Entre la tormenta y la brisa: desafíos al catolicismo Latinoamericano Catalina Romero (Primer borrador, no citable). Presentación en Taller sobre Desafíos al Catolicismo en América Latina Hellen Kellogg Institute for International Studies 2-3 Octubre, 2003 ENTRE LA TORMENTA Y LA BRISA: CINCO DESAFÍOS PARA LA RELIGIÓN EN AMÉRICA LATINA Catalina Romero (Primer borrador, no citable) Tener la primera presentación del taller, me ha colocado en una tensión interesante, entre intentar hacer un balance de lo que habíamos hecho como actores e investigadores en una época crucial para América Latina, y situar los desafíos que enfrenta el catolicismo en la actualidad. Hacer memoria y mirar al futuro, intentar un balance y una proyección resultaron tareas muy complicadas para el poco tiempo que tenía para pensar este artículo, pero quería dejar constancia que lo intenté. Finalmente, me di cuenta que el tema del taller nos invitaba a todos a asumir ese desafío como tarea colectiva, y que yo podía exonerarme de tremenda responsabilidad, y me centré en lo que he venido trabajando en este tiempo como hipótesis para entender el papel de la iglesia en el mundo que se nos abre con el nuevo siglo. Baste decir como resumen, que vivir a través de momentos de cambios tan intensos como los que hemos vivido y contribuido a producir en América Latina, pueden ser vistos desde nuestra posición actual, como tiempos de tempestades y terremotos. Se ponían en cuestión muchas certezas y seguridades, cambiaba el sentido de muchas cosas, veíamos el mundo de maneras distintas, y encontrábamos personas nuevas, actores sociales que irrumpían en el escenario después de siglos de silencio y lejanía, que nos llevaron a hacer cosas que no habíamos pensamos hacer y decir palabras que no hubiéramos anticipado decir. Intentar hacer un balance casi cerrada una época, tomando distancia de los hechos y los análisis que hemos realizado, permite tomar distancia también de la intencionalidad de los actores y observar las consecuencias no esperadas de sus acciones y pensamientos. Pero como dije antes, lo dejo para la tarea colectiva. Mirando al mundo de América Latina hoy, encuentro que hay logros importantes que se pueden medir en términos de desarrollo humano: una vida más larga, menos analfabetismo y más años de escolaridad, mayor urbanización, mayor comunicación entre las personas y con el mundo. Y también hay más conciencia del problema de la pobreza y de las discriminaciones contra los pobres, contra las mujeres, los indígenas, y otros grupos discriminados en nuestra sociedad. El descontento con la modernidad En cierta manera hemos entrado a la modernidad, pero sentimos que si esto es la modernidad, no es precisamente lo que buscábamos, porque la pobreza sigue siendo una condición de vida para una proporción muy grande de latinoamericanos, y se ha ampliado a regiones donde antes no se percibía o concentraba, y porque ahora existen condiciones miserables que se llaman de pobreza extrema. Esta pobreza significa para muchos hoy una barrera infranqueable para sus aspiraciones, un límite para vivir decentemente con lo que esto supone en cada sociedad, y también para un grupo creciente, una experiencia de fracaso frente a logros que había alcanzado. Todas estas experiencias hacen que se perciba con mayor claridad la situación de injusticia que ésta expresa. Para hablar con otra voz, cito a Javier Auyero1, joven sociólogo argentino, haciendo un análisis sobre la situación de las villas de Buenos Aires, donde la delincuencia, las pandillas y las drogas forman parte de la cotidianeidad del mundo de la marginación: “... uno podría decir que la historia de los enclaves de pobreza en Argentina tiene elementos de continuidad y de discontinuidad. Hay continuidad en el sentido que estos enclaves han experimentado los efectos acumulativos de las desventajas económicas desde su origen....Desde entonces, la villa ha sido un área de pobreza concentrada y crónica. ...discontinuidad, porque estas zonas sufrieron el efecto devastador del masivo crecimiento del desempleo y del subempleo (y del consecuente crecimiento en la vulnerabilidad de sus habitantes) durante los ochenta y los noventa ...La violencia interpersonal cotidiana, la violencia represiva estatal intermitente, y la violencia estructural del desempleo dictan el ritmo de la vida diaria en Villa Paraíso, en La Cava y en tantos otros enclaves de pobreza en la Argentina contemporánea ” (Wacquant, 2001). Podríamos citar también los estudios de Norbert Lechner a partir de los reportes sobre el Desarrollo Humano en los que encuentra altos niveles de insatisfacción con la vida, mayorías que declaran no sentirse felices, en una sociedad como la chilena, donde se han alcanzado niveles altos de crecimiento económico a costa de largos horarios de trabajo, una actitud pasiva frente a la vida, y el repliegue al mundo de la familia cuando se dispone de tiempo para estar con ella. Similares indicadores encontramos en las encuestas del proyecto de Cambio de Valores a nivel mundial, y en el Latinobarómetro: niveles altos de desconfianza interpersonal (3% en Brasil, y 5% en Perú, que son similares a los de los países de la región Andina, y que se relacionan (52 significativo a .0001 con el índice de desigualdad de Gini) con la tremenda desigualdad social que se reproduce en América Latina. Es a partir de esta situación de insatisfacción frente a las grandes expectativas de progreso que existen, de los grandes esfuerzos personales que se hacen, de la cantidad de trabajo que invierten, que los latinoamericanos tenemos que aprender en la economía, la política y la religión, pero también en la fiesta y la celebración, a romper el fatalismo al que nos condenaría la globalización si la aceptamos como proceso inevitable, y confundimos el proceso con las consecuencias, como José Casanova dice que sucedió con el proceso de secularización. Desde estas reflexiones previas miraré a los desafíos para el catolicismo como a una oportunidad para recuperar su capacidad de sentir el clamor y la alegría de la gente, más allá de la argumentación racional en la que fue atrapado por su actitud defensiva frente a la 1 El libro de Wacquant que introduce Auyero trata sobre el gueto negro norteamericano y los banlieues franceses, que él compara con las villas miseria argentinas preguntándose por un Bronx Global. modernidad; y aprovechar el momento de crítica a la modernidad para recuperar la posibilidad de acercarse al ser humano más allá de su identidad moderna. Aprender también a identificar las posibilidades que se presentan en la cotidianeidad del mundo de la vida donde los pobres se encuentran marginados, en las aperturas e intersticios que el Estado abre para la participación, en las fallas del mercado que pueden abrir caminos para la regulación y para una competencia más justa, en la compasión de la Iglesia y en su propio testimonio. La iglesia puede ayudar al pueblo Latinoamericano, creyente y no creyente a encontrar la presencia de Dios en la historia contemporánea como Elías lo encontró en la brisa, en los signos pequeños, como lo hace en los grandes, de justicia y bienestar que pueda abrir nuevos caminos para la sociedad latinoamericana. Permítanme plantear entonces sin mayor balance, cinco desafíos que veo para el catolicismo latinoamericano en el momento actual, definiéndolo como un cambio de época o como una nueva época de grandes descubrimientos de la humanidad que abren nuevas formas de opresión, pero también posibilidades que no existían ni se imaginaban hace una década. 1. UBICARSE EN UNA NUEVA SOCIEDAD MODERNA Y POBRE. HABLAR DE LA SECULARIZACIÓN OTRA ENTRADA PARA Muchos de nosotros hemos estudiado la manera como la iglesia en América Latina participó en los cambios que han tenido lugar social y políticamente. Su relación con los movimientos sociales, su vinculación con los partidos políticos, las diferentes maneras en las que legitimó y des legitimó acciones, personas e instituciones, y sus aportes en la construcción de un discurso nuevo que desde la teología y el sentido común religioso, ha roto su identificación con las clases dominantes y con el Estado situándola más cerca de los sectores sociales más deprivados y marginados: los pobres. La teología de la liberación y la opción preferencial por el pobre son la expresión más clara de este proceso. En este camino, la Iglesia en América Latina construyó su identidad en relación al pobre, como un actor que se hacía presente en un proceso de modernidad en curso, que no lo había tomado en cuenta como actor y en su rol de agencia, en su anterior experiencia con la modernidad. Secularización Este encuentro, podría dar lugar a una manera distinta de plantear el tema de la secularización, que es el tema central de la sociología de la religión europea, y de toda discusión sobre la modernidad.2 Creemos que AL es una sociedad ya secularizada, pero quizá este proceso ha tenido lugar de una manera distinta que en la experiencia subjetiva e histórica de Europa, y también de Norteamérica. En la primera, la urgencia de emancipación del mundo de la vida se refería a 2 Sin ánimo de dar una bibliografía, creo que el libro de Casanova (1994) y el artículo de Berger (2001) plantean una manera sugerente de revisar la problemática de la secularización. Me interesa resaltar el carácter de excepcionalidad que le atribuye Berger a la experiencia Europea. la religión como el espacio de autoridad y poder que la oprimía o limitaba en su acción. En Norteamérica, es la relación de la iglesia con el estado lo que se ve como amenazante, y de ahí la separación iglesia y Estado, aunque la religión siga siendo muy importante en la vida cotidiana. En América Latina, las dos experiencias son válidas: la relación iglesia y Estado como alianza explícita para la dominación, y la religión como medio de integración forzada a una nueva sociedad. En ambos casos la religión y la iglesia no ocupaban el lugar principal en la dominación3, y dependió de su ubicación en relación al poder político en cada momento de ruptura, que se definiera el ideal emancipador colectivo e individual incluyendo a la religión o no. Como dice Luis E. Wanderley hablando desde el Brasil: “El tema de la secularización es recurrente en América Latina. La interferencia de las iglesias en coyunturas socio políticas de lo más diversas, enfatiza la complejidad del tema. Si las religiones son parte integrante de la vida de la sociedad, es difícil romper el círculo vicioso del equilibrio entre la república laica y la presencia política implícita o explícita, de los actores religiosos. Para demostrarlo están ahí los problemas actuales sobre la enseñanza de la religión en las escuelas, los controles de las “mensalidades”, de la concesión de recursos públicos para entidades religiosas, de presiones sobre políticas públicas en las áreas de demografía, genética, medios anticonceptivos, el apoyo a candidatos en periodos electorales, etc.” (Wanderley, 2003:245) (traducción de la autora) Como dice Wanderley, aceptar que las religiones son parte integrante de la sociedad lleva a estar alertas a la relación entre religión y política y a seguir su desarrollo, describirlo y entenderlo. Los temas de la relación Iglesia - Estado son parte de la agenda en el Perú y en otros países, pero no dan cuenta de los nuevos espacios públicos que se han abierto para el encuentro de la religión con la sociedad, donde la comunicación es más libre y fluida: el mundo de los pobres, de las mujeres, los medios de comunicación, entre otros. Creo que si entendemos la Iglesia misma con las categorías que estamos usando para entender a la sociedad latinoamericana, como las de sociedad civil y Estado, que nos pueden llevar a distinguir con más precisión la acción de la Iglesia a través de su constitución como régimen religioso, y de su composición como sociedad civil, podríamos replantear en qué términos se relación hoy con el Estado y con la sociedad civil. El tema central de la Modernidad Latinoamericana está también vinculado al tema de la libertad, y de la autonomía. Pero las luchas y movimientos emancipadores se han dado más en el campo político y económico, que en el religioso4. Pero podríamos analizar también, si hay una diferencia entre las clases sociales en estos procesos emancipadores. Quizá para las élites y los sectores medios, es más claro que están perdiendo a un aliado, que para los 3 4 Como dice Martin (1978), la situación de Patronato, seculariza a las élites, que perciben a las autoridades eclesiásticas como subordinadas a ellas, y no al revés, lo que quitaría el sentido sagrado del origen de su autoridad. Quizá por esta trayectoria colonial de la Iglesia, post Reforma, que llega a América en situación de subordinación a la Monarquía, la emancipación de la Iglesia y de lo religioso no era tan central a la pregunta del hombre latinoamericano por su libertad. El tema religioso ha estado más presente y ha sido campo de discusión y debate en el siglo XIX y mediados del siglo XX. Pero podría resurgir. nuevos actores, que encuentran en la iglesia actuando desde la sociedad civil nuevos interlocutores y recursos. Una modernidad latinoamericana Es en este proceso de Modernidad distinta a la Europea, que empezamos a hablar de sociedad civil en América Latina, para diferenciar el nuevo espacio público de acción y auto reflexión, de encuentro entre diferentes actores, que se da creativamente fuera del espacio enmarcado por las instituciones tradicionales del Estado. Vivir la modernidad habiendo tenido una experiencia anterior es más fácil que crearla en el camino. Hay ciertas pautas a seguir, experiencias aprendidas como la importancia de reconocer campos separados de acción, que fueron desarrollados por una teología de la distinción de planos, el reconocimiento de la autonomía del mundo, la libertad humana, etc. Los intelectuales cristianos, teólogo o creyente ilustrado, están en condiciones de diferenciar en su propia acción el campo del político y el del religioso, del empresario y el del sacerdote. Diferenciación que es más fácil hacer en el análisis y en la teoría que en la práctica (Appadurai, 1996), pero que es válido e importante hacer5. Es parte de lo que han hecho las comunidades cristianas al tener cuidado de diferenciarse de los partidos políticos, cuidado que no era el mismo al relacionarse con las organizaciones sociales, cuidado que se tiene hoy en Brasil para no confundir las comunidades con el PT. Importancia de que se desarrollen organizaciones políticas que sean canales de representación y participación, para no dejar vacíos ocupados por otras organizaciones, y que surjan empresas eficientes, para que no se caiga en la lógica de la suplencia. Pero, ¿qué pasa en América Latina? La Iglesia católica al separarse del Estado a partir de los años sesenta, pasa al ámbito de la sociedad civil. Es decir, empieza a operar como una organización voluntaria más. Podemos ver a las comunidades cristianas como organizaciones voluntarias. Las comunidades cristianas de base que tienen gran impacto en América Latina, se relacionan con la sociedad civil con gran libertad, y hasta contribuyen con su desarrollo. A partir de esta experiencia histórica, se puede decir que existe la posibilidad de una presencia distinta de las religiones en la sociedad civil. Los que estudian a la sociedad civil en Europa del Este incluyen a las iglesias en el ámbito de la sociedad civil, y esto supone un cambio muy importante en la racionalidad de las religiones porque entran en lo que es la racionalidad comunicativa y ya no están en la racionalidad del poder. Tienen que colocarse en la sociedad como un grupo o institución igual a las demás. En el espacio público político puede aparecer como un grupo de interés que tiene que convencer a los demás, y entrar democráticamente a presentar lo que son sus opciones. Con todo el derecho de presentar sus opciones éticas y propuestas de vida, como todos los otros movimientos que constituyen la pluralidad de la sociedad civil y dentro de lo que hoy día se recupera como identidad. 5 Estoy pensando en la característica que menciona Arato sobre el carácter auto regulado de la sociedad civil, para no pasar a otro campo de acción. La Iglesia puede intentar relacionarse con el Estado respetando su autonomía, pero entonces tenemos que considerar la importancia de considerar los cambios de régimen político que modifican sustancialmente las condiciones de esta relación. La iglesia puede colocarse en el terreno de la sociedad civil cuando ésta tiene un espacio público en el cual actuar. Muchas veces, ha tenido que ser a la inversa, y la iglesia ha tenido que volver a colocarse como espacio público para el desarrollo de la sociedad civil. Otra cosa sucede en contextos democráticos. --------------------------¿Cuáles son los sectores que hoy día componen la sociedad civil? ¿Quiénes son los actores que efectivamente son influyentes? Se habla de la comunidad de los derechos humanos, se habla de las organizaciones de mujeres. Creo que en el caso de las identidades étnicas, éstas se viven en el Perú muy privadamente, y falta que salga el tema a lo público La inculturación La identidad de la iglesia se define y construye en relación a un interlocutor, al otro, que en América Latina son los pobres, pero también a las otras identidades sociales y étnicas que están presentes en la sociedad... Pluralidad sin pluralismo Los sectores medios empobrecidos, las élites golpeadas, cómo se están relacionando con la Iglesia institucionalmente y con la religión. Nuevos movimientos neo-tradicionales trabajan en estos sectores. Importancia de estudiar la diversidad interna y el potencial democratizador y de conflicto. ¿Cómo entender la modernidad latinoamericana? ¿El rol de la iglesia en ayudar a entenderse a sí misma a una sociedad de la que forma parte, y la acepta como un actor más que ha aprendido a dialogar? El desafío principal acá estaría en su capacidad de autorregularse, frente a actores débiles como los partidos políticos. Si antes el pensamiento local se identificaba con la parroquia, ahora podría decirse que muchos partidos no perciben los cambios que están ocurriendo en el mundo, ni la dimensión global de la política. La relación con sus electores, en todo caso, debe hacerles dejar de lado este factor presente, sobre el cual tiene poco o ningún control. En la Iglesia, es clara la dimensión internacional, y es parte de su fuerza y de su debilidad para dar respuestas locales. 2. TOMAR CONCIENCIA DE SU IDENTIDAD GLOBAL Y LOCAL Y ACERCAR LOS DOS MUNDOS La Iglesia universal, puede entenderse en los términos actuales desde una perspectiva de globalización al igual que lo hace el mercado. Tiene su centro en Europa, su presencia más significativa está en América Latina, creciendo mucho en África, pero lo principal para este punto, es que entiende el mundo sin límites, como el espacio para su misión. Sabemos bien, que parte de su historia está relacionada con la demarcación territorial6 y que ésta tuvo que adecuarse a los límites de los Estados nacionales y es un tema de los acuerdos de la Iglesia con el Estado en todos los países. Sabemos también que los religiosos tienen otra manera de organizar sus territorios de misión que se superponen sobre los anteriores. La Iglesia es además una de las pocas sociedades transnacionales con un gobierno central, que es la base de su unidad. Sería interesante estudiarla como un régimen religioso global, desde una perspectiva latinoamericana. Pero a la vez la Iglesia se organiza en el nivel local, llamándola con ese mismo término: la iglesia local o particular corresponde con una unidad territorial bajo el gobierno de un obispo. Esta se define como un espacio más reducido donde es posible la interacción más directa entre los agentes pastorales y los creyentes, y está más vinculado a un contexto específico. La globalización religiosa, como un fenómeno cultural está enraizado en el mundo de la vida y funciona de una manera muy diferente a la de la globalización del mercado, al menos mientras la religión se siga resistiendo a convertirse en una mercancía y a pasar a ser parte de una industria cultural. También funciona en una racionalidad diferente que la del sistema religioso (ver el siguiente punto). El sistema religioso se organiza desde su experiencia europea, y opera por medio de la administración de la gracia y la salvación (Weber) sancionadas por una doctrina y normas estrictas, y controla el mundo de la vida no sólo en sentido figurado, sino de la vida misma. Misiones Migración. Articulando, vinculando La relación entre lo global y lo local, se ha hecho lenguaje común como parte de la perspectiva de la globalización: una cierta externalidad frente a lo global, que nos involucra, pero sin posibilidades de participar o actuar frente a ello, es lo que lleva a valorar más lo local, donde se refuerzan las identidades, los valores particulares y se ponen en contexto lenguajes y acciones. La experiencia global de la iglesia, vincula experiencias locales, y en épocas anteriores permitió articular regiones, como en el caso del CELAM. 6 Ver artículo de Casanova sobre este tema. 3. DEMOCRACIA: AUTORIDAD, RELACIONES SOCIALES DEMOCRÁTICAS, IGUALDAD, ASOCIACIONES Colocarse en la sociedad civil no se refiere sólo al espacio público, sino a una manera distinta de relacionarse con la sociedad y el mundo de la vida (ver Casanova, 1994). Marx define su trabajo en El Capital como una investigación sobre las relaciones sociales de producción, que van a definir el capitalismo. En el mismo sentido, podemos plantear nuestra investigación como el estudio de las relaciones sociales de evangelización a partir de las cuales se estructuran hábitos, roles, posiciones de prestigio y autoridad más permanentes, e instituciones que regulan los distintos campos de acción. Las relaciones de evangelización, pueden definirse como una relación de conocedorignorante, de elegido-postulante, sacerdote separado de la comunidad y pueblo incapaz de llegar a conocer todo el mensaje, por lo tanto, reducirlo a un endoctrinamiento, a través de la enseñanza del catecismo. Entonces prevalece una relación social de autoridad, marcada por la distancia y por barreras insuperables a no ser que el individuo se desprenda de la comunidad y pase de un estamento a otro, entrando al sacerdocio o a una comunidad o movimiento religioso. O pueden ser relaciones de evangelización, en las que domina un sentido de comunicación de la Palabra, pasando por un proceso de interpretación y recreación. Esta última recupera su sentido al interior del catolicismo después del Vaticano II, cuando los sacerdotes se voltean a mirar al pueblo en un intento de comunicación cara a cara, y cuando la predicación del evangelio en la lengua de cada uno, permite que éste deje de ser un misterio sólo manejado por una casta sacerdotal. Y cuando en América Latina las comunidades cristianas invitan a todos los creyentes a reflexionar sobre su vida a la luz de la fe, o le preguntan a los no creyentes por el sentido solidario de sus acciones, o simplemente comparten una acción por afinidad electiva. Esta experiencia se ha extendido mucho más allá de los grupos que le dieron origen, y han avivado la religiosidad de otros grupos y sectores sociales. Esta situación se está revirtiendo desde el régimen religioso central. [Tensiones entre celebraciones que prestan más atención al culto y otras más a la oración, y al diálogo con la gente que puede participar y sentirse involucrada.] Varios temas quisiera plantear aquí como desafío al catolicismo latinoamericano desde un enfoque de relaciones sociales de evangelización más democráticas: El primero tiene que ver con la comprensión de la evangelización como anuncio, comunicación de la Palabra como buena noticia. Es distinto que adoctrinar o enseñar el catecismo. El segundo, el contenido teológico del anuncio. El tercero, esta comunicación crea relaciones y generan identidad: organizan la sociedad y estructuran un sistema. % within Mat/Postmat (12-item index) Lo que sabe de Cristo Mat/Postmat (12-item index) Materialista 1 2 Cristo carga con los pecados 49% Cristo nos enseño que somos hijos de Dios 51% 100% 45% 55% 100% 40% 61% 100% Total 3 4 Postmat + 32% 68% 100% 25% 75% 100% 6% 94% 100% Cuando Habermas analiza la sociedad moderna como una formada por el mundo de la vida y de los sistemas, donde identifica dos subsistemas: el económico y el político, no piensa ya en la religión por que se ha privatizado. Casanova recupera a la religión en las sociedades modernas en el espacio público. Creo que tenemos que mirar nuevamente, y hacer investigación sobre el sistema religioso, en particular el formado por la Iglesia Católica, y cómo persiste, para comprender cómo se relaciona con los demás: con el mercado y la política en el nivel de los subsistemas, y con el mundo de la vida, de donde emergen nuevos espacios públicos, la familia, las identidades de género, y espacios culturales, mediáticos y comunicacionales. Desde la economía, los estudios sobre el Tercer sector, que intentan cuantificar cuánto dinero circula o se ahorra en la forma de trabajo voluntario, recursos proporcionados por las iglesias, donaciones internacionales y locales, filantropías, reciprocidades y trueques, cuentan a la iglesia entre uno de los principales actores en este mundo que había escapado a su atención (Portocarrero y Sanborn, 2001). El mismo término de capital social, cuenta a la religión como una de sus principales creadoras. Después de la familia, a quien tratamos en el punto del afecto, pero que ciertamente forma parte del mundo de la vida, la religión es la institución que más contribuye en lo que llaman capital social, que no es más que la solidaridad, la confianza, la caridad y el amor humano. Colocar a la Iglesia en la sociedad civil, como he hecho antes, y en el mundo de la vida, término que uso más como metáfora que como teoría, tiene la intención de hacernos pensar en los desafíos para el catolicismo sin más afán teórico y sin reducirlo al ámbito latinoamericano. En las iglesias locales, es más fácil encontrar a la iglesia ubicada en el mundo de la vida, acompañando y tratando de dar sentido a lo que pasa.7 Si tomamos a Habermas y la dualidad entre el mundo de la vida y de los sistemas, encontramos a la religión en el mundo de la vida, si definimos su tarea como una de evangelización, de comunicación de la Palabra, entonces, y no como una de adoctrinamiento que supone una relación de poder. 7 El papel de la iglesia en pueblos muy rurales, es el de quien informa lo que sucede en el país y en el mundo, interpreta lo que sucede, etc. 38% 62% 100% Habermas coloca las relaciones de poder, como el medio propio de la política (Arato) que se ha constituido como un subsistema en la modernidad expresado jurídicamente en las leyes del Estado que norman la vida de las personas. ¿Qué pasa con la religión entonces? O sigue formando parte del espacio político donde comparte el mismo poder, o si ha sido capaz de generar su propio poder, y legitimidad (Casanova), ¿desarrolla otro subsistema? ¿Cuál sería su medio de operación reconocible de manera abstracta y no personal, de manera que no sea un espacio de comunicación y reconstrucción de sentido? En la sociedad pre moderna, el sistema hubiera sido el mundo sagrado, del cual la Iglesia sería el medio, la distribuidora de la gracia, con expectativas claras y ninguna necesidad de hablar. Desde ahí el poder político estaba subordinado. ¿Que pasa si la religión subsiste? Casanova reflexiona sobre esto, en términos de la desprivatización de la religión La iglesia como un sistema más, o la religión como un sistema más. Se organiza a partir de una racionalidad jerárquica, con un tipo de régimen jurídico, normas y procedimientos que son impersonales para la masa, pero no para el personal burocrático. Retrabajar las tipologías weberianas de iglesia y secta así como estamos retrabajando el sentido de sociedad civil y Estado. En base a los desarrollos históricos de la iglesia y de las otras religiones. Cómo se relacionan con los fieles, y con la vida cotidiana. Cómo desarrollan una ética y qué tipo de ética es. Cómo enfrentan la llamada crisis de valores. Cómo les proporcionamos elementos para que se entiendan a si mismas en un mundo post científico, que les abre el camino de regreso a la escena, pero en nuevos términos. Qué hacer para que no regresen al comportamiento habitual, confundiendo la nueva situación con una rendición de la libertad humana que confirma su vieja trayectoria de poder, sino como una nueva oportunidad de relacionarse con hombres y mujeres pobres, pero buscando ser libres? (Iguiñiz 2003). Como aprovechar el deseo de pertenencia, la búsqueda de seguridad frente a la nueva sociedad del riesgo, sin olvidar que estamos frente a hombres y mujeres libres. 4. ACEPTAR EL AMOR HUMANO COMO EXPRESIÓN PLENA DE LA CARIDAD La figura de la brisa que planteo como título, quizá tenga un sentido más radical en este punto que en los anteriores. Entender que Dios está presente en la brisa, es aceptarlo como aliento, ternura, amor, comodidad, y no sólo como castigo, sufrimiento, lucha. Y ese es el Dios que encuentra el pobre en su vida cotidiana: el que le da de comer, el que le da de beber: el que convierte el agua en vino y buen vino; el que se deja echar perfume, el que tiene amigas y amigos, y que cambia sus caminos para acercarse a ellos. Incluso cambia los caminos de la naturaleza, al resucitar a los muertos compadecido por el amor que les tiene, o les tienen sus padres. El reino entendido como banquete, para saciar el hambre, donde se come hasta hartarse y sobra, que se empieza a entender porque la solidaridad de todos ha construido una olla común, o un comedor, o un proyecto que da empleo. El entendimiento en América Latina del Dios liberador, como un Dios de la Vida, supone un vuelco en la teología que todavía no se alcanza a ver. Pasa por aceptar que somos seres humanos con cuerpos, que somos hombres y mujeres con sentimientos que no tenemos que reprimir (Giddens, 1991). Aceptar que Dios no goza con el sufrimiento aunque esta puede ser una consecuencia de los compromisos que asumimos por amor, por pasión, por indignación. Un desafío acá, es que la relación de la teología con las ciencias sociales siga, y pueda incorporar las nuevas maneras de ver lo subjetivo. Que se acerque a la mujer sin miedo Que la deje hablar. Que comprenda lo difícil que es para las familias vivir en el mundo de hoy. Dejar esta idea de atemporalidad, que los hace ser “peregrinos” en el mundo. El avance que se ha logrado con las teólogas mujeres, en temas generales, y en los temas feministas son una promesa y un desafío para toda la iglesia y para ellas: el no encerrarse en sus círculos de iniciadas, ni en la defensa de sus intereses, sino universalizar su mensaje y cambiar a la iglesia. Es una teología que nace del pobre: la frugalidad, el ayuno, la abstinencia, son condiciones de opresión en una cultura que vive con hambre. No son signos libres de renuncia y espiritualidad. La interculturalidad no sólo con el no moderno, sino como rasgo de la modernidad. 5. SEGUIR HACIENDO TEOLOGÍA: HISTORIA. ANUNCIAR LA ESPERANZA DEL REINO DESDE LA En el siglo XX, después del Concilio Vaticano II, de Medellín y de la Teología de la Liberación (Gutiérrez, 1971), la Iglesia acepta la Modernidad en Europa y en América Latina da un paso más adelante, en un sentido de universalización, al pensarse a sí misma en relación a otro interlocutor que el hombre moderno europeo, que es el pobre como preferido de Dios. La teología llamada latinoamericana porque se elabora en este continente, tiene una proyección universal porque partiendo de la teología católica presente en el Concilio Vaticano II, se descentra de la iglesia al colocar la salvación como un don ya presente en la historia, y preguntar a los hombres y mujeres latinoamericanas, pero es una pregunta válida para todos, por su solidaridad con los más pobres. La teología descubre en la pobreza un desafío central para la fe. Y la manera como responda a ese desafío se coloca en el centro del mensaje de salvación, más allá de la pertenencia o no a la iglesia. “la historia humana es, en efecto, concretamente el lugar de nuestro encuentro con el Padre de Jesucristo... Hemos recordado que esa historia es conflictual, pero no basta decir eso. Es necesario insistir en que la historia (donde Dios se revela y lo anunciamos) debe ser releída desde el pobre” (Gutiérrez, 1979). Asumir el sentido de la Iglesia como signo de salvación en el mundo, y no el lugar de la salvación fuera del mundo. Es en estos términos que puede hablarle a los hombres y mujeres no creyentes, con un criterio ético para orientar su vida con sentido. No se trata de pelear con otras religiones, de hecho no ha sido esa la tónica de la relación con las otras iglesias evangélicas en AL. Podría ser un poco distinto con los pentecostales que crecen a un ritmo acelerado más recientemente y es una experiencia nueva. Se trata de preguntarse primero, qué están haciendo en la historia Latinoamericana. Y en segundo lugar, ¿cómo ayudan a la gente a encontrar a Dios? Y analizar cómo se relacionan con los procesos de secularización, de desarrollo y de democratización. O si se quedan dentro del templo. Abiertos a la preocupación Weberiana sobre la orientación hacia el mundo o fuera del mundo y a la vida ascética o mística. Pero estas preguntas valen igual dentro de la iglesia Católica: Conclusiones: El peligro para el catolicismo, en la vuelta que la religión está teniendo al escenario público como parte de la crítica a la modernidad, es que entienda esta oportunidad como un retorno, y que busque recuperar el poder en dimensiones que ya no le corresponden y que la conducirían a perder su propia identidad y legitimidad en el camino. Un segundo peligro sería considerar que lo que ha ocurrido en América Latina es un fenómeno aislado y pasajero, y no una parte de la historia del catolicismo global, que pone a la Iglesia en otro momento histórico y con otras posibilidades. En tercer lugar, si no se abre al mundo neo moderno, porque mantiene el ideal de la libertad, pero desde una sociedad marcada por la pobreza, que recupera la noción de pertenencia, identidad, afecto y auto expresión, y se queda en el terreno de la razón que fue su enemiga pública número uno durante la modernidad, no tendrá palabras para anunciar el amor de Dios al mundo, y no sólo intentar demostrar que Dios existe. Si no incorpora a los pobres en su práctica y reflexión universal y global. Si no incorpora a las mujeres y entiende el afecto como parte de la condición humana y una gracia ¿En qué sentido la post modernidad profundiza la secularización? Ya no sólo son dos o tres esferas de acción, sino que la acción misma se pone en cuestión. En América Latina, qué consecuencias tienen los valores post modernos en el proceso de modernización truncada: como formación de un Estado nación sólido, inclusivo, y con identidad en términos de una comunidad imaginada que incluya a todos. Como proyecto de desarrollo humano y económico De integración a una comunidad mundial. Cómo puede aportar la iglesia con sus relatos cortos, su cercanía a la vida cotidiana de la gente, o su capacidad para hacerlo a dar sentido a los tramos cortos en los que puede moverse, a los horizontes reducidos con los que puede planear. ¿Cómo evangelizar la post modernidad, en un mundo de pobres? ¿Colocando los pequeños relatos en perspectiva? ¿Aportando una crítica que permita diferencias la búsqueda de identidades de la fragmentación de intereses y el desempoderamiento? Trabajar con los nuevos sujetos: mujeres, indios. La globalización, cómo entenderla y encontrar oportunidades y no dejar solo al mercado que maneje avance. El control de la política. Si la confrontación en la modernidad fue del mercado y del Estado frente a la Iglesia, sin conflicto entre ellos, ahora se presenta un conflicto entre ellos. Los Estados han sido puestos al servicio de la economía para su expansión. Y las consecuencias pueden ser dañinas para el mismo mercado. ¿Es la crisis de la política y la debilidad del Estado nación una puerta para el retorno de los sistemas religiosos? BIBLIOGRAFÍA Appadurai, Arjun 1996 Modernity at large. Cultural dimensions of Globalization. Minneapolis, London: University of Minnesota Press. Auyero, Javier. Claves para pensar la marginalidad. En Wacquant, Loïc. 1988. Parias Urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio. Buenos Aires: Ed. Manantial. Balmer Randall. 1989, 1993 Mine Eyes Have Seen the Glory. A Journey into de Evangelical Subculture in America Oxford: Oxford University Press. Berger, Peter. 1981 Para una Teoría Sociológica de la Religión. Barcelona: Kairos. ------------------ 2001 Reflections on the Sociology of Religion Today. Sociology of Religion. Vol 62, No. 4 Winter. Campos, Bernardo. Experiencia del Espíritu. Claves para una interpretación del pentecostalismo Quito: CLAI, 2002. Casanova, José. 1998 Public Religions in the Modern World, Chicago and London: The University of Chicago Press. (También en Castellano). ---------------------- 2001 Religion, the New Millennium, and Globalization. Sociology of Religion. Vol 62, No 4 Winter 2001. Castro Leiva, Luis y Pagden, Anthony. Civil Society and the fate of Modern Republics of Latin America. Kaviraj, Sudipta y Khilnani, Sunil 2001Civil Society. History and Possibilities. Cambridge, UK: Cambridge University Press. Cochran, Clarke E. Religion in Public and Private Life New York, and London: Routledge, 1990. Cohen, Jean L. 1982. Class and Civil Society. The limits of Marxian Critical Theory. Amherst: The University of Massachusetts Press. Cohen, Jean L. y Arato, Andrew. 2000 Sociedad Civil y Teoría Política. México: Fondo de Cultura Económica. Comisión de la Verdad y de la Reconciliación. 2003 Informe Final. Cap. 3.3 La Iglesia Católica y las Iglesias Evangélicas. Informe Final. Perú. Chambers, Simon y Kymlicka, Will. 2002. Alternative Conceptions of Civil Society. Princeton y Oxford: Princeton University Press. Ferraroti. Franco. Una fede senza dogmi.Roma: Editori Laterza 1990 Frigerio Alejandro. Ciencias Sociales y Religión en el Cono Sur. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. 1993 Giddens, Anthony. 1991 Modernity and Self-identity. Self and Society in the Late Modern Age. Cambridge: Polity Press. Glock, Charles Y., Stark, Rodney. Religion and Society in Tension. Chicago: Rand Mc Nally and Co. 1965. Habermas, Jürgen. 1991. The Structural Transformation of the Public Sphere. An Inquiry into a Category of Bourgeois Society. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press. Kaviraj, Sudipta y Khilnani, Sunil. (editores) 2001 Civil Society. History and Possibilities Cambridge, UK: Cambridge University Press. Levine, Daniel H. 1981 Religion and Politics in Latin America: The Catholic Church in Venezuela and Colombia. Princeton: Princeton University Press. _____________ 1990 Religión, Sociedad y Política. Secularización o nueva síntesis. En Páginas No. 105, Octubre pp. 4-14. ____________ 1996 Voces Populares en el Catolicismo Latinoamericano. Lima, CEP. López, Darío. El Nuevo Rostro del Pentecostalismo Latinoamericano. Lima: CENIP, 2002. López Sánchez, Wagner. 2003 Cristianismo na América Latina e no Caribe. Trajetórias, diagnósticos, prospectivas. São Paulo: Paulinas. Martin, David. En lenguas de Fuego. Marzal, S.J., Manuel. Los Caminos religiosos de los inmigrantes en la Gran Lima. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial 1988. Marzal, Manuel. La Tierra Encantada. Madrid: Editorial Trotta, Lima: Fondo Editorial PUCP. 2002. Portelli, Hughes. Gramsci y la cuestión religiosa. 1977 Robertson, Roland. Sociology of Religion. Middlesex: Penguin Books. 1985. Romero, Catalina. Evangelización: una nueva relación social. En Páginas 99, Octubre 1989, vol.14, editada por el CEP en Lima. --------------------2001 Globalization, Civil Society and Religion from a Latin American Standpoint. Sociology of Religion. Vo. 62, No. 4 Winter 2001. --------------------- Diversidad religiosa, Modernización y secularización en el Perú del siglo XXI en Manuel Marzal, Catalina Romero y José Sánchez (editores) Para Entender la religión en el Perú. Fondo Editorial PUCP, (en prensa). Ruda, Santolaria, J.J. El Caso de la Iglesia Católica y del Estado de la Ciudad del Vaticano. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú Fondo Editorial. Ruut, Anders. 1995 Igreja Universal do Reino de Deus. Stockholm: Almquist & Wiksell International. Resumen en castellano: Iglesia Universal del Reino de Dios pp 261-298. Seligman, Adam B. 2002. “Civil Society as Idea and Ideal”. Alternative Conceptions of Civil Society, Chambers, Simon y Kymlicka, Will (editores). Princeton y Oxford: Princeton University Press. Smith, Brian H. 1998 Religious and Politics in Latin America. Pentecostal vs. Catholic. Notre Dame, Indiana: University of Notre Dame Press. Smith, Christian La Teología de la Liberación. Radicalismo religioso y compromiso social. Steigenga, Timothy. The Politics of the Spirit. The political Implications of Pentecostalized Religion in Costa Rica and Guatemala. Vallier, Ivan Catolicismo, Modernización y Control Social en América Latina. Wacquant, Loïc. 1988. Parias Urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio. Buenos Aires: Ed. Manantial. Introducción: Claves para pensar la marginalidad, de Javier Auyero. Wanderley, Luis Eduardo. 2003 Globalização, religiões, justiça social: metamorfoses e desafios. En López Sánchez, Wagner. 2003 Cristianismo na América Latina e no Caribe. Trajetórias, diagnósticos, prospectivas. São Paulo: Paulinas. Whimster Sam and Lash, Scott (editors) Max Weber, Rationality and Modernity. London: Allen & Unwin, 1986. Young, Lawrence A. 1997 Rational Choice Theory and Religion. Summary and Assessment. New York: Routledge. ESTADO (FFAA) Partidos Políticos Regulación Movimientos sociales Iglesias Derechos, recursos, etc control Espacios públicos: Instituciones políticas Mercado Asociaciones Impuestos Sociedad Civil Asociaciones Identidades Mujeres, jóvenes, etc. Religión Nacionalidades Mano de obra, consumo Empresas Salario, Responsabilidad social Clases sociales Espacios públicos: Instituciones políticas Mercado Asociaciones