Cómo y porqué la falta de intercambio energético afecta nuestras relaciones. Utilizaré esta vez el modelo taoísta para explicarlo.El Tao es el Uno, el camino, el todo, que se divide después en dos de sí mismo Hemos de saber primero quienes somos en el uno para poder dividirnos. Tao yin yang Y esos dos cuando interaccionan entre ellos crean la vida que en el Tao se divide en 5 elementos Concepto Taoísta. Tao es el Uno, el Todo que cuando Es puede dividirse en dos (el ying y el yang) y cuando estos son cada uno con sus características individuales dan paso a la creación. El Ying es el femenino, el frío, la sombra, la tierra, el interior, la quietud, la manifestación de la forma. El Yang es lo masculino, lo caliente, la luz, el cielo, el exterior, la actividad, las ideas y aspiraciones. “Que cuando son en sí mismos y se relacionan armoniosamente crean el ciclo de la vida.” Este concepto nos da varias respuestas que una nos llevan a ser uno y poder separarnos y que cada uno pueda ser quién es para crear vida; POR ELLO LA IMPORTANCIA DE ACEPTARNOS EN NUESTRO TAO Y ACEPTAR MI MASCULINO Y MI FEMENINO…….. POR QUE SOLO EN LA INTERACCIÓN DE ESTOS ES QUE REGRESO A MI MISMO Y SOY CAPAZ DE CREAR VIDA,,,, ENTENDAMOS ENTOCES QUE NO SE SEPARAN, INTERACCIONAN DENTRO DEL SER Y LUEGO SE INTERRELACIONAN ENTRE ELLOS Y LUEGO CON EL ENTORNO. Como un día que le sigue a otro, como el sol que le da paso a la luna, como la estrella que pertenece a una galaxia pero sin estrellas no habría galaxias, como algo que es continuo, por eso tenemos conflicto en las relaciones con uno mismo y con los demás, porque no seguimos esos ciclos continuos y recíprocos de intercambio como el de la madre y el bebe al alimentarlo,,, Jamás se ha visto que la noche se separa del día, que el sol no interrelacione con la luna, que el frío se queje de que el calor es calor, así es como la energía masculinofemenina ha de habitar dentro de nosotros. No separados sino siendo uno solo. Nota. Se separan estas diferencias energéticas porque…porque no nos relacionamos armoniosamente respetando quien es el otro, no imagino a la luz juzgando a la sombra creyendo que es mejor, o a la quietud creyéndose inepta ante la actividad. Esme.