Las actitudes del Presidente se encuadran en un tipo de ira que se

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PANORAMA POLITICO - 17
Perfil - Domingo 5 de noviembre de 2006
El Presidente volvió del Sur hablando de otro tema.
EL ESCONDIDO
En diálogo con PERFIL, Orlando
D’Adamo, profesor de Psicología
Política y director del Centro de
Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, recordó que “los
especialistas en liderazgo presidencial coinciden en afirmar que
el modo en que se enfrentan las
crisis y los fracasos, inevitables en
la gestión política de largo plazo,
sumado a la capacidad de tolerancia a la frustración constituyen los
indicadores más precisos sobre el
liderazgo presidencial, que se revela más nítidamente en esos momentos que durante los éxitos”.
Fred Greenstein, profesor emérito y director del Centro de Estudios para Liderazgo de Princeton
University, plantea en su libro El
arte del liderazgo político que esa
capacidad de afrontar los hechos
es una de las habilidades clave del
liderazgo. “No es difícil mostrarse
fuerte en los buenos tiempos –afirma D’Adamo–, lo importante es
serlo en las situaciones adversas.”
D’Adamo cree que si se establece
el silencio como patrón recurrente
de comportamiento, éste tenderá
a repetirse y acentuarse con el
tiempo.
En El encanto del liderazgo nocivo, Jean Lipman-Blumen (directora y cofundadora del Instituto de
Estudios Avanzados en Liderazgo
de la Claremont Graduate University, en California) enumera las señales del denominado “liderazgo
nocivo”: líderes con capacidad para hechizar a sus seguidores, que
se tornan evasivos, rehúsan dar
explicaciones sobre sus decisiones
o, aún más, mienten abiertamente
y rechazan rendir cuentas sobre
los resultados obtenidos.
“Los silencios y la ausencia física remiten a mecanismos de
defensa clásicamente estudiados
en Psicología –afirma D’Adamo– y
fuertemente asociados a la resolución mágica de los conflictos. Es
Presidente, que reprime su enojo
en forma no constructiva. Eso genera ansiedad, hipertensión, trastornos intestinales y dérmicos.
“A Kirchner lo internan en el Sur
una semana después de la marcha
de Blumberg, y sin haberse expresado nunca sobre el tema. El manejo más eficiente de la ira es el
control –concluye López Rosetti–:
manejar el enojo en forma inteligente, con inteligencia emocional,
humor, capacidad de diferimiento,
negociación. En última instancia,
es saber decir que no.”
INVESTIGACION:
JL /
ROMINA
MANGUEL /
LUCIANA GEUNA.
Las actitudes del
Presidente se encuadran
en un tipo de ira que
se contempla en la
psicología del estrés
una negación entre frágil y omnipotente de la realidad que no se
desea como tal.
Lo que no se habla, lo que no
se nombra, no tiene entidad real,
luego no existe. Pero las soluciones mágicas tienen una existencia
efímera.”
Para Daniel López Rosetti, director de SAMES (Sociedad Argentina de Medicina del Estrés),
las actitudes del Presidente se
encuadran en un tipo de ira que
se contempla en la psicología del
estrés.
“Cuando alguien reprime su ira
–comentó López Rosetti a PERFIL,
se produce la ira hacia adentro. Le
dicen ‘ira in’. Podría ser el caso del
PABLO TEMES
El Grito de
Néstor.
(homenaje a
Edward Munch)
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