Durante los últimos 4 años nuestro sindicato se vio enfrentado a un

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Durante los últimos 4 años nuestro sindicato se vio enfrentado a un
escenario de amenazas hacia la estabilidad laboral y las condiciones de
trabajo del estamento supervisor de CODELCO.
Egresos forzados de quienes tenían más años y experiencia, nuevas
contrataciones con una significativa brecha en sus condiciones, y
ataques al conjunto de nuestros beneficios sociales, en particular la
salud, y la educación.
Todo ello en un escenario de brutal autoritarismo de las autoridades de
turno.
Hoy podemos decir que no sólo resistimos las peores amenazas, y
mantuvimos la integridad y capacidad negociadora de nuestro sindicato,
si no que logramos avanzar en el respeto a los intereses y aspiraciones
de los supervisores y supervisoras de Chuquicamata y sus áreas
distritales.
Enfrentamos dos negociaciones colectivas muy complejas, y en ambas
alcanzamos resultados que fueron ampliamente valorados, pero que aún
falta mucho trabajo para consolidarlos y alcanzar aquellos en que no
hemos avanzado.
El actual escenario político-social de nuestro país nos obliga a asumir un
rol más protagónico y responsable, tanto como las más importante
organización sindical que representa a un colectivo de profesionales
altamente calificados, como el hecho de ser parte de la principal empresa
de nuestro país.
Las expectativas que existen sobre nosotros son enormes, y en nuestra
División Chuquicamata se juega una batalla esencial para el futuro de
CODELCO como empresa de los chilenos y chilenas.
El Estado ha depositado en nosotros su confianza para llevar adelante la
transformación productiva de CODELCO que le permita seguir aportando
millonarios recursos para el desarrollo social de nuestro país y de sus
comunidades más desvalidas. Y para eso aprobó invertir millonarios
recursos para llevar adelante proyectos de alta complejidad, como la
transición del rajo Chuquicamata a su explotación subterránea.
Pero estas inversiones, a diferencia de épocas anteriores, exigen un uso
transparente, auditable y técnicamente correctos; ante un país que nos
exigirá respuestas acerca del buen uso de cada peso que el Estado de
Chile está dejando de gastar en otras necesidades sociales.
Por ello es que el éxito del proyecto Chuqui subterráneo es crucial. Si
fracasamos vamos a poner en riesgo las inversiones del Estado y futuras
capitalizaciones, abriendo el camino a una privatización de CODELCO y
sus recursos, lo que no deja de ser la aspiración oculta de quienes hoy
quedan a la luz como los principales corruptores de la actividad de
representación pública.
En este contexto, el desafío de nuestro sindicato es conducir, con
propuestas e iniciativas participativas, el proceso de transición hacia el
Chuqui Subterráneo, velando por la empleabilidad, estabilidad, equidad y
respeto a las condiciones laborales y sociales establecidas en los
instrumentos colectivos que hemos suscrito con la empresa.
Por ejemplo, consolidar nuestras jornadas de trabajo, el respeto a sus
prácticas y compensaciones asociadas, debe permitir mejorar nuestros
indicadores y resultados en los procesos productivos y de apoyo. Esto va
a permitir mantener y mejorar los estándares de nuestros incentivos
variables, mejorar la productividad global, y fundamentar sólidamente la
sustentabilidad de nuestros beneficios y rentas.
Y el escenario de baja de excedentes que enfrentaremos como División
durante los próximos años (altos costos fijos, baja productiva, y ajustado
precio del cobre), nos planteará desafíos que deberemos abordar con lo
mejor de nuestra inteligencia colectiva.
Pero esto requiere que la Administración elimine restricciones
burocráticas y jerárquicas, y apoye la participación y la innovación de
parte de los equipos de trabajo que lidera la supervisión. Ello debe
permitir abordar de manera urgente un sistema de desarrollo de carrera
transparente y moderno para la supervisión, hoy totalmente inexistente; y
un cambio profundo en las políticas de administración de contratos que
entreguen mayor protección y apoyo a la supervisión, y limiten su
excesiva carga de trabajo.
Sólo abriendo espacios de participación verdadera en la gestión de la
División vamos a alcanzar los resultados que hoy Chile nos reclama.
Y por eso nuestra organización debe reafirmar su autonomía ante
poderes e influencia externas, hacernos parte de la lucha activa contra la
corrupción en nuestra empresa (y especialmente dentro del mundo
sindical), y aumentar sus niveles de profesionalización y democracia
interna.
Con esa mirada estratégica de aumentar la participación en las
decisiones estratégicas de nuestro sindicato, es que hemos dado el salto
hacia el voto electrónico, cuya primera experiencia la tenemos este 24,
25 y 26 de Junio.
Espero tu participación, tu apoyo, y tu voto de respaldo.
Mi compromiso es trabajar con dedicación, pasión e inteligencia y
comprometido, como siempre, con la transparencia, la honestidad, la
autonomía y una defensa absoluta de los derechos humanos
fundamentales de las personas, y que son la esencia y lo que le da
sentido al trabajo sindical.
Puedes confiar...
Ricardo Calderón Galaz
[email protected]
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