Afirman haber identificado los restos del pintor Caravaggio

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CULTURA
I
Jueves 17 de junio de 2010
SE DEVELA UNA INCOGNITA DE LA HISTORIA DEL ARTE s 400 AÑOS DESPUES DE LA MUERTE DEL ARTISTA ITALIANO
ECOS DEL BICENTENARIO
Afirman haber identificado los
restos del pintor Caravaggio
Se encontraron en una fosa común de la ciudad de Porto Ercole, donde murió en 1610
ROMA.– Una de las más grandes
incógnitas de la historia del arte
puede haberse revelado. Investigadores italianos aseguraron ayer haber
encontrado los restos del pintor
italiano Caravaggio, exactamente
400 años después de su muerte, “con
un 85% de probabilidad”.
Los restos de Michelangelo Merisi, tal su verdadero nombre, se
encontraron en una fosa común en
la pequeña y pintoresca ciudad de
Porto Ercole, en la Toscana. Allí
murió el pintor, que se encontraba
circunstancialmente en la zona,
mientras recorría la península tras
huir de Roma por haber asesinado a
uno de los hermanos Tomassini, en
1606. Y allí murió, sin que nunca se
hubieran hallado sus restos.
Según los investigadores, pertenecientes a cuatro universidades
italianas, los indicios muestran que
Caravaggio murió de insolación, pero
que sufría de neurosífilis –con efectos
en la memoria y que puede causar
delirios– y saturnismo, enfermedad
que afectaba a muchos pintores de la
época, por el plomo que utilizaban en
sus pigmentos, lo que había debilitado
gravemente su salud.
Nacido en Milán en 1571, Caravaggio está considerado uno de los más
grandes exponentes de la pintura
barroca italiana, con obras de una
modernidad remarcable. Aunque
trabajó durante muchos años mayormente para la Iglesia Católica,
el realismo de sus figuras –para las
que se inspiraba en prostitutas, chicos de la calle y mendigos– le causó
problemas con sus comitentes, que
rechazaron varias de sus pinturas.
En el aspecto técnico, el manejo del
claroscuro y la expresividad de sus
figuras fueron sus legados más duraderos, si bien largamente ignorados
después de su muerte.
Fue, en cambio, más recordado
por su carácter irascible y su vida
turbulenta, aunque en su tiempo
se lo reconoció como el pintor más
grande de Roma. Las circunstancias
de su muerte nunca fueron muy
claras, hasta que un amigo cercano
puso fecha a su deceso el 18 de julio
de 1610, a los 38 años.
En diciembre pasado, los investi-
gadores italianos exhumaron una
fosa común del cementerio de Porto
Ercole, donde en 1956 se habían
trasladado parte de los restos enterrados en el antiguo cementerio de
la ciudad, pertenecientes a unas 20
personas. Entre ellos se suponía que
estaban los de Caravaggio.
Las pruebas
FOTOS DE ARCHIVO / AP
Los restos atribuidos a Caravaggio se exhibieron ayer en Ravena
Cena de Emaús, de Caravaggio, en la National Gallery, de Londres
Una revalorización en el momento justo
La súbita difusión que recibe ahora el nombre de Caravaggio coincide
con la revalorización de la que su obra está siendo objeto, tras varios
siglos de olvido. En Roma acaba de terminar una exitosísima exhibición
de 24 de sus pinturas, en el Palacio del Quirinale. El primer ministro de
Italia, Silvio Berlusconi, ofreció 100 millones de euros por La conversión
de Saulo, de una colección privada y allí exhibida, valuada entre 50 y
70 millones. En 2004, el Metropolitan Museum de Nueva York le dedicó
una muestra conjunta con Leonardo Da Vinci, y en 2006, el Museo Van
Gogh hizo lo propio al unir a Caravaggio con su artista central.
Los restos –un fragmento de la
parte frontal del cráneo, dos piezas
de la mandíbula, un fémur y parte
del sacro–, que ayer se exhibieron
en la ciudad de Ravena, fueron sometidos a pruebas de carbono 14,
que revelaron que pertenecían a un
individuo que vivió entre 1522 y 1647.
Otra serie de análisis evidenció que
los restos óseos eran de una persona
de entre 1,73 y 1,76 metros de estatura
–tal la contextura que se atribuye al
pintor– y que había fallecido entre
los 37 y 43 años.
Posteriormente, se intentó verificar la identidad de los restos con una
prueba de ADN, para lo que se recurrió al análisis de la descendencia
de la hermana del pintor, Caterina
Merisi, puesto que ni él ni sus hermanos varones tuvieron hijos.
La pista no resultó concluyente,
y los investigadores recurrieron al
análisis del ADN de personas que
se apellidan Merisi o su derivado
Merisio en la actualidad, en la zona
de la pequeña aldea de Caravaggio,
donde nació el pintor.
“Los análisis concluyeron que las
personas estudiadas comparten una
misma condición genética. Hemos
hallado compatibilidad”, dijo el profesor Giorgio Grupponi, de la Universidad de Bolonia, quien señaló que
las investigaciones deben seguir en
esa línea, pero se arriesgó a estimar
en un 85% las probabilidades de que
los restos se correspondan con los del
pintor. Silvano Vincenti, responsable
de la investigación, afirmó que es un
cálculo conservador.
Los huesos se trasladarán durante
un tiempo a la aldea de Caravaggio y
luego se mostrarán públicamente por
una semanas en Porto Ercole.
Agencias AP, EFE y
The New York Times
MARCELO GOMEZ
Eduardo Peñafort y Alicia de Arteaga hablaron sobre Berni
Berni, un maestro
de la reinvención
Un auditorio colmado participó de un retrato
de la vida y la obra siempre vigente del artista
Un amplio recorrido por la vida
y por la obra del artista Antonio
Berni permite confirmar la enorme
capacidad de reinventarse que tuvo
el “padre” de Juanito Laguna desde
sus inicios, en Rosario, hasta sus
días finales, en Buenos Aires.
Así lo demostraron anoche el
director del Instituto de Filosofía
de la Universidad Nacional de San
Juan, Eduardo Peñafort, y la editora de Arte de LA NACION, Alicia de
Arteaga, durante una conferencia
sobre Berni, organizada por Arte
al Día y adnCULTURA, en el Palacio
Duhau Park Hyatt, en cuyo Paseo
de las Artes pueden verse pinturas,
grabados y gofrados del artista hasta el 22 de agosto. El curador de la
exposición es el arquitecto Enrique
Dieguez, del grupo El Rosario.
En un auditorio colmado y expectante, Peñafort y Arteaga recorrieron las distintas etapas de
Berni (1905-1981), desde sus días
en Europa, becado en la década del
20, hasta sus últimas obras, acompañados de cuidadas imágenes
proyectadas en pantalla gigante.
La conferencia, que se inició con
el saludo del gerente general del
Palacio Duhau Park Hyatt, Antonio
Alvarez Campillo, es la antesala de
la exhibición que con motivo del
Bicentenario habrá en el Museo
Nacional de Bellas Artes.
“Es sobre quien más se sabe de
la historia argentina. De Berni tenemos un archivo maravilloso y es
un artista que cambia permanentemente”, planteó Peñafort al marcar
como momento “consagratorio” del
artista la Bienal de Venecia, en la
que descuella con su serie de Juanito
Laguna, en la década del 60.
Sello de trascendencia
Alicia de Arteaga habló del dilema que suele suceder a los artistas,
al referirse al éxito de Berni: “Lo
que puede tener más éxito para
los contemporáneos (como fueron
los retratos que vendía y mediante los cuales se mantenía) no es
lo que trasciende, porque lo que
trasciende es la obra que guardó
y que heredaron sus hijos”.
En sintonía, Peñafort recordó:
“Lo que hoy valoramos tanto de
Berni es lo que le generó problemas
en los años 30 y 40”. Se refería a las
obras de protesta social en las que
dejaba el sello de los problemas
como el desempleo, el desarraigo
y la falta de trabajo.
Berni en Europa, fauve, surrealista, marcadamente muralista
en sus pinturas, retratista para
sustentarse o en el nuevo realismo.
“Berni es muchos Berni. Nunca le
dio miedo empezar de nuevo. Ese es
su sello”, concluyó Arteaga.
María Elena Polack
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