En la madrugada del sábado 23 de abril ha fallecido a los 79 años

En la madrugada del sábado 23 de abril ha fallecido a los 79 años Luis González Seara, a punto
de cumplir los 80, tras una dura y prolongada enfermedad, ilustre universitario, ilustre político,
ilustre publicista y ensayista, gran e ilustre amigo, conversador insuperable y maestro fecundo
y dichoso de sus discípulos como pocos.
Como universitario cabe destacar su proyección desde la humildad y dureza de nacer en 1936,
hijo de maestros represaliados por el franquismo, hasta ser catedrático de la naciente
sociología en los sesenta, cofundador y Decano de la emergente Facultad de Ciencias Políticas
y Sociología de la Universidad Complutense, tan importante en el acervo universitario desde el
inicio de la transición hasta hoy, y llegar hasta Secretario de Estado y Ministro de
Universidades e Investigación con tres gobiernos de Adolfo Suárez.
Como político su obra fue ligada a sus dos pasiones de la política práctica: la Ley de Autonomía
Universitaria y la Constitución española del 78, cuyo texto fundacional también lleva sus
intervenciones y su firma en las sesiones del Senado. No quiso seguir en la política después de
co-fundar la UCD y el Partido de Acción Democrática (PAD), manteniendo su querida libertad e
independencia de ideas y rechazando durante muchos años ofertas gubernamentales.
También como co-fundador (siempre concitando en su entorno equipos de personas
valiosísimas que le seguían devotamente convencidos de su inteligencia y valía personal), se
distinguió en la fundación y presidencia del Grupo Cambio 16 y otras publicaciones, siendo
también fundador y presidente del semanario y posterior diario “El Independiente”. Todo ello
en el contexto de una publicación semanal de artículos de opinión en los principales diarios,
especialmente ABC, El País y otros, y dejándonos una enorme colección de artículos glosando y
analizando la transición española a la que él siempre denominó “El Cambio”.
Premio nacional de ensayo por su obra “El Poder y la Palabra” (1995), con ideas y análisis sobre
el poder en el contexto de la historia de la construcción europea (Europa fue otra de sus
pasiones). También fue condecorado y premiado multitud de veces, obtuvo el sillón de la Real
Academia de las Ciencias Morales y Políticas, ilustrándonos con un texto magnífico: “De la
identidad Nacional a la Globalización Insegura” , en el que nos pedía paciencia…”pues aunque
la identidad nacional sigue siendo mayoritariamente un grito de guerra, pero el espíritu
cosmopolita europeo también ha ido ganando batallas a la discordia nacionalista… y aunque
fueron muchos los vaticinios del crepúsculo europeo, el crepúsculo también puede ser
matutino y anunciar una nueva aurora en Europa, aunque se trate de una aurora de otoño,
llena de peligros y amenazas que debemos saber conjurar.”
Innumerables discípulos y amigos le recordaremos siempre con inmenso cariño, y también con
gratitud por todo lo que nos dio en los últimos cuarenta años, etapa apasionante de la historia
de nuestra sociedad. También al recordarle hoy, debemos expresar nuestro agradecimiento
para esa gran mujer que es Carmela García Moreno, que ha sabido amarle, cuidarle y
compartirle con todos tantas veces.