República Dominicana FUTTEINCO, Federación Unitaria de

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República Dominicana
FUTTEINCO, Federación Unitaria de Trabajadores del
Turismo, Economía Informal, Comercio y Afines
CNTD, Confederación Nacional de Trabajadores
Dominicanos
ESTRATEGIAS HACIA LOS TRABAJADORES
DEL SECTOR INFORMAL EN REPÚBLICA DOMINICANA
Alberto Santana, secretario de relaciones
internacionales de CNTD y
secretario general de FUTTEINCO
Publicado por CSA en 2013
FUTTEINCO es una organización sindical de segundo
grado afiliada a la CNTD, cuyo objetivo principal es
defender el derecho y los intereses de los trabajadores por
cuenta propia
de esas actividades, buscando
el
mejoramiento de sus condiciones de trabajo, económicas,
morales y sociales
La estrategia hacia estos trabajadores data en la
Confederación desde 1990, cuando el XI Congreso adoptó
decisiones estratégicas de captación de jóvenes y mujeres
activos en el sector informal, en el marco del estatuto de la
Confederación, que ya establecía la organización de los
trabajadores en las formas que sean posibles, incluyendo
las no sindicales (uniones, asociaciones).
Los dos
siguientes Congresos reafirmaron esta enfoque (XIII, 1992
y XIV, 1994).
Por esos años, la CNTD ya tenía afiliados del sector en la
FENATCOVENTA (Federación Nacional de Trabajadores
del Comercio, Ventas y Afines), y la FENADOBIQ
(Federación Nacional de Billeteros y Quinieleros), pero se
desarrolló un proceso de fragmentación y separación de la
central, que fue encarado, en 1993, mediante la creación
del CONATRASINF (Consejo Nacional de Asociaciones de
Trabajadores del Sector Informal), con la conducción de
Ramón Pérez Balbuena (fallecido en julio 2011). En su
primer año, el Consejo tenía 26 asociaciones, con cerca de
4000 afiliados, agrupando buhoneros, vendedores de frutas
(piñas, plátanos), flores, aves, chimichurreros, jugueteros,
fritureros,
yaniquequeros,
costureras,
jardineros,
motoristas, motoconchistas, tricicleteros.
A comienzos de la década pasada, el Consejo se convirtió
en FUTRACEINA (Federación Única de Trabajadores por
Cuenta Propia del Comercio, la Economía Informal y
Afines), dirigida por Fausto Rodríguez, en el marco del
consejo nacional de unidad sindical dominicano.
Finalmente, en abril 2011, se creó FUTTEINCO, con la
participación de compañeros de las dos organizaciones
mencionadas, junto a un equipo de nuevos dirigentes del
sector, con miras de inyectarle aires de juventud y
renovación a esa experiencia.
La Federación se ocupa de la defensa de los trabajadores
informales en contra de los abusos de autoridades locales
y estatales, pero la principal lucha está centrada en tratar
de lograr su inclusión al sistema dominicano de seguridad
social.
Esta línea se desarrolla en alianza con
FENAMUTRA
(Federación
Nacional
de
Mujeres
Trabajadoras), dirigida por la compañera Ruth Medrano,
desde donde se realizó la “Investigación exploratoria sobre
el sector informal para su inclusión en la seguridad social
con perspectiva de género”, basada en una encuesta a 200
trabajadores del sector. Este estudio sirvió para conocer
en detalle cómo piensan los trabajadores de la economía
informal respecto a sus necesidades, y ayudó a formular
una propuesta, con miras a incluir paulatinamente a los
trabajadores y sus familias en un régimen de protección
social, viable y sostenible.
El 50% de los encuestados tenían edades entre 20 y 39
años, y el 52% eran mujeres. Asimismo, el 49% eran
solteros y el 41% no tenía miembros familiares
dependientes de sus ingresos. En términos educativos, era
una población mayormente con educación primaria (32%) y
secundaria (43%), en ambos casos incluyendo situaciones
en que no se han completado. Solo 48% de los
trabajadores había asistido a un centro de salud.
Las principales actividades de los encuestados eran
vendedores (31%), lavadores de carros (14%),
motoconchistas (12%), y trabajadores en salones de
belleza (8%). 41% reconoció que tenían trabajadores bajo
dependencia, en su mayoría uno o dos.
La encuesta también consultó sobre las principales razones
para dedicarse a las actividades de la economía informal: la
mayor proporción (42%) respondió que se debía a la
incapacidad de la economía formal para generar empleo
(``Es lo único que se consigue``). Otras tres situaciones
tenían un peso similar (12-13%): el mayor ingreso obtenido
en la informalidad, respecto de los salarios formales
(``Gano más dinero que como empleado formal``);
situaciones
subjetivas
(``Estoy
acostumbrado``), y
búsqueda de
independencia (“Deseaba
montar un
negocio``.
64% de los encuestados había tenido otro
empleo antes del actual, la mayor parte formal (40%).
Asimismo, 49% tenían cinco o menos años dedicados a la
actividades informales, y
41% desempeñaban otras
actividades de generación de ingresos, principales en el
área de comercio y venta por comisión.
Hacia una propuesta sobre seguridad social
Ninguno de los trabajadores encuestados disponía de
seguro de salud, por lo que habían tenido que incurrir en
gastos con este objetivo, reconocido por el 78% de los
entrevistados.
Apenas 15% estaba ahorrando como
estrategia de asegurar ingresos en la vejez. 45% disponía
de información sobre el sistema de seguridad social, y 84%
informaba que consideran tener derecho a estar integrado
al régimen de seguridad social. Cinco causas identifican
los trabajadores/as informales entrevistados/as para no
integrarse al sistema de seguridad social: nunca se ha
interesado (22%), no sabe (17%), tiene poca información
(16%), no ha
sido empleado (11%), y por falta de
recursos económicos (27%). Asimismo, 96% estaban
dispuestos a integrarse a la seguridad social si existieran
un mecanismo adecuada a ellos; 92% estaría dispuesto a
pagar 800 pesos al mes por un seguro de salud; y 80%
estaría en disposición de pagar un cuota de 800 pesos y
menos para un seguro de salud y pensión. 85% prefieren
hacer el pago en efectivo. El 69% no disponía de servicios
bancarios (tarjeta de débito, de crédito, cuenta de ahorros,
cuenta corriente, entre otros).
Uno de los problemas a enfrentar para el trabajo sindical en
relación a estos trabajadores es que, exceptuando al casi
40% que declara participar de
formas organizativas
colectivas (incluyendo religiosas), el resto declara que “no
le gusta”, “no le llama la atención” y “no confía en los
grupos”. En cuanto a expectativas a futuro, el 67%
expresó estar satisfecho con su actividad economía.
El salario mínimo cotizable de la seguridad social es de
7600 por mes.
Considerando que el 70% de los
encuestados declararon tener ingresos menores a 10 mil
pesos al mes, se colige que y el 95% ingresos igual o
menor a 17 mil pesos al mes. Si se considera que el
salario mínimo cotizable de la seguridad social es de 7600
pesos al mes, se puede colegir que 70% de los
encuestados están por encima y por debajo de este valor
sin llegar a 10 mil pesos al mes de ingresos.
Complementariamente, con base en datos de la Encuesta
de Fuerza de Trabajo del Banco Central, se pudo
establecer que, en 2010, 56% de los trabajadores por
cuenta propia tenían ingresos igual o menor a 8000 pesos.
Si se parte de que 1500 pesos es el costo de la seguridad
social para una persona con ingreso igual a 7600 pesos al
mes, al año el costo sería de 18300 pesos, es decir, casi
igual al gasto en salud reportado por los trabajadores
informales entrevistados.
Qué hacer
Las centrales dominicanas CNTD, CNUS y CASC han
optado por la estrategia de lograr que la ley de seguridad
social establezca mecanismos legales de integración, como
es el caso del régimen contributivo subsidiado en la ley de
seguridad social.
Claro está que la integración de los trabajadores/as
informales es más costosa y más compleja que en el caso
de los formales. Se necesita disponer del capital social
comunitario o local para viabilizar la integración, a cargo de
una
institución social que asuma el proceso de
organización y gestión de cartera de afiliados, su
actualización, depuración por cambio de condiciones
materiales y laborales. Se propone que se subvencione a
las organizaciones para gestionar la integración y manejo
de cartera de afiliados, apareciendo como empleadoras
virtuales. El costo de la subvención debe basarse en el
valor de la cartera de afiliados valorado por el nivel de
ingreso del grupo o por el nivel de cotización.
Respecto a los trabajadores por cuenta propia registrados
en la Dirección General de Impuestos Internos, si hay
voluntad política, no vemos la razón por la cual los mismos
no puedan ser integrados a la Tesorería de la seguridad
social como empleadores, ya que hacen declaración de
impuestos. Una parte aparece como empleadores por tener
empleados, y otros solo aparecen como contribuyentes en
algunos casos.
CNTD ha diseñado un proyecto piloto aplicado a los
trabajadores/as informales de la provincia San Pedro de
Macorís, que cubre a 46000 trabajadores
por cuenta
propia (sobre un total de 176 mil) con ingresos mensuales
iguales o menores a 15800 pesos. Los gastos mensuales
necesarios son un total de 91 millones, combinando
aportes de los afiliados por 27 millones y aportes estatales
por los 64 millones restantes, es decir, la distribución de
las cargas equivale a 30% para los primeros y 70% para el
segundo.
El presidente de la CNTD, el compañero Jacobo Ramos
ha desarrollado una amplia campaña (por ejemplo, ver “El
Comentario de la Semana”, en You Tube, del 13 de enero
2012) utilizando los datos presentados hasta aquí para
hacer referencia a la necesidad de un régimen especial
para trabajadores de difícil cobertura, incluyendo a los
trabajadores del sector informal, junto a los trabajadores del
hogar, transportistas y trabajadores de la construcción. A
ello CNTD agrega, ya en el campo de la autoreforma, la
implementación de servicios de salud propios, como la
asociación mutual de trabajadores de empresas micro y
pequeñas de transporte.
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