leccion 34 el habito de usar el dinero a la manera de dios 2

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Serie:
14 AÑOS DE CONQUISTA "SIRVIENDO AL REY DE REYES"
LOS HÁBITOS DE JESÚS
LECCIÓN 34
USAR EL DINERO A LA MANERA DE DIOS
“No hay nada de malo en poseer dinero a menos que el dinero lo posea a usted”
-Norman Vicent Peale
El hábito de Jesús de usar el dinero a la manera de Dios significa tomar la decisión de destinar
su dinero para sostener el Reino de Dios, satisfacer sus propias necesidades y las de su familia
y ahorrar para el futuro.
Jesús nos mostró cómo usar el dinero a la manera de Dios
Jesús demostró cómo Dios espera que cada uno de nosotros administre su dinero y sus
posesiones. Jesús comprendió las bendiciones y los peligros del dinero.
1. Jesús pagó sus deudas (Mateo 17:24-27).
2. Jesús comprendió los peligros del dinero (Mateo 6:19-21,24; Lucas 12:15).
3. Jesús demostró que cuando usted pone a Dios en primer lugar, todas las otras
necesidades serán satisfechas (Mateo 6:33).
4. Jesús nos demostró que nadie puede dar más que Dios (Lucas 6:38).
Jesús sabía que cuando obedecemos a Dios y le creemos, él nos bendecirá mucho más
en comparación con lo que nosotros le hayamos dado. A Dios le encanta bendecir a sus
hijos obedientes.
¿Cuáles son los enemigos del hábito de usar el dinero a la manera de Dios?
1. Egoísmo: “Es mi dinero, yo me lo gané y es todo mío”.
2. Avaricia: “Yo deseo usar mi dinero para lo que yo quiero. ¿Por qué debo dárselo a otro?
Nadie ha hecho nada por mí”.
3. Preocupación: “Temo que si doy mi dinero a Dios no podré pagar mis cuentas”.
4. Deudas: “Me gustaría usar mi dinero a la manera de Dios, pero tengo muchas deudas”.
Fórmese el hábito de usar el dinero a la manera de Dios
1. Transfiera la propiedad de su dinero y sus posesiones a Dios.
Consciente y voluntariamente, dígale a Dios que todo lo que usted tiene se lo entrega a él.
De aquí en adelante usted será sólo el administrador de los recursos de Dios,
anteriormente conocidos como “míos”.
2. Usted no puede darle más a Dios, pero sea feliz intentándolo.
Dios suple cada necesidad de nuestra vida cuando lo ponemos a él en primer lugar. A Dios
le encanta proveer para todas nuestras necesidades cundo lo obedecemos en el área de
las finanzas. Las Escrituras están llenas con las promesas de las múltiples bendiciones
para aquellos que dan como Dios lo hace.
3. Recuerde: dar a Dios es un asunto de fe y obediencia, no de dinero.
Dios no necesita nuestro dinero. Dios puede vivir perfectamente sin él. Sin embargo. Él
desea nuestra fe y obediencia para poder cumplir su propósito en y a través de nosotros.
El dinero es frecuentemente, el instrumento por el cual la fe y la obediencia son
demostradas.
4. Pregúntese con frecuencia: ¿He puesto a Dios antes que mi dinero y mis cosas?
Recuerde la advertencia de Jesús sobre cuán fácilmente el dinero puede tomar el lugar
más prominente en nuestra vida. Eso será una lucha constante. Haga un inventario y trate
de responderse esta pregunta: “¿El dinero ha llegado a ser más importante para mí que
Dios y mi familia?”
5. Sea generoso; rehúse ser un egoísta.
Mísero viene de la misma raíz que la palabra miserable. Las personas generosas son
personas felices. Jesús nos dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
No mantenga su mano agarrada a ninguna cosa material.
6. Diezmar es la base mínima según la Biblia.
Jesús confirmó la práctica de diezmar. (Mateo 23:23).
El diezmo fue establecido aún antes de la ley del Antiguo Testamento. La gracia de dar
implica el diezmo y mucho más. Establecer la práctica de diezmar, y una gran paz y
bendiciones le seguirán.
7. Desarrolle un plan de ahorro hoy mismo.
Tenga como meta ahorrar el 10% de sus ingresos. Comience con lo que pueda y luego
trabaje hacia esa meta. Planificar para el futuro es un principio bíblico.
8. Ofrende más allá de su diezmo para apoyar otros ministerios.
Encuentre ministerios de alto impacto para el Reino de Dios a los cuales usted pueda
contribuir y ayudar. Solo asegúrese de que esas organizaciones estén bíblicamente
orientadas y sean confiables para administrar las finanzas.
9. Comprométase a pagar sus deudas a tiempo.
Los cristianos deben tener una reputación impecable en cuanto al pago de sus deudas
personales. Nuestra credibilidad y la de Jesucristo están frecuentemente unidas a la
manera como manejamos nuestras deudas.
10.Recuerde: algunas cosas son más importantes que el dinero.
Estas son algunas cosas que el dinero no puede comprar: una relación con Dios, amigos,
una buena reputación y la salud. Ponga en primer lugar aquellas cosas que el dinero no
pueda comprar.
TEXTO A MEMORIZAR:
“Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón”
Mateo 6:21
Tomado del libro: “Los Hábitos De Jesús” Jay Dennis, 2010, Mundo Hispano
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