10.7. La España del siglo XVIII: La Ilustración en España. El siglo XVIII ha sido denominado como el siglo de la Ilustración, de la Razón o de las Luces. La Ilustración es un movimiento filosófico y cultural que tiene sus orígenes en la Inglaterra del siglo XVII. Las características de la Ilustración se pueden simplificar en que el hombre y la felicidad son el centro del Universo y que para llegar a esa felicidad es necesario el desarrollo de la razón por encima de cualquier cosa. Los ilustrados en España fueron una minoría culta formada por nobles, funcionarios, burgueses y clérigos. Básicamente se interesaron por la reforma y reactivación de la economía, la crítica moderada de algunos aspectos de la realidad social del país y su interés por las nuevas ideas políticas liberales. Su afán reformista les llevó a chocar con la Iglesia y la mayor parte de la aristocracia. Pese a los afanes ilustrados, la mayoría del país siguió apegada a los valores tradicionales. En España, el pensamiento ilustrado aparece fundamentalmente durante el despotismo ilustrado de Carlos III. Su idea principal es sacar a España de su decadencia y las soluciones que proponen se encuentran dentro del marco reformista y se basa en las ideas de reforma y progreso. Para ello deben reducir la enorme influencia de la Iglesia cuyo poder era enorme en España. Para ello se impone el regalismo, se expulsa a los jesuitas y se reducen los poderes de la Inquisición. En general, la Ilustración en España fue moderada en su alcance debido a la influencia de la Iglesia. Los ilustrados españoles se interesaron por las humanidades, las matemáticas y por las ciencias de la naturaleza. En cuanto al desarrollo científico y cultural que se da en España en el siglo XVIII se puede resumir en: Reforma educativa; Creación de las Reales Academias; Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País (reuniones de pequeños grupos de ilustrados que buscaban el progreso técnico y la reflexión económica); Desarrollo de estudios naturales; Desarrollo de la literatura (Destacan personajes como Feijoo, Jovellanos, José Cadalso y Moratín); Desarrollo de la pintura, arquitectura y escultura y la aparición de la prensa.