La Ilustración Definición corta La Ilustración es un movimiento ideológico y cultural que surge en Francia en el siglo XVIII y que con el paso del tiempo se va expandiendo por el resto de Europa, tenía como objetivo aclarar las mentes de la humanidad mediante la razón, conduciéndola a una nueva era ideal (“El siglo de las Luces”). Es firme partidaria de la educación y del progreso, afirma la igualdad y la libertad. Los principales representantes fueron: Montesquieu, que planteó la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y Rousseau, defendiendo el principio de soberanía popular expresada con el voto libre y consentido. Definición extendida ● Principales características de la Ilustración: -Racionalismo: La razón toma un papel muy importante ya que se creía que solo podía ser real lo que podía ser entendido mediante la razón. Con la razón se creía que el hombre podía llegar a entender el mundo y así luchar contra la superstición, mejorar la sociedad y progresar económica y culturalmente. -El hombre aspira a conseguir la felicidad mediante la propiedad privada, la igualdad y la libertad. -Se consideraba que el paso del tiempo era una evolución progresiva que hacía que el hombre fuese mejorando hasta llegar a la perfección. Además, también creían que la naturaleza era inmejorable que no cometía errores, por lo que se sentían optimistas. -Es el primer movimiento laico que surge en Europa. -Por esa época se pensaba que el hombre era bueno por naturaleza (el “buen salvaje”) -Reformismo: para conseguir la evolución del ser humano, los ilustrados proponen llevar a cabo una serie de reformas llevadas a cabo por gobiernos y reyes, con los que serelacionan (y que desemboca en el despotismo ilustrado) ● La ilustración en España La introducción y difusión de las nuevas ideas ilustradas en España fue lenta y difícil. La ausencia de amplios grupos burgueses , el anquilosamiento y conservadurismo de los medios intelectuales universitarios y el enorme peso de la Iglesia obstaculizaron la difusión de la nueva corriente de pensamiento hasta la segunda mitad de siglo XVIII. A partir de 1750-1760, surgió una generación de pensadores, entre los que destacaron Feijoo, Campomanes, Cadalso, Jovellanos, Aranda, Floridablanca, Olavide y Capmany, que en sus escritos reflejaban las preocupaciones ilustradas y empezaron a criticar el modelo social imperante en la España del siglo XVIII. No formaban un grupo homogéneo, pero coincidían en el interés por la ciencia, el espíritu critico y la idea de progreso. Así, aunque existió un retraso de varios decenios respecto a algunos países europeos, en esencia se expandieron los mismos principios y se intentaron parecidas reformas. Muchos de los ilustrados eran miembros de la pequeña nobleza y permanecían aislados, entre la indiferencia de gran parte de la aristocracia y el clero y la ignorancia de las clases populares. Todos ellos estaban convencidos de que únicamente la mejora del nivel cultural de la población podía sacar al país de su atraso. Por ello hicieron de la educación un objetivo prioritario, el eje sobre el que debía sustentarse el cambio social. Para conseguir ese objetivo, los ilustrados se enfrentaron a las ordenes religiosas y a los estamentos privilegiados, y defendieron la necesidad de imponer una enseñanza útil y práctica, obligatoria para todos en los primeros niveles, común a los dos sexos, impregnada por los nuevos conocimientos y relacionada con el extranjero. La segunda preocupación básica de los ilustrados españoles fue la cuestión económica. Todos ellos eran conscientes de que el atraso del país. en relación a otras potencias europeas, provenía de la gran cantidad de tierras amortizadas en manos de la nobleza y el clero, del excesivo control sobre las actividades económicas y del desconocimiento de las nuevas técnicas e inventos, aplicados ya en otros países como Gran Bretaña u Holanda. Por ello se esforzaron en estudiar la situación real del país y en proponer una serie de reformas, que contribuyeran al crecimiento económico. Podemos destacar las Sociedades Económicas de Amigos del País, organismos no estatales para impulsar la economía en sus regiones. O realizaciones prácticas como el Canal Imperial de Aragón, que favoreció la agricultura y la comunicación el el valle medio del Ebro. Despotismo ilustrado: La Ilustración llega a influir en la política de la época a través del Despotismo ilustrado, una idea política en la que el rey, como en el absolutismo, sigue mantieniendo el poder absoluto y el pueblo no tiene ninguna capacidad de decisión. Aún así, los monarcas buscan ahora el crecimiento económico, la mejora de las condiciones de vida de sus súbditos y la extensión de la educación a través de políticas reformistas. Se puede resumir en la cita "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Entre los déspotas ilustrados más significativos del periodo son Carlos III en España (“el mejor alcalde de Madrid”, por sus numerosas reformas en la capital), José I el Reformador en Portugal, Federico II el Grande en Prusia, Catalina II la Grande en Rusia y el emperador José II. Todos ellos intentaron impulsar, en alguna medida, reformas en distintas áreas (educación, justicia, agricultura, libertad de prensa o tolerancia religiosa). A la larga, este movimiento fracasó, ya que las reformas no podían lógicamente tocar los principios en los que se basaba el Antiguo Régimen: economía señorial, predominio de los grupos estamentales privilegiados y autoridad del rey.