SUFI EL MAR Un Mar ilimitado, todo, ¡agua!, todo, ¡agua!, y tú, completamente limitado, porque lo consideras limitado. Las imágenes que forjas en tu mente no son tuyas, sino estrellas, galaxias y universos. Y tú, átomo perdido, ¿Quién eres? ¡el no-ser! ¿Todo eres tú? ¿La tierra eres tú? ¡La nada envuelta en sí! El Mar, en movimiento desde la eternidad, repetición sin fin, una ola callando, otra manifestándose. Derrumba ya la forma, rompe por fin el molde, la imagen de la mente el molde que da forma al sueño de existir. Escucha al Mar, el verdadero canto de la vida: «Fue el Mar y nada más, es el Mar, nada más». Diwan de poesía sufí, Javad Nurbakhsh 26 Nº 3 SUFI EL TAO Todo ser del universo es una expresión del Tao. Todo ser surge a la existencia inconsciente, perfecto, libre; toma un cuerpo físico y deja que las circunstancias lo completen. Es por ello que todo ser honra espontáneamente al Tao. El Tao da nacimiento a todos los seres, los nutre, los mantiene, vela por ellos, los conforta, los protege, los trae de regreso a sí, creando sin cesar, guiando sin interferir. Es por ello que el amor del Tao está en la naturaleza misma de las cosas. Tao Te Ching, traducción de Jorge Viñez Roigo En nuestro interior salvo el Amigo, nada cabe, regala los dos mundos a los demás, para mí basta el Amigo.(H­afez) Caligrafía persa, de Jalil Rassouli, cortesía del artista Año 2002 27