TOC: la vida entre rituales y pensamientos intrusivos

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Medio: Mdzol
Sección / Suplemento: Sociedad
Fecha: 28 de marzo de 2015
Link: http://www.mdzol.com/nota/596547-toc-la-vida-entre-rituales-ypensamientos-intrusivos/
TOC: la vida entre rituales y
pensamientos intrusivos
A pesar de la gravedad del problema y de la discapacidad que genera, solo un 35
% de los que padecen esta enfermedad busca tratamiento.
(Foto Detusalud)
El Trastorno Obsesivo Compulsivo es una enfermedad caracterizada
esencialmente por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. La
edad más frecuente de comienzo del TOC es la adolescencia tardía o la
adultez temprana. Si su desarrollo no se trata, es crónico, aumenta y
generalmente está asociado a eventos estresantes que se dan en el
curso de la propia vida.
Este trastorno de ansiedad se caracteriza por la presentación de
obsesiones y compulsiones. Las obsesiones, en forma de ideas,
imágenes o pensamientos que se presentan de forma intrusiva y
repetitiva, cuyo contenido es inapropiado para la persona y es
vivenciado por ésta como incómodo y ajeno. Su contenido es
inquietante y/o desagradable, por lo que la persona afectada intenta
resistirse mediante la imposición voluntaria de otro pensamiento o un
acto mental o motor.
Las obsesiones más comunes son:
1. Contaminación: temor a contagiar o ser contagiado o contaminado.
2. Agresivas: miedo a realizar una acción violenta, como lastimar a un
ser querido o bien a uno mismo.
3. Sexuales: pensamientos o imágenes acerca de tener relaciones
sexuales, con niños o animales, incestuosas, o de tener conductas
aberrantes o volverse homosexual.
4. Somáticas: estar extremadamente preocupado y obsesionado por
diversas funciones corporales, como la frecuencia cardiaca, aspectos de
la imagen corporal o anatómica o el temor a desarrollar una
enfermedad amenazante para la vida.
5. Religiosas: necesidad de confesar pecados inexistentes o ínfimos que
se supone haber cometido y estar preocupado por la culpa
consiguiente.
6. Necesidad de simetría y precisión: obsesión de colocar los objetos de
manera simétrica o de tener los sucesos ordenados, o hacer y deshacer
ciertas acciones motoras de una manera exacta, por ejemplo, caminar
hacia adelante y luego hacia atrás de la misma manera para entrar o
salir de un lugar.
7. Duda o responsabilidad patológica: preguntarse repetidas veces si se
ha realizado una acción. Por ejemplo, ¿cerré la puerta?, ¿apagué la
luz?, ¿cerré la llave de gas? etc.
8. Coleccionismo o acumulación: pueden ser cartones, papeles, trastos
inútiles, envases, bolsas de compras, revistas o periódicos viejos
apilados, etc.
Las compulsiones, de carácter repetitivo y excesivo requieren una
inversión de tiempo exagerado, obstaculizan el desarrollo de las
actividades cotidianas y tienen la función de calmar la ansiedad aunque
sea transitoriamente, mediante rituales. Tanto las obsesiones como las
compulsiones se viven como absurdos.
Las compulsiones más frecuentes son el lavado de manos (temor a la
contaminación), el conteo (de lo que sea, de una manera determinada
aunque esta forma no implique ninguna lógica), el chequear hechos o
situaciones. Hablamos de un trastorno cuándo obsesiones y
compulsiones se presentan más de una hora por día, todos los días
interfiriendo en las actividades cotidianas, agobiando la vida familiar,
social, laboral o académica de la persona.
Cómo decirle adiós al TOC
Hay dos tratamientos que han probado ser eficaces a la hora de
abordar este problema: el tratamiento farmacológico y el abordaje
psicoterapéutico cognitivo conductual. El farmacológico trabaja con
antidepresivos de última generación (Inhibidores de la recaptación de
serotonina). La limitación se encuentra en que cuando se abandona la
medicación, la sintomatología vuelve, con lo cual no es raro que tengan
que hacer uso de la medicación de manera crónica durante toda la vida.
El abordaje cognitivo conductual presenta mejor pronóstico en cuanto
a la evitación de recaída. El tratamiento consiste en la exposición a lo
que se teme (pensamiento o realidad) con la prohibición de realizar
conductas de evitación (rituales que buscan neutralizar la fuerza de las
obsesiones). De forma que el paciente se arriesgue a experimentar la
ansiedad para encontrarse con que es como cualquier otra emoción:
tiene un alza, un pico y también un descenso de la fuerza de la
obsesión. De esta manera se busca lograr un proceso de habituación
que lleve a la extinción -la mayor posible- de estas obsesiones y
compulsiones. El objetivo de mínima es la disminución de síntomas,
desarrollando la flexibilidad psicológica necesaria para que la ansiedad
interfiera lo menos posible en su vida, en alcanzar sus objetivos,
satisfacer sus necesidades e intereses, respetando sus valores. En
suma, ampliando el concepto de si mismo de la persona.
Lic. María Gabriela Fernandez (MN 17735)
Instituto Sincronía
Prensa Virginia Schiavo
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