Estadios de cambio en la conducta de fumar: Su

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REVISIONES
Estadios de cambio en la conducta de fumar: Su relevancia
en el tratamiento de fumadores
E. Becoña Iglesias
Unidad de Tabaquismo. Universidad de Santiago de Compostela.
INTRODUCCIÓN
Un hecho que es bien conocido en la clínica desde hace
años es el de que unas personas consiguen más fácilmente que otras cambiar sus conductas. Igualmente, sabemos
que unas personas tienen una mejor adherencia al tratamiento que otras. Este aspecto, de gran relevancia para el
clínico, y que en muchos casos se ha analizado bajo el concepto de motivación de la persona a cambiar ante el tratamiento, o como pone por su parte todos los elementos favorables para el cambio, se ve de modo distinto desde hace
unos años para las conductas adictivas, como es el caso del
tabaco, bajo lo que conocemos como los estadios de cambio sobre una conducta.
Los estadios de cambio fueron propuestos a principios
de los años 80 por Prochaska y Diclemente1-3, partiendo de
la base de que los cambios en la conducta de fumar no son
del todo o nada, como se pensaba previamente, y como aún
muchos siguen pensando, sino cambios dinámicos a lo largo
del tiempo. Lo cierto es que los estudios en las conducta
adictivas no indicaban, cuando Prochaska propuso los estadios de cambio, que el cambio fuese siempre tan lineal como
sostiene un modelo dicotómico, sino que el cambio implicaba pasar por una serie de estadios3. Las personas no cambian su conducta bruscamente, sino de modo paulatino y a
lo largo del tiempo. Concretamente, para la conducta de
fumar, desde que la persona decide hacer el primer intento
serio de dejar de fumar y realmente lo consigue pasan varios
Correspondencia: Elisardo Becoña Iglesias
Unidad de Tabaquismo. Universidad de Santiago de Compostela.
Facultad de Psicología. Campus Universitario Sur.
15706 Santiago de Compostela
Recibido: Abril 2000. Aceptado: Junio 2000
[Prev Tab 2000; 2(2): 106-112]
106
años, y a veces décadas. Este es un hecho bien conocido
por el fumador.
Aunque el modelo de cambio que ha elaborado Prochaska y sus colaboradores es mucho más amplio que los
estadios de cambio, incluyendo también procesos y niveles de cambio4,5, la realidad es que los estadios de cambio
son los que vienen a ser más útiles para el clínico, más fáciles de comprender y más viables de utilizar en la práctica
cotidiana.
LOS ESTADIOS DE CAMBIO
Los estadios de cambio representan una dimensión temporal que nos permite comprender cuando ocurren los cambios, ya sea a nivel cognitivo, afectivo o conductual. Los
estadios de cambio fueron identificados comparando los
procesos usados por los fumadores que dejaron de fumar
sin ayuda con los empleados por los fumadores en dos programas de tratamiento. En concreto, su investigación inicial a partir de la cual plantea su teoría consistió en analizar a 67 fumadores que habían dejado de fumar recientemente6. Los sujetos parecieron ser capaces de diferenciar
cuatro estadios de cambio: 1) pensando acerca de dejar de
fumar; 2) decidir dejarlo; 3) modificación activa del hábito y del entorno; y, 4) mantenimiento sin fumar. Utilizando esta información e incluyendo un estadio anterior a “pensando acerca de dejar de fumar”, Prochaska hipotetizó 5
estadios básicos de cambio: precontemplación, contemplación, determinación (tomando una decisión), acción y
mantenimiento.
Actualmente5, se considera la existencia de seis estadios de cambio: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento y finalización. En el estadio de precontemplación la conducta no es vista como un
Estadios de cambio en la conducta de fumar: Su relevancia en el tratamiento de fumadores. E. Becoña Iglesias
problema y el fumador manifiesta escasos deseos de cambiar seriamente en los próximos 6 meses (parece un período suficiente para que la gente planee seriamente cambios en sus conductas de salud). En el estadio de contemplación la persona empieza a ser consciente de que existe un problema y está activamente buscando información
y se ha planteado el cambio seriamente dentro de los próximos 6 meses. Ellos no están considerando dejar de fumar
dentro de los próximos 30 días y no han hecho ningún intento de abandono de al menos 24 horas en el último año, o
ambas. Los individuos que no cumplen estos criterios, pero
están intentando modificar una conducta, son considerados contempladores. En el estadio de preparación para la
acción el fumador se ha planteado modificar su conducta
en los próximos 30 días, además de haber hecho un intento de abandono de al menos 24 horas de duración en el último año. En el estadio de acción los individuos han iniciado activamente la modificación de su conducta, llegando
a lograrlo con éxito. El traslado al siguiente estadio implica un período de 6 meses de permanencia en este estadio. Este intervalo coincide con la fase de mayor riesgo de
recaída. El sujeto está en el estadio de mantenimiento cuando ha permanecido abstinente un período superior a los 6
meses. Los individuos ejecutan las estrategias (procesos
de cambio) necesarias encaminadas a prevenir la recaída
y, de este modo, afianzar las ganancias logradas en la fase
anterior.
La mayoría de la gente no cambia una conducta crónica siguiendo un patrón de cambio lineal, desde el estadio de precontemplación al de mantenimiento, tal y como
se pensó en un primer momento1. El cambio a través de
los estadios, implica un patrón en espiral7. La recaída es
un evento fruto de la interrupción de la fase de acción o
mantenimiento provocando un movimiento cíclico hacia
atrás, a los estadios iniciales de precontemplación y contemplación. En conductas como las adictivas, y más significativamente en la de fumar, el patrón predominante
de cambio ya se ha comprobado que es cíclico, siendo la
recaída un fenómeno sumamente frecuente. Por ejemplo,
en varios estudios con la conducta de fumar se encontró
que el 5% de los individuos pasaron directamente al estadio de mantenimiento, sin recaída. De los que recayeron,
el 15% de los sujetos dejó de intentar el abandonar los
cigarrillos y el 85% regresaron a la fase de contemplación. Los exfumadores tenían un promedio de 3 a 4 ciclos
a través de los estadios, antes de haberse mantenido sin
fumar3.
Cuando después del estadio de mantenimiento no se
produce la recaída nos encontraríamos en el último estadio,
el de finalización. En este estadio se da por finalizado el
PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO vol. 2 nº 2, Septiembre 2000
proceso de cambio, considerando la total desaparición del
problema. Para el caso del tabaquismo, Velicer et al.8 propusieron dos criterios para operacionalizar dicho estadio:
1) la ausencia de deseo de consumir la sustancia en cualquier situación que se le presente al sujeto (el nivel de tentación es cero); y, 2) la confianza en no consumir la sustancia en las distintas situaciones problema es del cien por
cien.
LA EVALUACIÓN DE LOS ESTADIOS DE
CAMBIO
Prochaska y su grupo a lo largo de los años han ido elaborando distintos instrumentos para evaluar los estadios de
cambio. Uno de éstos lo hemos adaptado9 a nuestro medio,
como se muestra en la Tabla I. Consta de 11 preguntas, si
lo aplicamos junto a las de consumo de cigarrillos y marca,
aunque realmente las que evalúan los estadios de cambio
son las 5 últimas y así se pueden utilizar si sólo nos interesa evaluar los estadios en una persona que es fumadora.
Como ya hemos indicado, la clasificación de los fumadores por estadios se haría del siguiente modo:
1) Para el estadio de precontemplación, cuando el fumador afirma que no se ha planteado seriamente dejar de fumar
y no piensa hacerlo en los próximos 6 meses.
2) Para el estadio de contemplación, cuando el fumador afirma que tiene la intención de dejar de fumar en los
próximos 6 meses.
3) Para el estadio de preparación para la acción cuando
afirma que tiene la intención de dejar de fumar en los próximos 30 días y ha hecho un intento serio de abandono en
el año previo, lo que exige haber dejado de fumar desde
hace al menos 24 horas a lo largo del último año para estar
en este estadio; en caso contrario estaría en el estadio de
contemplación.
4) Tal como está elaborado el cuestionario presentado
en la tabla, con él podemos evaluar también los estadios de
acción (haber dejado de fumar desde 24 horas hasta 6
meses), mantenimiento (estar más de 6 meses sin fumar y
menos de 5 años) y finalización (llevar más de 5 años sin
fumar) en los ex-fumadores.
Si deseamos hacer aún más fácil la evaluación de los
estadios de cambio con preguntarle al fumador cuándo piensa que va a dejar de fumar, por su respuesta podemos ya en
muchos casos saber, según los períodos temporales que proponen los estadios de cambio, en qué estadio de cambio se
encuentra. En función de esta simple respuesta del fumador podemos saber en qué estadio de cambio está y, con
ello, diseñar la mejor estrategia de cambio para él.
107
1. ¿Ha fumado vd. diariamente al menos 1 cigarrillo, durante
seis o más meses, alguna vez en su vida?
Sí
No
2. Actualmente, ¿vd. fuma?
A diario
A veces
Nunca
3. ¿Cuál es su consumo diario de cigarrillos? ________
4. ¿Y a la semana? ________ 5. ¿Y al mes? ________
6. (En caso de que actualmente no fume nunca:) ¿Cuánto
tiempo hace que ha dejado vd. de fumar?
Días
_______
Menos de 1 mes
Menos de 3 meses
Menos de 6 meses
6-12 meses
1-2 años
2-5 años
Más de 5 años
No sabe/no contesta
7. En el último año, ¿cuántas veces dejó de fumar durante al
menos 24 horas?
Ninguna
1 o más veces
¿Cuántas? ________
8. ¿Ha intentado realmente dejar de fumar en el transcurso
del último año?
Sí
No
No sabe/ no contesta
9. Actualmente fumo, pero tengo la intención de dejarlo
dentro de los próximos 30 días:
Sí
No
10. Actualmente fumo, pero tengo la intención de dejarlo
dentro de los próximos 6 meses:
Sí
No
11. Actualmente fumo, pero NO tengo la intención de dejarlo
dentro de los próximos 6 meses:
Sí
No
Fuente: Becoña9
TABLA I. Escala para evaluar los estadios de cambio en
fumadores.
LOS ESTADIOS DE CAMBIO EN NUESTROS
FUMADORES
Hoy disponemos de varios estudios, realizados en distintos países sobre los estadios de cambio. En uno por nosotros realizado10, en una muestra representativa de personas
de la población gallega, nos hemos encontrado que el 68%
estaban en el estadio de precontemplación; esto es, sin inten-
108
País
Estados Unidos
Virginia
Rhode Island
California
Lugares de trabajo
(de 4 diferentes
regiones)
Europa
Ginebra
Países Bajos
Finlandia
España
Precontem- Contem- Preparación
plación
plación para la acción
52,7%
42,1%
37,3%
41,1%
29,3%
40,3%
46,7%
38,7%
17,9%
17,6%
16,0%
20,1%
73,6%
71,0%
57,6%
68,0%
22,3%
23,0%
29,4%
25,1%
4,1%
7,0%
13,0%
6,9%
Fuente: Becoña, Vázquez14
TABLA II. Estadios de cambio de los fumadores en distintos
países.
ción de dejar de fumar en los próximos 6 meses; un 25,1%
en el de contemplación; esto es, que pensaban dejar de fumar
en los próximos 6 meses; y, un 6,9% en el de preparación
de la acción, en donde pensaban dejar de fumar en los próximos 30 días y habían estado al menos 24 horas sin fumar
en el transcurso del último año. Estos datos son concordantes
con los encontrados en otros países europeos, como mostramos en la Tabla II y claramente distintos a los obtenidos en Estados Unidos. En aquel país probablemente por la
presión hacia el abandono del tabaco por parte de las autoridades sanitarias, las sociedades médicas, los grupos de exfumadores y fumadores pasivos y la toma de claras medidas para el control de la conducta de fumar en varios de sus
Estados, ha facilitado el que el número de fumadores que
quieren dejar de fumar sea mayor o que los que fumen tengan un papel más activo para intentar dejar de fumar que lo
que ocurre en Europa. Si analizamos los datos disponibles
en Europa, las personas que están en la fase de preparación para la acción son la mitad o menos de la mitad que los
que están en Estados Unidos en este estadio; algo semejante ocurre en el estadio de contemplación. Curiosamente, la
concordancia entre los porcentajes de los fumadores en los
distintos estadios en los estudios europeos son muy grandes
y claramente distintos a los norteamericanos. Por ello, nos
falta mucho por conseguir para lograr ir haciendo que los
fumadores pasen desde los estadios más lejanos a los más
cercanos para dejar de fumar o pasar al estadio de acción.
Con ello podemos lograr que los que hoy no quieren dejar
de fumar con una intervención se planteen dejar de fumar y
luego hagan intentos efectivos para conseguirlo.
Estadios de cambio en la conducta de fumar: Su relevancia en el tratamiento de fumadores. E. Becoña Iglesias
En nuestro medio encontramos un mayor porcentaje de
mujeres en el estadio de precontemplación (74,8% mujeres, 64,2% varones) lo que lleva a que en el estadio de contemplación haya más hombres que mujeres (27,9% de varones y 20,2% de mujeres) como ocurre igualmente en el de
preparación para la acción (7,9% de varones y 5% de mujeres). Este es un dato importante para el futuro y muestra
que la más reciente incorporación de la mujer al consumo
de tabaco hace que no se plantee dejar de fumar en el mismo
grado que lo hace el varón, por llevar aún pocos años fumando. A la larga esto producirá unas consecuencias para la
salud en las mujeres fumadores más graves que las actuales, sencillamente, por incrementarse el número de fumadoras y afectarles proporcionalmente más en su salud el
consumo de tabaco.
Donde claramente el concepto de estadio, en su sentido temporal, cobra todo su sentido, es en función de la edad
de los fumadores. Aquí hay claramente una diferencia notable entre los fumadores con más de 45 años y menos de 45
años. Para los primeros, dejar de fumar es necesario y en
muchos casos buscan activamente como hacerlo. A los más
jóvenes les preocupa menos (ej., mientras que en el estadio de precontemplación hay un 71,5% con edades de 16 a
45 años, desciende al 55,4% para los que tienen más de 45
años; y, en el estadio de preparación para la acción el 5,4%
de los de 45 o menos años sube al 12,2% para los que tienen más de 45 años) (Figura 1).
ESTADIOS DE CAMBIO Y TRATAMIENTO DE
LOS FUMADORES
Claramente los anteriores resultados deben ser una guía
para nuestras intervenciones. Los mismos nos vienen a indicar que es mucho el trabajo que nos queda por hacer para
convencer a que las personas que fuman se planteen dejar
de fumar, para pasarlos del estadio de precontemplación,
que es donde está la mayoría de ellos, al de contemplación
primero y luego al de preparación para la acción. Por los
datos de que disponemos casi 7 de cada 10 fumadores no
se plantean dejar de fumar en un período de tiempo corto
(6 meses). A este grupo hay que dedicar importantes esfuerzos para conseguir que pasen de esta fase a las siguientes.
Igualmente hay un 25% de fumadores que están en la fase
de contemplación. A este grupo hay que prestar una especial atención porque representan 1 de cada 4 fumadores. A
éstos un pequeño empujón les facilitará pasar al siguiente
estadio y poder dejar de fumar. Donde tenemos un porcentaje reducido de fumadores es en el estadio de preparación para la acción, en torno a un 7%. Este es el número de
PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO vol. 2 nº 2, Septiembre 2000
n
250
200
ji cuadrado (2) = 8,05; p < 0,05
227
186
150
100
84
60
41
50
14
0
16-45
Precontemplación
24
23
9
> 45
Edad (años)
Contemplación
Total
Preparación
FIGURA 1. Estadios según la edad.
fumadores que están activamente haciendo intentos para
dejar de fumar en un período corto de tiempo y, de este
grupo, es de donde con más probabilidad muchos fumadores conseguirán dejar de fumar.
Son varias las medidas que podemos poner en práctica para que los fumadores pasen de uno a otro estadio de
cambio11, tal como mostramos en la Tabla III. En ellas puede
verse que las estrategias son distintas dependiendo del estadio en el que se encuentre cada fumador. Esto es importante
para no desmotivarnos ante una intervención con un fumador y también para que aquello que le proponemos sea lo
más efectivo en cada caso. Por ejemplo, de poco va a servir a un fumador precontemplador fijarle la fecha de abandono, proporcionarle un tratamiento para dejar de fumar
o remitirlo a una unidad especializada de tratamiento si,
realmente, no tiene ningún interés en dejar de fumar. Si se
hace esto no se avanza en el proceso de abandono y más
bien podemos estar retrocediendo. En cambio, si conseguimos convencerle de que tiene una alta dependencia de
la nicotina (ej., si fuma 50 cigarrillos al día), evaluado con
un test simple como puede ser el de Fagerström12,13 (véase
Tabla IV) o con una prueba de monóxido de carbono, entonces es más probable que consigamos convencerle de que
tiene un problema, donde antes no lo tenía (su dependencia). Esto facilitará el proceso de cambio.
Otro hecho que con frecuencia nos olvidamos es que el
proceso de cambio sobre la conducta de fumar ocurre a lo
largo de un período temporal. Así, los adolescentes y adultos jóvenes tienen poco o ningún interés en dejar de fumar
porque se encuentran en la plenitud de la vida y no apre-
109
De la precontemplación a la contemplación
- Proporcionarle información de las consecuencias del tabaco sobre la salud de modo objetivo.
- Indicarle la necesidad de que tiene que dejar de fumar (consejo médico sistemático) por las consecuencias del tabaco en la salud de los
fumadores (aunque no tenga enfermedades relacionadas con fumar).
- Mostrarle los beneficios para su salud si deja de fumar después de diagnosticar una enfermedad relacionada con fumar (ej., bronquitis,
gripe, catarro, etc.).
- Evaluar su grado de dependencia de la nicotina (ej., test de Fagerström, monóxido de carbono, etc.) y hacerle conocer que es una
persona con dependencia de la nicotina.
- Exponerle las consecuencias que en su entorno (ej., familia) puede tener el que sean fumadores pasivos, especialmente si tiene niños
pequeños.
- Indicarle que hay procedimientos efectivos para dejar de fumar.
De la contemplación a la preparación para la acción
(los mismos que en la fase anterior, junto con:)
- Proporcionarle información específica sobre cómo dejar de fumar fijando una fecha fija para dejar de fumar.
- Que sepa que hay más no fumadores que fumadores en la población para que sea capaz de plantearse definitivamente dejar de fumar.
- Si después de varios intentos para dejar de fumar por sí mismo no lo ha conseguido ofrecerle folletos de autoayuda, procedimientos
farmacológicos (terapia sustitutiva de la nicotina u otros), procedimientos psicológicos o un tratamiento especializado para dejar de fumar.
- Reducir el consumo puede ser un objetivo intermedio antes del abandono definitivo en una fase posterior.
De la preparación para la acción al abandono de los cigarrillos
(los mismos que los de las fases anteriores, junto con:)
- Que marque una fecha fija para dejar de fumar (ej., el próximo sábado a partir de la hora de levantarse no fumaré ningún cigarrillo).
- Que restrinja los lugares donde antes fumaba para facilitarle dejar de fumar e impedir recaer en ellos (ej., comunicarle a su mujer que
nunca más va a fumar en el coche).
- Que espere a ver los efectos positivos que le va a producir dejar de fumar más que imaginar los negativos que supone le van a ocurrir
sin que realmente se haya expuesto al abandono de los cigarrillos.
- Acudir a un tratamiento especializado si tiene dudas en poder conseguir, utilizar terapia sustitutiva, folletos o manuales de autoayuda,
o cualquier otro procedimiento que el fumador considere que le va permitir conseguir dejar de fumar.
Del abandono de los cigarrillos (abstinente) al mantenimiento de la abstinencia a lo largo del tiempo
- Una vez conseguida la abstinencia debe buscar alternativas (de salud, ocio, tiempo libre, diversión, etc.) que le facilite mantenerse sin
fumar.
- La ayuda farmacológico o el entrenamiento en habilidades de tipo psicológico pueden ayudarle a mantenerse abstinente a largo plazo.
- Evitar situaciones de alto riesgo para no volver a recaer (ej., ir a comprar lotería al estanco de siempre con la excusa de comprobar que
no tiene tentaciones a fumar).
- Buscar otros alicientes en todas sus situaciones vitales sin tabaco (ej., cuando sale a cenar, cuando está en una reunión), incidiendo en
las ventajas que tiene ser un no fumador para preservar su salud.
- Buscar ayuda profesional si cree que tiene riesgo de poder volver a recaer.
TABLA III. Estrategias a implantar para ayudar a los fumadores a pasar de los estadios más lejanos al abandono del tabaco hasta los que le
llevan a dejar de fumar y a mantenerse sin fumar.
cian, o niegan, las consecuencias del tabaco en su salud. Al
estar físicamente bien no asumen que el tabaco les pueda
acarrear graves consecuencias en su salud en los siguientes años. Cuando comienzan los primeros problemas de
salud relacionados o no con el tabaco, cuando se aprecia un
pequeño decaimiento físico con la edad, o cuando personas del entorno tienen problemas de salud relacionados con
el tabaco (ej., cáncer de pulmón, cardiopatías, etc.), es entonces cuando es más fácil pasar del estadio de precontemplación al de contemplación. Pero este paso "natural" que
hace el fumador debemos acelerarlo para evitar en muchos
de nuestros pacientes y fumadores en general los futuros
110
problemas de morbi-mortalidad que un porcentaje significativo de ellos van a tener.
También, mediante los estadios de cambio es posible
diseñar campañas de salud pública desde donde lleguemos
con más facilidad a los fumadores en cada uno de los estadios11. La interacción de las acciones de salud pública, información fiable sobre las consecuencias del tabaco sobre la
salud, consejo médico sistemático, conciencia por parte del
fumador de que tiene que dejar de fumar o de los miembros
más cercanos (familia, compañeros de trabajo, amigos u
otros), tratamientos disponibles para toda la población y
unidades de tratamiento especializado, funcionan todos en
Estadios de cambio en la conducta de fumar: Su relevancia en el tratamiento de fumadores. E. Becoña Iglesias
1. ¿Cuánto tarda, después de despertarse, en fumar su primer
cigarrillo?
Menos de 5 minutos
(3)
Entre 6 y 30 minutos
(2)
Entre 31 y 60 minutos
(1)
Más de 60 minutos
(0)
2. ¿Encuentra difícil de abstenerse de fumar en sitios en
donde está prohibido, tales como iglesias, bibliotecas,
cines, etc.?
Sí
(1)
No
(0)
3. ¿A qué cigarrillo odiaría más renunciar?
Al primero de la mañana
(1)
A cualquier otro
(0)
4. ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
10 o menos
(0)
11-20
(1)
21-30
(2)
31 o más
(3)
5. ¿Fuma más a menudo durante las primeras horas después
de despertarse que durante el resto del día?
Sí
(1)
No
(0)
6. ¿Fuma cuando está tan enfermo que pasa en la cama la
mayor parte del día?
Sí
(1)
No
(0)
Fuente: Heatherton et al.12. Adaptación castellana de Becoña
y Vázquez13.
Nota: Se indica entre paréntesis la clave de corrección. La
puntuación oscila de 0 a 10. Un fumador con alta dependencia
de la nicotina es aquel que tiene una puntuación de 6 o más.
TABLA IV. Test de Fagerström de dependencia de la nicotina.
una sinergia que facilita ir avanzando de unos a otros estadios14. La comparación de los datos norteamericanos sobre
los estadios de cambio en relación a los europeos nos confirma esto.
CONCLUSIÓN
El cambio desde ser fumador a no fumador no es un
proceso de todo o nada, sino un proceso de carácter cíclico14,15. Esto es, la gente no cambia su conducta de un día
para otro ni mantiene dicho cambio para siempre una vez
que se ha dado. En la conducta de fumar tal proceso de cambio lleva a que un fumador antes de dejar de fumar definitivamente va a intentar dejarlo por sí mismo varias veces
en un período de tiempo que va a durar varios años.
Tanto en nuestro medio como en otros países, a partir
de los 40 años un porcentaje mayor de fumadores tienen la
PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO vol. 2 nº 2, Septiembre 2000
intención de dejar de fumar. Estos es más probable que estén
en los estadios de contemplación y preparación para la
acción. Como hemos expuesto en un estudio que hemos
realizado, los más jóvenes, entre 16 y 45 años, tienen menos
intención de dejar de fumar que los mayores, de 46 o más
años. Esto sugiere la necesidad de disponer de estrategias
de intervención adecuadas, para conseguir que adelanten
el momento en que se plantean definitivamente dejar de
fumar. La aplicación de distintas medidas en función de
cada estadio de cambio especifico puede facilitar el paso
del estadio de cambio en que se encuentran los fumadores
a uno más cercano al abandono, que le lleve a plantearse
dejar de fumar y luego lo haga efectivamente. Los estadios
de cambio se erigen así en una variable de suma importancia para conocer en qué fase del proceso de abandono
se encuentra cada fumador y aplicar aquella estrategia de
intervención que le es más adecuada en el estadio en que
está. Igualmente, conociendo los estadios de cambio de una
población determinada, podemos diseñar programas de
intervención adecuados para toda la comunidad, dirigidos
específicamente a que los fumadores cambien de un estadio de cambio más lejano a otro más cercano al abandono
de sus cigarrillos.
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