Periódico de intereses morales y materiales. CABIOS Y ARBOLADO.

Anuncio
Año I.
Jueves 17 Setiembre de 1868.
Núm. 6.
EL PAIS
Periódico de intereses morales y materiales.
Se publica todos los martes, jueves y domingos.-RedaccIon y Administración, calle de la Portella núm. 1/
ENFIGUKBAS: trimestre 12 rs.-Semestre 2 2 . - U n año 40. PROVINCIAS;
I «XTIUNGBRO: trimestre 24 rs.-Semestre 4 6 . - U n aüo 90. En donde no haya
rrtMS Atiutchaon.
trimestre 14 rs.-Semestre 26.-Un afio&ll
representante podrá hacera® la «uscricipn
•arlando al Administrador el valor de ella en sellos de correos.
Y COMUNICADA. ANUNCIOS; la linea, 36céntimos de r e a l . - C O M U N I C A D O S ; la línea, 5 0 eént». de id.-Unos y otros i t
•eran satisfacerse antes de su inserción.—A los señores suscritores se les hará una rebaja del 25 por 100
wS'Í'/'/ '
0
A
M
N
C
I
O
S
tra, lo que al principio dijimos, de ser una sus operaciones, ó ha de ser ciego, ó ha de
creencia erróoea. los soñados perjuicios, ver palpablemente la economía en sus gasCABIOS Y ARBOLADO. atribuidos
á la sombra de los árboles, basta tos, á la par que el mayor trabajo que le
el
punto
de
llevar á cabo su eslerminio. resulta en el mismo espacio de tiempo, to
Nadie puede poner en duda, que el buen Esto es tan óbvio
claro para cualquiera que constituye la principal riqueza.
estado de tránsito de los primeros y el fo- que reflexione, queyparece
imposib!» haya
Para algunss de nuestros lectores, quimento del segando, son grandes medios podido creerse en lo contrario.
zás
sean nuestras observaciones insignes
que contribuyen á la riqueza del pais, que El agricu lor no ha de esplotar solamensabe comprender sus intereses; pues, con te la siembra, sino que debe procurar que perogrulladas, pero siendo nuestro lema
las vias de comunicación se acortan las el terreno le produzca sea lo que quiera; y el buu del país en primer término, y el
distancias» cuanto mejor es su estado, y asi, el terreno que no es apropé.silo para general, no rep iramos en vertir nuestras
con los árboles DO solo se embellece el si- las semillas, acaso lo sea para los árboles ideas, que no calificamos de cosa nueva
tio en que radican, sino que su existencia de tal ó cual cl ise, que sin duda si se plan- para los mas, sino que en tal caso nos diJlama las lluvias y purifica la atmósfera, á lasen y cultivasen como corresponde, sa- rigimos á llamar la atención de aquellos,
oías ¡del combustible que proporciona, lao biéndolos escoger, al cabo de un número que no pueden salir de su rutina, y para
estos, nunca sobran las repeticiones* por
escaso en ciertos puntos.
determinado
de
años,
compensarían
con
Algunos están en la creencia errónea, usura los sacrificios que se hicieran, de no trilladas y claras que sean.
Concluimos, y acepte quien quiera nuespara nosotros, de que la sombra de los ár- sembrar lo que rechaza la siembra.
boles perjudica á las propiedades destina- El terreno es como el hombre: tal nace tro modo de pensar, nos damos por sobradas á la siembra, y si bien esto puede ser con inclinaciones ó talento determinado, damente satisfechos, si logramos que algualgon tanto verídico, no obstante, si se para tal ó cual profusion, y sin embargo, no dispierle de sus viciosas rutinas, y cuancomparan los beneficios con las pérdidas si se empeña en seguir una senda que no do no otra cosa, le ocurra al menos la idea
délos productos ocasionadas por la sombra, es para sus fuerzas, le abruma el cansan- de hacer algún ensayo.
y aun por las raíces, acaso resultarán igua- cio, y coo todo su anhelo y trabajo, no logra
lado?, y de aquí que ningún perjuicio se ounca descollar en la carrera que empren
siga en realidad.
equivocadamente, mal dirigido, unas
LA JUVENTUD.
No es preciso para fomentar el arbola- dio
veces
por
ambición,
otras
por
vanidad,
y
do, que se rodeen las fincas de capudos ár- otras por escoger sin lino ni consideración
boles, y tan espesos que estorben la i n - alguna, el arle oficio ó ciencia, á que sus Oé aquí ana palabra qne vale tanto como
voz que condensa en si una mnllifluencia benéfica del sol, sino de los que aspiraciones no le llamaban. Nunca el es- esperanza;
tod
de
ideas.
mas se adopten al terreno, plantados á las tudio sacará una notabilidad, del que no Y si la historia no es mas quo ana cadena
distancias convenientes, y cuyas formas nació coo el númen necesario. Nunca el de hechos, cuyos eslabones son otros tanto*
DO sean una pantalla que inutilice los sem- terreuo producirá lo que no puede produ- grados de perfeccionamiento; si cada siglo tiebrados; pero en los caminos puede seguirse cir, por mas que se esfuerce la mano del ne sn misionen la vida de las sociedades y el
otro rumbo, porque á las orillas de los mis hombre, si le faltan las condiciones indis- cumplirla tanto mas difícil cuanto mas grande sea aquella á qae está evocada, y si los hiroos, el sembrado siempre es insignificante pensables naturales, que el hombre no jos
anos siglos siempre son responsables de
por el azote del polvo, que pueden modi- puede darle, por mas que se empeñe en so sus deerrore»
y extravíos ó de su malicia hemos
ficar en mucho con Jas humedades, que loca temeridad.
de concluir diciendo qae los jóvenes que vicontinuamente embalan, especialmente de Tan sabido es que las buenas vias de ven en el siglo XIX, los que niñoi hoy han d®
noche, resultando que la sombra que hacen comunicación
ser hombres mañana, tienen on granfinqu»
son
un
grande
elemento
de
a la propiedad vecina, queda compensada riqueza, que con solo considerar que un realizaren el tiempo.
Si abrimos el grao libro donde se enumeran
con la humedad que le proporcionan.
vehículo
cualquiera,
con
menos
fuerza
arlos hechos del mundo; si hoja por boja le exao§Qn, puchos los olivares que se siem- rastra mas peso, cuanto mejor es el suelo mtottmosvemos
qoe el hombre rodo primero,
bran, y por mas que un olivar 6ea un ver- basta para convencerse de ello; y el qué
^^fóctó
después,
pMó á ^ttó^por
dadero bosque, y la sombra abunde, no tenga en cuenta que con menos animales Ir vía señalada por Dioslamina
en sos iÉ^éMiWMes
por eso deja de producir, lo que demues- destinados al tiro, tiene los suficientes para desígriióS, Viá qae conduce al bien, practicando verdades evangélicas cayo espíritu vftifi.
Diputació de Girona — Servei de Biblioteques
Descargar