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 Cinco Usos Bíblicos del Dinero
Las riquezas y el dinero nunca deben ser un fin en sí mismos, sino que deben tener un
propósito y ser usados con sabiduría—busquemos sabiduría antes que la prosperidad,
así como el rey Salomón (2 Crónicas 1:7-12). Necesitamos sabiduría para usar el dinero
que Dios nos da. La prosperidad no es automática, sino que debe cumplir algunos
requisitos.
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo
siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra; como
está escrito: El esparció, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.
2 Corintios 9:8-9 (LBLA)
Prosperidad significa tener sufieciente provisión de Dios para cumplir el propósito de
Dios para nuestras vidas (sin visión no se necesita provisión). Por ende, ese “suficiente”
es diferente para cada persona.
Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará
vuestra sementera y aumentará la siega de vuestra justicia; seréis enriquecidos en todo
para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios.
2 Corintios 9:10-11 (LBLA)
Estos dos versos nos especifícan cinco usos para el dinero:
1. Semilla para el que siembra (Diezmo)
Así como un granjero guarda semilla para volverla a sembrar, la Biblia enseña que
debemos separar 10% de nuestro ingreso y devolvérselo a Dios. Así establecemos en
nuestro corazón que Dios es nuestra fuente y que no servimos a Mammón.
Malaquías 3:10 dice que el diezmo se lleva “al alfolí” (tu iglesia local) donde eres
pastoreado y alimentado espiritualmente. El diezmo se da cuando se recibe. Levítico
27:30 dice que el diezmo es “cosa consagrada al Señor”, lo que significa que no se
puede tocar, le pertenece a Dios. Hay varias razones para diezmar:
•
•
•
Es un principio universal (como la gravedad) que libera el poder sobrenatural de
Dios sobre tus finanzas (Mal 3:10)
Es el método que Dios usa para guardar nuestro corazón de la influencia de
Mammón y que establezcamos al Señor como nuestra fuente. Él no está detrás
de tu dinero sino detrás de tu corazón.
Nos libera del temor de la falta de finanzas, pues dependemos de Dios.
La diferencia entre diezmar y ser un diezmador es la actitud y el motivo del corazón
(Deut. 26:1-4). Para más sobre el diezmo ve a http://ctfmedellin.com/diezmos
2. Pan para alimento (Consumo)
Debemos incluir a Dios en nuestros gastos diarios, como administradores de los
recursos que Él nos da. ¿Cómo? Respondiendo a la pregunta ¿cuánto es suficiente? y
teniendo un círculo cerrado de gastos para nuestras necesidades, obligaciones y
Enseñanza basada en material de Craig Hill y Earl Pitts. deseos. Si no sabemos esto, cualquier bendición financiera la gastaremos en deseos,
sin propósito o visión. Tener un círculo cerrado significa hacer un presupuesto y así
eliminar todo gasto no planeado. Un buen método es el de los 5 tarros:
10%
10%
10%
20%
50%
El pago de intereses por deudas no es un uso bíblico del dinero. La Biblia nos exhorta a
no meternos en deudas (Prov 22:7). ¡Si tienes deudas, págalas lo más pronto posible!
3. Multiplicación de la sementera (Sembrar y Cosechar)
Estas son ofrendas que vienen de la abundancia que recibimos y que son
especialmente designadas para proósitos del Reino de Dios. Mientras que los diezmos
son lo básico, las ofrendas van mucho más allá, pues sabemos que son semillas que
van a dar fruto al 30, al 60, al 100 o mucho más. Sembramos esperando una cosecha y
volvemos a sembrarlo (rotando el dinero).
Debemos ser eunucos financieros, manejando finanzas para el Rey, sin deseo de
tomarlas para nosotros mismos. Así, Dios podrá confiarnos bienes, dinero y riquezas
para administrarlos para sus propósitos.
4. Aumento de la siega de justicia (Usar dinero para librar a otros de esclavitud)
Mammón hace esclava a la gente del dinero, por lo tanto siega injusticia. Nosotros
debemos hacer lo contrario. Esta categoría consite en dinero usado para desarrollar
relaciones y librar a otros de deudas y del espíritu de Mammón. Por ejemplo, prestando
a alguien que lo necesita sin cobrarle interés a la vez que se le mentorea en principios
financieros bíblicos.
5. Liberalidad (Dar generosamente)
La generosidad es simplemente dar a otros bajo la dirección del Señor. Es diferente a
los diezmos y a sembrar y cosechar. Hay 3 tipos de liberalidad: planeada (como una
obligación dentro del círculo cerrado), espontánea (con dinero disponible de uno de tus
tarros), y dando a los pobres (ver Mateo 6).
¿Cómo estás usando el dinero que Dios te da? ¿Qué cambios debes hacer hoy
en tus finanzas para usar el dinero bíblicamente? Pídele al Espíritu Santo que te
guíe y te ayude a ser un buen mayordomo de los bienes de Dios.
Enseñanza basada en material de Craig Hill y Earl Pitts. 
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