Tesoro de la Juventud EL GALLINERO COMO PASATIEMPO 2003 - Reservados todos los derechos Permitido el uso sin fines comerciales Tesoro de la juventud EL GALLINERO COMO PASATIEMPO Del libro de los juegos y pasatiempos LA cría de gallinas, tomada como entretenimiento, no cuesta gran cosa; y, en cambio, obtendremos algunos beneficios con los huevos frescos que a menado podremos recoger. Si se pretende criar gallinas para comerciar con ellas, veremos al cabo de pocos meses que nos hemos engañado enteramente. Sumando lo que cuestan las gallinas, el gallinero y todas las menudencias que se necesitan, y añadiendo lo que se gasta en grano, veremos que los huevos nos cuestan mucho más caros que si los compramos en la tienda y no obtenemos con la cría de gallinas sino gastos y molestias. Tal vez se gane algo con la cría de gallinas en un sitio en donde la comida abunde; pero si esto no ocurre; si no tienen un campo grande donde hallen lo que necesiten, tendremos que comprarles la comida, lo cual nos resultará muy caro. Por tanto, no hay que hacerse ilusiones pensando que la cría de gallinas, puede darnos algún beneficio. La clase de gallinas que hemos de comprar dependerá de dos cosas, según queramos gallinas bonitas o ponedoras. Vamos a tratar de las últimas, pues son las que más convienen. Deberemos escoger las gallinas llamadas ponedoras, como lo son, por ejemplo, las de Menorca. Éstas ponen mucho y dan unos huevos blancos y de un tamaño bastante grande. Para que pongan más, es conveniente tenerlas en un espacio limitado y entonces superan a otras razas. Ahora, veamos lo que es un gallinero con su galería de jaula metálica. Debe ser, si es posible, de madera y tal como se ve en el grabado. Si es grande, mejor; y por lo menos ha de tener un metro y cuarto de anchura. Se le cubre por la parte alta y los lados, y a ser posible, se le pone mirando al sol. La salud de las gallinas exige que éstas tengan un suelo apropiado, pues si fuese demasiado blando, enfermarían en tiempo de lluvias y humedad. Nos agenciaremos también piedras grandes y trozos de ladrillos que extenderemos hasta formar una altura de quince centímetros en el suelo del gallinero, cuyos trozos cubriremos con una capa de arena de unos 76 milímetros. En un lado se dispone una caseta que les sirve de dormitorio y ponedor. Allí se hacen los nidos y se atraviesan estacas para que suban las aves. También se cuidará de que no estén demasiado apretadas. El gallinero tendrá que ser bien ventilado y tener comunicación con la galería al aire libre, que tendremos la precaución de cubrir por la noche para que las gallinas queden abrigadas. Se cierra el patio con alambrado como se ve en la figura; por la parte de fuera tendrá una puerta y otra que dará entrada a la caseta. Para poder dar suelta a las gallinas sin temor a que se escapen, lo mejor que puede hacerse, es cortarles las plumas de un ala. Al hacerlo, córtese la pluma solamente, no el cañón. Eso no es cruel y es lo suficiente para que no vuelen. Si se dispone de un campo o jardín por donde puedan andar sin que estropeen algo, conviene dejarlas libres todos los días. Mas en caso de que hayan de permanecer encerradas, sin salir para nada del gallinero, será necesario darles comida verde, como coles y hierbas picadas en trozos menudos. Los restos de comida pueden también aprovecharse para ellas. Toda clase de residuos, mezclados con pan duro y puestos a remojo durante la noche, pueden dárseles a la mañana siguiente, que es la hora más adecuada para esta clase de comidas. Se les pondrán tres comidas diarias. Al medio día legumbres cocidas o verdes, o también maíz cocido; y por la noche, grano, como trigo o cebada, que no se les dará en un plato, sino con la mano y esparciéndolo por el suelo para que las gallinas escarben. En una caja, o en el suelo del patio, se les pondrá arena gruesa o piedrecitas, i pues eso les ayuda la disgestion. Las gallinas necesitan comer cal para formar la cáscara de los huevos. Lo mejor que puede dárseles para este fin son conchas de ostra, porque contiene mucha cal. No ha de faltarles agua para beber que les pondremos en un recipiente de hojalata o zinc. Un bebedero excelente puede hacérseles colocando una botella al revés, como se ve en el grabado nº 2. La boca de la botella deberá distar del fondo unos cinco centímetros y aunque el agua se consuma o evapore, su nivel siempre queda igual hasta que la botella está vacía. La cría de las gallinas nos saldrá siempre cara, si las cuidamos como necesitan. No obstante, comprando el grano en grandes cantidades y aprovechando todas las sobras de la cocina y la mesa, es in dudable que ahorraremos bastante y nos costará más barato el alimentarlas. Hemos hablado de la cría de gallinas para obtener huevos; pero, si las queremos para empollar, debemos escogerlas de otra clase. Las mejores para cluecas son las clases inglesas Brahmas, Dorkings, Cochins y Orpingtons; sin embargo, si no disponemos de mucho espacio, no debemos pensar en hacer crías. Los pollitos suelen salir del huevo al cabo de unas tres semanas. Al día siguiente debe colocarse la madre y la pollada en un espacio cercado, alimentando a los pequeñuelos cada dos horas, durante la primera quincena; cada tres horas, la segunda; y así, sucesivamente. Es necesario, ante todo, tener una absoluta limpieza con los comederos y gallineros, lo cual asegurará la salud de las aves. Todo ello se limpiará por lo menos una vez a la semana. i. Un gallinero con tela metálica. 2. Un bebedero para las gallinas ________________________________________ W. M. JACKSON, Inc., Editores Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la Biblioteca Virtual Universal. Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite el siguiente enlace.