LA RELIGION Y LA SUPERSTIGION EN PEDRO PARAMO by

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-P
LA RELIGION Y LA SUPERSTIGION EN PEDRO
by
CYNTHIA WALKER, B. A.
A THESIS
IN
SPANISH
Submitted to the Graduate Faculty
of Texas Tech University in
Partial Fulfillment of
the Requirement for
the Degree of
MASTER OF ARTS
August, 1971
PARAMO
NOTA PRELIMINAR
Quiero expresar mi sincero agradecimiento
al Dr. Harley D. Oberhelman por haber dirigido
este estudio y por haberme inspirado durante toda
mi carrera universitaria.
11
INDICE
NOTA PRELIMINAR
I.
II.
III.
ii
JUAN RULFO FRENTE A LA REALIDAD IVEXICANA
LA RELIGION EN PEDRO PARAIVIO
LA SUPERSTICION EN PEDRO PARAIVIO
. . . •
1
9
30
CONCLUSIOINES
^3
NOTAS
45
BIBLIOGRAFiA
48
111
CAPlTULO I
JUAN RULFO FRENTE A LA REALIDAD MEXICANA
Si en 1953 con El llano en llamas, su coleccion de
cuentos, Juan Rulfo gano reconocimiento y popularidad entre
los circulos literarios latinoamericanos, con Pedro Paramo.
la novela que se publico dos anos despu^s, su fama fue
acrecentando hasta que llego a ser internacional.
Todavia
no se puede medir el impacto que ha tenido y sigue teniendo
esta novela. Se ha traducido a por lo menos trece idiomas,
y sigue traduciendose. Lo seguro es que cada vez que se
traduce a otro idioma, causa una gran sensacion favorable
entre los nuevos lectores y criticos. Se espera con mucha
impaciencia la segunda novela de Rulfo, que llevara por
titulo La Cordillera, y que hace ya unos anos que se estd
prometiendo.
Nacido en el ano 18 en el pueblo de Sayula, Jalisco, Juan Rulfo es unico en su habilidad de capturar por medio de la literatura la realidad de la vida campesina mexicana. El paisaje jaliciense, un paisaje severo, vasto y
seco, estd presente en toda la obra de Rulfo, y contribuye
mucho a la sensacion de inmensa soledad que tambien penetra
2
su obra.
Rulfo es un ser solitarioj no asiste ni a los
cocteles ni a las otras funciones entre los circulos literarios.
No se sabe mucho de ^1, y no le gusta que se le
vaya invadiendo la vida privada.
No habla mucho, y su ma-
nera de conversar es igual a su manera de escribir:
as! de
conciso e intenso.-^
Aun con lo poqulsimo que ha escrito este autor, el
figura entre losrodsimportantes escritores latinoamericanos contempor^neos. Segun Harss, la escasez de su obra posiblemente pueda atribuirse al hecho de que su vida est^
muy ligada a la de su pals, y Mexico estd actualmente en un
periodo de estancamiento,
sin saber hacia que rumho diri-
girse para encontrar su destino. La realidad mexicana se
refleja en toda la obra de Rulfo; hablando de Pedro Paramo,
un critico dice:
El mundo creado por Rulfo es una parcela de la
realidad mexicana, de cierta realidad social de
Mexico. El campo, el cacique y sus victimas, hambre y miseria de los pueblos de Mexico. Sin embargo no se trata de una "novela de compromiso". En
Pedro Paramo no hay mensaje. No hay recetas. No
hay optimismo progresista.
Imagen de una realidad mexicana. Mas que imagen, vision de una realidad mexicana. Vision trdgica y llrica, subjetiva y parcial.-^
Como ya se ha mencionado, su coleccion de cuentos,
titulado El llano en llamas, salio antes de la novela. Al
aparecer esta coleccion, se supo por el publico y por la
critica que tambiln acababa de aparecer un gran narrador
mexicano.
Rulfo escribia urgido por una intenci<5n puramente artistica, por un deseo de dar expresion a
Unas vivencias intimas mediante la creacion de
un mundo muy propio, en el que tomaban forma y
bulto sus obsesiones, sus recuerdos, sus imaginaciones ... Lo que se advertla a las primeras
llneas era un tono diferente, una manera de narrar
que parecia conversada, pero que era apretada, sintltica, intensa, parca en localismos, cruzada en
rara y oportuna ocasion por alguna metdfora o
un simil certeros ... uno sentia que esa prosa tenia un tono verdadero, que no partia de las apariencias, que no era un lenguaje externo y curioso, sino quiz^ el idioma mismo en que piensan
hombres silenciosos y necesitados, que viven apartados en el llano o el monte, donde se puede caminar y caminar sin encontrar un alma ...
Los cuentos contenlan el mismo fatalismo que despues surgiria desde las p^ginas de su novela Pedro Pdramo. Los temas dominantes de los cuentos de Rulfo son la venganza y la
muerte y la lucha y el deseo de sobrevivir.' El destino
controla la vida de los personajes y es un destino violent©
y triste. Ellos viven sufriendo y solos, sin amigos ni
amor. En efecto, el amor se presenta raramente en los
cuentos, aunque tiene un papel importante en Pedro Pdramo«
la novela que se tratard en este estudio.
Aunque el ambiente es ilogico, irreal e irracional,
y hay falta total de cronologia, cuando se considera a Pedro Paramo como una entidad, tormina por ser una expresion
del nuevo realismo mexicano,'^ y asl cabe dentro de la literatura vital y revolucionaria de nuestros tiempos. Hay una
geniosa mezcla del lenguaje popular y la intuicion poetica;
se confunden lo fantdstico y lo real, lo sonado y lo vivido,
hasta que todo llega a formar parte de una Realidad
Universal.
Hasta lo irreal y lo imafcinario contribuyen a
esta realidad.
El proceso dominante en Pedro Paramo no es ni desarrollo ni progresi6n, sino una revelacion de finalidad.
Pero curiosamente la "finalidad" no tormina nunca—los persona jes est^n muertos, en la tumba, pero se hablan, se escuchan, asi que aunque es en un sentido una finalidad, lo
tragico se enraiza en que esta finalidad es continua. Los
personajes est^n en el purgatorio; la novela puede considerarse como un entremes del Juicio Final—un eterno presente
, muerte.
. 12
que es la
Todos los personages de la novela experimentan una
soledad tr^gica e irremediable. Una de las razones por las
cuales las almas se encuentran condenadas a existir en estas condiciones es la falta de una religion vital en el
pueblo, o bien la presencia de una religion corrompida y
falsa. El pueblo de Comala esta lleno ya de fantasmas y
sombras, de almas que "andan penando todavia" y no pueden
encontrar (ni encontraran nunca) el descanso y la paz. En
la novela hay varias manifestaciones de las malas condiciones espirituales; para citar algunasi
la soledad y la bus-
queda de la identidad y de la comunion con la humanidad; la
imagen del paraiso en contraste con la del infierno; la ima-
gen del Jardln del Eden, con la inocencia ya perdida, el
"Jardln" pervertido por la falta de vitalidad y fecundidad;
el estado del purgatorio en que se encuentran los personages, y asi su frustracion y filosofla de fatalismo; el sentido de culpabilidad y el miedo de parte de la gente; la
iglesia virtualmente reemplazada por un latifundista que
llega a controlar todo, hasta el cura del pueblo; as! la
hipocresia y el fracaso de los curas; y la supersticion que
se mezcla y a voces se confunde con la religion.
Conviene, antes de entrar mucho en una discusion de
la novela Pedro Paramo, analizar el titulo, ya que tiene
una relacion importante con el tema de la novela. Pedro
Paramo es el nombre del latifundista que llega a dominar
todo en Comala. El nombre "Pedro" viene de la palabra latina que quiere decir "piedra". Para nuestra consideracion,
esta palabra tiene dos significados importantes: primero,
la dureza de una piedra indica la fuerza y la dura testarudez del protagonista que causa la muerte fisica y espiritual
del pueblo; y segundo, el nombre puede referirse a San Pedro, "la roca de la iglesia", y asi llega Pedro Paramo a
ser la roca de Comala o sea el que mantiene el pueblo y,
cuando se decide, lo deja morir.
Tambien se ver^ que Pedro
Paramo es "la roca" de la iglesia de Comala. Un "pdramo"
es una region sumamente fria, baldia e infecunda.
Con un
simple an^lisis del titulo, pues, uno puede adivinar lo que
va a ser el tono de la novela.
En la superficie la trama de la novela es relativamente simple, no mas que estd presentada en fragmentos sin
orden cronologico, y el lector tiene que componer los pedazos del rompecabezas para formar una entidad.
Para cumplir
con una promesa dada a su madre en el momento de morir ella,
Juan Preciado va a Comala en busca de su padre, Pedro Pdramo.
Su madre le dice que exija lo que Pedro Paramo les de-
be.
Una vez en Comala, Juan Preciado se da cuenta de que
todo esta muerto, de que el pueblo no es el paraiso que le
describia su madre, sino un verdadero infierno. Despues de
Unas cuantas experiencias raras y a voces horrorosas, Juan
muere tambien. Despues se da cuenta el lector de que la
primera mitad es una narracion en primera persona, incluyendo recuerdos sin orden cronologico, de parte de Juan
Preciado desde la tumba y que se la estd relatando a una
mujer que comparte la tumba con el. La segunda mitad de la
novela es un dialogo entre los dos, tambien con interrupciones de parte de personas de tumbas vecinas y con recuerdos interpolados. Se tiene que agregar, sin embargo, que
hay irregularidades y variaciones de este esquema por todo
el libro; por ejemplo, los recuerdos de Pedro Paramo mismo
no vienen ni de la memoria de Juan Preciado ni de ninguna
tumba vecina, sino que aparecen sueltas, tanto en la segunda mitad como en la primera.
Asi que la novela comienza con una busqueda de parte de Juan Preciado, y no solo una busqueda fisica sino
tambien espiritual.
Quiz£ esta busqueda sea relacionada
con la vida del autor Juan Rulfo. La Revolucion Mexicana y
la Guerra de los Cristeros arruinaron a los Rulfo. Dice
Hellen Ferro, "La guerra de los cristeros. guerra de religion, una de las m^s crueles y fratricidas en la historia
de Mexico, lo dejo /a Rulfo7 sin tierras y sin familia". -^
Quiza esta sea la razon por la amargura de Rulfo en cuanto
a la iglesia.
edad.
Rulfo perdio a sus padres a muy temprana
La siguiente cita de uno de los cuentos, "jDiles que
no me maten!", pudiera ser indicative de la actitud de Rulfo en cuanto a la "busqueda" de su propia vida; uno de los
personajes dice, "Es algo dificil crecer sabiendo que la
cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar estd muerta".
Segun Harss, que lo entrevisto, Rulfo esta algo ob-
sesionado con su linaje. Ha buscado huellas de sus antepasados hasta en California, Texas, Nuevo Mexico y Arizona.
Asi se embarca en una busqueda Juan Preciado tambien
(es interesante que tenga el mismo nombre cristiano que el
autor, y que "preciado" quiera decir "de mucho valor"),
solo para encontrar cosas y personas muertas. Y esta busqueda da comienzo al infierno que va a experimentar al liegar en Comala.
La filosofla fatalista de Rulfo se revela en la mis-
8
ma estructura de la novela; el reunir, en orden cualquiera,
los fragmentos de una tragedia predestinada dramatiza su
pesimismo cosmico. El hombre no es capaz ni de controlar
su destino, ni de controlarse a si mismo, ni de lograr el
amor, ni de formular una moral que tenga sentido. La existencia es un sistema cerrado, ciclico en su repeticion de
experiencias pasadas.16
CAPlTULO II
LA RELIGION EN PEDRO
PARAMO
La vision tr^gica de Rulfo implica una profunda ineficacia de la iglesia.
Los personajes no reciben ningun
consuelo, ni tampoco la esperanza que es necesaria para
soportar las dificultades, miserias y sufrimientos de la
vida.
El pueblo de Comala estd lleno de almas perdidas que
no pueden encontrar descanso, y la iglesia no ha podido
prevenir que esto pase, ni tampoco puede remediar la situacion cuando ya ha sucedido.
En este capltulo se senalaran
los elementos, incidentes y personajes de la novela que
indican este fracaso de parte de la iglesia.
Una de las impresiones que se repite por toda la
novela es el contraste total entre los recuerdos de Dolores
(la madre de Juan Preciado), Susana San Juan y Pedro Paramo, de lo paraisiaco que era Comala y el infierno que Juan
encuentra al llegar.
De vez en cuando le vienen a Juan los
recuerdos de su madre de la "llanura verde", el pueblo que
"huele a miel derramada", "el azahar de los naranjos", el
pueblo "lleno de ^rboles y de hojas".
Susana San Juan, el
unico amor verdadero de Pedro Paramo, ya en la tumba, ex-
10
presa de vez en cuando sus suefios y recuerdos.
En una de
las ocasiones en que Juan Preciado la estd escuchando desde
la tumba vecina, Susana dice:
Siento el lugar en que estoy y pienso ...
Pienso cuando maduraban los limones. En el
viento de febrero que rompia los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo
patio.
El viento bajaba de las montanas en las mananas de febrero. Y las nubes se quedaban alia
arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacio el cielo azul, dejaban que la luz cayera en
el juego del viento haciendo circulos sobre la
tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas
de los naranjos.
Y los gorriones reian; picoteaban las hojas
que el aire hacia caer, y reian; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguian
En febrero, cuando las mananas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me
acuerdo.
Tambien aparecen de vez en cuando, y no se sabe
exactamente de donde vienen ni como se evocan, recuerdos
de Pedro Paramo de la epoca pasada cuando jugaba de nino
con la nina que querria durante el resto de su vida, Susana San Juan:
Pensaba en ti, Susana. En las lomas verdes.
Cuando volabamos papalotes en la epoca del aire.
Olamos alia abajo el rumor viviente del pueblo
mientras estabamos encima de el, arriba de la loma,
en tanto se nos iba el hilo de canamo arrastrado por
el viento. "Ayudame, Susana". Y unas manos suaves
se apretaban a nuestras manos. "Suelta m^s hilo".
El aire nos hacia reir; juntaba la mirada de
nuestros ojos, mientras el hilo corria entre los
dedos detrls del viento, hasta que se rompia con
un leve crujido como si hubiera sido trozado por
11
las alas de algun pajaro. Y alia arriba, el pajaro
de papel caia en maromas arrastrando su cola de
hilacho, perdiendose en el verdor de la tierra.
Tus labios estaban mojados como si los hubiera besado el roclo. (p^g« 16)
Con los recuerdos de estos tres personajes el lector tiene
una idea bastante clara de como era Comala. En contraste
con el verdor y la fecundidad descritos en los recuerdos,
Comala es ahora un pueblo muerto e infecundo en todo sentido.
Simultdneamente, dispersas por el libro, hay varias
indicaciones de que Comala es, en efecto, el infierno. Se
puede observar al principio de la novela, en una descripcion simbolica, que el camino "sube o baja segun se va o se
viene.
Para el que va, sube; para el que viene, baja".
(pag. 8) Cuando en un pueblo cerca de Comala, Juan Preciado le pregunta al arriero Abundio (que despues lo gula a Comala) adonde va, este le responde, "Voy para abajo, senor".
(pdg. 9) Juan observa en el camino a Comala que va "hundiendose en el puro calor sin aire".
(p^g. 9) Por toda la
novela hay numerosas referencias al tremendo calor y a la
falta de aire en el pueblo. Una vez en el camino a Comala,
Abundio comenta que cuando se llega a Comala, se esta en
"la mora boca del infierno".
(pag. 9)
Tambien, como se ve
despues en la novela, es mucho mas facil llegar a Comala
que salir de alli. :Este es el caso con el infierno tambien;
el camino mas fdcil en la vida es el del pecado. Este cami-
12
no lo conduce a uno hacia el infierno eterno, y de alll no
hay salida.
As! el contraste entre el cielo y el infierno,
o lo que era Comala y lo que es.
Con la posible excepcion de Susana San Juan, cada
personaje esta poseido por un sentimiento de desesperacion
y culpabilidad, aunque no sabe por que se siente culpable.
El peso de una carga, algo parecido al pecado original,
oprime a todos los personajes menos al observador neutro,
Juan.
Contrario al concepto cristiano, no obstante, los
personajes llevan su cruz por la vida sin poder siquiera
esperar el alivio; aun despues de la muerte del cuerpo, el
alma anda penando por las calles del pueblo.
El cielo, o
no existe o esta fuera del alcance de los personajes.
El
hombre esta condenado a sufrir y a causar que otros sufran.^
Vive en un eterno purgatorio, un destino poor que la muerte.
No hay futuro; solo queda este presente de remordimien-
to y culpabilidad ligado al pasado de violencia y tirania.-^
Al respecto observamos una negacion de la idea existencialista de la "nada" despues de la muerte.
Segun Rulfo,
s£, hay algo, y como se puede ver al seguir leyendo, es aun
poor que la "nada", ya que no es una existencia tranquila
sino atormentada y desesperada.
Ademas, pues, de mostrar
la ineficacia de la iglesia (se veran ejemplos de esto despues), Rulfo presenta una actitud mds profunda y universal;
el fatalismo en cuanto al destino del hombre.
A voces pa-
13
rece que el desafia no solo a la iglesia sino a toda la base de las creencias de la sociedad moderna.
Vemos la idea del "paraiso perdido" no solamente a
traves de los recuerdos de los personajes ya muertos, sino tambien en una experiencia clave que tiene Juan Preciado en el pueblo.
Una vez en Comala, y despues de ha-
blar con dona Eduviges, Juan se encuentra de pronto, sin
saber como, en la puerta de una casa cuyo techo esta caido parcialmente en el suelo.
Vienen a la puerta un hom-
bre y una mujer, desnudos los dos, lo que es inmediatamente reminiscente de Adan y Eva.
Ademas, la mujer esta
hecha de tierra y lodo, lo que alude a la figura de la "Iviadre Tierra".
Pero es una madre corrompida, y como se ve
en seguida, todo esto es una vision trdgica del Jardln del
Eden, pervertido ya por la falta de vitalidad y fecundidad
en la vida.
Juan llega a saber que los dos son hermanos viviendo como un matrimonio.
La hermana explica que han decidido
vivir asi porque no hay otra gente y hay que poblar el
pueblo.
Aunque una union asi no es aceptada ni por la so-
ciedad ni por la iglesia, es su ultimo esfuerzo para dar una
nueva vida al pueblo moribundo.
El pecado, sin embargo, no es justificado por la
buena intencion de la pareja.
esterilidad:
Esto se ve por su aparente
no han tenido hijos.
AquI se ve la imposibi-
14
lidad de lograr algo bueno por medio de un pecado.
Se re-
petird despues este mismo pecado de incesto en el caso de
Bartolome San Juan y su hija Susana.
El incesto contribu-
ye, tanto en el caso de estos dos personajes como en el caso de los dos hermanos, a la soledad o al aislamiento en
que se encuentran los personajes.
Con la escena de los dos hermanos se ve el amor y
la armonia reemplazados por el incesto y la discordia.
La
mujer tiene un sentimiento de culpabilidad del cual no se
puede escapar; le dice a Juan Preciado,
--jMlreme la cara!
— l H o me ve el pecado? ^No ve esas manchas
m.oradas como de jicte que me llenan de arriba
abajo? Y eso es solo por fuera; por dentro
estoy hecha un mar de lodo. (pag. ^5)
Al fin, Donis, el hermano de la mujer, la deja, y
Juan tormina por dormir con ella, pero sin aparente pasion, y mds, como si todo pasara lentamente dentro de un
sueno.
Aqui vemos a la "madre" en un estado de decadencia
aun mas profunda; no solo participa en el incesto sino que
no se mantiene fiel a su amante-hermano.
Esto sirve para
subrayar el sentido de la corrupcion del Jardln del Eden o
del paraiso perdido.
Aparece junto con este incidente un ejemplo directo
del fracaso de la iglesia.
La hermana—nunca llega el lec-
tor a saber su nombre—le cuenta a Juan Preciado de un
15
Obispo que pas6 por Comala hace algun tiempo.
La mujer le
pidio la absolucion por vivir como matrimonio siendo hermanos, pero 61 se la nego, diciendo simplemente, "Eso no lo
perdona Dios".
El obispo se fue, no regreso nunca, y dejo
en Comala a muchas almas sin salvar.
Se ve aquI la inefi-
cacia y la falta de compasi6n de parte de los oficiales de
la iglesia.
Este tema se desarrolla mas profundamente con
el padre Renteria, el cura de Comala.
El padre Renteria y su relacion con el pueblo constituye el ejemplo por excelencia de la iglesia que fracasa
en todo.
Quiza "fracasar" no sea la palabra apropiada aqui
para describir la situacion, ya que un fracaso implica que
ha habido un esfuerzo, y como se vera, muchas voces no hay
ni siquiera un esfuerzo, por lo menos de parte del padre
Renteria.
Veremos que el no es mas que el titere de Pedro
Paramo, y aunque reconoce a voces sus fracases y sus debilidades, no es capaz de remediarlos.
La primera vez que el lector conoce al cura, este
esta negandole la bendicion al muerto Miguel Paramo.
En el
momento de morir al dar a luz, la madre de Miguel habfa dicho que era hijo de Pedro Pdramo.
El padre Renteria se lo
entrego a Pedro Paramo porque no queria tener la responsabilidad de el por la "mala sangre" que llevaba adentro. Pedro Paramo lo acepto y lo crio como hijo reconocido y favorito.
Cumpliendo las predicciones del cura, Miguel andaba
16
siempre metido en algun llo.
caballo y murio.
Pero una noche se cayo de su
En los funerales, despues de decir misa,
el cura se da prisa por terminar pronto y sale sin dar la
bendicion final a la gente.
Cuando se le ruega que lo ben-
diga a Miguel, dice, "No lo hare.
Fue un mal hombre y no
entrara al Reino de los Cielos. Dios me tomara a mal que
interceda por el".
(pag. 29)
Se ve en varias ocasiones
que el padre es pronto para condenar y lento para absolver.
Sin embargo, Pedro Paramo se le acerca diciendole,
— Y o se que usted lo odiaba, padre. Y con
razon. El asesinato de su hermano, que segun rumores fue cometido por mi hijo; el caso de su sobrina Ana, violada por el segun el juicio de usted;
las ofensas y falta de respeto que le tuvo en ocasiones, son motivos que cualquiera puede admitir.
Pero olvidese ahora, padre. Considerelo y perdonelo como quiza Dios lo haya perdonado.
(pags. 29-30)
Entonces le da unas monedas; o sea, tiene la idea de que se
puede comprar la salvacion.
Asi los ricos irian al cielo
mientras los pobres no, una idea que parece ridlcula.
De
todos modos, Renteria las acepta, y luchando con su propia
conciencia por no perdonarlo, dice al Senor, "Por mi, condenalo, Senor", (p^g. 30) pero despues de arrinconarse y
llorar de pena y tristeza, se rinde, diciendo, "Esta bien,
Senor, tu ganas".
(p^g. 30)
Parece que el padre Renteria
reconoce los defectos de la gente, pero es incapaz de cambiar las cosas; solo puede pedir despues de la muerte que
el Senor los condone, y esto esta claramente en contra de
17
la doctrina cristiana del amor y el perdon.
Los resultados de la incapacidad del cura, o sea su
vacilacion en perdonar y en dar animo a la gente, se refleja en numerosas ocasiones y en la actitud general de la gente de Comala.
Dorotea, por ejemplo, le cuenta a Juan Pre-
ciado que hacia tantos anos que no miraba al cielo que se
olvido de que existia.
Expresa su resignaci6n asi:
Y aunque lo hubiera hecho, ique habria ganado?
El cielo esta tan alto, y mis ojos tan sin mirada, que vivia contenta con saber donde quedaba
la tierra. Ademas, le perdi todo mi interes desde que el padre Renteria me aseguro que jamas
conoceria la gloria. Que ni siquiera de lejos
la veria ... (pdg. 69-70)
Ella misma reconoce que el cura no debia haberselo dicho.
Observa que cuando a uno se le quita la esperanza, mas vale
no haber nacido.
Sin la esperanza la vida no tiene ningun
sentido y no hay por que vivir.
El padre Renteria, repre-
sentante de la iglesia, no es capaz de guiar a la gente ni
darle esperanza.
Representa el fracaso total de la iglesia.
Se presenta en una ocasion un "flashback" del pensamiento del padre Renteria; esta recordando una vez cuando
Maria Dyada vino a pedirle que salvara a su hermana Eduviges.
Eduviges se suicido, o sea, "obro contra la mano de
Dios".
Pero Maria Dyada le ruega al padre que la salve.
El padre le responde diciendo que tal vez rezando o con misas gregorianas se le puede conseguir la salvacion, pero
que para esto se necesita traer curas de otros pueblos y
18
esto cuesta dinero.
no tiene dinero.
Maria Dyada le dice que por supuesto
El cura la despide diciendo que debe de-
jar las cosas como estan y confiar en Dios.
Pero queda
claro que ella no sale consolada de la entrevista.
Siempre se presenta la cuestion del dinero; como vimos en el caso de Miguel Pdramo, muchas voces el cura perdona a alguien solamente porque otra persona estd dispuesta
a pagarle por hacerlo.
La noche despues de la entrevista
con Maria Dyada, el cura se pone a contemplar la escena:
iPor que aquella mirada se volvia valiente
ante la resignacion? iQ^ie le costaba a el perdonar, cuando era tan facil decir una palabra o dos,
o cien palabras si estas fueran necesarias para
salvar el alma. IQM^ sabia el del cielo y del
infierno? (pag. 35)
Con esto se ve que el cura sabe que le es dificil perdonar,
y, aunque tiene conciencia del mal que esta haciendo, es
demasiado debil para corregir sus faltas. A voces el lector hasta le tiene lastima porque esta claro que no es malvado sino simplemente un hombre debil e ineficaz en su
oficio.
M s tarde, en otro "flashback", vemos una escena
de una tarde de confesion.
El cura se acerca sin muchas
ganas para confesar a "un monton de mujeres" que lo esperan.
La primera que se le acerca es Dorotea.
El cura re-
cuerda que muchas voces le ha dicho que no se confiese, que
solamente le quita el tiempo.
Dorotea insiste en que esta
19
vez s£ tiene pecados y por fin el cura la deja confesarse.
Ella dice que le consiguio muchachas a Miguel Pdramo desde
que fue hombrecito. Si le pregunta desde cudndo y si fueron muchas, y por fin le dice, "Pues bien, no podras ir ya
mas al cielo. Pero que Dios te perdone".
palabras se contradicen:
la perdona?
(pag. 78) Sus
^como no va a ir al cielo si Dios
El cura siempre le niega la absolucion a la
gente que no tiene bastante dinero para ofrecerle, contrariamente al caso de Miguel Paramo. Asi, Miguel quedaria
perdonado, mientras Dorotea y Eduviges irian al infierno,
por el hecho de no tener dinero.
La escena que empieza con la confesion de Dorotea
tormina con el cura rindiendose al cansancio y saliendo sin
acabar de confesar a las demas mujeres. Esto demuestra
otra vez la ineficacia, la falta de comunicacion del cura,
no solamente con los miembros de la parroquia, sino tambien
consigo mismo, y la falta de responsabilidad de su parte.
En una ocasion Renteria va a Contla, un pueblo cercano, para confesarse. Luego no quiere recordar que el senor cura de Contla le nego la absolucion, diciendole:
—Ese hombre de quien no quieres mencionar su
nombre ha despedazado tu iglesia y tu se lo has
consentido. iQue se puede esperar ya de ti, padre? iQxxe has hecho de la fuerza de Dios? Quiero convencerme de que ores bueno y de que alli
recibes la estimacion de todos; pero no basta ser
bueno. El pecado no es bueno. Y para acabar con
el, hay que ser duro y despiadado. Quiero creer
que todos siguen siendo creyentes; pero no ores
20
tu quien mantiene su fe; lo hacen por supersticion
y por miedo. Quiero aun mds estar contigo en la
pobreza en que vivos y en el trabajo y cuidados
que libras todos los dias en tu cumplimiento.
S^ lo dificil que es nuestra tarea en estos pobres pueblos donde nos tienen relegados; pero eso
mismo me da derecho a decirte que no hay que entregar nuestro servicio a unos cuantos, que te daran
un poco a cambio de tu alma, y con tu alma en manos
de ellos iq^e podras hacer para ser mejor que aquellos que son mejores que tu? No, padre, mis manos
no son lo suficientemente limpias para darte la
absolucion. Tendras que buscarla en otra parte.
(p^g. 75)
En este trozo vemos la actitud del cura de Contla en
cuanto a sus deberes; a voces hasta hay que ser despiadado,
y a voces hay que negarles servicio a ciertas personas.
Esto parece estar en contra de la doctrina cristiana.
Asi
tenemos la idea de que los curas sirven como muy malos
ejemplos para la gente.
Renteria le contesta con una pregunta, queriendo
saber si esto quiere decir que el tiene que dejar el ministerio.
El otro le contesta que si, que el no tiene derecho
de consagrarse a los demas mientras el mismo esta en pecado.
A pesar de sus ruegos, el cura de Contla no le da la
absolucion, pero Renteria no le hace caso, y sigue en su
oficio en Comala.
Despues de la entrevista, los dos pasean por los corredores del curato y se sientan bajo una enramada donde
estan madurando las uvas.
El senor cura de Contla dice
que, gracias a la Providencia, todo se da en la tierra don-
21
de viven, solo que se da con acidez. Renteria dice que todas las semillas que el llev6 a Comala murieron. Hasta dice que a el se le ha olvidado el sabor de las cosas dulces.
Los curas observan que aunque las tierras son buenas, est£n
en manos de un solo hombre, Pedro Paramo, y que el control
por el ha llegado a tal punto que hasta la tierra no puede
producir cosas dulces. Asi que se ve un comentario sobre
el dano o la destruccion total causada por el caciquismo.
Ya se ha visto que Pedro Paramo consiguio "la salvacion" para su hijo Miguel pagandole al cura. Se ve en
otras ocasiones este mismo dominio, y lo triste es que el
padre Renteria reconoce que esta controlado por Pedro Paramo, pero no se puede liberar.
Un incidente que apoya a es-
ta conclusion es la escena del casamiento de Dolores Preciado y Pedro Paramo. Sucede que Pedro Paramo no solo debe
dinero a unos cuantos hombres del pueblo sino tambien a la
familia de Dolores. Se zafa de sus deudas empleando varies
metodos; a un tal Toribio Aldrete lo hace ahorcar, y para
cancelar la deuda a la familia de Dolores, manda a su administrader, Fulgor Sedano, para que le arregle el casamiento
con ella. Fulgor se lo arregla con Dolores, pero cuando
llega a donde el cura, encuentra problemas. Renteria se
niega a casarlos hasta que por fin el poder (en forma de
dinero) de Pedro Paramo lo convence; vuelve Fulgor a platicarle a Pedro Paramo lo que paso:
22
— Y a est^ pedida y muy de acuerdo. El padre cura
quiere sesenta pesos por pasar por alto lo de las
amonestaciones. Le dije que se le darlan a su
debido tiempo. 21 dice que le hace falta componer
el altar y que la mesa de su comedor est^ toda
desconchinflada. Le promotl que le mandarlamos
una mesa nueva. Dice que usted nunca va a misa.
Le prometl que iria. Y desde que murio su abuela
ya no le han dado los diezmos. Le dije que no se
preocupara. Esta conforme. (p^g. 43-44)
Se ve que con el dinero puede conseguirse cualquier cosa, y
Pedro Pdramo tiene bastante.
Inmediatamente, en esta misma conversacion entre
Pedro Paramo y Fulgor, Pedro le da otras instrucciones en
cuanto a la otra persona a quien debe dinero, Toribio Aldrete.
ouo
Resulta que Pedro lo va a acusar de haber invadido
oj.crica.£3.
uj.\^c
ex x u x g u l
que
yia.yci.
d
vxcOxX^Xo
a. «,J.vj.x c u c
que se ha equivocado en sus mediciones. Anade una oracion
clave:
"La ley de ahora en adelante la vamos a hacer noso-
tros".
(pag. 44)
Tormina por hacer ahorcar al tal Tori-
bio, y nadie se atreve a afrentarse y acusarlo.
Un personaje que es de menor importancia pero que
representa tambien la perversion religiosa es Ana, la sobrina del padre Renteria.
Ya hemes visto, por el comenta-
rio de Pedro Paramo en ocasion de la muerte de su hijo Miguel, que hubo algo entre este y la sobrina del cura. La
noche despues de los funerales de Miguel, el padre Renteria
y Ana empiezan a platicar. Ella le cuenta a su tio de la
noche cuando Miguel entro a su cuarto por la ventana. 21
23
le dijo que venia a pedirle disculpas, y despues empezo a
hacer "cosas malas" con ella. Aun sabiendo que el habla
matado a su padre, ella no hizo nada para alejarlo. Entonces, pero solamente despues del incidente, ella pide a "todos los Santos" que el se encuentre en "lo mero hondo del
infierno".
(pag. 32)
Vemos aqui el sentimiento de culpabilidad que tiene
Ana.
El ambiente cerrado y moribundo da lugar a este ero-
tismo.
Ana sabe que Miguel mato a su padre pero por la pa-
sion y la necesidad de una relacion asi, se deja violar.
Despues se arrepiente, y quiere mandarlo al infierno, pero
ya es tarde. Se ve tambien en esta escena otro ejemplo de
la falta de compasion y de amor universal que debe tener un
cura.
Renteria dice a su sobrina:
"Demosle gracias a Dios
Nuestro Senor porque se lo ha llevado de esta tierra donde
causo tanto mal, no importa que ahora lo tenga en su cielo".
(pag. 32)
Otro personaje cuya situacion tiene mucho que ver
con la iglesia y la religion es la figura enigmatica de Susana San Juan. Ella, como bien implica su apellido, San
Juan, representa "la voz del yermo que anuncia la esperanza
para el future",^ y es la unica persona que presenta siquiera una vislumbre de esperanza. Es pura, en un sentido inocente e idealista.
Desde que eran nines ella ha tenido
una gran influencia sobre Pedro Paramo, ya que ella es el
24
unico amor verdadero que ^1 ha conecide en la vida. Sin embargo, Susana nunca se rinde a ^1, y es ella quien da comienzo al desmoronamiento del cacique.
Cuando muere su madre, ella y su padre se van del
pueblo, pero regresan despues de unos anos. El lector se
entera por una sugestion muy sutil que Pedro Paramo ha mandado por ellos secretamente, y que tiene algun arregle con
Bartolome.
Hay cierto aire de misterio en la relacion en-
tre ella y su padre; otra vez vemos toques del incesto. La
mas abierta mencion de esto ocurre cuando Fulgor le avisa a
Pedro Paramo de la llegada de Susana y su padre:
—Patron, ^sabe quien anda por aqui?
_ _ • ^\^•t A X-v->0
— — ^'^M.jLcii ;
—Bartolome San Juan.
-- ... iHan venido les dos?
— S i , el y su mujer. ^Pero come lo sabe?
—^Ne serd su hija?
—Pues por el mode come la trata mas bien
parece su mujer. (pag. 85)
Inmediatamente despues de esta conversacion viene
otro trozo de recuerdos por Pedro Pdrame, por medio de les
cuales llega a saber el lector que el ha esperado el regreso de Susana durante treinta anos.
Habia invitado varias
voces a Bartolome para que regresara con ella, hasta prometiendole nembrarlo administrader.
Pero Bartolome rompia
las cartas porque no queria que Susana y Pedro se velvieran
a ver. Por.fin regresaron; habian estado viviende en un lugar desierte y Bartolome decidio volver para que Susana es-
25
tuviera en un lugar habitado. Cabe mencionar aqui tambien
que per las relaciones raras con su padre y por haberse
quedado viuda de su esposo Flerencie, Susana esta ya loca
cuando regresa a Comala con su padre. Pedro Pdramo se alegra tanto de tenerla otra vez que conspira en la muerte de
Bartolome para que este no se la vuelva a quitar. Despues,
hace que Susana se case con el, aunque ella ya no puede sine quedarse en cama, perdida entre suefios y recuerdos de su
vida feliz con Flerencie.
Cuando cemienzan los preceses que terminan en la
muerte de Susana San Juan, vemos que su lucha es para rechazar no a la religion, sine a la iglesia, e a le que representan Pedro Paramo y el padre Renteria. Desde el principio de la novela encontrames referencias a Susana San
Juan come la que sigue:
Dies".
"escondida en la inmensidad de
Ella tiene experiencias sobrenaturales que se pu-
dieran interpretar como suenos u otro fenomeno "natural",
pero que mas bien parecen apoyar la idea de que Susana San
Juan es realmente un ser que no es "de este mundo". (p^g»
113) Per ejemplo, segun ella, cuando muere su padre, Bartolome, su fantasma viene a despedirse de ella. En uno de
los recuerdos de ella, vemos en forma del mar en que se banaba, el "agua que purifica", un motive que se repite en
muchas obras de la literatura centemperanea latinoamericana.
Susana describe un dia cuando ella y Flerencie, su esposo y
26
verdadero amor, fueren al mar.
Dice que el se sentia sole,
como si no estuviera ella alli.
A pesar del amor y la co-
municacion entre les dos, ella tiene una relacion aun mas
profunda con la naturaleza.
Las ultimas palabras del trozo
son estasJ
"Y al otro dia estaba otra vez en el mar, puri-
ficandeme.
Entregandeme a sus olas".
(pdg. 100)
La religion que vivo Susana es una religion suya.
No tiene reglas ni tampoco es consistente.
Se ve en varias
ocasiones que ella ha centemplade algunas de las preguntas
universales y que tiene sus propias creencias religiosas.
Vemos este per medio de sus conversaciones con Justina.
Hablando del pecado, dice:
—^Verdad que la noche estd llena de pecados,
Justina?
--Si, Susana.
--^Y es verdad?
--Debe serle, Susana.
— ^ Y que crees que es la vida, Justina, sino
un pecado? (p^g. 113)
Mas tarde, hablando del infierno, ocurre esta escena:
--^Tu crees en el infierno, Justina?
— S i , Susana. Y tambien en el cielo.
— Y o solo cree en el infierno --dije.
rro les ojos. (p^g. 114)
Y ce-
En su locura, Susana relaciona todo con Flerencie.
Asi, Flerencie llega a ser, en un sentido, la religion misma de Susana.
Por ejemplo, una vez antes de morir ella, el
padre Renteria le lleva la comunion.
tia y dice en seguida:
Ella se traga la hes-
"Hemes pasado un rate muy feliz.
21
Flerencie".
(pag. 115)
Despues se verd otro ejemplo de la
obsesion que tiene ella per Flerencie.
Una de las escenas mds intensas del libro y mas representativas de la ineficacia y la falta de compasion de
los curas ocurre en les ultimos mementos de la vida de Susana San Juan.
Durante toda la escena vemos al padre Ren-
teria atermentandela y a ella luchando por rechazar todo lo
que representa el. Ella le pregunta per que ha venido otra
vez a cenfesarla, y el contesta que ha venido a prepararla
para la muerte.
Ella le responde que si va a morir,
que no la deja en paz?
ipor
Pero el no la deja, sine que sigue
atermentandela, tratando de hacerla repetir las palabras de
la extremauncion.
Pero cuando se acerca hasta que tiene la
boca casi pegada a la ereja de Susana y trata de hacerla
repetir, "Tenge la boca llena de tierra", ella responde, hablandele en su locura y su sueno a Flerencie, "Tenge la boca llena de ti, de tu boca.
Tus labios apretados, dures
come si merdieran oprimiendo mis labios ..."
(pag. 118) En
casi todo le que dice Susana por todo el libro esta presente el eretisme.
En este caso, come en el de "Eva", Miguel
y Ana y muches otros personajes, sirve para indicar la decadencia espiritual del pueblo.
A Renteria le molesta la quietud de Susana.
No le
gusta que ella este tan tranquila; por eso sigue atermentandela, aunque no sabe si en efecto ella tiene de que
28
arrepentirse.
No puede decidir si le va a entregar les sa-
cramentos finales e no, pero segun A Handbook of the Catholic Faith, no se debiera negarle los sacramentos finales a
los locos,
y aqui no hay duda de que Susana si esta loca.
Se ve, pues, otro ejemplo de la dificultad que tiene Renteria en encontrar la compasion para perdonar a la gente.
Lo
interesante e importante aqui es que a Susana no le importa
nada que el cura le este negando la absolucion.
Ella, per-
dida entre los suefios de la gloria de su vida con Flerencie, le dice al padre que se vaya, que estd tranquila y no
lo necesita.
Estd apurada para reunirse con Flerencie.
La
escena tormina con su muerte, sin que el padre Renteria le
haya dado los sacramentos finales.
A pesar del dolor fisico que el autor describe, el
lector queda con la impresion de que Susana ha logrado rechazar al padre Renteria y a Pedro Paramo.
Pedro Paramo
ha tratado durante toda la vida de controlar todo en Comala, y le ha logrado en todos los aspectos—los habitantes
y sus almas y tierras--tedo menos a una persona "no de este
mundo", Susana San Juan.
Al rechazar a la iglesia, Susana
esta simbolicamente rechazando a Pedro Paramo, ya que el
controla la iglesia.
Per eso se puede decir que ella es el
unico personaje de la novela que representa siquiera un poquito de esperanza.
A traves de les recuerdos de los personajes, las
29
alusienes al infierno, la imagen del Jardln del Eden pervertido y las accienes de algunes de los personajes, homos visto que segun Rulfo la iglesia no le hace ningun bien
a la gente y que muchas voces le hace mucho dano.
Parte de
la culpa per esta situacion es de les que perpetuan el sistema del caciquismo.
Tambien, los curas personalmente tie-
nen parte de la culpa porque no imparten su ministerie con
verdadera caridad ni honestidad.
En el capitulo que sigue
se vera que la falta de una religion vital da lugar tambien
a mucha supersticion de parte de la gente.
CAPlTULO III
LA SUPERSTICION EN PEDRO
PARAMO
La religion en Latineamerica esta reducida a una
religion natural y a voces pagana.
La cristiandad si exis-
te, pore transfermada con las creencias supersticiosas de
los indies paganos.
Segun Crawford, les espafioles, al lle-
gar al nuevo mundo, introdujeren la ignorancia cargada con
la supersticion, la creencia en milagres, una religion llena de edie per el pregreso.
Esto se ve en muchas de las
obras contomporaneas latinoamericanas y especialmente en
Pedro Paramo.
Partiende de una realidad objetiva, /Rulfo7 ha creado en su novellstica un mundo sobrenatural. Vivencias magicas, concepcienes teluricas, filosofias
de la vida y la muerte, mundos heredados y vivenciales en la mentalidad del mexicano, y per extension
del mestizo de America.^
El elemente supersticioso en la novela contribuye
mucho al ambiente de frustracion y desorientacion.
Come se
ha dicho al principle de este estudio, a voces es dificil
distinguir entre las creencias religiosas y las supersticiosas; por ejemplo, dentro del concepto de la muerte y la
vida despues de la muerte, cenceptes que per le general sen
bien explicados per la doctrina cristiana, la supersticion
30
31
aparece con frecuencia.
Ademas aparecen unas supersticie-
nes que no tienen nada que ver con la religion sine que sen
simplemente parte de la vida cetidiana que ayudan a explicar ciertes incidentes que de otra manera no se podrian explicar.
La mayeria de las supersticiones tiene que ver con
la muerte e con el "mds alia".
Una de las primeras cosas
que dofia Eduviges le dice a Juan al conocerlo es que ya le
esperaba, que en efecto la madre de Juan, Dolores (recordemes que se ha muerte), le habia avisade de la fecha exacta
de la llegada de Juan a Comala.
Juan no sabe que pensar al
eir este, ni tiene tiempo para hacerlo; dona Eduviges sigue,
diciendole de una promesa que ella y Dolores se habian hecho.
Se habian prometido morir al mismo tiempo para estar
juntas durante el large viaje que las esperaba.
Despues le
dice a Juan, "Lo unico que quiero decirte ahora es que alcanzare a tu madre en algune de los caminos de la eternidad".
(pag. 15)
Se ve aqui que hay una llnea muy fina entre la re-
ligion y la supersticion; per ese es muy dificil colecar
les incidentes en una u otra categoria.
^Quien puede juz-
gar si una persona esta equivocada e no en cuanto a la vida
despues de la muerte?
Sin embargo, como las ideas de dofia
Eduviges no ceinciden con la doctrina cristiana tocante a
este aspecte de la religion, pueden censiderarse come ele-
32
mentos supersticioses de la novela.
Los murmulles y les ecos aparecen con frecuencia
por todo el libro, especialmente cuando regresa el alma de
una persona muerta.
En este se ve la creencia de que el
alma puede regresar despues de que una persona ha muerte para cemunicarse con personas todavia vivientes. Ssta es una
creencia cemun principalmente entre la clase pobre de Mexico.
Habldndele a Juan Preciado, dofia Eduviges le acenseja
que no se asuste si eye ecos recientes; ella dice que su
hermana, que lleva ya muches afios de muerta, todavia esta
vagando per el mundo y aparece a menudo en Comala.
De vez
en cuando durante sus conversaciones con Juan Preciado, hace una pausa come si estuviera escuchando algo, y dice que
oye el eco de los pases de un caballo, pero Juan no eye nada.
Dofia Eduviges dice que el caballo anda buscando a Mi-
guel Parajno.
(Recordemes que su muerte fue causada por la
calda del caballo.)
En seguida, dofia Eduviges le cuenta a
Juan que la noche que murio Miguel su alma vino a contarle
los detalles de su muerte y a despedirse de ella.
Otro eco importante en el libro le oye Juan despues
de hablar con dofia Eduviges, cuando ya esta tratando de dormirse.
Oye un grito come un alarido de algun berracho.
Se
asusta, y cuando por fin se tranquiliza, vuelve a oir el
grito fuerte que esta vez se sigue eyendo por un largo rate:
"iDejenme aunque sea el derecho de patalee que tienen les
33
ahorcadesi"
(pag. 36)
Entonces se abre la puerte, y no es
dofia Eduviges sino Damiana Cisneres, la mujer que lo cuidaba a Juan cuando nacio en la Media Luna, la hacienda de Pedro Paramo.
2l rocuerda haber escuchade a su madre hablar
de ella, y le cuenta lo que acaba de oir.
Ella le responde:
— T a l vez sea algun eco que esta aqui encerrade. En este cuarto ahorcaron a Toribio Aldrete hace mucho tiempo. Luego cendenaron la puerta, hasta
que el se secara; para que su cuerpo no encontrara
repose. No se come has podido entrar, cuando no
existe H a v e para abrir esta puerta. (pag. 3?)
Cuando Juan le dice que ha side dofia Eduviges quien se la
ha abierto, Damiana dice, ante la serpresa de Juan y del
lector, "Pobre Eduviges.
(pdg. 3?)
Debe de andar penando todavia".
Con este incidento el lector por fin queda orien-
tade hacia la desorientacion y al ambiente irreal del libro; se da cuenta de que esta experimentando el "realismo
mdgice" y de aqui puede seguir leyendo la novela con mas
entendimiente.
El incidente clave del libro es la muerte de Juan
Preciado que ocurre al fin de la primera mitad del relate.
2l, centandole a Dorotea le que le paso, insiste en que le
mate el ahego causado per el tremendo calor.
Pronto, sin
embargo, Dorotea lo hace confesar que le mataron les raurmullos.
2l dice, hablando de les mementos inmediatamente an-
teriores a su muerte,
... llegue a la plaza. Me recargue en un pilar de
los pertales. Vi que no habia nadie, aunque seguia
3^
oyendo el murmulle come de mucha gente en dia de
raercado. Un rumor pare jo, sin ton ni son, parecido
al que hace el viento contra las ramas de un arbel
en la noche, cuando no se ven ni el arbel ni las
ramas, pero se oye el murmurar. Asi. Ya no di un
pase mas. Comence a sentir que se me acercaba y
daba vueltas a mi alrededor aquel bisbisee apretade come un enjambre, hasta que alcance a distinguir
unas palabras casi vacias de ruido: "Ruega a Dios
por nesotres". Ese ei que me decian. Entonces se
me held el alma. (pag. 63)
La cenfirmacion de la idea de la presencia de las almas perdidas resulta ser demasiado para Juan, y deja que esta impresion le mate.
Aqui se ve la gran influencia de la super-
sticion en la vida de la gente y tambien, otra vez, el fuerte sentimiento de desesperacion; hasta Juan Preciado, recien llegado en Comala, siente el peso de las almas perdidas sobre su propio ser.
El autor nos hace acerdar a menudo de que Comala es
verdaderamente un pueblo lleno de fantasmas, y reitera la
impresion de la busqueda de la paz y del descanso.
En efec-
to, el titulo de la novela iba a ser Los murmulles, pore
Rulfo opto per darle a su novela el nombre del personaje
principal.
El titulo de Los murmulles no hubiera side ma-
le, sin embargo, ya que les murmulles forman la clave de la
novela, y no sen solamente les murmulles de cualquier pueblo abandonade, come el viento y el rechinar de los edificies antigues, sine tambien, y mucho mas importante, sen
les murmulles que hacen las mismas almas que vagan per Comala en busca de descanso.
35
Otro ejemplo de supersticion referida a los muertos
ocurre en un trozo suelte que trata de la muerte de la espesa de Abundio (el arriero que guio a Juan Preciado a Comala, que ademas es uno de los muches hijos ilegitimos de
Pedro Paramo y la persona que lo mata al fin del libro).
Abundio llega a la tienda de la "madre Villa" en busca de
alcohol para curarse la pena.
Vemos la supersticion en le
que ella le dice al enterarse de la muerte de su esposa:
— . . . Ve diciendole ... a la difuntita que yo
siempre la aprecie y que me tome en cuenta cuando
llegue a la gloria ... Diselo antes de que se acabe de enfriar. (p^g. 124)
Aparece aqui no solo la creencia de que un muerto puede interceder per una persona viva, sino tambien la creencia de
que la persona viva tiene que encargarselo al muerto antes
de que se enfrie el cadaver.
El alma tiene un papel importante en la mente de
la gente, y es tangible, segun ellos.
ver y la pueden sentir.
Dicen que la pueden
En uno de los trezos sueltos, ha-
blando de Miguel Paramo, que ya ha muerto, un hombre dice
lo siguiente:
"Dicen que por alld anda el anima /d.e Miguel/.
Le han visto tocando la ventana de fulanita.
De chaparreras y todo".
(pag. 33)
Igualito a el.
Hay tambien un buen
ejemplo de la creencia de que una persona puede sentir fisicamente su alma.
En una ocasion mientras Juan esta ha-
blando con Dorotea, la mujer con quien cemparte la tumba.
36
le pregunta adonde ha ido su alma. Dorotea contesta asi:
—Debe andar vagando per la tierra come tantas otras; buscando vivos que recen per ella ...
/Mi a l m ^ me hacia insoportables las noches llenandemelas de pensamientes intranquilos con figuras de cendenados y cosas de esas. Cuando me
sente a morir, ella rogo que me levantara y que
siguiera arrastrando la vida, come si esperara
todavia algun milagre que me limpiara de culpas.
Ni siquiera hice el intento: "Aqui se acaba el
camino --le dije--. Ya no me quedan fuerzas para mds". Y abri la boca para que se fuera. Y
se fue. Sent! cuando cayo en mis manos el hilito de sangre con que estaba amarrada a mi corazon. (pag. 70)
Un hecho importante que implica la supersticion y
les fantasmas es la experiencia que tiene Juan mientras
esta en la casa de les dos hermanos ("Adan" y "Eva"). Se
despierta y encuentra que ellos no estan. Entonces algo
muy curiese ocurre:
de la calle entra en el cuarto una mu-
jer muy vieja y flaca que pone unas sabanas debajo de su
braze y se va, andande de puntitas como para no despertar a
Juan. 21 se asusta; no se atreve a mirar en su direccion y
fija les ojos en el cielo, donde ve que la estrella de la
tarde acaba de juntarse con la luna. Poco despues oye que
alguien le habla. Son los hermanos que han regresade, encontrandelo asustade y temblando. Les habla de le ocurrido,
pero el hombre cree que es un mistice false tratando de
llamar la atencion. Despues la hermana le dice en secrete
que la mujer-fantasma era su hermana, pore que no quiso decirlo delante de Donis. El lector no llega a saber si esta
37
viva o muerta la anciana, pero ya que Denis no la vie salir
y entraba en el mismo memento en que ella salia, y ya que
asusto tanto a Juan, parece que esta, en efecto, muerta, y
es solamente otra alma sin salvar vagando per el mundo.
El curanderismo es una combinacion de creencias religiosas y supersticiosas. Muchas voces se considera sinonime de la brujeria. El curandero existe en su propia dimension. A pesar de que siempre implora la ayuda de Dios,
hay mucha gente que cree que el tambien tiene poderes sobrenaturales.
Tiene la habilidad de curar enfermedades fisi-
cas y espirituales por varies metedes. Algunes de sus remedies son verdaderamente medicinales; otros se basan en la
fe religiosa, y finalmente algunes son puramente remedies
basades en supersticiones e ignorancia.
El curandero del libro, Inecencio Osorio, es reminiscente de Anaclete Morones, el personaje principal del
cuente de Rulfo que tiene este mismo nombre. A les dos se
les atribuye el poder de curar enfermedades fisicas y espirituales. Es Inecencio quien le acenseja a Dolores que no
se acueste con Pedro Paramo la noche de la boda porque "esta brava la luna". Su oficio era amansador de potrilles,
pero segun Eduviges, tenia otro: prevocador de suefios.
Curaba enfermedades "sobandela a una", hasta que "al cabe
de un rate producia calentura".
(pag. 21) Ademas de per-
petuar las creencias supersticiosas de la gente, el es el
38
ejemplo per excelencia del eretisme que se ha mencionado en
el segundo capitulo, come lo es Anaclete Morenos.
Se ve otra vez la creencia en el curanderismo cuando Justina, la mujer que ha cuidado a Susana San Juan durante toda su vida, sale y regresa a la casa con diez centaves de hojas de remere para poner sobre la repisa del
dormitorio de Susana.
Este muestra una forma de curande-
rismo, ya que el remere es considerado come la planta de la
Santa Virgen y tiene el poder de refrescar el aire, expulsar les espiritus maleficos y curar la locura.3 Sabemos
que Susana esta loca, y aunque no lo dice directamente, Justina probablemente haya cemprado el remere para ayudar a Susana en su locura.
La supersticion del retrato es muy popular entre la
gente mexicana, que cree que el retrato es cosa de brujeria.
Asi pensaba la madre de Juan.
21 tiene un retrato de ella,
y le guarda con cuidado porque es el unico de ella que existe, ya que ella "siempre fue enemiga de retratarse".
Juan
observa que puede ser que ella tuviera razon, porque "el suye estaba lleno de agujeres come de aguja, y en el lugar
del cerazon "tenia uno muy grande donde bien podia caber el
dodo del cerazon".
(pag. 10)
Esta supersticion, como mu-
chas, crece del miedo y de la ignorancia de parte de la
gente, y sirve para perpetuar el ambiente cerrado y atrasado
La supersticion tambien se ve en les dos suefios que
39
tiene Dorotea; sen tan vividos que se quedan con ella durante toda la vida.
Parece que su esterilidad le produce
un cempleje de maternidad frustrada.
El primer suefie de
Dorotea le hace creer que ha tenido un hijo.
Le parece tan
real que le siente entre sus brazes y lo lleva consigo
adondequiera que va.
De pronto un dia le pierde y en el
cielo le dicen que se han equivocado con ella, dandele "un
cerazon de madre pero un seno de una cualquiera".
64)
(pag.
En el segundo suefie busca a su hijo entre los angeles
del cielo, pero uno de los santes hunde la mane en el estomage de ella y saca "algo asi come una cascara de nuez ..."
(pag. 64)
Despues de este segundo suefie, que Dorotea tiene
cuando ya esta muy vieja y espera la muerte, ella se da
cuenta de que nunca ha tenido ningun hijo.
Pero ha vivido
toda la vida bajo la impresion de que si tiene uno.
La luna siempre ha inspirado supersticiones; por
eso tenemos expresiones come "estar en la luna" y "lunatico", y la creencia de que la "luna llena" es indicie de
mala suerte.
Asi se ve la luna tambien en Pedro Paramo.
Per ejemplo, el nombre de la hacienda de Pedro Paramo es la
Media Luna.
Este puede ser indicative de la "locura" de
las personas que alli viven.
A voces la luna sirve para
intensificar la impresion de la soledad de les personajes.
Una noche cuando Damiana Cisneres esta sola en su cuarto,
el autor describe la escena:
40
La luna habla salide un rate y luego se habla ido.
Era una de esas lunas tristes que nadie mira, a las
que nadie hace case. Estuve un rate alli desfigurada, sin dar ninguna luz, y despues fue a esconderse detras de les cerros. (pag. 109)
Hacia el fin de la novela, el autor emplea la luna
para crear un ambiente de ternura y nostalgia.
Pedro Para-
mo esta per morir y se pone a pensar per ultima vez en Susana San Juan:
".... Habia una luna grande en medio del mundo. Se
me perdian les ojos mirandote. Les rayos de la luna filtrandose sobre tu cara. No me cansaba de ver
esa aparicion que eras tu. Suave, restregada de
luna; tu boca abullonada, humedecida, irisada de
estrellas; tu cuerpo transparentandose en el agua
de la noche. Susana, Susana San Juan". (pag. 128)
Tambien las estrellas parecen tener el poder de
anunciar la mala suerte.
Una noche poco despues de la muer-
te de Miguel Paramo unos hombres se quedan en la calle platicande el asunte del caballo que anda buscando a su duefio.
Su conversacion muestra la cestumbre de relacionar cualquier ocurrencia rara con la supersticion:
Habia estrellas fugaces. Calan come si el cielo estuviera lleviznande lumbre.
—Miren nomas —dijo Terencio-- el berlete que
se traen alia arriba.
— E s que le est^n celebrando su funcion al Miguelito --tercio Jesus.
—^No sera mala serial?
(pag. 33)
Las primeras palabras del trozo que sigue sen estas:
bia estrellas fugaces".
"Ha-
(pag. 34) El trozo nos muestra al
padre Renteria, desvelado, preecupado per su propia inhabilidad de perdonar.
Como no puede dormir, sale para afuera
41
y mira el cielo.
Ve que "llevia estrellas".
(pag. 35)
Las estrellas intensifican la impresion de la ineficacia y
la pobreza espiritual del cura.
Son, en efecto, una mala
sefial.
En el incidente del fantasma de la mujer que Juan
ve en la casa de "Adan" y "Eva" , el autor emplea la luna y
las estrellas juntas para crear el ambiente de misterio.
Despues de despertarse y saber que la pareja no estd alli,
el nota que "... salio la estrella de la tarde, y mds tarde
la luna".
(p^g. 57)
Despues de ver entrar en el cuarto a
la mujer, el procura no mirarla, y dice, "... logre torcer
la cabeza y ver hacia alld, donde la estrella de la tarde
se habia juntado con la luna".
(pag. 58) Luego, cuando re-
gresan Denis y su hermana y el no le cree, Juan dice: "Come si hubiera retrecedido el tiempo.
trella junto a la luna".
Velvl a ver la es-
(pag. 58) Entonces Donis vuelve
a salir, y la hermana le dice a Juan que fue su hermana la
que entro.
Juan entiende cada vez menos, y vuelve a obser-
var el cielo, viende "... un cielo negro, lleno de estrellas.
Y, junto a la luna la estrella mas grande de todas".
(pag. 60)
Per medio de este trozo, se ve que la luna no solamente sirve para intensificar el ambiente, sino que tambien
anuncia que van a seguir pasando cosas raras, porque en la
pdgina que sigue Juan se acuesta con la hermana, y en segui-
42
da viene su muerte.
Rulfo emplea la luna mucho en sus cuen-
tos tambien, e igual que en su novela, tiene una doble funcion, come inspiradora de supersticiones y come creadera de
ambiente.
La luna intensifica la descripcion de la reali-
dad mexicana.
Se ha visto por les ejemplos dados de la novela Pedro Paramo que la supersticion tiene un papel muy importante en la vida de la gente mexicana.
Mucho de la religiosi-
dad que se ve en la obra de Juan Rulfo, tanto en los cuentos come en la novela, es una mezcla de supersticion y fantasmagoria y refleja fielmente las creencias de la gente mexicana.
Existe mucha supersticion en cuanto al alma humana
y el "mas alia".
Tambien se ha visto que aun en la vida
cetidiana existen supersticiones que no tienen nada que ver
con la religion, come per ejemplo la luna y el miedo de retratarse.
La mayeria de estas creencias son inspiradas por
el miedo y la ignorancia, y no sirven para liberar al hom4
bre sine para angustiarle.
CONCLUSIONES
En este estudio se han analizado los elementos de
la religion y de la supersticion presentes en Pedro Paramo.
la unica novela de Juan Rulfo publicada hasta la fecha.
Se
ha visto que el mundo creado per el es la imagen de una realidad mexicana, una realidad subjetiva en la cual se recrean sus propias obsesiones y recuerdos.
La forma de su
obra se cembina con el contenido para dar una expresion integral de esta realidad.
De las malas condiciones espirituales de los personajes, el obvie fracaso de les curas y el ambiente siempre
sordide, deprimente y fantasmal, se dedujo que la vision de
Rulfo es una de irremediable fatalidad.
Los personajes se
encuentran cendenados a un purgatorio eterno y sin escape.
Per el mismo titulo de la novela es posible adivinar lo que
va a ser el tone de todo el relate.
Uno de les temas salientes de Rulfo es la profunda
ineficacia de la iglesia.
Les personajes no reciben ningun
consuelo para esta vida ni tampoco la esperanza de un alivio para la vida despues de la muerte.
El pueblo de Comala
esta lleno de almas vagando per las calles sin encontrar
descanso.
En este estudio se senalaren en detalle algunas
44
de las causas por el fracaso de la iglesia tanto como les
efectos del fracaso.
Tambien se observaren las creencias
supersticiosas que caracterizan la gente y que sen en parte
preducto del fracaso de la iglesia.
Aunque uno de les escritores contemporaneos menos
prolificos, Rulfo ha llegado a figurar entre los mas cenocides y cementados de nuestro tiempo.
Este se debe a la
eriginalidad de su estile y tecnica, el acierto en tratar
el tema, el lirismo de su prosa, y el poder evocador del
lenguaje.
No se sabe cuando saldra otra obra de Rulfo, pe-
ro se tienen noticias de otra novela suya que se esta prometiendo ya desde hace varies afios. Se la espera con impaciencia y con la seguridad de que sera tan grande come los
cuentos y la primera novela de este gran autor.
NOTAS
CAPITULO I
1
Resarie Castellanos, "La novela mexicana centemperanea y su valor testimonial", Hispania, XLVII (1964),
223.
2
Jes^ de la Celina, "Notas sobre Juan Rulfo", Casa
do las Americas, ectubre-noviembre, I964, pdg. I33.
^Ibid.
4
Luis Harss, "Juan Rulfo: Contemporary Mexican
Novelist", New Mexico Quarterly. XXXV (primavera I965invierno I966), 30O.
Mariana Frenk, "Pedro Paramo", Casa de las Amerir»?3 <7
"i 11 T T r^ «= r^, r» "hvi V)"Pg
'! Q A *?
-r-.i rr _
O '^
Celina, "Notas sobre Juan Rulfo", pag. 1357
Juan Rulfo, The Burning; Plain and Other Stories.
intro. por George D. Schade, (Austin: University of Texas
Press, 1967)* pag. xiv.
Ibid., pag. X.
°Frenk, pag. 88.
l^Ramon Xirau, "Juan Rulfo: Nuevo escritor de Mexico", Insula, XVI (octubre, I96I), 4.
-^•'•Joseph Semmers, "Thru the Window of the Grave:
Juan Rulfo", New Mexico Quarterly. XXXVIII (primavera I968),
92.
Fernando Alegria, Breve historia de la novela^hispanoamericana, (Mexico: Ediciones de Andrea, 1959)» pag.
244.
-^Hellen Ferro, "La nueva novela mexicana:
45
Vision
46
de Juan Rulfo", Americas, neviembre, 1964, p^g. 4l.
14
Juan Rulfo, El llano en llamas. (Mexico: Fondo de
Cultura Economica, 1953), p^g. 91.
^Harss, p^g. 297.
Sommers, p^g. 100.
CAPlTULO II
Juan Rulfo, Pedro Paramo, (Mexico: Fondo de Cultura Economica, 1955), pag. 10. Todas las referencias que
siguen en el texto se han temado de esta misma edicion.
Sommers, pdg. 100.
Xirau, pag. 4.
4
Semmers, pag. 101.
ii.
k^ .
I^eXl,
ivoixxu
o
J: <;::U.X O
r
CXL CJ-J'/U
»
Jn. V J L t o x O n
OJ.
Hope", Modern Language Notes, marzo, I966, pag. 243.
^Ibid., pag. 238.
"^Ibid., pdg. 245.
p
N. G. M. Van Deornik, S. Jelsma, y A. Van de Lisdonk, A Handbook of the Catholic Faith, trad, por John
Greenv/ood (Garden City, Nov/ York, Doubleday and Company,
Inc., 1956), pag. 345.
CAPlTULO III
1
W. Rex Crawford, A Century of Latin American
Thought, (Cambridge: Harvard University Press, I96I), p^g.
253.
Manuel Zapata Olivella, "La atmosfera sicoantropologica en la novellstica de Juan Rulfo", Boletin Cultural
v Bibliegrafice. XI (I968), 144-145.
^Leen Brown, "El simbolisme de Pedro Paramo", tesis
inedita, Texas Tech University, I967, pag. 38.
47
4
T..vl?ii^?-,^'^^?' y^^^
canos, LXXXII (1970), 609.
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48
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Fondo de Cultu-
49
.
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introduccion por George D. Schade. Austin: University of Texas Press, I967.
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