inversión de baja volatilidad en los mercados

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Estudio
de capacidad
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de MFS®
Agosto
Mes
2012
de 2014
INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD
EN LOS MERCADOS GLOBALES
Autores
EN RESUMEN
James C. Fallon
Gestor de cartera
• L os inversionistas son significativamente más adversos al riesgo después de la crisis
financiera global, mientras que también son conscientes de la necesidad de rendimientos.
• L as estrategias de baja volatilidad han estado aumentando su aceptación como solución de
largo plazo ante la necesidad de tener tanto rendimientos como un riesgo más bajo.
• E l riesgo es el impulsor principal de la construcción de una cartera de baja volatilidad, y
esto da como resultado que estas estrategias pueden exhibir potencialmente tendencias
extremas.
R. Dino Davis, CFA
Administrador de cartera institucional
•D
efendemos un enfoque de inversión de baja volatilidad que incorpora investigación
fundamental, diversificación y gestión activa de cartera.
La crisis financiera global de 2008 dejó una huella indeleble en el panorama de las
inversiones en todo el mundo. La severa caída del mercado de valores de renta
variable, tan solo algunos años después de la ruptura de la burbuja de tecnología,
dejó a muchos inversionistas (tanto minoristas como institucionales) notoriamente
más adversos al riesgo.
Tras las crisis, los inversionistas han buscado también reforzar sus carteras y restablecer los fondos para lograr
sus objetivos. En algunos casos, los patrones demográficos están teniendo como resultado un aumento en
los pasivos, una mayor capitalización y la necesidad de retornos de la inversión. Es en este contexto que las
estrategias de baja volatilidad han estado ganando aceptación como una solución a largo plazo a la
necesidad de tener rendimientos generados dentro de parámetros de menor riesgo.
BUILDING
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BETTER
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INSIGHTS
INSIGHTS
®
SM
El concepto de bajar el riesgo a una estrategia de renta variable se enfrenta a la teoría prevaleciente de que
un mayor riesgo lleva a rendimientos más altos. La suposición popular, con base en la teoría moderna de
cartera, es que una cartera de renta variable no puede tener un presupuesto de bajo riesgo sin tener que
renunciar a algunos rendimientos. Sin embargo, en décadas recientes, hay estudios que han llegado a la
conclusión de que el alto riesgo no siempre resulta en altos rendimientos. De hecho, investigaciones
académicas empíricas han mostrado que, a largo plazo, las carteras de menor volatilidad tienden de hecho a
desempeñarse mejor que sus puntos de referencia respectivos.1 Esto se ha designado como la “anomalía de
baja volatilidad”.
Las inversiones de baja volatilidad fueron identificadas primeramente a principios de la década de 1970 por
Fischer Black y Myron Scholes, y corroboradas por Eugene Fama y Kenneth French en 1993. La anomalía de
baja volatilidad fue promovida por Robert Haugen, quien pasó la mayor parte de su carrera probando que
eran falsas algunas de las afirmaciones clave de la teoría moderna de cartera, incluyendo la hipótesis del
SOLO PARA USO INSTITUCIONAL Y DE PROFESIONALES ESPECIALISTAS EN INVERSIONES.
AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
mercado eficiente y el modelo de fijación de precios de activos de
capital (capital asset pricing model, CAPM). La interpretación más
común de la anomalía de baja volatilidad es que, dado un universo de
acciones, el 20 a 30 % de las de menor volatilidad tienden a
desempeñarse mejor que el 70 a 80 % restante. Las referencias más
frecuentes a la “volatilidad” del mercado de valores de renta variable
se basan en la desviación estándar de los rendimientos de renta
variable en una serie de tiempo; los datos de volatilidad presentados
en este artículo se enfocan en la desviación estándar de los
rendimientos a lo largo de veinticuatro meses.
Figura 1: Retorno relativo anualizado del mercado
desarrollado global por decil de volatilidad
2%
Retorno relativo anualizado
Volatilidad más alta
Uno podría argumentar que la “anomalía de baja
volatilidad” es más bien una anomalía de alta volatilidad.
0%
Volatilidad más baja
-2 %
-4 %
-6 %
-8 %
Volatilidad y retornos de inversión
La Figura 1 muestra el retorno relativo anualizado de 3.000 acciones
mundiales del mercado desarrollado de diciembre de 1987 a
diciembre de 2013, con base en su clasificación de volatilidad por
decil. Muestra que las acciones menos volátiles tuvieron un mejor
desempeño que sus contrapartes más volátiles. La gráfica muestra el
pronunciado bajo desempeño de los deciles de más alta volatilidad (8,
9 y 10) comparados con los deciles del 1 al 7. Hay cuando mucho una
diferencia del 1 % en el desempeño relativo de aproximadamente
70 % del universo, mientras que el bajo desempeño del extremo de
alta volatilidad es muy marcado. Este es un patrón que es observable
para cada uno de los mercados desarrollados de renta variable.
Ciertamente, uno podría argumentar que la “anomalía de baja
volatilidad” es más bien una anomalía de alta volatilidad.
D1
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D7
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D10
Fuente: Factset. Metodología de MFS: Las acciones se agrupan mensualmente en deciles
con base en la desviación estándar de 24 rendimientos mensuales. Datos de diciembre
de 1987 a diciembre de 2013. El universo global incluye las mayores acciones por
capitalización de mercado para las siguientes regiones desarrolladas: 1.000 EE. UU., 400
Japón, 600 Europa, 200 Asia-Pacífico sin Japón. Los retornos son relativos al universo
general global. Con base en rendimientos mensuales vinculados.
La anomalía depende primordialmente de los ciclos del mercado en el
sentido de que las acciones de alta volatilidad en forma consistente
tienen un menor desempeño que las acciones de baja volatilidad,
especialmente durante las bajas súbitas del mercado. El resultado es
que aún cuando las acciones de baja volatilidad capturan el alza del
mercado, tienden a brindar una preservación más sólida del capital
durante los mercados a la baja. Esto es indicativo del desempeño
esperado de las estrategias de baja volatilidad: En los mercados
alcistas, cuando las acciones con alto beta tienen un desempeño
superior al esperado, las carteras de baja volatilidad se quedarán por
debajo (Figura 2), pero durante los períodos en los que los mercados
Figura 3: Mercados globales a la baja: Retorno relativo
anualizado por decil de volatilidad
Con base en seis períodos de mercado a la alza entre diciembre de 1987
y diciembre de 2013
30 %
Con base en cinco períodos de mercado a la baja entre diciembre de 1987 y
diciembre de 2013
30 %
18 %
Retorno relativo anualizado
Retorno relativo anualizado
Figura 2: Mercados globales a la alza: Retorno relativo
anualizado por decil de volatilidad
6%
-6 %
6%
-6 %
-18 %
-18 %
-30 %
18 %
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Fuente: Factset. Metodología de MFS. Datos al 31 de diciembre de 2013.
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-30 %
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Fuente: Factset. Metodología de MFS. Datos al 31 de diciembre de 2013.
Nota: Mercados globales a la alza (retorno acumulado del MSCI World index): 12/87 – 9/89 (40 %), 10/90 – 7/97 (171 %), 9/98 – 3/00 (56 %), 10/02 – 10/07 (155 %), 3/09 – 4/11 (96 %), 6/12 –
12/13 (47 %). Mercados globales a la baja (retorno acumulado del MSCI World index): 10/89 – 9/90 (-23 %), 8/97 – 8/98 (-3 %), 4/00 – 9/02 (-46 %), 11/07 – 2/09 (-54 %), 6/11 – 5/12 (-12 %).
—2—
AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
Figura 4: Mercados emergentes a la alza: Retorno relativo
anualizado por decil de volatilidad
Figura 5: Mercados emergentes a la baja: Retorno relativo
anualizado por decil de volatilidad
Con base en cinco períodos de mercado a la alza entre diciembre de 1989 y
diciembre de 2013
Con base en cuatro períodos de mercado a la baja entre diciembre de 1989 y
diciembre de 2013
10 %
Retorno relativo anualizado
15 %
Retorno relativo anualizado
6%
3%
0%
-3 %
-6 %
-10 %
10 %
5%
0%
-5 %
-10 %
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-15 %
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Fuente: Factset. Metodología de MFS. Datos al 31 de diciembre de 2013.
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Fuente: Factset. Metodología de MFS. Datos al 31 de diciembre de 2013.
Nota: Mercados emergentes a la alza (retorno acumulado del MSCI Emerging Market Index): 1/90 – 6/97 (16 %), 9/98 – 1/00 (69 %), 4/03 – 10/07 (46 %), 03/09 – 04/11 (54 %), 12/12 – 12/13
(2 %). Mercados emergentes a la baja (retorno acumulado del MSCI Emerging Market Index): 07/97 – 08/98 (-55 %), 02/00 – 03/03 (-73 %), 11/07 – 02/09 (-82 %), 05/11 – 11/12 (-8 %).
enfrentan una declinación súbita, ofrecen una asignación diversificada
que tiene un desempeño superior al esperado (Figura 3).2
El patrón es menos pronunciado en los mercados emergentes (EM).
Sin embargo, como ilustran las Figuras 4 y 5, aún en los EM, durante
los mercados a la baja, los mercados más volátiles tuvieron un
desempeño menor al de los menos volátiles.3
La clave es capitalizar los beneficios
La intriga de capturar un mayor desempeño relativo a largo plazo al
evitar acciones de alta volatilidad es parcialmente impulsado por el
beneficio de capitalización de las acciones de baja volatilidad. Albert
Einstein llamó a la capitalización de intereses “el descubrimiento
matemático más grande de todos los tiempos” quizá en parte porque
tiene tantas aplicaciones en la vida diaria. La capitalización de intereses
es el proceso de generar ganancias en las ganancias reinvertidas de un
activo. Requiere de dos cosas: la reinversión de las ganancias y tiempo.
Mientras más tiempo le dé usted a sus inversiones, será más capaz de
acelerar el crecimiento potencial de su inversión original. Las acciones
de alta volatilidad experimentan períodos de rendimientos bajos o
negativos que inhiben el crecimiento potencial de los activos que de
otra manera se acumularían con base a la capitalización. A esto se le
designa con frecuencia como “fuga de volatilidad”.
La base teórica de la fuga de volatilidad, o el impacto negativo relativo
que la volatilidad tiene en los rendimientos de la cartera, fue explicado
por James MacBeth, que estimó que el rendimiento capitalizado real
es menor que el rendimiento esperado por aproximadamente la mitad
de la varianza o el riesgo de la cartera (cuando la varianza se define
como el cuadrado de la desviación estándar de los retornos).4
El beneficio de la capitalización es aparente también cuando uno
considera los flujos de efectivo de la cartera y los pasivos: en una
cartera altamente volátil, es un mayor reto administrar flujos en el
mercado que lo es con una cartera de baja volatilidad. Por ejemplo,
imagine invertir una cantidad significativa de flujo de efectivo en
valores de renta variable inmediatamente antes de una caída súbita
del mercado, y luego tener un gran pasivo en el momento en que el
mercado llegue a su nivel mínimo. Esto podría ocasionar un desastre
en una base de activos y en la capacidad de los inversionistas para
administrar flujos y pasivos futuros.
¿Cómo se explica esta anomalía?
La anomalía se explica normalmente con factores que están con
frecuencia asociados con cambios extremos en la volatilidad y un
impulso excesivo del mercado, que son característicos de las acciones
de alta volatilidad. Las explicaciones pueden agruparse en dos
categorías: conductuales y estructurales.
Los ejemplos de las explicaciones conductuales incluyen tendencias de
búsqueda de riesgos exhibidas por “el efecto lotería” y la teoría del
prospecto, según fue documentada por el ganador del Premio Nobel,
Daniel Kahneman. La alta volatilidad ayuda a perpetuar la conducta
especulativa y de búsqueda de riesgo. Otra influencia conductual
resulta del énfasis del inversionista en retornos relativos de puntos de
referencia: Por causa de que los inversionistas tienen una tendencia
hacia errores más bajos de rastreo relativos a puntos de referencia, las
carteras muestran la tendencia a capturar la volatilidad del punto de
referencia en lugar de evitarla. Los inversionistas temen que sus
carteras puedan no capturar el alza cuando el mercado se esté
apreciando. Como resultado, el enfoque en capturar la apreciación del
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AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
Figura 6: Cambio porcentual mensual en el volumen de fondos que se comercializan en la bolsa de valores (ETF)
300 %
Mayo de 2010: Alemania impone la prohibición
250 % a la venta en corto. El volumen de valores de
renta variable de EE. UU, bonos de EE. UU.
y los fondos de renta variable europeos que
200 % se comercializan en la bolsa de valores (ETF)
llega a niveles pico.
150 %
Agosto de 2011: La Autoridad
Europea de Valores y Mercados
impone una prohibición temporal
a la venta en corto. El volumen
de valores europeos de renta
variable ETF, los valores
estadounidenses de renta
variable ETF y los valores
estadounidenses ETF llega
a niveles pico.
Marzo de 2011: El volumen
de los fondos de renta variable
japoneses que se comercializan
en la bolsa de valores (ETF)
llega a un nivel pico después
del terremoto de Fukushima.
Julio de 2010: La especulación sobre la
publicación en agosto de los resultados
de las pruebas de estrés de los bancos europeos
ocasiona un pico en el volumen de los fondos
de renta variable europeos que se comercializan
en la bolsa de valores (ETF).
100 %
50 %
0%
-50 %
-100 %
SPY ETF
2/10
MSCI EMU ETF (EXU)
4/10
6/10
MSCI JPN ETF (EWI)
8/10
Bono del tesoro de 7 a 10 años ETF (IEF)
10/10
12/10
2/11
4/11
6/11
8/11
10/11
12/11
Fuente: Factset. Para el período de enero de 2010 a diciembre de 2011.
mercado y un bajo rastreo de errores expone a las carteras a
fluctuaciones en la volatilidad de los puntos de referencia.
tema, especialmente en años recientes. Existen diversos enfoques,
desde variaciones de la varianza mínima y objetivos beta hasta
construcciones más simples, que explicaremos enseguida. Hemos
categorizado los enfoques más comunes como universo de baja
volatilidad, objetivo beta y varianza mínima. Como lo demostraremos,
capitalizar en esta anomalía histórica no deberá hacerse sin
precaución.
Los factores estructurales incluyen tecnología y nuevos instrumentos
de inversión que pueden ocasionalmente servir como conductos de
volatilidad. Por ejemplo, en años recientes, la tecnología ha mejorado
hasta el grado de que el acceso a la información es constante, como
lo es la habilidad para reaccionar a ella. De igual manera, el
crecimiento en inversiones tales como ETF, derivados, fondos de
cobertura y herramientas de asignación de activos han permitido a los
inversionistas a ejecutar rápidamente grandes reasignaciones. Con
frecuencia se asocia una más alta volatilidad con cambios rápidos en
asignaciones y eventos que garantizan una acción de negociación
inmediata (ver Figura 6). Aún cuando las mejoras estructurales en los
años recientes han hecho avanzar las capacidades y la eficacia de los
inversionistas, también han contribuido a extremos de volatilidad.
Universo de baja volatilidad
Los factores conductuales y estructurales no solamente ofrecen una
explicación histórica para estos patrones, sino que también apoyan el
argumento de que la anomalía persistirá en el futuro. En un mundo
relacionado con los puntos de referencia, las carteras permanecerán
ligadas a los choques de volatilidad del mercado. De igual manera,
mientras tengamos mercados accionarios, también tendremos
seleccionadores de acciones que buscan riesgos. Además, no es
realista argumentar que los avances estructurales tendrán de alguna
forma una regresión. Dados estos factores, las anomalías de volatilidad
permanecerán aquí.
Inversión de baja volatilidad en la práctica
La pregunta es, entonces: ¿Puede diseñarse una estrategia viable para
explotar esta anomalía? No hay carencia de investigaciones sobre este
Las estrategias del universo de baja volatilidad definen un universo por
criterios de volatilidad, tales como acciones clasificadas por métricas de
volatilidad, y limitan las tenencias de las acciones de menor volatilidad
con base en esas métricas. Por ejemplo, la ETF de baja volatilidad de
S&P toma el 20 % menos volátil de las acciones del S&P 500 Index y
pondera inversamente esas 100 acciones con base en su volatilidad
durante los pasados 12 meses.5 El Russell Global Defensive Index limita
sus tenencias con base en una calificación general de “indicador de
estabilidad”, la mitad de la cual se basa en la volatilidad de promedio
ponderado en períodos de corto y largo plazo.6
Típicamente, las estrategias del universo de baja volatilidad clasifican a
las acciones con base en la volatilidad dentro del universo general y no
dentro de sectores o regiones, y por lo tanto exhiben una fuerte
tendencia en áreas que tienen una menor volatilidad relativa al
universo. Las sobrevaluaciones comunes en estas carteras incluyen
sectores defensivos como productos básicos del consumidor y servicios
públicos y países tales como Japón. Pese al diseño específico de estas
estrategias, hay alguna superposición con otros enfoques de baja
volatilidad; en la práctica, un objetivo de baja volatilidad tiende a llevar
a una concentración en las acciones menos volátiles de un
determinado universo.
—4—
AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
Objetivo beta
Las estrategias de objetivo beta tienen un enfoque más sistemático
para producir una baja volatilidad. Estas estrategias no están limitadas
a un universo de acciones “menos volátil”, y pueden tener exposición
a nombres de alta volatilidad, mientras que la cartera beta total
cumple un objetivo que es menor que un índice. Aún cuando hay
alguna correlación entre beta y volatilidad, y derivar una cartera de
bajo beta lleva en forma natural a sobrevaluar las acciones de baja
volatilidad, se espera que una cartera con objetivo beta siga la
dirección del índice subyacente más de cerca que otros métodos de
baja volatilidad. Sin embargo, un beta global de largo plazo de entre
0,7 y 0,8, típico de estrategias de objetivos beta, está dentro del rango
de otros enfoques comunes de baja volatilidad.
Varianza mínima
Las estrategias de varianza mínima utilizan un optimizador de riesgo
cuantitativo para resolver una combinación de ponderaciones de
cartera que produce la menor varianza de cartera que es posible
predecir. Un simple ejemplo de esto es usar dos acciones que tienen
una baja correlación: la combinación de estas dos acciones producirán
una cartera que tiene una varianza menor que cada acción individual.
esta última cartera. Nuevamente, el resultado de estas estrategias se
sobreponen con los enfoques de universo limitado y objetivo beta: A
la larga, estos tres tipos de enfoques producen una varianza que es
aproximadamente 25 % a 35 % menor que los índices relativos del
mercado.
Sin importar el método, el objetivo de bajo riesgo finalmente impulsa
las ponderaciones de la cartera. Durante cualquier período
determinado, el riesgo del mercado está influenciado por un cierto
número de variables. En consecuencia, todas estas estrategias de bajo
riesgo comparten características similares. Las carteras globales de baja
volatilidad tienden a tener un beta entre 0,7 y 0,8, tener baja
capitalización y tener un rendimiento de dividendos ligeramente
superior, así como una reducción de volatilidad de 25 % a 35 %.
Además, exhiben las tendencias mencionadas anteriormente, es decir,
favoreciendo al Japón y a los sectores defensivos.
Optimización de varianza mínima global
Una ventaja de la optimización de riesgos es que permite suposiciones
y restricciones, incluyendo por sector, región y estilo. El optimizador
gestiona sistemáticamente estas exposiciones mientras identifica los
perfiles complementarios de riesgo a nivel de las acciones. Un
criticismo a la varianza mínima, sin embargo, es que esas
ponderaciones complementarias se encuentran usando acciones que
se desplazan en direcciones diferentes. Por ejemplo, el riesgo de una
acción que tiene una serie de rendimientos positivos puede ser
compensado por el riesgo de una acción que tiene una serie de
rendimientos negativos. La varianza neta de estas dos acciones será
baja, pero ¿tiene sentido que un inversionista retenga una inversión
débil simplemente por su baja correlación con otras acciones?
La cartera global modelo, resumida en la Figura 7, está basada en una
optimización de la varianza mínima global usando el MSCI All Country
World Index (ACWI) como el universo de acciones (se le etiqueta
como Varianza mínima). Está diseñada para ser comparable con una
estrategia de varianza mínima invertible con los siguientes parámetros:
rebalance mensual, un rango de tenencias de 80 a 120 posiciones,
ponderaciones de acciones entre 5 y 250 puntos base (0,05 % a 2,5
%), sectores y regiones dentro del 10 % del índice, limitaciones de
estilo y exposiciones a la industria, y optimización a un activo que
representa una tasa libre de riesgo (en este caso, el pagaré del Tesoro
de EE. UU. a tres meses).
Figura 7: Riesgo y retornos de la cartera de modelo global
Enero de 1987 a diciembre de 2013, en dólares estadounidenses
Varianza mínima
6,5 %
6,9 %
16,6 %
9,4 %
Reducción de riesgo
N/D
43 %
Beta
N/D
0,78
0,25
0,48
N/D
250 %
38 %
45 %
Rendimiento anualizado
Aún cuando habrá todavía alguna superposición con las tenencias
derivadas de otros enfoques, la meta con una varianza mínima es
producir una cartera con series de retornos que sean idiosincráticas y
no sistemáticas. Con eso queremos decir que el enfoque es más en el
riesgo que tiene poca o ninguna correlación con el riesgo del mercado
y puede ser mitigado por diversificación (riesgo idiosincrático) a
diferencia del riesgo del mercado o “riesgo no diversificable” (riesgo
sistemático).
Una variación del enfoque de varianza mínima es la “varianza
objetivo”, en donde el optimizador resuelve para un nivel de riesgo
específico y aceptable a diferencia del nivel “mínimo” de riesgo. Por
ejemplo, si la volatilidad del mercado es una desviación estándar
anualizada del 20 % y una solución de varianza mínima resulta en
una predicción de volatilidad del 10 %; sin embargo, si un
inversionista siente que una cartera de baja volatilidad más óptima
puede lograrse a una volatilidad objetivo del 11 %, deberá preferir
ACWI
Desv. estándar anualizada
Relación Sharpe*
Rotación anualizada
Los tres sectores más grandes
Fuentes: Factset, MSCI Barra.
*La tasa sin riesgo es el rendimiento del pagaré del Tesoro a tres meses anualizado, de BARRA.
La estrategia supera el desempeño de ACWI por un 0,4 % anualizado
con una reducción del riesgo del 43 % (con base en una desviación
estándar anualizada de retorno) y un beta de 0,78. Pese a las
restricciones, la estrategia exhibe tendencias persistentes en productos
—5—
AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
básicos del consumidor y servicios públicos, en los que la
sobrevaluación promedió 8,4 % y 5,0 % respectivamente, mientras
que estuvo infravaluada en servicios financieros y tecnología por
8,2 % y 8,0 % respectivamente.
Además, aun cuando la estrategia estuvo restringida a prevenir una
exposición excesiva a baja capitalización, el optimizador se deslizó
hacia una tendencia de baja capitalización hasta el nivel permitido por
la restricción. Este caso básico también permaneció sobrevaluado en
forma consistente en mercados emergentes así como en Japón, por
un 10,0 % y un 5,6 %, respectivamente. La atención médica, servicios
financieros y productos básicos del consumidor, en promedio
constituyeron el 45 % del peso de la cartera, comparada con el 38 %
de ACWI.
Hay diversos factores que pueden contribuir a un choque idosincrático
de volatilidad, que lleva a que ciertos sectores, industrias a regiones
estén expuestas a picos de volatilidad. Aun cuando la estrategia se
desempeñó bien al emplear parámetros de diversificación, esto
demuestra algunas de las razones para tener precaución al usar
modelos de riesgo con tendencias históricas. En el momento de la
crisis de Fukushima de 2011, la cartera estaba sobrevaluada en Japón
por el máximo permisible de 10 % y sobrevaluada en servicios
públicos por el máximo 5 %, junto con una rotación del 250 %. No
es necesario decir que las volatilidades, tanto de Japón como de los
servicios públicos, escalaron después de la crisis.
Por estas razones, y por los otros puntos débiles descritos
anteriormente para la Cartera A, creemos que es probable que una
cartera de baja volatilidad se desempeñe mejor a largo plazo si está
ampliamente diversificada, incluye acciones líquidas que son bien
conocidas por los analistas e incorpora investigación a nivel de
acciones en lugar de estar impulsada exclusivamente por un objetivo
de riesgo. Para lograr dicha cartera, recomendamos evitar la alta
volatilidad histórica, empleando reglas de diversificación de la cartera,
incorporando la información fundamental y optimizando dentro de un
marco de varianza mínima en relación con un activo libre de riesgos.
Evitar acciones de alta volatilidad
Nuestra investigación ha mostrado que en años recientes la alta
volatilidad tiende a estar concentrada en alrededor del 30 al 40 % de
las acciones dentro de un amplio universo global; esto es también
cierto para regiones individuales. La Figura 8 muestra que desde 1998,
excepto por el período entre 2005 y 2008, las acciones más volátiles
como grupo tenían una desviación estándar de retornos de cerca del
doble del grupo de baja volatilidad.
Figura 8: Acciones globales: Desviación estándar de retornos
anualizada de 24 meses consecutivos
45
Más volátil (40 %)
Menos volátil (60 %)
36
Sin embargo, aún cuando esta es la prueba de fondo correcta,
muestra que una estrategia de varianza mínima tiene el potencial de
producir retornos semejantes al índice a una volatilidad
sustancialmente reducida. El criticismo central del enfoque básico de
varianza mínima es que no distingue entre ideas de inversión fuertes
y débiles, y una cartera podría terminar teniendo posiciones en
empresas débiles simplemente porque tienen una desviación estándar
de retornos que ayuda a reducir la varianza a nivel de la cartera global.
27
18
9
0
'89
'91
'93
'95
'97
'99
'01
'03
'05
'07
'09
'11
'13
Fuente: Factset, al 31 de diciembre de 2013.
Recomendamos evitar las acciones con alta volatilidad
histórica, empleando reglas de diversificación de la cartera,
incorporando la información fundamental y optimizando
dentro de un marco de varianza mínima en relación con un
activo libre de riesgos.
Beneficios de la investigación fundamental
Somos de la opinión de que el riesgo no debe ser el único catalizador
para poseer una acción y que capturar algún nivel de investigación de
inversiones es crítico al optimizar globalmente. Una optimización a
nivel global impulsada solamente por el riesgo podría minar el impacto
de los mercados no líquidos, economías que enfrentan retos,
negociaciones ineficientes con altos costos de transacción y débil
cobertura de analistas.
Como se muestra en las Figuras 1 y 3, este mismo grupo de alta
volatilidad tiende a desempeñarse por debajo de lo esperado a la
larga, particularmente en mercados a la baja. Cuando se resuelve para
un objetivo de bajo riesgo con una entrada alfa (investigación a nivel
de acciones), además de cumplir con los parámetros de diversificación,
es probable que un optimizador agregue por lo menos alguna
exposición a estas acciones indeseables de alta volatilidad. Sin
embargo, al excluir estas acciones más volátiles del universo de
inversión, invirtiendo en forma eficaz en la cartera solamente en
aquellas acciones que es menos probable que se desempeñen por
abajo de lo esperado en los mercados a la baja, este efecto puede ser
eliminado.
—6—
AGOSTO DE 2014 / INVERSIÓN DE BAJA VOLATILIDAD EN LOS MERCADOS GLOBALES
Aplicando la diversificación
Cambios de volatilidad con el paso del tiempo: Las causas y magnitud
de la volatilidad en un ambiente son diferentes de las que hay en otro
ambiente. Aun cuando las tendencias de volatilidad ayudan a uno a
gestionar las fluctuaciones de cartera a corto plazo, podemos
solamente especular sobre el momento y el grado de contagio de la
siguiente crisis del mercado. Los beneficios de la diversificación han
sido ampliamente documentados: La mayor diversificación baja el
riesgo general de inversión. Los sectores pueden girar de baja a alta
volatilidad y los índices pueden reflejar las valoraciones infladas en los
sectores de moda. Los cambios pueden ser dramáticos, como vimos
en la burbuja tecnológica y la crisis financiera global. Aun en un marco
de baja volatilidad, la diversificación en sector y país es crítica.
Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, Japón tiende a ser un
favorito para sobrevaloración en estrategias de baja volatilidad por
causa de su perfil de bajo riesgo histórico comparado con otros países.
De igual manera, el sector de servicios públicos es típicamente
sobrevalorado de baja volatilidad. Si embargo, en las semanas
siguientes al desastre de Fukushima, tanto Japón como los servicios
públicos globales se volvieron altamente volátiles. Predecir la volatilidad
del mercado es con frecuencia inútil; permanecer diversificados ayuda
a minimizar la exposición de la cartera a los choques de volatilidad.
Incorporar investigación de inversiones
Los optimizadores son solamente tan buenos como sus suposiciones,
pese a sus fundamentos teóricos. Al construir una cartera basada en el
riesgo, es importante considerar las tendencias inherentes del proceso
de optimización. Un optimizador puede dar poca o ninguna
importancia a factores tales como la calidad de la empresa, sus
perspectivas de mercado o qué tan conocida es la empresa por los
analistas.
En nuestra investigación, hemos descubierto que en un universo
global, muchas veces hay razones que explican por qué ciertas
acciones parecen mostrar baja volatilidad. Algunas veces las acciones
son menos volátiles por alguna razón y son, de manera similar,
ignoradas por analistas e inversionistas por razones válidas. De igual
manera que los inversionistas sensibles a la valuación pueden advertir
contra poseer “trampas de valor”, podrían advertir en contra de
poseer “trampas de baja volatilidad”. Además, nuestras
investigaciones muestran que la supervisión de las inversiones pueden
tener un impacto positivo en retornos ajustados al riesgo.
Optimización en un marco de varianza mínima
Hay numerosos enfoques para enfrentar estos tipos de tendencias de
optimización. Quizá el más sencillo es ajustar un universo de inversión
de manera que esté libre de propiedades indeseables tales como falta
de liquidez y baja calidad de ganancias. Una vez que el universo se ha
establecido, las restricciones de la diversificación se han determinado
y la información de las investigaciones sobre inversiones se ha
incorporado, se puede aplicar un modelo de optimización de cartera.
Los optimizadores cuantitativos usan modelos de riesgo multifactorial
que consideran fuentes de riesgo sistemático, tales como industria,
tamaño de la empresa, estilo y apalancamiento financiero, así como el
riesgo idiosincrático de las empresas.
Un optimizador resuelve para un objetivo de riesgo, un objetivo de
retorno o una función de utilidad, que es un balance óptimo de
retorno y riesgo comparado con un índice. Un enfoque de varianza
mínima busca lograr un bajo nivel de varianza de manera no
sistemática; en lugar de minimizar el riesgo comparado con un índice,
que resultaría efectivamente en un error de rastreo reducido
comparado con ese índice, el enfoque de varianza mínima busca
reducir el riesgo comparado con un activo que no toma en cuenta los
índices, tales como una tasa de interés a corto plazo. El resultado es
una cartera que evita muchas de las características del riesgo del índice
(Figura 7). Tome en cuenta que la cartera modelo de varianza mínima
mostrada en la Figura 7 no incorpora investigación de inversiones
como se describe anteriormente.
Conclusión
En un mundo en el que los inversionistas son tanto adversos al riesgo
como en búsqueda de rendimiento, las estrategias de baja volatilidad
pueden surgir como una opción viable para enfrentar ambos retos.
Existen varios enfoques a las inversiones de baja volatilidad. Hemos
caracterizado los enfoques más comunes como universo de baja
volatilidad, objetivo beta y varianza mínima.
Sin importar el método, el objetivo de bajo riesgo finalmente impulsa
las ponderaciones de la cartera. Dado que el riesgo del mercado está
influenciado por un cierto número de variables, todas estas estrategias
de bajo riesgo comparten características similares: Las carteras globales
de baja volatilidad tienden a tener un beta entre 0,7 y 0,8, una
reducción de volatilidad de 25 % a 35 %, así como una tendencia a
baja capitalización y un rendimiento de dividendos ligeramente
superior. Tienden también a mostrar tendencias respecto al país y
sector, tales como favorecer al Japón y a los sectores de defensa.
Es nuestro punto de vista que el riesgo no debería ser el catalizador
exclusivo para poseer una acción y que es probable que una cartera
de baja volatilidad se desempeñe mejor a largo plazo si está
ampliamente diversificada, incluye acciones líquidas que son bien
conocidas por los analistas e incorpora investigación a nivel de
acciones en lugar de estar impulsada exclusivamente por un objetivo
de riesgo. Para lograr esto, recomendamos evitar la alta volatilidad
histórica, empleando reglas de diversificación de la cartera,
incorporando la información fundamental y optimizando dentro de un
marco de varianza mínima.
—7—
Notas al pie
Baker, Bradley and Wurgler (2011). Financial Analysts Journal, vol. 67, n.° 1(Enero/Febrero): 1 – 15 Clarke, de Silva and Thorley (2010). “Know Your VMS Exposure”
[Conozca su exposición a VMS (volatile-minus-stable)]. Journal of Portfolio Management, vol. 36, n.° 2 (Invierno): 52 – 59.
2
Mercados globales a la alza (retorno acumulado del MSCI World index): 12/87 – 9/89 (40 %), 10/90 – 7/97 (171 %), 9/98 – 3/00 (56 %), 10/02 – 10/07 (155 %), 3/09 – 4/11
(96 %), 6/12 – 12/13 (47 %). Mercados globales a la baja (retorno acumulado del MSCI World index): 10/89 – 9/90 (-23 %), 8/97 – 8/98 (-3 %), 4/00 – 9/02 (-46 %), 11/07
– 2/09 (-54 %), 6/11 – 5/12 (-12 %).
3
Mercados emergentes a la alza (retorno acumulado del MSCI Emerging Market Index): 1/90 – 6/97 (16 %), 9/98 – 1/00 (69 %), 4/03 – 10/07 (46 %), 03/09 – 04/11 (54 %),
12/12 – 12/13 (2 %). Mercados emergentes a la baja (retorno acumulado del MSCI Emerging Market Index): 07/97 – 08/98 (-55 %), 02/00 – 03/03 (-73 %), 11/07 – 02/09
(-82 %), 05/11 – 11/12 (-8 %).
4
Macbeth (1995). “What’s the Long-Term Expected Return to Your Portfolio?” [¿Cuál es el retorno esperado a largo plazo de su cartera?] Financial Analysts Journal, vol. 51,
(Septiembre/Octubre): 6 – 8.
5
Sitio web de S&P Dow Jones Indices: http://us.spindices.com/indices/strategy/sp-500-low-volatility-index.
6
Sitio web de Russell: http://www.russell.com/indexes/americas/indexes/fact-sheet.page?ic=D42711.
1
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