Los Efectos de la Reforma Protestante (HA)

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Los Efectos de la Reforma Protestante (HA)
La Reforma Protestante ocasionó cambios permanentes en Europa. A través de la influencia de los
europeos, también afectó a otras partes del mundo.
Las Guerras Religiosas y las Persecuciones Las divisiones religiosas de la Reforma
Protestante causaron una serie de guerras y persecuciones durante los siglos XVI y XVII.
Católicos y protestantes por igual persiguieron a los miembros de otros cultos, y se persiguieron
unos a otros. Muchos murieron por sus creencias. Otros, como los protestantes franceses que se
trasladaron a Suiza, huyeron a otros países protestantes.
Guerras civiles sangrientas estallaron en muchos países. En Francia, por ejemplo, las guerras
entre católicos y protestantes causaron alrededor de un millón de muertos entre 1562 y 1598.
By 1600, Protestantism had spread across much of northern Europe, especially in the Holy Roman
Empire, Scandinavia, and the British Isles. Small groups were also in the largely Catholic nations of
France, Poland, and Hungary.
Las guerras en Francia no eran sólo debidas a la religión. Tenían que ver también con el poder de la
monarquía católica. Asimismo, la última guerra de la Reforma Protestante fue tanto política como
religiosa. Llamada la Guerra de los Treinta Años (1618–1648), tuvo lugar principalmente en Alemania.
La guerra enfrentó a católicos y protestantes, y a protestantes entre sí. Pero fue también una lucha
por el poder que involucró a la mayoría de las naciones de Europa. Las naciones lucharon por sus
propios intereses así como por motivos religiosos. La Francia católica, por ejemplo, se puso del lado
de los protestantes para combatir el poder del Sacro Imperio Romano.
La Guerra de los Treinta Años finalizó con la firma del Tratado de Westfalia en 1648. Este
tratado selló la paz entre católicos y protestantes. Con el reconocimiento del control de territorios,
se establecieron las fronteras entre los países católicos y protestantes. La mayor parte del
norte de Europa, incluyendo gran parte de Alemania, era protestante. España, Portugal, Italia y
Francia continuaron siendo países católicos, así como Bohemia, Austria y Hungría. Esta división
religiosa sobrevive hasta hoy en día.
El Surgimiento del Nacionalismo y las Prácticas Democráticas La difusión del protestantismo
se vio acompañada de un creciente nacionalismo [nacionalismo: la identificación y la
devoción con los intereses del propio país] . Cada vez más la gente se identificaba con su
nación en lugar de su área local o su señor. Las religiones oficiales del estado fortalecieron la
unidad nacional por toda Europa.
As Europeans began to explore beyond their continent, they brought their religious beliefs with them.
By the 18th century, Christianity had been carried around the world.
Junto con el nacionalismo, las monarquías también se fortalecían. Los gobernantes
protestantes reivindicaban su autoridad tanto sobre asuntos religiosos como seculares. Incluso los
gobernantes católicos se hicieron gradualmente independientes del papa.
Estos cambios desembocaron en un período que con frecuencia se llama “La era de los monarcas”.
Los monarcas restablecieron la antigua idea del derecho divino de los reyes. De acuerdo con esta
idea, los gobernantes recibían su autoridad directamente de Dios. Esta manera de pensar tuvo su
apogeo durante finales del siglo XVII y principios del XVIII, donde los reyes establecieron las
monarquías absolutas [monarquías absolutas: monarquías en la que el poder del gobernante
no tiene límite] .
Sin embargo, la Reforma Protestante también plantó la semilla de ideas y prácticas
democráticas. Comenzando con Martín Lutero, los protestantes insistieron en ser fieles a la Biblia y
a su propia conciencia. Esta creencia hizo que la gente estuviera más dispuesta a creer en sus
propias ideas y derechos, y a resistir a la autoridad.
Algunos de los grupos perseguidos buscaron la libertad de culto por cuenta propia. Por
ejemplo, los puritanos [puritano: un protestante que quería “purificar” la Iglesia Anglicana de
elementos católicos] calvinistas huyeron de Inglaterra a Norteamérica buscando la libertad religiosa.
Muchos grupos protestantes locales, o congregaciones, insistieron en el derecho a controlar sus
propios asuntos. Además de eso, los jefes de las Iglesias protestantes eran elegidos por los
miembros de las congregaciones, en vez de ser nombrados por los más poderosos. Tales creencias
sobre la libertad religiosa y el gobierno de la Iglesia ayudaron a preparar el camino hacia la
democracia.
La Difusión del Cristianismo Al mismo tiempo que ocurría la Reforma Protestante, los
europeos se habían embarcado en un gran periodo de exploración. En sus viajes por el
mundo, tanto católicos como protestantes se esforzaron en difundir su fe. En el siglo XVIII, ya
existían sociedades misioneras en varios países de Europa. Los misioneros jesuitas eran
particularmente diligentes en la difusión del catolicismo. Los jesuitas viajaron a la India, China, Japón
y el sureste de Asia. Los misioneros protestantes viajaron a Ceilán (hoy Sri Lanka), la India e
Indonesia.
Las divisiones religiosas en Europa se repitieron en áreas alrededor del mundo que estaban
controladas por los europeos. Esto fue especialmente cierto en las Américas. La mayoría de los
habitantes de las colonias inglesas de Norteamérica eran protestantes. Los misionarios y colonos de
Francia llevaron el catolicismo a partes del Canadá y al valle del Misisipi. Los españoles y los
portugueses llevaron el catolicismo al sudoeste americano, México y Sudamérica. Estos patrones de
la fe religiosa son evidentes hoy en día.
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