Análisis tipológico y tecnomorfológico de la industria achelense

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Nivel Cero 11: 2003-2007
Nivel Cero 11
Santander, 2003-2007
Pág. 9-27
ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y TECNOMORFOLÓGICO DE LA INDUSTRIA
ACHELENSE HALLADA EN VILLARES DE YELTES (SALAMANCA)
Daniel RUBIO GIL
Daniel GARRIDO PIMENTEL
Marqués de Santo Domingo, 11-13, A5 - 05001 Ávila
[email protected]
1. INTRODUCCIÓN
El material analizado en este artículo
fue hallado en una terraza fluvial situada en
Villares de Yeltes (Salamanca). Su descubridor es el director del Museo Arqueológico de
Lumbrales (Salamanca) D. Eduardo Martín, el
cual encontró entre los años 1973-1974 piezas
líticas depositadas en superficie pertenecientes al Paleolítico Inferior.
El estudio se centra en once piezas de
macroindustria lítica muy características del
Achelense de la meseta peninsular, conjunto
que ha sido analizado acorde a la forma y
posible funcionalidad de los diversos útiles.
Para ello se ha realizado un estudio de las piezas bifaciales (5), de los cantos tallados unifaciales (3), de los hendidores (2) y de un canto
tallado con forma de pico.
La óptica que posee este articulo pretende un estudio tipológico de carácter tecnomorfológico de la industria lítica hallada, y a
partir de esta base establecer las similitudes
posibles con otros yacimientos Achelenses de
la Meseta, es decir, no se pretende establecer
una cronia de las piezas a través de generalidades culturales adoptadas, sino que el fin es
realizar una "radiografía" exhaustiva de la
industria. Con este objetivo partiremos del
estudio de la morfología de los útiles y de las
técnicas usadas por el hombre prehistórico
para la manufactura de dichas piezas, y, a partir de este punto de inflexión, que tiene su origen en la deducción, se llevará a cabo un aná9
lisis que gira en torno a la observación de las
"marcas" producidas en las piezas y su posterior cohesión e interpretación, a su vez, se
establecerán posibles analogías con otras
industrias Achelenses situadas al sur de la
cuenca del río Duero.
Otro aspecto importante de la investigación, es hacer hincapié en que todas las piezas han sido halladas en superficie. Este hecho
origina una limitación a la hora de datar el
material, por lo que la terraza adopta un rol
orientativo y pasa a ocupar un segundo plano,
ya que no podemos establecer una contemporaneidad crónica entre la industria encontrada
y la terraza existente. Debido a esto, nos planteamos "la posibilidad de un escalonamiento
con distintos niveles de terraza enmarcados
dentro de un mismo proceso de sedimentación
fluvial" (Benito del Rey y Benito Álvarez,
1998: 110).
2. GEOMORFOLOGIA DE LA ZONA
La industria objeto de nuestro estudio,
se encuentra ubicada en una terraza fluvial
situada unos 10 metros por debajo del cementerio de Villares de Yeltes (Salamanca).
Morfológicamente, la terraza presenta
una disposición elevada sobre el río Yeltes
(+20 m. aproximadamente), del que le separa
una distancia aproximada de 300 metros en
dirección Este, a su vez, por el Oeste, a una
distancia aproximada de 150 metros, pasa el
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Arroyo del Asilo. Así pues, el yacimiento
constituiría un enclave estratégico situado en
medio de los dos agentes hidrográficos citados anteriormente. Esta área arqueológica se
localiza en la hoja n.º 476 del Mapa Geológico
y Topográfico del Instituto Geográfico y
Catastral, y cuyas coordenadas responden a
40º 52´ 75" latitud Norte y 6º 23´ 19" longitud
Oeste en relación con el meridiano de
Greenwich. La altura con respecto al mar
Mediterráneo (en Alicante) es de 717 metros
(Fig. 1).
La zona donde se sitúa la industria
estudiada esta compuesta por depósitos pertenecientes al periodo Siluriano (Fig. 2). En esta
era geológica predominan las formaciones de
grauvacas, ortopizarras, argilitas y metacuarcitas, estas últimas fueron aprovechadas por el
hombre prehistórico que habitaba la Meseta
para fabricar las piezas líticas encontradas en
las numerosas terrazas existentes en la provincia salmantina.
Los conjuntos pétreos mencionados se
extienden geográficamente hasta Aldehuela
de Yeltes, termino municipal, en el que
comienzan a aparecer los primeros niveles de
terraza al margen izquierdo del río Yeltes, en
el cual, se puede observar una división que
hace referencia a la sedimentación fluvial, ya
que existen unas terrazas próximas a la llanura actual (entre +5 m y +25 m), y otras cercanas a superficies de erosión inclinadas y
cubiertas de granos cuarciticos, denominadas
"rañas" (Santonja y Pérez González, 20002001: 40-42). A su vez, al Suroeste y Sureste
de Villares se encuentran depositados materiales pertenecientes al Eoceno (de composición
arcósica predominando feldespatos y cuarzo)
y Oligoceno (predominio de ortocuarcitas).
Es muy interesante y significativa la
configuración de un meandro en el borde
izquierdo del Yeltes a su paso por Villares. En
este tramo el río presenta una curva o sinuosidad pronunciada en su curso que pudo estar
ocasionada por un incremento de la erosión
vertical, originándose así un meandro de valle
o encajado. Por otra parte, la configuración
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actual del terreno alude a la posible existencia
de un brazo muerto o meandro abandonado
que generaría la creación de una llanura de
inundación de carácter discontinuo y estacional, en la cual se habría depositado el material
hallado, pero este último hecho es sólo una
hipótesis, ya que dicha conformación no permanece patente en la actualidad.
Además de la terraza de Villares, hay
otros yacimientos Achelenses muy destacados
en las orillas del río Yeltes: Puebla de Yeltes a
+8-10 m (Santonja, 1986: 34-36), el de Mesa
Grande a +17 m, y El Basalito a +37 m
(Benito del Rey, 1978: 67-93) situados en
Castraz de Yeltes.
Algunos investigadores han expuesto
la posibilidad de que las terrazas fluviales del
interior peninsular puedan haberse formado a
partir del Pleistoceno inferior (Molina y Jordá
Pardo, 1984) que abarca desde 1'8 millones de
años hasta 780.000 años BP aproximadamente. Lo cierto, es que existe un inconveniente
importante a la hora de interrelacionar la cronía de las terrazas y las industrias, ya que en la
mayoría de los casos las piezas han sido halladas en superficie y no en estratigrafía. Debido
a esto nos vemos obligados a recurrir al estudio tecnomorfológico intenso, para poder así
enmarcar los diversos hallazgos dentro de un
mismo contexto cultural: el Achelense.
3. LA MATERIA PRIMA Y EL ESTADO
FÍSICO DE LAS PIEZAS
La industria analizada, esta manufacturada en cuarcita. Esta roca esta inserta en el
grupo de las rocas metamórficas, las cuales
están compuestas básicamente por cuarzo
recristalizado y la adhesión a este de otros
minerales (Mica, Feldespato, Grafito, Calcita,
etc.). En Villares, las formaciones cuarcíticas
responden a un metamorfismo regional muy
característico y apreciable en la mayoría de las
terrazas situadas en la Meseta. En estos hábitats se elaboraron y desarrollaron las análogas
litofacies Achelenses meseteñas.
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Las piezas poseen amplias dimensiones, por lo que se encuentran enmarcadas dentro de la macroindustria lítica. Además todas
están realizadas en cuarcita de grano fino y
medio que va a determinar la calidad de los
útiles resultantes. Estos guijarros de cuarcita
favorecen la talla ya que poseen una óptima
ruptura concoidal (en forma de concha) que
queda reflejada en el bulbo de las lascas extraídas.
Otro aspecto importante es el color
que tienen las piezas, este varía y depende de
los minerales que se añaden al cuarzo. En
dicha industria predominan los colores gris,
marrón y beige, los cuales, se alternan y combinan cuantiosamente en las diversas piezas.
Cuando hacemos referencia al estado
físico de las piezas, pretendemos explicar el
grado de conservación del útil estableciendo
una interrelación directa con los agentes que
han podido influir en el deterioro o en la óptima perduración externa de la pieza. La industria examinada presenta una fisonomía externa poco rodada en general. Hay piezas que tienen tonalidades grises debido a su exposición
al aire, también aparecen colores rojizos muy
característicos, ya que la superficie de la piedra adquiere el óxido de hierro del suelo
donde permanece depositada.
También hay otras piezas (vid. Fig. 5)
que tienen una pátina fresca, es posible que
estas hallan estado inmersas bajo tierra durante un largo periodo de tiempo, por lo que
habrían sufrido un menor deterioro que las
piezas expuestas al aire libre y a las propias
crecidas del río. Otra característica significativa es que en casi todas las piezas tienen huellas semicirculares en la zona cortical, estas
marcas pueden haber sido originadas por los
cambios climáticos bruscos y acentuados
(sobre todo por el hielo) o por el movimiento
gravitatorio que se produce en el cauce del río
y que origina una colisión constante entre los
diversos elementos pétreos que lo constituyen.
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4. CARACTERES GENERALES DE LA
TALLA
Para la fabricación de este conjunto
lítico (Fig. 4), el hombre prehistórico empleó
como técnica de lascado (débitage) la percusión directa con percutor manual duro activo o
durmiente, este método consiste en golpear
directamente con un percutor de piedra al
núcleo de materia prima que el tallista desea
trabajar y viceversa (percusión inversa). Este
modus operandi esta generalizado en toda la
secuencia del Achelense Antiguo de la
Meseta, es decir, es la forma habitual de trabajo aunque también se produce la extracción de
lascas por medio del percutor blando, aunque
de una forma esporádica, así pues, el empleo
del asta de cérvidos (a ser posible de desmogue) y de la madera (Buxus sempervivens)
como percutor no se generalizaría hasta el
Achelense Final. Es necesario precisar que no
existió una dicotomía operativa radical en el
Paleolítico Inferior, sino que se produce una
evolución paulatina en el modo de trabajo,
dentro de la cual coexisten ambas técnicas
(proceso de retalla) con un predominio claro
del percutor duro. Las lascas extraídas con un
percutor pétreo van a ser espesas con un cono
de percusión y un concoide gruesos y bien
diferenciados, los talones suelen ser anchos y
el punto de percusión esta muy marcado, sin
embargo el empleo del percutor blando origina lascas mucho más finas que tienen un cono
de percusión poco diferenciado y un concoide
borroso.
5. ANÁLISIS TECNO-TIPOLÓGICO DE
LAS PIEZAS
Es imprescindible realizar una sectorización de los instrumentos líticos hallados con
el fin de obtener un análisis más concreto y
exacto de cada pieza, pero esto no implica la
pérdida de una óptica global del utillaje
Achelense de Villares, sino que, el examen de
las diversas "partes" servirá como medio de
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estudio de los diversos útiles líticos que integran el conjunto.
5.1. Los Bifaces
La característica principal de un bifaz
es la talla invasora realizada en las dos caras
(A y B), aunque a modo de definición se
puede decir que "Les Bifaces sont des outils
de types variés, généralement taillés à partir
de rognons de silex, mais aussi à partir de
gros éclats de silex, de quartzite, de grès lustré, etc. Leur caractéristique commune est
d'étre tailles sur leurs deux faces, par retouche totale ou au moins envahissante…"
(Bordes, 1961: 71). De esta manera, podemos
afirmar que los bifaces pueden ser fabricados
sobre diversos soportes (bloques, guijarros,
riñones, lascas,…), estos nódulos de materia
prima, a veces se ven sometidos a una selección y preparación preconcebida por parte del
tallador, es decir, existe una predeterminación
a priori de la talla "sensu stricto"1 ("façonnage" en francés) en algunas cadenas operativas
del periodo Achelense.
Según los estudios realizados, el bifaz
apareció por primera vez en el lago Turkana
(África) hace 1,5 millones de años asociado a
la aparición del Homo Ergaster2. En Europa el
marco cronológico del bifaz abarcaría entre
1.000.000-130.000 años aproximadamente,
aunque la etapa por excelencia de este útil es
el Achelense clásico europeo (Benito del Rey
y Benito Alvarez, 1998: 165-166) y en menor
medida el Musteriense de tradición
Achelense. Por esto, y a pesar de la gran longevidad del bifaz, su etapa de mayor fabricación en Europa se encuentra ubicada temporalmente entre 400.000- 100.000 años BP.
1 - La talla sensu stricto consiste en desbastar un
trozo de materia prima con el fin de crear una zona
funcional especifica, transformándolo así en útil, es
decir, la finalidad es el útil y no las lascas que se desprenden durante la talla (Benito del Rey y Benito
Alvarez, 1998: 42-46).
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Durante este período de tiempo se produce una evolución en la manufactura de los
diversos tipos de bifaces. La génesis de este
proceso reside en el empleo del percutor duro,
a través del cual se obtienen piezas de aspecto
arcaico y basto que presentan en muchas ocasiones gran parte cortex en la zona basal y
unos contraconcoides bien diferenciados. Sin
embargo, existen bastantes bifaces en los que
se observa una talla secundaria regularizadora, que esta realizada con percutor blando, es
lo que denominamos retalla, que tiene como
efecto la rectificación de las aristas (las hace
más rectilíneas) y que afecta sobretodo a la
parte mesial y terminal del útil. Posterior a
este "periodo" de cohesión entre ambos tipos
de percutores, y fruto de la adquisición progresiva de experiencia en la talla por parte del
hombre prehistórico, se producirá la consolidación del percutor blando en la talla bifacial,
este avance tecnológico gradual dará origen a
bifaces mas evolucionados: con aristas mas
rectilíneas, sin huellas de bulbos de percusión
visibles, más planos, menos pesados, etc.
De este modo, en la Submeseta Norte,
y más concretamente en su zona septentrional
(donde se encuentran los ríos Agueda, Yeltes,
Tormes, Zapardiel y Trabancos) encontramos
industrias en superficie pertenecientes al
Achelense Antiguo y Medio realizadas con
percutor duro y que en algún caso han sido
retalladas: "Villares de Yeltes"; "El Lombo" y
"Mesa Grande" en el Valle del Yeltes; "Los
Tablazos" en el Valle del Tormes; "El Rincón
en el Valle del río Huebra, etc. A su vez, y sin
salirnos de los limites geográficos de esta
zona, existen industrias atinentes al Achelense
Evolucionado y elaboradas con percutor
blando, entre las cuales destaca sobre las
demás el yacimiento de "El Basalito" ubicado
2 - A través del análisis de la dentición y su conexión con otras partes anatómicas estudiadas,"podemos empezar a pensar en el emergente medio social
humano del primer Homo, el medio en el que seguramente se empezó a formar nuestra condición
humana" (Leakey y Lewin, 1992: 135-136).
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cerca de Castraz de Yeltes (Benito del Rey,
1978: 67-93). En él, se hallaron bifaces (lanceolados, micoquienses,…) que poseen un
gran sentido de la estética y una perfección
morfológica extraordinaria. De esta manera,
"El Basalito" constituye el ápice de complejidad tecnomorfológica en lo que a las industrias Achelenses de la Meseta se refiere.
Para el estudio tipológico de las cinco
piezas bifaciales encontradas en Villares,
hemos seguido las pautas marcadas por el
método de Bordes (1950, 1953, 1961, 1967 y
1970) complementándolas con un estudio descriptivo de la morfología de los útiles, para el
cual, nos hemos guiado por los estudios realizados por Benito del Rey (1973, 1978 y
1998).
5.1.1. Bifaz 1 (Fig. 5)
Características físicas de la pieza:
Este bifaz tiene las siguientes dimensiones: 186 mm. de largo; 101 mm. de ancho
y 51 mm. de espesor.
El color dominante en la pieza es el
gris, aunque posee vetas de color beige y
rojas. La materia prima sobre la cual esta realizado es cuarcita de grano fino. Su aspecto
físico es fresco con ausencia de rodamiento
(quizás por su conservación bajo tierra durante un largo periodo de tiempo) pero con alteraciones férricas visibles en la zona basal.
Técnica de talla empleada y análisis de las
diversas partes del útil:
El primer aspecto que hay que resaltar
es que la cara A posee una talla más minuciosa que la cara B3, en esta última, gran parte de
la zona próximal tiene corteza, por lo que la
talla queda reducida a la zona mesial y terminal (esta última tiene forma apuntada).
El bifaz esta realizado con percutor
2 - Benito del Rey y Benito Álvarez (1998: 163164) diferencian la cara A de la B, porque la primera posee una mayor complejidad en la talla y una
menor zona de reserva cortical.
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duro, aunque en su proceso de elaboración
sufrió una retalla regularizadora, que modifica
la talla original y suprime la sinuosidad de las
aristas convirtiéndolas prácticamente en rectilíneas. Esta técnica queda reflejada sobretodo en la parte mesial y terminal de la cara B,
en la cual, se tomaron como planos de percusión los contrabulbos de la cara A. El proceso
de retalla implica una regularización de los
bordes, y por consiguiente una forma más
simétrica de la pieza. Esta pieza, guarda grandes similitudes tecnomorfologicas con los
bifaces lanceolados hallados en el yacimiento
de "El Basalito" (Benito del Rey, 1978: 7071).
Análisis de las aristas. Si observamos
el útil desde una perspectiva de perfil, se
puede apreciar que la arista del borde derecho
es subrectilínea y su posición tiene una desviación patente hacia la cara A, sin embargo,
en el borde izquierdo la arista es rectilínea, y
tiene una posición central en la pieza.
Forma y reserva de la base. La base
tiene forma de "V", y solo esta ligeramente
reservada en la cara B, por lo que corresponde
a un bifaz con la base reservada parcial. Por
encima de la base los bordes adquieren una
tendencia rectilínea con una concavidad poco
acentuada. Además la base ha sufrido un proceso de adelgazamiento en ambos bordes,
cuya finalidad posible pudo ser la mejora del
enmangue del útil, aunque este hecho es solo
una hipótesis más de las muchas existentes en
la actualidad. Este bifaz esta dentro del grupo
I de Bordes (L/m > 1,5).
5.1.2. Bifaz 2 (Fig. 6)
Características físicas de la pieza:
Sus dimensiones son: 160 mm. de
largo, 87 mm. de ancho y 48 mm. de espesor.
La pieza tiene un color beige-marrón.
Esta realizado en cuarcita de grano medio. Su
aspecto físico presenta alteraciones causadas
por rodamiento y también se aprecia la adherencia de líquenes en la pieza.
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Técnica de talla empleada y análisis de las
diversas partes del útil:
Su fabricación fue realizada exclusivamente con percutor duro como se observa en
los diversos lascados de la pieza, los cuales
poseen contraconcoides muy marcados y profundos donde es muy visible el punto de percusión. Su aspecto externo nos ofrece una sensación óptica basta y arcaica del útil, donde
las bordes son poco regulares. Ambas caras
tienen cortex en la zona mesial de la pieza
siendo la cara B aquella en la que la reserva
cortical es más abundante (invade casi la zona
terminal, ésta es rectilínea). El numero de
extracciones en la cara A son 12 y en la cara B
nueve, todas ellas realizadas a través de una
explotación periférica del soporte.
Análisis de las aristas. Si miramos el
útil de frente, observamos que tiene una arista
denticulada en el borde derecho, mientras que
el borde izquierdo tiene una convexidad acentuada. Visto de perfil se aprecia una arista claramente sinuosa propia de los bifaces tallados
con percutor duro.
Forma y reserva de la base. Tiene una
base cortante, totalmente ausente de cortex y
cuya forma es rectilínea.
Este bifaz ha sido denominado atípico
porque su forma no se ajusta a la tipología por
la cual nos guiamos en este estudio (Bordes,
1961). Además es necesario decir que su
silueta es asimétrica y la abundancia de cortex
en la zona mesial de ambas caras nos hace
pensar en la posibilidad de que este útil no fue
terminado de elaborar por su tallador por
motivos que desconocemos (no le interesó, le
servía con esta forma,...).
5.1.3. Bifaz 3 (Fig. 7)
Características físicas de la pieza:
Las dimensiones que configuran esta
pieza son: 121 mm. de largo, 77 mm. de ancho
y 44 mm. de espesor. Su color es beige y esta
realizado en cuarcita de grano medio. Su
grado de conservación es bastante malo, ya
que su aspecto físico esta muy deteriorado
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quizás por la exposición directa a los diversos
agentes naturales.
Técnica de talla empleada y análisis de las
diversas partes del útil:
Al igual que el resto del conjunto, su
manufactura esta hecha con percutor duro,
aunque debido al deterioro que sufre la pieza
y a la materia prima usada nos resulta más
difícil ver con claridad las características de
los lascados. Aunque si se aprecian cinco
extracciones en la cara A y tres en la cara B.
La zona cortical se limita solo ha una ínfima
parte de la zona mesial de la cara B. Cabe destacar la truncadura de la pieza en la zona terminal, esta ruptura no es intencional sino que
se debe a factores externos ajenos a la talla, es
curioso, que una proporción alta de bifaces se
encuentren truncados en la punta, ya que nosotros, a través del trabajo experimental (usando como materia prima cuarcita) hemos intentado fracturar la zona terminal y nos ha resultado verdaderamente costoso.
Análisis de las aristas. La vista frontal
de la pieza nos hace visualizar unas aristas con
tendencia a la convexidad en ambos bordes,
mientras que en la perspectiva de perfil el útil
presenta una arista bastante sinuosa.
Forma y reserva de la base. No existe
reserva cortical en la base, y ésta tiene una
forma redondeada.
Esta pieza es la que mayor grado de
deterioro ha sufrido de todas. Ha sido calificada como un bifaz cordiforme debido a su morfología (base redondeada, es plano, etc.) y a la
relación establecida entre máxima anchura y
su espesor (m/e), ya que este índice de aplanamiento es de 1,75. Por lo que quedaría enmarcado dentro del grupo III definido por
François Bordes4.
4 - Bordes (1961: 80-81) considera que los bifaces
con un índice de aplanamiento inferior a 2,35 (en
el grupo III) son cordiformes (planos), y si esta
relación entre m/e es superior a dicho valor será
un bifaz amigdaloide (grueso). La relación L/m es
de 1,5, por lo que esta en el umbral de considerarse
alargado.
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semicirculares fruto de la acción de agentes
geológicos y atmosféricos externos.5
5.1.4. Bifaz 4 (Fig. 8)
Características físicas de la pieza:
Esta pieza esta compuesta por las
siguientes dimensiones: 88 mm. de largo, 46
mm. de ancho y 38mm de espesor.
Tiene un color marrón-gris y esta elaborado en cuarcíta de grano fino de gran calidad. Su nivel de preservación es bueno ya que
posee un estado físico fresco.
Técnica de talla empleada y análisis de las
diversas partes del útil:
En este útil se aprecia muy bien el uso
del percutor duro, sobretodo en los negativos
de las extracciones que se ven en la zona
mesial y terminal de la cara B, estos lascados
tienen una gran profundidad y anchura con
contrabulbos muy bien diferenciados. La
explotación de esta pieza ha sido realizada de
forma centrípeta, hallándose once extracciones en la cara A y seis en la cara B. La zona
terminal presenta un filo transversal con respecto al eje morfológico.
Análisis de las aristas. Observado
desde una perspectiva frontal las aristas son
muy irregulares, mientras que en la vista de
perfil la pieza tiene una arista claramente
sinuosa.
Forma y reserva de la base. La base
no esta reservada y su forma es redondeada.
Este bifaz, tiene su anchura máxima
cerca de la mitad de su longitud, es aplanado,
grueso,... todas estas características morfológicas le sitúan en el grupo IV (Bordes, 1961:
83 y 84).
5.1.5. Bifaz 5 (Fig. 9)
Características físicas de la pieza:
Las dimensiones de este bifaz son: 136
mm. de largo, 79 mm. de ancho y 38 mm. de
espesor.
Tiene un color gris-rojo y su estado de
conservación es bastante malo, sobretodo en
la zona cortical donde tiene marcas y grietas
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Técnica de talla empleada y análisis de las
diversas partes del útil:
La pieza ha sido elaborada con percutor duro, pero ha sufrido una retalla importante con percutor blando en la zona mesial y terminal de la cara A como demuestran sus
incuantificables extracciones en estas zonas.
La cara B solo tiene tres extracciones, para las
cuales se han usado como planos de percusión
los negativos de los lascados de la cara A. La
sección en su zona terminal adquiere forma
triangular y su filo presenta una disposición
redondeada.
Análisis de las aristas. Ambos bordes,
vistos de frente tienen una arista irregular con
tendencia a la convexidad, sin embargo visto
de perfil la arista es subrectilínea, ésta ha sido
regularizada y modificada a través del proceso de retalla.
Forma y reserva de la base. La zona
basal esta totalmente reservada y con forma de
"U".
Este útil, no se encuentra enmarcado
en ningún grupo de la tipología por la cual nos
guiamos, por ello se le ha denominado bifaz
parcial (Bordes, 1961: 89), ya que solo esta
tallado por una cara y no responde a ningún
tipo clásico de bifaz. También, es necesario
decir, que guarda algunas similitudes morfológicas (en las zonas talladas) con el bifaz lanceolado (Fig. 5).
A modo de síntesis, podemos afirmar
que la "hechura" (Benito del Rey y Benito
Alvarez, 1998: 166) de estas piezas bifaciales
esta mayoritariamente constituida y elaborada
con percutor duro, el cual va a asumir un
papel primordial como medio instrumental
capital para el desarrollo de estas litofacies de
la Submeseta Norte de la Península.
5 - Santos Francés y Irirarte Mayo (1978: 6364)Tratan el problema de conservación de las industrias y los agentes que contribuyen a su deterioro.
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5.2. Los Hendidores
Un hendidor, es un útil manufacturado
sobre lasca cuya morfología es generalmente
gruesa y alargada, la zona terminal es un filo
natural (que no ha sido trabajado intencionalmente), mientras que la zona basal y los bordes tienen retoques intencionales de tipo
variante6.
Cronológicamente, el hendidor aparece por primera vez en la fase final de la cultura de los cantos tallados (Olduvayense
Evolucionado según Mary Leakey) o preAchelense África (Texier y Roche, 1995: 404405; Tixier, 1956: 923-941). Su existencia
crónica se prolonga hasta el "Musteriense de
Hendidores"7, teniendo como período intermedio la etapa Achelense, que constituye el
cenit tecnológico y creativo de estos útiles.
Así pues, los estudios realizados hasta la
actualidad nos permiten establecer una comtemporaneidad espacial y cronológica, grosso
modo, entre el hendidor y el bifaz que no
puede extrapolarse al ámbito tecno-tipológico, puesto que el análisis sobre la predeterminación en el desarrollo de algunas cadenas
operativas Achelenses (Texier y Roche, 1995:
404-425) demuestra una divergencia manifiesta en el proceso de manufactura de ambos
instrumentos líticos, y cuya diferencia principal reside en la predeterminación existente en
las lasca-soporte de los hendidores (en ocasio6 - "Un hendidor es un instrumento alargado y
fabricado sobre lasca, de grandes o medianas dimensiones, con retoque intencionales en uno y/u otro
borde y/o en la base, opuesto a la cual presenta un
filo natural, es decir, sin retoques intencionales y de
un ángulo netamente agudo..." (Benito del Rey,
1984b:15
7 - Según Benito del Rey (1976: 89 y 90), el
Musteriense de Hendidores se encuentra inserto
dentro del Musteriense de tradición Achelense, pero
no responde a las formas clásicas, sino que los hendidores forman un grupo más numeroso que el de
bifaces, como demuestran los estudios realizados en
la capa "Alfa" de la Cueva del Castillo por este autor.
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nes excepcionales los bifaces sufren esta prederminación).
En lo que se refiere al marco geográfico y arqueológico peninsular, el hendidor es
un útil escasamente representado porcentualmente, en relación con las piezas bifaciales y
cantos tallados registrados. No por ello,
asume un papel secundario dentro de las
industrias meseteñas del paleolítico inferior
(Martín Benito, 1994: 41 y 42), sino todo lo
contrario, el hendidor se configura como un
instrumento lítico muy interesante a medida
que el homo desarrolla procesos tecnológicos
más sofisticados.
En la zona que atañe a nuestro estudio,
hay numerosos yacimientos en los que se han
encontrado varios tipos de hendidores, los
más significativos son: "Mesa Grande"
(Martín Benito y Benito Alvarez, 1986: 3040), "El Lombo" (Martín Benito y Benito
Alvarez, 1987: 69-100), "El Basalito" (Benito
del Rey, 1978-b: 84-92), "Teso de San
Francisco" (Martín Benito, 1985: 35-50), etc.
Los hendidores de estos yacimientos
están generalmente elaborados con cuarcíta
(roca autóctona de la zona), no obstante, también hay hendidores de sílex y otras materias
primas que se encuentran en menor proporción.
En la industria de Villares se encontraron dos hendidores, los cuales hemos analizado y clasificado según las tipologías de J.
Tixier (1956 y 1967) y L. Benito del Rey
(1986). Para este estudio, hemos recurrido
tanto al empleo del análisis tecno-tipológico
como a la revisión y examen de la morfología
de ambos útiles.
5.2.1. Hendidor 1 (Fig. 10)
Análisis tecno-tipológico:
Al igual que la mayoría de los hendidores de la Submeseta Norte, esta pieza ha
sido fabricada en cuarcíta (de grano medio) de
color gris-beige.
Sus características dimensionales son:
92 mm. de largo, 63 mm. de ancho y 41 mm.
Nivel Cero 11: 2003-2007
de grosor.
El soporte usado para su fabricación es
una lasca semicortical que no es Levallois ni
Kombewa sino que está fabricada sobre lasca
vulgar (Benito del Rey y Benito Alvarez,
1998: 213).
La dirección de percusión es lateral
"Este", ya que el punto de impacto fue realizado en la borde izquierdo de la cara inferior y
queda reflejado en el borde derecho de la cara
superior ("Este"), a través del establecimiento
de unos puntos cardinales en una rosa de los
vientos determinamos la dirección de percusión, siempre orientando la lasca con el talón
en la zona inferior (Benito del Rey y Benito
Alvarez, 1998:199).
El retoque de esta pieza ha sido realizado de forma inversa y marginal en la zona
mesial del borde derecho.
Morfología:
La forma del filo visto de frente es
relativamente recto y asimétrico, mientras que
visto de perfil el filo esta notoriamente situado hacia la cara inferior y con forma de "V"
invertida (Benito del Rey y Benito Álvarez,
1998: 214). El filo no ha sufrido ningún proceso de reavivado.
La base es cortical con una forma
redondeada.
Las aristas desde una visión frontal
tienen una tendencia hacia la convexidad, en
la óptica de perfil se ve la "desviación de la
arista hacia la cara inferior" (Benito del Rey
1977-78-b: 48-50).
La sección del hendidor en la mitad de
su longitud es poligonal.
La silueta completa del útil es en
forma de "U", y el conjunto de la pieza desde
sus diversas perspectivas es asimétrico.
5.2.2. Hendidor 2 (Fig. 11)
Análisis tecno-tipológico:
Elaborado en cuarcíta de grano fino
(de gran calidad) y cuyo color predominante
es el gris.
17
Sus dimensiones son: 78 mm. de largo,
56 mm. de ancho y 31 mm. de grosor
El soporte en el que se ha manufacturado el hendidor es una lasca Levallois, lo que
indica "la predeterminación del soporte antes
de su extracción" (Benito del Rey y Benito
Alvarez, 1998: 197).
La dirección de percusión es "Oeste",
ya que el punto de percusión fue realizado en
el lado izquierdo de la cara inferior y queda
tangible en el lado opuesto de la cara superior
con el sentido y la dirección anteriormente
mencionados.
Este hendidor tiene un retoque directo
y bifacial en el borde derecho (analizado
siempre en la cara superior) que origina una
supresión del talón lateral.
Morfología:
La forma del filo visto de frente es
subrectilínea e irregular, sin en cambio, de
perfil, tiene un filo biselado muy característico de los hendidores de tipo 2 meseteños
(Benito del Rey, 1986).
En la base, no existen evidencias de
retoque ni tampoco de corteza. Tiene forma
redondeada y no parece que pueda haberse
usado como otro filo, lo que situaría a este útil
como un hendidor doble.
Las aristas tienen un carácter sinuoso
en los bordes aunque creemos que se ha producido una regularización de las aristas por
medio de un proceso de retalla secundario y
posterior a la talla origen.
En la mitad de la longitud del hendidor
la sección es de forma poligonal.
Al igual que el hendidor de la figura 6,
la silueta de esta pieza es asimétrica y con
forma de "U", aunque la regularización que
realizada en ambos bordes la dota de un
mayor armonía morfológica.
En consecuencia de lo anteriormente
dicho, debemos destacar, que tanto hendidores
como bifaces (con sus medios de elaboración
diversos), conforman "el paso cualitativo del
Modo 1 al Modo 2 (método lógico-analítico)
que implica un estado bio-morfotécnico sus-
Nivel Cero 11: 2003-2007
tentado en la divergencia de los procesos técnicos" (Carbonell, 1999: 313-320), y una economía productiva por parte de los tallistas, los
cuales, gracias al aprendizaje y al aumento
gradual de su capacidad cognitiva son capaces
de seleccionar y explotar la materia prima de
una manera más metódica y eficiente que en el
Modo 1(constituido por las primeras industrias de cantos tallados).
5.3. Los Cantos Tallados
Estos primeros útiles fabricados por el
género Homo son piezas talladas en un canto
(fabricados en materias primas muy distintas)
que presenta un filo obtenido mediante extracciones unifaciales o bifaciales. (Roche, 1980:
67). Tras repetitivos golpeos verticales sobre
un canto obtendremos varias extracciones
sobre una misma cara (talla unifacial-chopper), las cuales podemos usar como planos de
percusión para la obtención de otros lascados
en la cara opuesta (talla bifacial-choppingtool). A pesar de la simplicidad de esta talla, se
puede diferenciar "una talla lineal ordenada" y
una talla no ordenada denominada "alternante" (Roche, 1980: 67-70), en todo caso, estos
útiles arcaicos de carácter multifuncional
cumplían los requisitos tecnológicos para
amoldarse a las necesidades de los primeros
artesanos de la piedra (Desruisseaux, 1989:
63).
Los estudios realizados en prehistoria
hasta la actualidad, nos permiten afirmar que
los orígenes humanos provienen de África del
sur y África oriental donde durante un largo
período de tiempo existió un coexistencia del
primer género Homo con el Astralopitecus
boisei (denominado robustus). En esta tesitura, el Homo habilis (4-2 m.a.) fue capaz de
desarrollar un "utillaje lítico permanente y
abundante que el mismo ha preparado para su
propio uso" (Coppens, 1983: 108), este primer
modo creativo y el desarrollo paulatino de la
capacidad craneal configuran al primer hombre que inicia un camino por "vía ancha" hacia
la humanidad. De esta manera, se han situado
18
las primeras industrias arcaicas de cantos
tallados en 2,3-2,8 m.a (Etiopía), aunque en el
presente se estan llevando a cabo excavaciones cooperativas (equipo etíope y equipo francés de Henry de Lumley) en las que se pretenden hallar industrias de hasta 3 m.a cerca del
río Aswash8. En Europa, el principio de la
talla lítica es obra del Homo anteccesor y heidelbergensis (1 m.a). Mientras que en la
península los primeros indicios de talla se
encuentran en Orce, donde se ha hallado una
industria de casi 1m.a antes del presente.
En lo que ha la Submeseta Norte se
refiere, se han hallado estos útiles en proporciones altas con respecto a la totalidad de piezas insertas en sus conjuntos. En la mayoría
de los casos, han sido fabricados sobre un guijarro de cuarcita, el cual, tenían a su disposición de forma inmediata en las orillas de las
terrazas fluviales. Una vez que el útil cumplía
su función se desechaba, ya que costaba más
transportarlo que elaborar otro, por lo que la
"rentabilidad de esta técnica de talla era reducida: 40 cm. de filo con 1 kg. de materia
prima" (Aguirre, 2003: 39).
Para la descripción y clasificación de
los tres cantos tallados encontrados en Villares
de Yeltes, hemos seguido las directrices marcadas por L. Ramendo (1963), complementando esta tipología con un estudio somero de
los caracteres tecno-morfológicos de estos útiles.
5.3.1. Canto tallado 1 (Fig. 12: 1)
Sus dimensiones son: 100 mm. de
largo, 86 mm. de ancho y 45 mm. de grosor.
Está elaborado en cuarcita de grano fino de
buena calidad y su color es gris-rojo. Su
aspecto físico es bastante fresco.
En el plano tecnológico, podemos
decir, que tiene 8 levantamientos extraídos de
forma bidireccional, los cuales dan origen a
8 -En la región próxima al río Awash se han datado
industrias por medio de Potasio/Argón, cuya génesis reside entre 2,6 y 2,4 m.a. antes del presente.
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un filo situado en la zona terminal cuya traza
es sinuosa y su forma es apuntada. El filo
invade casi 2/4 partes de la totalidad de la
pieza. El soporte sobre el que ha sido realizado este canto tallado es un guijarro de cuarcita de carácter grueso y redondeado.
5.3.2. Canto tallado 2 (Fig. 12: 2)
Sus caracteres dimensionales son: 81
mm. de largo, 79 mm. de ancho y 47 mm. de
espesor. Realizado en cuarcita de grano medio
con un color gris-marrón y su aspecto físico
esta bastante deteriorado con presencia en el
filo de líquenes adheridos (color negro) y con
círculos de rodamiento en la zona cortical que
pueden ser a priori de la talla.
Tecnológicamente, tiene 4 levantamientos extraídos de forma unidireccional. El
filo esta situado en su zona terminal y tiene
una delineación subrectilínea (Benito del Rey
y Benito Alvarez, 1998: 137) con una forma
simple que invade 1/4 del perímetro total. El
soporte, es un guijarro de cuarcita más aplanado que el anterior (Fig. 12: 1) y con una silueta global en forma de "U".
Cabe destacar, que esta pieza, presenta
marcas de percusión en la zona basal, por lo
que nos invita a pensar en la posible multifuncionalidad9 del útil (filo cortante-percutor),
como sucede con muchos otros instrumentos
líticos de las primeras industrias arcaicas de
cantos tallados.
Tiene 5 levantamientos extraídos de
forma natural desde el filio natural existente,
en la otra cara tiene 3 levantamientos, que no
son intencionales sino posteriores a la talla ya
que no ha quedado huella de los puntos de
impacto ni existen negativos visibles.
Morfológicamente, posee un filo lateral con
delineación subrectilínea, desde el cual se han
realizado las diversas extracciones aprovechando la forma que prestaba el guijarro de
cuarcita en su estado natural.
5.4. Los Núcleos
Estos nódulos de materia prima eran
utilizados para la obtención de lascas a través
de una extracción intensiva o extensiva realizada con percutor duro (en el Achelense), es
lo que se denomina talla "sensu lato"10.
Para el examen del único núcleo hallado en esta industria hemos seguido las pautas
marcadas por Benito del Rey y Benito Álvarez (1998), las cuales nos permiten un estudio
sintetizado y detallado de esta pieza.
Sus dimensiones son: 155 mm. de
largo, 85 mm. de ancho y 81 mm. de espesor.
Esta fabricado en cuarcita de grano fino y
tiene una composición mezclada de colores
(gris, beige, rojo y marrón).
5.4.1. Núcleo 1 (Fig. 14)
Sus dimensiones son: 77 mm. de largo,
67 mm. de ancho y 36 mm. de espesor. Está
realizado en cuarcita de grano medio y su
color es gris-marrón.
El aprovechamiento del núcleo ha
sido proporcional con su masa, por lo que se
ha aprovechado de una forma intensiva.
Además las extracciones han sido realizadas
de una manera organizada, con una acusada
preparación periférica del plano de percusión,
que origina el sentido centrípeto que poseen la
dirección de las extracciones. "Los talones de
las lascas obtenidas con este núcleo serán
facetados, sobre todo, diedros y lisos no corticales" (Benito del Rey y Benito Alvarez,
9 - La funcionalidad múltiple de estos útiles ha sido
expuesta por muchos autores, ya que estos instrumentos son desechados después de cumplir su funcionalidad, por lo que puede que el hombre prehistórico los pudo usar en ocasiones para diferentes
tareas de su vida cotidiana.
10 -Es aquella que tiene como finalidad la obtención de lascas que luego podrán ser o no ser transformadas a través del retoque, en ella el objetivo
final no es dar una forma determinada al útil, como
sucede en la talla "sensu stricto" o hechura (bifaces,
hendidores, etc.) (Benito del Rey, 1979: 17).
5.3.3. Canto tallado 3 (Fig. 13)
19
Nivel Cero 11: 2003-2007
1998: 64). El núcleo tiene 10 extracciones en
la cara A y 8 en la cara B, en esta última presenta reserva cortical en la base.
La complejidad tecnomorfologica de
este útil, nos ha llevado a deliberar sobre su
situación tipologíca, y hemos llegado a la conclusión, que puede ser un núcleo del
Achelense evolucionado e incluso de las primeras facies del Musteriense meseteño, en
cualquier caso, lo que si esta claro, es que esta
pieza se sale un poco del marco morfológico y
cronológico (el Achelense) que tratamos en
este artículo.
6. CONCLUSIONES
A modo sinóptico, debemos hacer
incidencia en que la industria encontrada en
superficie en Villares de Yeltes, posee grandes
dimensiones (Macroindustria lítica) y esta
tallada prácticamente en su totalidad con percutor duro, excepto algunas piezas (bifaz lanceolado, bifaz parcial y un hendidor) que han
sufrido una talla secundaria regularizadora,
con el objeto de rectificar los bordes y dotar
así de mayor simetría a los útiles. Esto
demuestra una evolución gradual y paulatina
que tiene como fines la mayor eficiencia de
los instrumentos fabricados y un ahorro en los
recursos empleados para su manufactura, este
progreso alcanza su punto álgido con la generalización del percutor blando durante el
Achelense evolucionado como queda muy
bien reflejado en la industria del yacimiento
de "El Basalito" (Castraz de Yeltes). Por tanto,
y guiados por los procesos tecno-morfológicos empleados por el hombre (el cual, dejó su
impronta en forma de "marcas", "huellas",...
en las piedras) del paleolítico inferior para la
"confección" de esta industria, por ello, situamos a la misma dentro del Achelense Antiguo
y Medio de la Meseta .
Un grave obstáculo, es datar esta
industria y otorgarla una cronología, puesto
que, al igual que en muchas otras terrazas prefluviales de la Meseta el material ha sido
hallado en superficie por lo que carecemos de
20
conexiones estratigráficas establecidas. Una
de las causas más relevantes que afectan a este
problema es la acidez que poseen los suelos de
esta región, que hace casi nula la posibilidad
de realizar un análisis biocronológico (restos
fósiles animales). A esta carencia, se añade la
posible alteración del registro arqueológico
hallado (bien por actividad natural o humana).
Debido a este impedimento a la hora de datar,
nosotros nos limitamos a enmarcar la industria dentro de un mismo período cultural
(Achelense), en el cual, existen analogías
tecno-morfologicas esenciales y características de las litofacies inferiorpaleolíticas de la
Cuenca Sur del río Duero.
Como conclusión, y simplemente tratado desde una perspectiva hipotética, opinamos que la industria de Villares, tiene su génesis en un lugar de ocupación de carácter cíclico, temporal o estacional, es decir, la terraza
de Villares constituiría un "taller lítico de
paso" para uno de los numerosos grupos culturales que habitaron la Meseta durante el
Pleistoceno Medio. Por tanto, esta industria
podría haber sido elaborada por los mismos
tallistas de yacimientos próximos, como es
"El Lombo", "Mesa Grande" o "El Basalito",
ya que la "actividad antrópica es dispersa y
cambiante" (Santonja, 1993:432-433) durante
todo el paleolítico inferior y medio. Aunque
afirmar esto sería especular demasiado, ya que
hay una carencia importante de trabajos de
campo y la colección es poco numerosa con
respecto a las registradas en dichos yacimientos, por ello, solo nos remitimos a decir: que
esta industria se halla intrínseca en el
Achelense Antiguo y Medio de la Meseta, y
que, al igual que muchas otras, forma parte del
legado lítico que nos dejaron los "primeros
artesanos" de la piedra en esta región, es decir,
"Nuestros antepasados fabricaron estos útiles
pero, en realidad, fueron estos útiles los que
hicieron a nuestros antepasados. Por la misma
razón, hicieron que hoy seamos lo que somos"
(Leakey y Lewin, 1992: 148).
Nivel Cero 11: 2003-2007
Agradecimientos
En primer lugar, queremos agradecer
su amabilidad y buena disponibilidad a la hora
de dejarnos trabajar con el material a D.
Eduardo Martín, director del Museo
Arqueológico de Lumbrales. Merecen una
mención especial Juan Ignacio García
Hernández, el cual ha llevado a cabo el dibujo técnico de las piezas estudiadas y
Dominique Cauche (miembro del laboratorio
de prehistoria de Lazaret en Niza) por ayudarnos a seleccionar las fotografías digitales e
intercambiar impresiones sobre las piezas.
Tampoco pueden permanecer en el anonimato
Carlos Cancelo Mielgo, Antonio Blanco,
David Aragón Rebollo y Carola Laso, ya que
con ellos hemos mantenido debates y tertulias
muy productivas para la elaboración y posterior redacción de este artículo.
21
Nivel Cero 11: 2003-2007
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Nivel Cero 11: 2003-2007
Fig. 1. Detalle del mapa topográfico de la zona (M.T.N. nº 478 a escala 1:50.000).
Fig. 2. Detalle del mapa geológico de la zona (M.T.N. nº 478 a escala 1:50.000).
Fig. 3. Yacimientos significativos excavados de la
Submeseta norte:(1 y 2)
Ambrona y Torralba (Soria).
(3) Atapuerca (Burgos). (4)
San Quince (Palencia). (5) El
Basalito (Salamanca). (6) La
Maya I (Salamanca) (según
Santonja y Pérez González,
2000-01: 35).
23
Nivel Cero 11: 2003-2007
Fig. 4. Esquema del proceso de talla utilizado en la industria Achelense de Villares de Yeltes.
Fig. 5. Extraordinario bifaz lanceolado, realizado en cuarcita de grano fino, tallado con percutor duro y retallado intensamente con percutor blando en la zona mesial y terminal. Su índice
de alargamiento (L/m) es de 1,8.
24
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Fig. 6. Bifaz Atípico, de cuarcita, tallado totalmente con
percutor duro y con una reserva cortical significativa en la
zona mesial de ambas caras.
Fig. 7. Bifaz codiforme,
de ortocuarcita (roca arenisca cuarcítica), plano y
con una convexidad relativa en los bordes. Su
sección es trapezoidal.
Fig. 8. Magnífico bifaz oval, de
cuarcita, tallado exclusivamente
con percutor duro. Con reserva
cortical en la zona mesial de
ambas caras y proximal de la
cara B. Su sección es trapezoidal en la parte central.
25
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Fig. 9. Bifaz Parcial, de cuarcita,
tallado con percutor duro y retallado en la zona terminal del
borde derecho de la cara A. Su
sección es planoconvexa.
Fig. 10. Hendidor de tipo 2. Fabricado
sobre una lasca semicortical, además
cada negativo de lascado sirve como
plano de percusión para la extracción
posterior. Tiene dirección de percusión lateral "Este".
Fig. 11. Hendidor de tipo 2, realizado en
cuarcita sobre lasca vulgar, con dirección de percusión "Oeste".
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Fig. 12. 1: Canto tallado monofacial de tipo1.2 (con varios levantamientos adyacentes), de
cuarcita. 2: Canto tallado monofacial de tipo 1.2 (con varios levantamientos adyacentes), de
cuarcita. Presenta marcas de percusión en la zona basal.
Fig. 13. Canto tallado unifacial, de cuarcita, con forma de pico, posiblemente aprovechando
el soporte origen para crear un filo cortante.
Figura 14. Núcleo discoidal, de cuarcita. Con extracciones centrípetas
bifaciales. Hay una preparación periférica del plano de percusión.
27
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