16 de abril de 2007 Édgar Corona M alos Hábitos, de Simón Bross, ganadora al mejor largometraje mexicano de ficción en el pasado Festival Internacional de Cine en Guadalajara y Párpados Azules, de Ernesto Contreras, ganadora al mejor largometraje iberoamericano de ficción en el mismo encuentro, fueron realizadas bajo una premisa, otorgar peso total a la historia y a sus personajes. Mucho se ha discutido sobre la ausencia de buenos guiones de cineastas mexicanos; sin embargo estas dos producciones demuestran lo contrario, hacen un replanteamiento a esta postura y dan ejemplo de lo que se puede lograr cuando existe un buen guión, atrevimiento y un equipo sólido. El reto a vencer es enfrentar la difícil tarea de distribución, en donde las compañías deben ser más comprometidas y el público más receptivo. Los resultados de promoción y distribución que producciones como las mencionadas puedan alcanzar, y la responsabilidad que asuman los encargados de realizar cine para dar continuidad a un buen tratamiento de historias, pueden provocar que la industria apueste por más proyectos con calidad y creatividad. La gaceta Relatos de fey soledad Las películas mexicanas Malos hábitos y Párpados azules apuestan por la calidad y creatividad en sus historias Malos hábitos Párpados azules Párpados azules es el primer largometraje que dirige Ernesto Contreras, quien anteriormente 5 Izq. Ernesto Contreras, director de Párpados azules (al centro) y elenco. Der. Simón Bross, director de Malos hábitos. Foto: José María Martínez / Archivo cine Malos hábitos es una producción que reúne en su elenco a las actrices Jimena Ayala, Elena de Haro, Elisa Vicedo, Aurora Cano, Milagros Vidal, Patricia Reyes Spíndola y los actores Marco Treviño y Emilio Echevarría. El guión es de Ernesto Anaya y Simón Bross. La historia se basa en el retrato de una familia extrañamente unida por diversos desórdenes alimenticios, en donde la fe, el amor y la vanidad ponen a prueba a los personajes. Jimena Ayala, quien también participó en la cinta Perfume de violetas, interpreta a Matilde, una joven monja de creencias profundas que por medio de ayunos intenta acabar con todos los males que la rodean. Esto la conduce hacia una encrucijada, en donde sus pruebas de fe atentarán contra su propia vida. Elena de Haro ofrece una actuación más que convincente. Su papel es el de una mujer obsesionada por su cuerpo, por el culto a una figura esbelta, que le provoca nula atención hacia su esposo y su pequeña hija, a quien intenta mantener bajo ese mismo estilo de vida, prohibiéndole cualquier alimento que la haga subir de peso. El resultado es fatídico. La ambientación que logró Malos hábitos refleja el flagelo de los personajes. La mayor parte del tiempo existe lluvia. Ernesto Anaya explica: “la lluvia fue idea de Simón. Él quería que estuviera lloviendo todo el tiempo, así es como me encargué de integrar el elemento dramáticamente”. Simón Bross, director de la cinta, agrega: “fueron dos años de trabajo. Justo cuando filmábamos la película, estuvo lloviendo todo el tiempo y hubo muchas muertes. Nos enterábamos por medio de las noticias. Después fui con unas monjas y les pregunté si ellas pensaban que a través de la oración podían hacer que pararan las catástrofes y me contestaron que sí, cosa que en lo personal me parece un acto de soberbia”. Concluye: “elegí este tema porque muchos años fui publicista y soy culpable de que montones de mujeres piensen que sólo siendo flacas tienen valor en la vida”. obtuvo el premio Mayahuel por el corto Ondas hertzianas. En la cinta actúan Cecilia Suárez, Enrique Arreola, Ana Ofelia Murguía, Tiaré Scanda y Luisa Huertas. La historia puede ser considerada como el encuentro fortuito entre dos perdedores, interpretados por Suárez y Arreola. Mina es una chica solitaria, que gana un viaje para dos personas a un lugar llamado Playa Salamandra. Tal soledad la lleva a invitar a un hombre totalmente desconocido. Posteriormente él se enamora de ella. Sin embargo, sus vidas parecen no tener motivación alguna. Existe algo, una especie de hastío, que termina convirtiendo a la cinta, según palabras de su mismo director, en una “antitesis de la comedia tradicional”. Ernesto Contreras agrega: “el guión es original de mi hermano Carlos, quien ha escrito prácticamente todo lo que he filmado. Cuando nos decidimos a grabar, queríamos contar una historia que fuera sencilla en términos de producción, que tuviera un sistema bastante controlado, pero que a su vez relatara cosas que nos parecen interesantes”. Explica: “me siento feliz y satisfecho con el resultado final de la película. El principal reto era plasmar estados de ánimo, situaciones tristes o raras, pero que también fueran divertidas, que lograran un tono de comedia seca”. La música juega un papel destacado en Párpados azules. Su realización estuvo a cargo de Iñaki, conocido por formar parte de las agrupaciones Fobia y Moderatto. El tema principal resulta inquietante, a lo que Iñaki comenta: “en lo personal casi no me siento músico en esta película. Me visualizo como un actor más. Creo que la música es precisamente un actor más. El trabajo fue sobre una misma línea, lo que me permitió evocar esa soledad y el color gris que hay en la vida de los personajes, pero sin caer en lo triste o chantajista”. Malos hábitos y Párpados azules son cintas que reflejan posturas muy propias, con temáticas actuales y un trabajo de dirección intenso. Ambas producciones recorrerán los circuitos de mayor importancia para el cine, como muestras y festivales en América y Europa, por lo cual sus creadores se encuentran motivados y optimistas de que lograrán buena recepción por parte de la crítica especializada, pero sobre todo del público, que es quien tiene la última palabra. [