La campaña rumana de Falkenhayn (1916) un ejército como “reserva estratégica. “ Después del despliegue inicial de la B-Staffel en Serbia, Conrad cambió su parecer y ordenó su transferencia a Galitzia tras la declaración de guerra de Rusia. Lamentablemente para los Poderes Centrales, el ejército llegó muy tarde y los austríacos, excedidos en número, fueron derrotados. Además los serbios derrotaron al Minimalgruppe Balkan, conduciendo a los ejércitos 5º y 6º de los Habsburgo fuera de Serbia. Las humillantes derrotas en 1914 de Austria-Hungría estrecharon las relaciones alemano-austríacas, y Conrad caa vez confió más en los refuerzos de Falkenhayn. Mucho peor para Falkenhayn, sin embargo, era su tumultuosa relación con el mariscal de campo Paul von Hindenburg y el general Erich Ludendorff, los dos comandantes alemanes en el frente de Este. Hindenburg y Ludendorff discrepaban con el énfasis de Falkenhayn sobre el frente occidental. Además, ellos, aparentemente, criticaron su política de extenuación. Hindenburg y Ludendorff estaban convencidos que un Kesselschlacht podría ser aplicado y ganado contra el ejército ruso. Hindenburg declaró que la estrategia en el Este era esencial: August von Mackensen. Bajo su mando estaba el Ejército del Danubio compuesto por una amalgama de unidades alemanas, austrohúngaras y turcas. ¿Oeste o Este? Era la gran pregunta y sobre la respuesta a ello nuestro destino depende.... Incluso para mí la batalla decisiva en el Oeste, una batalla que habría significado la victoria final, era la finalidad última, pero una finalidad última que sólo podría ser alcanzada sobre el cuerpo de Rusia postrada en el suelo. ¿Deberíamos doblegar a Rusia en el suelo? El destino contestó a esta pregunta afirmativamente, pero sólo dos años más tarde, cuando era demasiado tarde. Sin embargo Falkenhayn permaneció sin inmutarse aun cuando el ejército ruso cayó a tierra en 1915, mientras la Stellungskrieg continuaba en el Oeste: Este argumento no hizo caso ninguno del carácter verdadero de la lucha por la supervivencia, en el sentido más exacto de la palabra, en la cual nuestros enemigos no estaban menos comprometidos que nosotros, ni su fuerza de voluntad diferente de la nuestra. Es un error grave creer que nuestros enemigos occidentales cederían si Rusia fuese batida. Ninguna decisión en el Este, aun cuando fuera lo más decisiva como era posible imaginarse, podría ahorrarnos de luchar hasta alcanzar una conclusión en el Oeste. Antes del verano 1916, ni los Poderes Centrales ni la Triple Entente habían roto las tablas a lo largo del frente occidental. Incluso la entrada de tres nuevos poderes, Turquía, Italia y Bulgaria, no pareció dar la superioridad a uno u otro lado. Sin embargo, muchos observadores en ambos bandos sintieron que la neutral Rumanía era estratégicamente importante y así podría girarse la marea. La neutralidad rumana El 3 de agosto de 1914 Rumanía sobresaltó a las Potencias Centrales declarando 21