LVIII ENCUENTRO DE INSTITUTOS DE DERECHO COMERCIAL COLEGIOS DE ABOGADOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Dolores, “Primer ciudad patria”, 28 y 29 de noviembre de 2013.PONENCIA: La responsabilidad del transportista con relación al pasajero en los daños causados a este último se encuentra sometida en nuestro derecho a diferentes órdenes legislativos con diversos standards de responsabilización, afectando en el transporte local la igualdad jurídica en perjuicio de los pilares sobre los cuales se encuentra edificada nuestra sociedad.AUTOR: HORACIO PABLO GARAGUSO Institutos de Derecho Comercial y Concursal de Mar del Plata, de Derecho Comercial de la Asociación de Graduados de la U. A. A. y de Derecho Comercial de Dolores.EL TRANSPORTE. GENERALIDADES Una noción básica del transporte lo expone como una actividad mediante la cual personas o cosas son llevadas desde un lugar a otro. La distancia es de la esencia del fenómeno físico del transporte y el progreso tecnológico en los tiempos presentes lo asocia con las comunicaciones y con el traslado de fluidos energéticos, eléctricos, magnéticos o gaseosos en el que se trasladan los bienes a partir de estructuras fijas: en estos casos el vehículo no se traslada, sino que mediante el mismo se trasladan los bienes.El transporte es uno de los factores más dinámicos de la economía, y ese dinamismo obedece a pluralidad de razones, destacando en cuanto a las cargas las siguientes: a) El incremento de las relaciones económicas tanto en el nivel local, como en el regional, provincial, nacional e internacional, impulsado conforme el criterio de especialización en la producción de bienes y servicios, empujado por la expansión de las comunicaciones y la diversificación de las propuestas dirigidas a los mercados y a los consumidores. b) La evolución de la ciencia y las tecnologías de los medios de transporte, en los emplazamientos comerciales y en los soportes científicos que proyectan un futuro más integrado en la actividad y diversificado en las propuestas.c) La tercerización de fases o sectores de las actividades industriales, demanda un incremento cuantitativo del transporte, generando una demanda con ciertos caracteres y una logística especializada que permita una razonable mediación entre tiempo y espacio. De la mano de la tercerización como fenómeno económico se han desarrollado nuevas relaciones jurídicas como la “maquila” o el “façón” produciendo la diversificación de los ciclos productivos como un denominador común en los mercados. Al par de estos modelos jurídicos se desarrollan “zonas francas” y centro de distribución y de logística.d) El incremento relativo de las “compras virtuales” y la necesidad de colocar los bienes adquiridos en manos de los interesados, ha impulsado la distribución urbana, creando nuevos standards de oportunidad y calidad, la demanda de nuevos medios de transporte y una mayor especialización de las empresas transportistas.e) Por último el crecimiento de las urbanizaciones coloca los bienes de consumo cada vez más lejos de los consumidores y su aproximación es una necesidad que solo se satisface con un buen sistema de transporte, logística y distribución.En cuanto al transporte de personas las demandas no son menores. En este sentido el turismo moviliza millones de personas cada día, las urbanizaciones cada vez más distantes de los puestos laborales y las urbanizaciones campestres demandan y reclaman medios de transporte e infraestructura apropiada a las exigencias de una sociedad cada vez más sofisticada. Sin considerar siquiera el turismo, el crecimiento obedece a la necesidad de acercar a las poblaciones a sus actividades cotidianas: transporte urbano de pasajeros, transporte interurbano de pasajeros, transporte de escolares y compradores y también el transporte rural. Se ha señalado que: “El transporte de bienes es una de las cuestiones más importantes del comercio internacional, al igual que la velocidad de entrega y la conservación de la calidad de los productos son factores principales para el éxito de las compañías. Por esta razón, los negocios se inclinan por las compañías de de transporte confiables que utilizan los últimos avances tecnológicos para asegurar la seguridad y la eficiencia de la entrega. Desde el invento del transporte por ferrocarril hasta los sistemas de rastreo modernos, la tecnología de transportación ha causado una revolución en los negocios globales. El término "tecnología de transporte" hace referencia a todos los avances desde el invento de la rueda. Sin embargo, el invento del transporte por ferrocarril fue el punto decisivo para el comercio internacional. Permitió la entrega rápida de vienes en cuestión de días o semanas, en lugar de meses, como era el caso de los carruajes. El invento del motor de combustión interna hizo posible el comercio en lugar que no llegan los ferrocarriles. Además, los aviones de carga modernos han hecho que sea posible transportar bienes entre continentes en una cuestión de horas”. El buque a vapor y el ferrocarril prepararon el cambio que la ciencia aportó para el transporte marítimo y terrestre, al par que el motor a reacción o la turbina, anticiparon el ciclo actual del transporte aeronáutico. “Una preocupación importante para los negocios desde el momento en que autorizan un envío hasta que reciben el feedback del comprador, es la condición de los productos y el progreso de la entrega. La tecnología de sensor de telemetría digital inalámbrico ahora les ofrece a los remitentes información sobre la ruta de la carga, incluyendo su destino, la velocidad en que se mueve y la temperatura del ambiente. Esta tecnología le permite a las empresas rastrear los envíos y comunicarse con la compañía en casos de tardanzas o de condiciones nocivas de los bienes”. Este aporte de la ciencia apoya la noción de seguridad que es de la esencia del transporte. RESPONSABILIDAD DE LOS TRANSPORTISTAS El esquema de responsabilidad del transportista respecto del pasajero transportado en nuestro derecho tiene varios modelos normativos: 1) Para el transporte marítimo, lacustre o fluvial se aplican los artículos 317 y siguientes de la Ley de Navegación que contiene la cuantificación del resarcimiento a partir de un límite fijado en pesos argentinos oro. 2) Para el transporte aéreo se aplican las reglas del Código Aeronáutico que también fija límites a la responsabilidad por los daños causados al pasajero medidos en pesos argentinos oro.3) Para el transporte terrestre y marítimo, lacustre o fluvial en pequeñas embarcaciones se aplica la regla del artículo 184 del Código de Comercio, conforme lo determina el artículo 316 de la ley 20094. La norma indicada está prevista para el transporte ferroviario pero su aplicación se ha extendido al transporte automotor de pasajeros conforme jurisprudencia constante y firme de la Corte Suprema de Justicia, precedentes estos que fueran analizados en el 56 Encuentro en ponencias que elaborara conjuntamente con Andrés y Guillermo Garaguso.Voy a exponer la situación absurda que provoca este triple orden legislativo: Un club de jubilados decide hacer un encuentro en una ciudad, y aceptemos esta sea en la Provincia de Corrientes. Su opción es por el transporte terrestre, si el micro sale de la ruta y se hunde en un río, y como consecuencia de ello fallece uno de los jubilados, la empresa lo indemniza con una suma fija que no supera los trescientos mil pesos. Si decidiera hacerlo en avión y este tuviera que posarse en emergencia sobre un río, y como consecuencia del ingreso de agua fallece ahogado solo un jubilado, la indemnización no podrá exceder de mil argentinos oro, los cuales para el segundo trimestre de 2013 cotizan a 1910,38 por unidad lo que conduciría a una cifra que supera el millón novecientos mil pesos. Por último, se decide viajar en barco y este naufraga produciendo la muerte de un jubilado, la indemnización si la embarcación era pequeña no superará una cifra que la jurisprudencia fija en pesos trescientos mil, pero si no se trataba de una pequeña embarcación la indemnización será de mil quinientos pesos argentinos oro, o sea una cifra superior a los dos millones setecientos noventa mil pesos.El jubilado de esta historia es el mismo, el río donde se produce el incidente es el mismo, la responsabilidad se imputa por las mismas causales en los cuatro casos – fallas en el material rodante, aéreo o flotante-, sin embargo en dos casos la indemnización se verá limitada a una cifra cercana a los trescientos mil pesos, en otro será de casi dos millones de pesos y en la restante el límite de la responsabilidad trepa casi a tres millones de pesos por pasajero. Ustedes podrán decir que esto obedece a razones históricas, a convenciones internacionales como la de Varsovia, pero lo cierto es que más allá del origen de estas distorsiones, las soluciones no pueden ser tan distintas. La Ley de Navegación no concreta un distingo propio del Código Aeronáutico, conforme el cual la limitación de la responsabilidad cesa cuando ha mediado dolo del transportista o de alguna persona bajo su dependencia que actuara en ejercicio de sus funciones (Art. 147 del Código Aeronáutico). La reforma al código civil (Artículos 1280 a 1318) no innova sobre la materia, y especialmente determina que sus reglas no se aplican ni al transporte aéreo ni al marítimo y se excluye el multimodal de cargas. O sea que con normas un poco más ajustadas se mantiene este sistema con indemnizaciones de idénticos bienes tan diferentes entre si, tan desiguales que no nos deja de llamar la atención.Es por ello que propiciamos que se revise para el transporte nacional de pasajeros los sistemas de reparación a los mismos por las empresas para conformar un sistema unitario que no lesione la igualdad ante la ley.MAR DEL PLATA, AGOSTO DE 2013.-