Club Atlético Nueva Chicago - Propuesta Abusiva. Tercera Vía

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CLUB ATLETICO NUEVA CHICAGO ASOCIACION CIVIL S/ Concurso Preventivo –
Expte. Nº 080892. Juzgado Comercial Nº 12, Secretaría Nº 23.
Buenos Aires, 28 de febrero de 2005.
Y VISTOS:
I.- Por contestado el traslado.
Los presentes obrados caratulados "CLUB ATLETICO NUEVA CHICAGO ASOCIACION
CIVIL S/ CONCURSO PREVENTIVO", para resolver sobre la homologación del acuerdo
preventivo ofrecido en autos por la concursada.
II.- CONSIDERACIONES
Conforme lo dispone el art. 52 pto. 4 LCQ, el Juez, en ningún caso, homologará una
propuesta abusiva.
Por ello, en forma previa analizaré la propuesta a fin determinar si la misma es abusiva o no.
Por mi parte, considero que existen dos supuestos que pueden dar lugar a considerar la
concurrencia del abuso.
Por un lado seña la el Dr. Maffia, en locución precisa y elocuente, que el abuso se concreta
"si un concursado que puede pagar a dos años lo hace a diez", resalta que no puede ser
juzgada su propuesta como contraria al orden publico, o a la moral o en fraude a la ley, pero
sí puede considerarse abusivo el arreglo.
Destácase que en esta hipótesis debe mediar una consideración sería y fundada de lo que
efectivamente resulta posible para el concursado, más allá de lo que en definitiva ha
propuesto. Lo cual añade otro parámetro para ponderar y sopesar, esto es las reales
posibilidades del concursado, cuanto menos en lo inmediato, extremo que exigiría alguna
suerte de comprobación, con indagación en la situación patrimonial, de liquidez y proyectos y
proyecciones del concursado.
Y en un segundo supuesto, aparece la propuesta que es manifiestamente abusiva, pues de la
sola lectura de la misma se intuye -en el sentido de "intus legere": leer adentro- la noción
clara de abuso. Esta es aquella que considerando aún las mejores hipótesis de mercado (sin
inflación por ejemplo) o las mínimas pautas financieras (un interés puro); por su conformación
y alcance: por la quita , la espera, la conversion de la moneda, o la pauta que fuere, pudieran
dar lugar a tener la firme convicción que de consagrarse jurisdiccionalmente se estaría en
presencia de un abuso. El caso en que surge palmario, es aquel en que si de sencillos
cálculos de lo que podrían cobrar los acreedores en su hora, al agotar la promesa de pago
formulada, pueda concluirse que sin lugar a dudas se estaría "licuando" el pasivo.
Más adelante consideraré cierto método de objetivación de la propuesta.
III.- No desconoce el Suscripto que tanto la decisión que se le solicita como la veda que en
forma expresa le impone el art. 52 en su inc. 4to. LC, por deficiencia en la técnica legislativa,
aparece ubicada a la postre de la expresión de voluntad de los acuerdistas. Parece más
razonable que la facultad-deber impuesta al Juzgador con límite en el abuso, pueda ser
ejercida en oportunidad de recibirse la propuesta y antes de someterla al examen de los
acreedores, quiza solo con audibilidad de la sindicatura para que se exprese fundadamente y
conjugando con la opinión que le fuera requerida en oportunidad del art. 39 en su inc. 2do.del
CPCC.
Tal desubicación normativa se corrobora si consideramos que en la oportunidad en que se le
solicita la opinión al Juzgador -sobre la condición de abusiva o no-, ya no lo es de la
propuesta si no de la propuesta aceptada con suficiente mayoría por los acreedores, de modo
tal que la misma ley indica y manda a hacer conocer que ya cuenta con acuerdo (art. 49 LC).
De ello entonces se advierte que la calificación de abusiva se vería enfrentada al "voto"
mayoritario, y debería sortear entonces el mismísimo interés de aquellos.
Ahora veamos, debemos distinguir claramente la aceptación del interés, esto es que no
necesariamente corresponde considerar a ambos conceptos en una misma medida. También
puede aceptarse lo irremediable, con "des-interés" y desazón por el futuro inmediato que
puede avizorarse caótico, en caso de arribarse a una situación de quebranto.
Hipótesis interesante se ventila cuando la decisión, de aceptación de propuestas
aparentemente inaceptables, solo reside en la forma del asiento contable, a la hora del
balance, en cuyo caso no resulta lo mismo una acreencia concursal que la falencial.
IV.- LA LICUACION
La anterior redacción del art. 43 párrafo 3ero. de la Ley de concursos 24522 establecía límites
mínimos para formular la propuesta precisando que la quita no podía exceder de un 60%,
pero tal marco restrictivo podía ser facilmente eludido por cuanto no contenía limitaciones
temporales y la espera operaba como quita. Ello mereció cuestionamiento de la doctrina -y
cierta jurisprudencia-. Destaco en tal temperamento el trabajo de Carlos A. Azize "La espera
como quita en el concurso preventivo" ( L.Ley T.200-DSec.Doctrina ), que referiré en diversos
párrafos de este decisorio para sostener sus fundamentos.
En el caso de autos concurren dos elementos de la propuesta, que a aparecen devastadores
de la vocación del "accipiens", esto es una quita del 60%, con una espera de dos años a
partir de la honologación del acuerdo, sin intereses.
Aplicando la formula propuesta por el Dr. Azize en la publicación citada resulta que operaría
la licuación del pasivo o desde otra óptica la extinción del crédito verificado, con lo cual el
concursado sanearía todas sus deudas sin un mínimo esfuerzo.
Traeré asimismo, en este punto algunas consideraciones de mi distinguida colega la Dra.
Villanueva, en decisión análoga a la presente dictada en autos: "NOSTARCO SAIC
S/CONCURSO PREVENTIVO", en trámite por ante el Juzgado Comercial Nro. 17, Secretaria
33 , que indicó que "Tal sacrificio ajeno no puede ser exigido sino en aras de una finalidad
típica, excluyente de toda otra; superar el estado de impotencia patrimonial de quien no paga
no porque no quiera sino porque no puede.
De ahí que a mi juicio, lo que el legislador ha procurado es evitar que , en vez de ordenarse a
superar pérdidas, el acuerdo sea utilizado por el concursado para avanzar sobre el derecho
de propiedad de sus acreedores con el fin de enriquecerse por la vía de licuar pasivos."
"Si hoy no hay un mínimo legalmente establecido, no es porque el legislador haya admitido
que el acuerdo preventivo puede ser gratuito, sino porque, como todos los mínimos, también
el referido 40% (de la redacción anterior del art.45 LC) podría resultar arbitrario según los
casos " "...derogada esa exigencia, cabe suponer que la incorporación de la aludida facultad
judicial tuvo por finalidad equilibrar el sistema".
V.- LA SOLUCION
Esto así, sentado el carácter abusivo de la propuesta que nos ocupa, no corresponde una
solución extremosa y desbaratadora del acuerdo, como es rechazar sin más su homologación
y por ende estarse a las instancias de una quiebra. Es que en esta referida asincronía
normativa , recién ahora irrumpen los estándares de justicia en el pretenso convenio, y tal
irrupción no puede darse de tal forma que no diera lugar a una "chance" al concursado de
reformular la propuesta.
El magistrado, entiendo, si bien no puede aprobar tal propuesta, tampoco puede decretar la
quiebra sin que medie una instancia de mejora de dicha propuesta, que alcance standares
mínimos, para que pueda ser receptada.
La tasa de intereses mínima admisible no podrá ser inferior al interes puro del 6%., que será
pagadero anualmente.
Los pagos anuales se establecen para dar seriedad mínima al cumplimiento de la
obligaciones, bajo el convencimiento que quien no puede pagar cuanto menos tal suma
mínima, lejos de proveer una solución a los acreedores, le impondrán nuevas deudas
postconcursales, resultando entonces "prima facie" más eficaz la realización de los activos
con la premura que, para la etapa falencial, la ley impone..
El cumplimiento del acuerdo no podrá superar mas de los 10 años contados desde la fecha
de presentación del concurso, lo cual acerca más a la realidad a la propuesta.
La quita y la espera, no podrán licuar el capital más allá del 70%, por lo cual el porcentaje que
efectivamente deberá ofrecer pagarse será del 30% que constituye finalmente el mínimo de lo
debido que deberá permanecer indemne sin que lo afecte quita o espera alguna. .
Las deudas en moneda extranjera que pretendan pesificarse, no podrán ser pasibles de
nuevas quitas y serán alcanzadas por los réditos.
La sindicatura por su parte opinará fundadamente respecto:
1. De la factibilidad de cumplimiento de la propuesta.
2. Si pudiera formularse una propuesta sustancialmente mejor teniendo en cuenta la situación
de la concursada, que analizará debidamente
El plazo conferido al efecto para la concursada es de diez días de notificado del presente
decisorio y para la sindicatura, diez días, contados desde que quede notificado ministerio
legis de la nueva propuesta a formularse.
La propuesta tendrá los efectos de una mejora para la totalidad de los acreedores,
entendiéndose por estos los aceptantes tanto como los impugnantes de la misma.
Cumplido ello, vuelvan los autos para ser RESUELTOS.
Notifíquese por Secretaría. Juan Manuel Ojea Quintana. Juez
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