La batalla del 9 y 10 de julio de 1810 Serranía de Los Cobardes Cuenta la historia que por esta zona huyeron seis de los 16 padres Capuchinos que habitaban el Convento tras la ofensiva socorrana. Los religiosos, quienes se llevaron toda clase de objetos valiosos, emprendieron su huída hacía el Río Magdalena y en las montañas del Opón perecieron. Para inmortalizar la huida, fue bautizada la zona como la Serranía de Los Cobardes. 5. Los españoles se rinden La comunidad corta el agua del Convento, ubican escaleras para subir al segundo piso y enfrentar a los españoles. Horas después, los jueces intervinieron y los españoles se rindieron. 3. El 10 de julio, Convento de los Capuchinos La mañana del 10 de julio colgaban de los ventanales del lugar las banderas de guerra del ejército español, donde el corregidor José Valdés, el teniente coronel Antonio Fominaya y el alférez Mariano Ruiz, se escondían de la multitud enardecida. Los civiles lanzaban piedras y buscaban entradas. 5 3 El pueblo no dejaba de gritar: “Viva la religión, viva Fernando VII, viva la justa causa de la nación!" 4 4. La ofensiva femenina Muchas mujeres participaron en la toma del Convento. Junto a los hombres improvisaron cañones con guaduas y bejucos, y desde los tejados de las viviendas, disparaban piedras a los soldados españoles. 2 6 6. Se oficializa la libertad del Socorro Valdés, Fominaya y Monroy fueron conducidos a la plaza luego de su rendición. Se conformó la Junta del Gobierno de la Villa del Socorro, compuesta por miembros del Cabildo y siete ciudadanos más. Infografía: Aurelio Valencia Gómez 1 2. Casa de Gobierno (hoy Casa de la Cultura) José Lorenzo Plata y Miguel Tadeo Gómez (primo de José Acevedo y Gómez), y 8 mil ciudadanos aguardaron en la plaza a que el Corregidor Valdés respondiera. Al amanecer, fuertemente custodiado por sus tropas, el español Corregidor huyó hacía el Convento de Los Capuchinos. 1. Noche del 9 de julio (En los cuarteles) 7:00 p.m.: Tres socorranos pasaban frente a los cuarteles custodiados por soldados de los españoles, quienes les decían que retrocedieran. Comenzaron a disparar y murieron siete personas armadas con piedras. Los hechos alertaron al pueblo y allí comenzó el enfrentamiento durante toda la noche. Se presume que los cuarteles estaban frente a la plaza.