yo no sé, pero yo lo creo. Yo no sé cómo Dios salva a un pecador, pero Él lo hace. Yo no sé cómo Dios hace todas estas cosas, pero yo lo acepto. Él, Él lo hace, y es esa la manera. Porque no puedo explicarlo. Nunca será explicado. Nadie es capaz. Porque, de ser así, entonces ya no es fe. No veo cómo Dios y Cristo pudieran ser la misma Persona, pero lo fueron. La Escritura lo dice. Pues, uno no puede explicado, pero lo fueron. “Mi Padre está en Mí; no soy Yo que hago las obras, es Mi Padre en Mí. Si Yo no hago Sus obras, entonces eso muestra que Yo no soy de Él. Mas si hago Sus obras, entonces Él mismo testifica que Yo soy de Él” (Juan 14:7-13). Pues, es la misma cosa ahora, exactamente la misma cosa. Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, si Uds. creen. [7] Ud. no tiene que arrodillarse en el altar y hacer alguna obra, bombear en ella; Ud. no tiene que repetir y repetir y repetir una palabra hasta tener una confusión del lenguaje; lo único que Ud. tiene que hacer es solo beber de Él libremente, de la forma provista par Dios. Sin bombear, sin empujar, sin nada, sencillamente tome de ella libremente. Nada que tenga que hacer, solo beber de ella; eso es solo creer, es todo lo que puedo decir. Ud. no tiene que hacer nada por ella, no tiene que cavar para obtenerla. Ellos nunca tuvieron que tirarse al suelo a clamar toda la noche por ella; ellos solo bebieron de ella. Ella (la Roca) estaba herida y lista (Ex. 17:1-7). Eso es correcto. Vea, lo primero que Ud. tiene que hacer es venir a esa Fuente. Ud. tendrá que venir a esa Agua (Juan 7:37-39), comprendiendo que no hay nada que Ud. pueda hacer; es lo que Él hizo por Ud., Ud. no tiene que cavar; Ud. no tiene que bombear; Ud. no tiene que dejar esto; Ud. no tiene que dejar aquello; lo único que Ud. tiene que hacer es ir allí y beber. Eso es todo. ¡Si Ud. tiene sed, beba! (Isaías 44:3-4) [8] …No quiero que Uds. yerren en esto, no pueden errar. Ahora muy dulce y humildemente, con todo lo que está en su corazón de allá en los más profundo, acéptelo. Diga: “Señor Jesús, en este momento, quita todo lo que está en mí que no es semejante a Ti; quita de mi todo mi orgullo, todo lo que está en mí, toda la basura, la incredulidad, todo eso lo renuncio y lo boto. Y deja entonces que el dulce Espíritu Santo de Dios baje en mí como una palomita. Yo quiero vivir eternamente, oh Señor; y quiero que me ayudes en estos momentos. Concédemelo ahora.” Ámele, ámele, ámele por lo que Él ha hecho por Ud. Todo es por razón del amor. Amor produce la obediencia; el amor produce el noviazgo; el amor produce el matrimonio y esa es la meta que estamos prosiguiendo: La Cena de las Bodas del Cordero. Puedo oír a mi Salvador que me llama diciéndome que me ama a mí también. Ahora con todo su corazón, ¿siente Ud. algo muy dulce que está penetrando su corazón? Es el Espíritu Santo. [9] Referencias: [1] “Perseverancia” (62-0608), par. E-15-16 [2] “Acepta El Don De Dios” (53-0219), par. E-6 [3] “Poseyendo Las Puertas De Los Enemigos” (59-1108), par. 68 [4] “Principio y Fin De La Dispensación Gentil” (55-0109E), par. E-13 [5] “Llamando a Jesús A La Escena” (64-0319), par. 168-171 [6] “El Sexto Sello” (63-0323), par. 375, 380, 376, 377 [7] “No Te Apoyes En Tu Propia Prudencia” (65-0120), par. 210-213 [8] “Cisternas Rotas” (64-0726E), par. 90, 97 [9] “La Señal” (63-0901M), par. 444-448 “Bloque Espiritual” – Boletín de la Palabra Revelada de esta hora, es presentado a Ud. por: Gerd Rodewald, Friedenstr. 69, D-75328 Schömberg, Alemania www.biblebelievers.de, Fax: (+49) 72 35 33 06 Publicado por “Publicaciones Palabra Hablada” del Perú, América del Sur “…viene uno con un Mensaje que cuadra perfectamente con la Biblia, y una obra rápida dará la vuelta a la tierra. Las simientes saldrán en los periódicos, en material de lectura, hasta que cada Simiente predestinada de Dios lo haya escuchado.” [Hno. Branham en C.O.D., 62-0527, pár. 179]