-P LA RELIGION Y LA SUPERSTIGION EN PEDRO by CYNTHIA WALKER, B. A. A THESIS IN SPANISH Submitted to the Graduate Faculty of Texas Tech University in Partial Fulfillment of the Requirement for the Degree of MASTER OF ARTS August, 1971 PARAMO NOTA PRELIMINAR Quiero expresar mi sincero agradecimiento al Dr. Harley D. Oberhelman por haber dirigido este estudio y por haberme inspirado durante toda mi carrera universitaria. 11 INDICE NOTA PRELIMINAR I. II. III. ii JUAN RULFO FRENTE A LA REALIDAD IVEXICANA LA RELIGION EN PEDRO PARAIVIO LA SUPERSTICION EN PEDRO PARAIVIO . . . • 1 9 30 CONCLUSIOINES ^3 NOTAS 45 BIBLIOGRAFiA 48 111 CAPlTULO I JUAN RULFO FRENTE A LA REALIDAD MEXICANA Si en 1953 con El llano en llamas, su coleccion de cuentos, Juan Rulfo gano reconocimiento y popularidad entre los circulos literarios latinoamericanos, con Pedro Paramo. la novela que se publico dos anos despu^s, su fama fue acrecentando hasta que llego a ser internacional. Todavia no se puede medir el impacto que ha tenido y sigue teniendo esta novela. Se ha traducido a por lo menos trece idiomas, y sigue traduciendose. Lo seguro es que cada vez que se traduce a otro idioma, causa una gran sensacion favorable entre los nuevos lectores y criticos. Se espera con mucha impaciencia la segunda novela de Rulfo, que llevara por titulo La Cordillera, y que hace ya unos anos que se estd prometiendo. Nacido en el ano 18 en el pueblo de Sayula, Jalisco, Juan Rulfo es unico en su habilidad de capturar por medio de la literatura la realidad de la vida campesina mexicana. El paisaje jaliciense, un paisaje severo, vasto y seco, estd presente en toda la obra de Rulfo, y contribuye mucho a la sensacion de inmensa soledad que tambien penetra 2 su obra. Rulfo es un ser solitarioj no asiste ni a los cocteles ni a las otras funciones entre los circulos literarios. No se sabe mucho de ^1, y no le gusta que se le vaya invadiendo la vida privada. No habla mucho, y su ma- nera de conversar es igual a su manera de escribir: as! de conciso e intenso.-^ Aun con lo poqulsimo que ha escrito este autor, el figura entre losrodsimportantes escritores latinoamericanos contempor^neos. Segun Harss, la escasez de su obra posiblemente pueda atribuirse al hecho de que su vida est^ muy ligada a la de su pals, y Mexico estd actualmente en un periodo de estancamiento, sin saber hacia que rumho diri- girse para encontrar su destino. La realidad mexicana se refleja en toda la obra de Rulfo; hablando de Pedro Paramo, un critico dice: El mundo creado por Rulfo es una parcela de la realidad mexicana, de cierta realidad social de Mexico. El campo, el cacique y sus victimas, hambre y miseria de los pueblos de Mexico. Sin embargo no se trata de una "novela de compromiso". En Pedro Paramo no hay mensaje. No hay recetas. No hay optimismo progresista. Imagen de una realidad mexicana. Mas que imagen, vision de una realidad mexicana. Vision trdgica y llrica, subjetiva y parcial.-^ Como ya se ha mencionado, su coleccion de cuentos, titulado El llano en llamas, salio antes de la novela. Al aparecer esta coleccion, se supo por el publico y por la critica que tambiln acababa de aparecer un gran narrador mexicano. Rulfo escribia urgido por una intenci<5n puramente artistica, por un deseo de dar expresion a Unas vivencias intimas mediante la creacion de un mundo muy propio, en el que tomaban forma y bulto sus obsesiones, sus recuerdos, sus imaginaciones ... Lo que se advertla a las primeras llneas era un tono diferente, una manera de narrar que parecia conversada, pero que era apretada, sintltica, intensa, parca en localismos, cruzada en rara y oportuna ocasion por alguna metdfora o un simil certeros ... uno sentia que esa prosa tenia un tono verdadero, que no partia de las apariencias, que no era un lenguaje externo y curioso, sino quiz^ el idioma mismo en que piensan hombres silenciosos y necesitados, que viven apartados en el llano o el monte, donde se puede caminar y caminar sin encontrar un alma ... Los cuentos contenlan el mismo fatalismo que despues surgiria desde las p^ginas de su novela Pedro Pdramo. Los temas dominantes de los cuentos de Rulfo son la venganza y la muerte y la lucha y el deseo de sobrevivir.' El destino controla la vida de los personajes y es un destino violent© y triste. Ellos viven sufriendo y solos, sin amigos ni amor. En efecto, el amor se presenta raramente en los cuentos, aunque tiene un papel importante en Pedro Pdramo« la novela que se tratard en este estudio. Aunque el ambiente es ilogico, irreal e irracional, y hay falta total de cronologia, cuando se considera a Pedro Paramo como una entidad, tormina por ser una expresion del nuevo realismo mexicano,'^ y asl cabe dentro de la literatura vital y revolucionaria de nuestros tiempos. Hay una geniosa mezcla del lenguaje popular y la intuicion poetica; se confunden lo fantdstico y lo real, lo sonado y lo vivido, hasta que todo llega a formar parte de una Realidad Universal. Hasta lo irreal y lo imafcinario contribuyen a esta realidad. El proceso dominante en Pedro Paramo no es ni desarrollo ni progresi6n, sino una revelacion de finalidad. Pero curiosamente la "finalidad" no tormina nunca—los persona jes est^n muertos, en la tumba, pero se hablan, se escuchan, asi que aunque es en un sentido una finalidad, lo tragico se enraiza en que esta finalidad es continua. Los personajes est^n en el purgatorio; la novela puede considerarse como un entremes del Juicio Final—un eterno presente , muerte. . 12 que es la Todos los personages de la novela experimentan una soledad tr^gica e irremediable. Una de las razones por las cuales las almas se encuentran condenadas a existir en estas condiciones es la falta de una religion vital en el pueblo, o bien la presencia de una religion corrompida y falsa. El pueblo de Comala esta lleno ya de fantasmas y sombras, de almas que "andan penando todavia" y no pueden encontrar (ni encontraran nunca) el descanso y la paz. En la novela hay varias manifestaciones de las malas condiciones espirituales; para citar algunasi la soledad y la bus- queda de la identidad y de la comunion con la humanidad; la imagen del paraiso en contraste con la del infierno; la ima- gen del Jardln del Eden, con la inocencia ya perdida, el "Jardln" pervertido por la falta de vitalidad y fecundidad; el estado del purgatorio en que se encuentran los personages, y asi su frustracion y filosofla de fatalismo; el sentido de culpabilidad y el miedo de parte de la gente; la iglesia virtualmente reemplazada por un latifundista que llega a controlar todo, hasta el cura del pueblo; as! la hipocresia y el fracaso de los curas; y la supersticion que se mezcla y a voces se confunde con la religion. Conviene, antes de entrar mucho en una discusion de la novela Pedro Paramo, analizar el titulo, ya que tiene una relacion importante con el tema de la novela. Pedro Paramo es el nombre del latifundista que llega a dominar todo en Comala. El nombre "Pedro" viene de la palabra latina que quiere decir "piedra". Para nuestra consideracion, esta palabra tiene dos significados importantes: primero, la dureza de una piedra indica la fuerza y la dura testarudez del protagonista que causa la muerte fisica y espiritual del pueblo; y segundo, el nombre puede referirse a San Pedro, "la roca de la iglesia", y asi llega Pedro Paramo a ser la roca de Comala o sea el que mantiene el pueblo y, cuando se decide, lo deja morir. Tambien se ver^ que Pedro Paramo es "la roca" de la iglesia de Comala. Un "pdramo" es una region sumamente fria, baldia e infecunda. Con un simple an^lisis del titulo, pues, uno puede adivinar lo que va a ser el tono de la novela. En la superficie la trama de la novela es relativamente simple, no mas que estd presentada en fragmentos sin orden cronologico, y el lector tiene que componer los pedazos del rompecabezas para formar una entidad. Para cumplir con una promesa dada a su madre en el momento de morir ella, Juan Preciado va a Comala en busca de su padre, Pedro Pdramo. Su madre le dice que exija lo que Pedro Paramo les de- be. Una vez en Comala, Juan Preciado se da cuenta de que todo esta muerto, de que el pueblo no es el paraiso que le describia su madre, sino un verdadero infierno. Despues de Unas cuantas experiencias raras y a voces horrorosas, Juan muere tambien. Despues se da cuenta el lector de que la primera mitad es una narracion en primera persona, incluyendo recuerdos sin orden cronologico, de parte de Juan Preciado desde la tumba y que se la estd relatando a una mujer que comparte la tumba con el. La segunda mitad de la novela es un dialogo entre los dos, tambien con interrupciones de parte de personas de tumbas vecinas y con recuerdos interpolados. Se tiene que agregar, sin embargo, que hay irregularidades y variaciones de este esquema por todo el libro; por ejemplo, los recuerdos de Pedro Paramo mismo no vienen ni de la memoria de Juan Preciado ni de ninguna tumba vecina, sino que aparecen sueltas, tanto en la segunda mitad como en la primera. Asi que la novela comienza con una busqueda de parte de Juan Preciado, y no solo una busqueda fisica sino tambien espiritual. Quiz£ esta busqueda sea relacionada con la vida del autor Juan Rulfo. La Revolucion Mexicana y la Guerra de los Cristeros arruinaron a los Rulfo. Dice Hellen Ferro, "La guerra de los cristeros. guerra de religion, una de las m^s crueles y fratricidas en la historia de Mexico, lo dejo /a Rulfo7 sin tierras y sin familia". -^ Quiza esta sea la razon por la amargura de Rulfo en cuanto a la iglesia. edad. Rulfo perdio a sus padres a muy temprana La siguiente cita de uno de los cuentos, "jDiles que no me maten!", pudiera ser indicative de la actitud de Rulfo en cuanto a la "busqueda" de su propia vida; uno de los personajes dice, "Es algo dificil crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar estd muerta". Segun Harss, que lo entrevisto, Rulfo esta algo ob- sesionado con su linaje. Ha buscado huellas de sus antepasados hasta en California, Texas, Nuevo Mexico y Arizona. Asi se embarca en una busqueda Juan Preciado tambien (es interesante que tenga el mismo nombre cristiano que el autor, y que "preciado" quiera decir "de mucho valor"), solo para encontrar cosas y personas muertas. Y esta busqueda da comienzo al infierno que va a experimentar al liegar en Comala. La filosofla fatalista de Rulfo se revela en la mis- 8 ma estructura de la novela; el reunir, en orden cualquiera, los fragmentos de una tragedia predestinada dramatiza su pesimismo cosmico. El hombre no es capaz ni de controlar su destino, ni de controlarse a si mismo, ni de lograr el amor, ni de formular una moral que tenga sentido. La existencia es un sistema cerrado, ciclico en su repeticion de experiencias pasadas.16 CAPlTULO II LA RELIGION EN PEDRO PARAMO La vision tr^gica de Rulfo implica una profunda ineficacia de la iglesia. Los personajes no reciben ningun consuelo, ni tampoco la esperanza que es necesaria para soportar las dificultades, miserias y sufrimientos de la vida. El pueblo de Comala estd lleno de almas perdidas que no pueden encontrar descanso, y la iglesia no ha podido prevenir que esto pase, ni tampoco puede remediar la situacion cuando ya ha sucedido. En este capltulo se senalaran los elementos, incidentes y personajes de la novela que indican este fracaso de parte de la iglesia. Una de las impresiones que se repite por toda la novela es el contraste total entre los recuerdos de Dolores (la madre de Juan Preciado), Susana San Juan y Pedro Paramo, de lo paraisiaco que era Comala y el infierno que Juan encuentra al llegar. De vez en cuando le vienen a Juan los recuerdos de su madre de la "llanura verde", el pueblo que "huele a miel derramada", "el azahar de los naranjos", el pueblo "lleno de ^rboles y de hojas". Susana San Juan, el unico amor verdadero de Pedro Paramo, ya en la tumba, ex- 10 presa de vez en cuando sus suefios y recuerdos. En una de las ocasiones en que Juan Preciado la estd escuchando desde la tumba vecina, Susana dice: Siento el lugar en que estoy y pienso ... Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompia los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio. El viento bajaba de las montanas en las mananas de febrero. Y las nubes se quedaban alia arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacio el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo circulos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos. Y los gorriones reian; picoteaban las hojas que el aire hacia caer, y reian; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguian En febrero, cuando las mananas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me acuerdo. Tambien aparecen de vez en cuando, y no se sabe exactamente de donde vienen ni como se evocan, recuerdos de Pedro Paramo de la epoca pasada cuando jugaba de nino con la nina que querria durante el resto de su vida, Susana San Juan: Pensaba en ti, Susana. En las lomas verdes. Cuando volabamos papalotes en la epoca del aire. Olamos alia abajo el rumor viviente del pueblo mientras estabamos encima de el, arriba de la loma, en tanto se nos iba el hilo de canamo arrastrado por el viento. "Ayudame, Susana". Y unas manos suaves se apretaban a nuestras manos. "Suelta m^s hilo". El aire nos hacia reir; juntaba la mirada de nuestros ojos, mientras el hilo corria entre los dedos detrls del viento, hasta que se rompia con un leve crujido como si hubiera sido trozado por 11 las alas de algun pajaro. Y alia arriba, el pajaro de papel caia en maromas arrastrando su cola de hilacho, perdiendose en el verdor de la tierra. Tus labios estaban mojados como si los hubiera besado el roclo. (p^g« 16) Con los recuerdos de estos tres personajes el lector tiene una idea bastante clara de como era Comala. En contraste con el verdor y la fecundidad descritos en los recuerdos, Comala es ahora un pueblo muerto e infecundo en todo sentido. Simultdneamente, dispersas por el libro, hay varias indicaciones de que Comala es, en efecto, el infierno. Se puede observar al principio de la novela, en una descripcion simbolica, que el camino "sube o baja segun se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja". (pag. 8) Cuando en un pueblo cerca de Comala, Juan Preciado le pregunta al arriero Abundio (que despues lo gula a Comala) adonde va, este le responde, "Voy para abajo, senor". (pdg. 9) Juan observa en el camino a Comala que va "hundiendose en el puro calor sin aire". (p^g. 9) Por toda la novela hay numerosas referencias al tremendo calor y a la falta de aire en el pueblo. Una vez en el camino a Comala, Abundio comenta que cuando se llega a Comala, se esta en "la mora boca del infierno". (pag. 9) Tambien, como se ve despues en la novela, es mucho mas facil llegar a Comala que salir de alli. :Este es el caso con el infierno tambien; el camino mas fdcil en la vida es el del pecado. Este cami- 12 no lo conduce a uno hacia el infierno eterno, y de alll no hay salida. As! el contraste entre el cielo y el infierno, o lo que era Comala y lo que es. Con la posible excepcion de Susana San Juan, cada personaje esta poseido por un sentimiento de desesperacion y culpabilidad, aunque no sabe por que se siente culpable. El peso de una carga, algo parecido al pecado original, oprime a todos los personajes menos al observador neutro, Juan. Contrario al concepto cristiano, no obstante, los personajes llevan su cruz por la vida sin poder siquiera esperar el alivio; aun despues de la muerte del cuerpo, el alma anda penando por las calles del pueblo. El cielo, o no existe o esta fuera del alcance de los personajes. El hombre esta condenado a sufrir y a causar que otros sufran.^ Vive en un eterno purgatorio, un destino poor que la muerte. No hay futuro; solo queda este presente de remordimien- to y culpabilidad ligado al pasado de violencia y tirania.-^ Al respecto observamos una negacion de la idea existencialista de la "nada" despues de la muerte. Segun Rulfo, s£, hay algo, y como se puede ver al seguir leyendo, es aun poor que la "nada", ya que no es una existencia tranquila sino atormentada y desesperada. Ademas, pues, de mostrar la ineficacia de la iglesia (se veran ejemplos de esto despues), Rulfo presenta una actitud mds profunda y universal; el fatalismo en cuanto al destino del hombre. A voces pa- 13 rece que el desafia no solo a la iglesia sino a toda la base de las creencias de la sociedad moderna. Vemos la idea del "paraiso perdido" no solamente a traves de los recuerdos de los personajes ya muertos, sino tambien en una experiencia clave que tiene Juan Preciado en el pueblo. Una vez en Comala, y despues de ha- blar con dona Eduviges, Juan se encuentra de pronto, sin saber como, en la puerta de una casa cuyo techo esta caido parcialmente en el suelo. Vienen a la puerta un hom- bre y una mujer, desnudos los dos, lo que es inmediatamente reminiscente de Adan y Eva. Ademas, la mujer esta hecha de tierra y lodo, lo que alude a la figura de la "Iviadre Tierra". Pero es una madre corrompida, y como se ve en seguida, todo esto es una vision trdgica del Jardln del Eden, pervertido ya por la falta de vitalidad y fecundidad en la vida. Juan llega a saber que los dos son hermanos viviendo como un matrimonio. La hermana explica que han decidido vivir asi porque no hay otra gente y hay que poblar el pueblo. Aunque una union asi no es aceptada ni por la so- ciedad ni por la iglesia, es su ultimo esfuerzo para dar una nueva vida al pueblo moribundo. El pecado, sin embargo, no es justificado por la buena intencion de la pareja. esterilidad: Esto se ve por su aparente no han tenido hijos. AquI se ve la imposibi- 14 lidad de lograr algo bueno por medio de un pecado. Se re- petird despues este mismo pecado de incesto en el caso de Bartolome San Juan y su hija Susana. El incesto contribu- ye, tanto en el caso de estos dos personajes como en el caso de los dos hermanos, a la soledad o al aislamiento en que se encuentran los personajes. Con la escena de los dos hermanos se ve el amor y la armonia reemplazados por el incesto y la discordia. La mujer tiene un sentimiento de culpabilidad del cual no se puede escapar; le dice a Juan Preciado, --jMlreme la cara! — l H o me ve el pecado? ^No ve esas manchas m.oradas como de jicte que me llenan de arriba abajo? Y eso es solo por fuera; por dentro estoy hecha un mar de lodo. (pag. ^5) Al fin, Donis, el hermano de la mujer, la deja, y Juan tormina por dormir con ella, pero sin aparente pasion, y mds, como si todo pasara lentamente dentro de un sueno. Aqui vemos a la "madre" en un estado de decadencia aun mas profunda; no solo participa en el incesto sino que no se mantiene fiel a su amante-hermano. Esto sirve para subrayar el sentido de la corrupcion del Jardln del Eden o del paraiso perdido. Aparece junto con este incidente un ejemplo directo del fracaso de la iglesia. La hermana—nunca llega el lec- tor a saber su nombre—le cuenta a Juan Preciado de un 15 Obispo que pas6 por Comala hace algun tiempo. La mujer le pidio la absolucion por vivir como matrimonio siendo hermanos, pero 61 se la nego, diciendo simplemente, "Eso no lo perdona Dios". El obispo se fue, no regreso nunca, y dejo en Comala a muchas almas sin salvar. Se ve aquI la inefi- cacia y la falta de compasi6n de parte de los oficiales de la iglesia. Este tema se desarrolla mas profundamente con el padre Renteria, el cura de Comala. El padre Renteria y su relacion con el pueblo constituye el ejemplo por excelencia de la iglesia que fracasa en todo. Quiza "fracasar" no sea la palabra apropiada aqui para describir la situacion, ya que un fracaso implica que ha habido un esfuerzo, y como se vera, muchas voces no hay ni siquiera un esfuerzo, por lo menos de parte del padre Renteria. Veremos que el no es mas que el titere de Pedro Paramo, y aunque reconoce a voces sus fracases y sus debilidades, no es capaz de remediarlos. La primera vez que el lector conoce al cura, este esta negandole la bendicion al muerto Miguel Paramo. En el momento de morir al dar a luz, la madre de Miguel habfa dicho que era hijo de Pedro Pdramo. El padre Renteria se lo entrego a Pedro Paramo porque no queria tener la responsabilidad de el por la "mala sangre" que llevaba adentro. Pedro Paramo lo acepto y lo crio como hijo reconocido y favorito. Cumpliendo las predicciones del cura, Miguel andaba 16 siempre metido en algun llo. caballo y murio. Pero una noche se cayo de su En los funerales, despues de decir misa, el cura se da prisa por terminar pronto y sale sin dar la bendicion final a la gente. Cuando se le ruega que lo ben- diga a Miguel, dice, "No lo hare. Fue un mal hombre y no entrara al Reino de los Cielos. Dios me tomara a mal que interceda por el". (pag. 29) Se ve en varias ocasiones que el padre es pronto para condenar y lento para absolver. Sin embargo, Pedro Paramo se le acerca diciendole, — Y o se que usted lo odiaba, padre. Y con razon. El asesinato de su hermano, que segun rumores fue cometido por mi hijo; el caso de su sobrina Ana, violada por el segun el juicio de usted; las ofensas y falta de respeto que le tuvo en ocasiones, son motivos que cualquiera puede admitir. Pero olvidese ahora, padre. Considerelo y perdonelo como quiza Dios lo haya perdonado. (pags. 29-30) Entonces le da unas monedas; o sea, tiene la idea de que se puede comprar la salvacion. Asi los ricos irian al cielo mientras los pobres no, una idea que parece ridlcula. De todos modos, Renteria las acepta, y luchando con su propia conciencia por no perdonarlo, dice al Senor, "Por mi, condenalo, Senor", (p^g. 30) pero despues de arrinconarse y llorar de pena y tristeza, se rinde, diciendo, "Esta bien, Senor, tu ganas". (p^g. 30) Parece que el padre Renteria reconoce los defectos de la gente, pero es incapaz de cambiar las cosas; solo puede pedir despues de la muerte que el Senor los condone, y esto esta claramente en contra de 17 la doctrina cristiana del amor y el perdon. Los resultados de la incapacidad del cura, o sea su vacilacion en perdonar y en dar animo a la gente, se refleja en numerosas ocasiones y en la actitud general de la gente de Comala. Dorotea, por ejemplo, le cuenta a Juan Pre- ciado que hacia tantos anos que no miraba al cielo que se olvido de que existia. Expresa su resignaci6n asi: Y aunque lo hubiera hecho, ique habria ganado? El cielo esta tan alto, y mis ojos tan sin mirada, que vivia contenta con saber donde quedaba la tierra. Ademas, le perdi todo mi interes desde que el padre Renteria me aseguro que jamas conoceria la gloria. Que ni siquiera de lejos la veria ... (pdg. 69-70) Ella misma reconoce que el cura no debia haberselo dicho. Observa que cuando a uno se le quita la esperanza, mas vale no haber nacido. Sin la esperanza la vida no tiene ningun sentido y no hay por que vivir. El padre Renteria, repre- sentante de la iglesia, no es capaz de guiar a la gente ni darle esperanza. Representa el fracaso total de la iglesia. Se presenta en una ocasion un "flashback" del pensamiento del padre Renteria; esta recordando una vez cuando Maria Dyada vino a pedirle que salvara a su hermana Eduviges. Eduviges se suicido, o sea, "obro contra la mano de Dios". Pero Maria Dyada le ruega al padre que la salve. El padre le responde diciendo que tal vez rezando o con misas gregorianas se le puede conseguir la salvacion, pero que para esto se necesita traer curas de otros pueblos y 18 esto cuesta dinero. no tiene dinero. Maria Dyada le dice que por supuesto El cura la despide diciendo que debe de- jar las cosas como estan y confiar en Dios. Pero queda claro que ella no sale consolada de la entrevista. Siempre se presenta la cuestion del dinero; como vimos en el caso de Miguel Pdramo, muchas voces el cura perdona a alguien solamente porque otra persona estd dispuesta a pagarle por hacerlo. La noche despues de la entrevista con Maria Dyada, el cura se pone a contemplar la escena: iPor que aquella mirada se volvia valiente ante la resignacion? iQ^ie le costaba a el perdonar, cuando era tan facil decir una palabra o dos, o cien palabras si estas fueran necesarias para salvar el alma. IQM^ sabia el del cielo y del infierno? (pag. 35) Con esto se ve que el cura sabe que le es dificil perdonar, y, aunque tiene conciencia del mal que esta haciendo, es demasiado debil para corregir sus faltas. A voces el lector hasta le tiene lastima porque esta claro que no es malvado sino simplemente un hombre debil e ineficaz en su oficio. M s tarde, en otro "flashback", vemos una escena de una tarde de confesion. El cura se acerca sin muchas ganas para confesar a "un monton de mujeres" que lo esperan. La primera que se le acerca es Dorotea. El cura re- cuerda que muchas voces le ha dicho que no se confiese, que solamente le quita el tiempo. Dorotea insiste en que esta 19 vez s£ tiene pecados y por fin el cura la deja confesarse. Ella dice que le consiguio muchachas a Miguel Pdramo desde que fue hombrecito. Si le pregunta desde cudndo y si fueron muchas, y por fin le dice, "Pues bien, no podras ir ya mas al cielo. Pero que Dios te perdone". palabras se contradicen: la perdona? (pag. 78) Sus ^como no va a ir al cielo si Dios El cura siempre le niega la absolucion a la gente que no tiene bastante dinero para ofrecerle, contrariamente al caso de Miguel Paramo. Asi, Miguel quedaria perdonado, mientras Dorotea y Eduviges irian al infierno, por el hecho de no tener dinero. La escena que empieza con la confesion de Dorotea tormina con el cura rindiendose al cansancio y saliendo sin acabar de confesar a las demas mujeres. Esto demuestra otra vez la ineficacia, la falta de comunicacion del cura, no solamente con los miembros de la parroquia, sino tambien consigo mismo, y la falta de responsabilidad de su parte. En una ocasion Renteria va a Contla, un pueblo cercano, para confesarse. Luego no quiere recordar que el senor cura de Contla le nego la absolucion, diciendole: —Ese hombre de quien no quieres mencionar su nombre ha despedazado tu iglesia y tu se lo has consentido. iQue se puede esperar ya de ti, padre? iQxxe has hecho de la fuerza de Dios? Quiero convencerme de que ores bueno y de que alli recibes la estimacion de todos; pero no basta ser bueno. El pecado no es bueno. Y para acabar con el, hay que ser duro y despiadado. Quiero creer que todos siguen siendo creyentes; pero no ores 20 tu quien mantiene su fe; lo hacen por supersticion y por miedo. Quiero aun mds estar contigo en la pobreza en que vivos y en el trabajo y cuidados que libras todos los dias en tu cumplimiento. S^ lo dificil que es nuestra tarea en estos pobres pueblos donde nos tienen relegados; pero eso mismo me da derecho a decirte que no hay que entregar nuestro servicio a unos cuantos, que te daran un poco a cambio de tu alma, y con tu alma en manos de ellos iq^e podras hacer para ser mejor que aquellos que son mejores que tu? No, padre, mis manos no son lo suficientemente limpias para darte la absolucion. Tendras que buscarla en otra parte. (p^g. 75) En este trozo vemos la actitud del cura de Contla en cuanto a sus deberes; a voces hasta hay que ser despiadado, y a voces hay que negarles servicio a ciertas personas. Esto parece estar en contra de la doctrina cristiana. Asi tenemos la idea de que los curas sirven como muy malos ejemplos para la gente. Renteria le contesta con una pregunta, queriendo saber si esto quiere decir que el tiene que dejar el ministerio. El otro le contesta que si, que el no tiene derecho de consagrarse a los demas mientras el mismo esta en pecado. A pesar de sus ruegos, el cura de Contla no le da la absolucion, pero Renteria no le hace caso, y sigue en su oficio en Comala. Despues de la entrevista, los dos pasean por los corredores del curato y se sientan bajo una enramada donde estan madurando las uvas. El senor cura de Contla dice que, gracias a la Providencia, todo se da en la tierra don- 21 de viven, solo que se da con acidez. Renteria dice que todas las semillas que el llev6 a Comala murieron. Hasta dice que a el se le ha olvidado el sabor de las cosas dulces. Los curas observan que aunque las tierras son buenas, est£n en manos de un solo hombre, Pedro Paramo, y que el control por el ha llegado a tal punto que hasta la tierra no puede producir cosas dulces. Asi que se ve un comentario sobre el dano o la destruccion total causada por el caciquismo. Ya se ha visto que Pedro Paramo consiguio "la salvacion" para su hijo Miguel pagandole al cura. Se ve en otras ocasiones este mismo dominio, y lo triste es que el padre Renteria reconoce que esta controlado por Pedro Paramo, pero no se puede liberar. Un incidente que apoya a es- ta conclusion es la escena del casamiento de Dolores Preciado y Pedro Paramo. Sucede que Pedro Paramo no solo debe dinero a unos cuantos hombres del pueblo sino tambien a la familia de Dolores. Se zafa de sus deudas empleando varies metodos; a un tal Toribio Aldrete lo hace ahorcar, y para cancelar la deuda a la familia de Dolores, manda a su administrader, Fulgor Sedano, para que le arregle el casamiento con ella. Fulgor se lo arregla con Dolores, pero cuando llega a donde el cura, encuentra problemas. Renteria se niega a casarlos hasta que por fin el poder (en forma de dinero) de Pedro Paramo lo convence; vuelve Fulgor a platicarle a Pedro Paramo lo que paso: 22 — Y a est^ pedida y muy de acuerdo. El padre cura quiere sesenta pesos por pasar por alto lo de las amonestaciones. Le dije que se le darlan a su debido tiempo. 21 dice que le hace falta componer el altar y que la mesa de su comedor est^ toda desconchinflada. Le promotl que le mandarlamos una mesa nueva. Dice que usted nunca va a misa. Le prometl que iria. Y desde que murio su abuela ya no le han dado los diezmos. Le dije que no se preocupara. Esta conforme. (p^g. 43-44) Se ve que con el dinero puede conseguirse cualquier cosa, y Pedro Pdramo tiene bastante. Inmediatamente, en esta misma conversacion entre Pedro Paramo y Fulgor, Pedro le da otras instrucciones en cuanto a la otra persona a quien debe dinero, Toribio Aldrete. ouo Resulta que Pedro lo va a acusar de haber invadido oj.crica.£3. uj.\^c ex x u x g u l que yia.yci. d vxcOxX^Xo a. «,J.vj.x c u c que se ha equivocado en sus mediciones. Anade una oracion clave: "La ley de ahora en adelante la vamos a hacer noso- tros". (pag. 44) Tormina por hacer ahorcar al tal Tori- bio, y nadie se atreve a afrentarse y acusarlo. Un personaje que es de menor importancia pero que representa tambien la perversion religiosa es Ana, la sobrina del padre Renteria. Ya hemes visto, por el comenta- rio de Pedro Paramo en ocasion de la muerte de su hijo Miguel, que hubo algo entre este y la sobrina del cura. La noche despues de los funerales de Miguel, el padre Renteria y Ana empiezan a platicar. Ella le cuenta a su tio de la noche cuando Miguel entro a su cuarto por la ventana. 21 23 le dijo que venia a pedirle disculpas, y despues empezo a hacer "cosas malas" con ella. Aun sabiendo que el habla matado a su padre, ella no hizo nada para alejarlo. Entonces, pero solamente despues del incidente, ella pide a "todos los Santos" que el se encuentre en "lo mero hondo del infierno". (pag. 32) Vemos aqui el sentimiento de culpabilidad que tiene Ana. El ambiente cerrado y moribundo da lugar a este ero- tismo. Ana sabe que Miguel mato a su padre pero por la pa- sion y la necesidad de una relacion asi, se deja violar. Despues se arrepiente, y quiere mandarlo al infierno, pero ya es tarde. Se ve tambien en esta escena otro ejemplo de la falta de compasion y de amor universal que debe tener un cura. Renteria dice a su sobrina: "Demosle gracias a Dios Nuestro Senor porque se lo ha llevado de esta tierra donde causo tanto mal, no importa que ahora lo tenga en su cielo". (pag. 32) Otro personaje cuya situacion tiene mucho que ver con la iglesia y la religion es la figura enigmatica de Susana San Juan. Ella, como bien implica su apellido, San Juan, representa "la voz del yermo que anuncia la esperanza para el future",^ y es la unica persona que presenta siquiera una vislumbre de esperanza. Es pura, en un sentido inocente e idealista. Desde que eran nines ella ha tenido una gran influencia sobre Pedro Paramo, ya que ella es el 24 unico amor verdadero que ^1 ha conecide en la vida. Sin embargo, Susana nunca se rinde a ^1, y es ella quien da comienzo al desmoronamiento del cacique. Cuando muere su madre, ella y su padre se van del pueblo, pero regresan despues de unos anos. El lector se entera por una sugestion muy sutil que Pedro Paramo ha mandado por ellos secretamente, y que tiene algun arregle con Bartolome. Hay cierto aire de misterio en la relacion en- tre ella y su padre; otra vez vemos toques del incesto. La mas abierta mencion de esto ocurre cuando Fulgor le avisa a Pedro Paramo de la llegada de Susana y su padre: —Patron, ^sabe quien anda por aqui? _ _ • ^\^•t A X-v->0 — — ^'^M.jLcii ; —Bartolome San Juan. -- ... iHan venido les dos? — S i , el y su mujer. ^Pero come lo sabe? —^Ne serd su hija? —Pues por el mode come la trata mas bien parece su mujer. (pag. 85) Inmediatamente despues de esta conversacion viene otro trozo de recuerdos por Pedro Pdrame, por medio de les cuales llega a saber el lector que el ha esperado el regreso de Susana durante treinta anos. Habia invitado varias voces a Bartolome para que regresara con ella, hasta prometiendole nembrarlo administrader. Pero Bartolome rompia las cartas porque no queria que Susana y Pedro se velvieran a ver. Por.fin regresaron; habian estado viviende en un lugar desierte y Bartolome decidio volver para que Susana es- 25 tuviera en un lugar habitado. Cabe mencionar aqui tambien que per las relaciones raras con su padre y por haberse quedado viuda de su esposo Flerencie, Susana esta ya loca cuando regresa a Comala con su padre. Pedro Pdramo se alegra tanto de tenerla otra vez que conspira en la muerte de Bartolome para que este no se la vuelva a quitar. Despues, hace que Susana se case con el, aunque ella ya no puede sine quedarse en cama, perdida entre suefios y recuerdos de su vida feliz con Flerencie. Cuando cemienzan los preceses que terminan en la muerte de Susana San Juan, vemos que su lucha es para rechazar no a la religion, sine a la iglesia, e a le que representan Pedro Paramo y el padre Renteria. Desde el principio de la novela encontrames referencias a Susana San Juan come la que sigue: Dies". "escondida en la inmensidad de Ella tiene experiencias sobrenaturales que se pu- dieran interpretar como suenos u otro fenomeno "natural", pero que mas bien parecen apoyar la idea de que Susana San Juan es realmente un ser que no es "de este mundo". (p^g» 113) Per ejemplo, segun ella, cuando muere su padre, Bartolome, su fantasma viene a despedirse de ella. En uno de los recuerdos de ella, vemos en forma del mar en que se banaba, el "agua que purifica", un motive que se repite en muchas obras de la literatura centemperanea latinoamericana. Susana describe un dia cuando ella y Flerencie, su esposo y 26 verdadero amor, fueren al mar. Dice que el se sentia sole, como si no estuviera ella alli. A pesar del amor y la co- municacion entre les dos, ella tiene una relacion aun mas profunda con la naturaleza. Las ultimas palabras del trozo son estasJ "Y al otro dia estaba otra vez en el mar, puri- ficandeme. Entregandeme a sus olas". (pdg. 100) La religion que vivo Susana es una religion suya. No tiene reglas ni tampoco es consistente. Se ve en varias ocasiones que ella ha centemplade algunas de las preguntas universales y que tiene sus propias creencias religiosas. Vemos este per medio de sus conversaciones con Justina. Hablando del pecado, dice: —^Verdad que la noche estd llena de pecados, Justina? --Si, Susana. --^Y es verdad? --Debe serle, Susana. — ^ Y que crees que es la vida, Justina, sino un pecado? (p^g. 113) Mas tarde, hablando del infierno, ocurre esta escena: --^Tu crees en el infierno, Justina? — S i , Susana. Y tambien en el cielo. — Y o solo cree en el infierno --dije. rro les ojos. (p^g. 114) Y ce- En su locura, Susana relaciona todo con Flerencie. Asi, Flerencie llega a ser, en un sentido, la religion misma de Susana. Por ejemplo, una vez antes de morir ella, el padre Renteria le lleva la comunion. tia y dice en seguida: Ella se traga la hes- "Hemes pasado un rate muy feliz. 21 Flerencie". (pag. 115) Despues se verd otro ejemplo de la obsesion que tiene ella per Flerencie. Una de las escenas mds intensas del libro y mas representativas de la ineficacia y la falta de compasion de los curas ocurre en les ultimos mementos de la vida de Susana San Juan. Durante toda la escena vemos al padre Ren- teria atermentandela y a ella luchando por rechazar todo lo que representa el. Ella le pregunta per que ha venido otra vez a cenfesarla, y el contesta que ha venido a prepararla para la muerte. Ella le responde que si va a morir, que no la deja en paz? ipor Pero el no la deja, sine que sigue atermentandela, tratando de hacerla repetir las palabras de la extremauncion. Pero cuando se acerca hasta que tiene la boca casi pegada a la ereja de Susana y trata de hacerla repetir, "Tenge la boca llena de tierra", ella responde, hablandele en su locura y su sueno a Flerencie, "Tenge la boca llena de ti, de tu boca. Tus labios apretados, dures come si merdieran oprimiendo mis labios ..." (pag. 118) En casi todo le que dice Susana por todo el libro esta presente el eretisme. En este caso, come en el de "Eva", Miguel y Ana y muches otros personajes, sirve para indicar la decadencia espiritual del pueblo. A Renteria le molesta la quietud de Susana. No le gusta que ella este tan tranquila; por eso sigue atermentandela, aunque no sabe si en efecto ella tiene de que 28 arrepentirse. No puede decidir si le va a entregar les sa- cramentos finales e no, pero segun A Handbook of the Catholic Faith, no se debiera negarle los sacramentos finales a los locos, y aqui no hay duda de que Susana si esta loca. Se ve, pues, otro ejemplo de la dificultad que tiene Renteria en encontrar la compasion para perdonar a la gente. Lo interesante e importante aqui es que a Susana no le importa nada que el cura le este negando la absolucion. Ella, per- dida entre los suefios de la gloria de su vida con Flerencie, le dice al padre que se vaya, que estd tranquila y no lo necesita. Estd apurada para reunirse con Flerencie. La escena tormina con su muerte, sin que el padre Renteria le haya dado los sacramentos finales. A pesar del dolor fisico que el autor describe, el lector queda con la impresion de que Susana ha logrado rechazar al padre Renteria y a Pedro Paramo. Pedro Paramo ha tratado durante toda la vida de controlar todo en Comala, y le ha logrado en todos los aspectos—los habitantes y sus almas y tierras--tedo menos a una persona "no de este mundo", Susana San Juan. Al rechazar a la iglesia, Susana esta simbolicamente rechazando a Pedro Paramo, ya que el controla la iglesia. Per eso se puede decir que ella es el unico personaje de la novela que representa siquiera un poquito de esperanza. A traves de les recuerdos de los personajes, las 29 alusienes al infierno, la imagen del Jardln del Eden pervertido y las accienes de algunes de los personajes, homos visto que segun Rulfo la iglesia no le hace ningun bien a la gente y que muchas voces le hace mucho dano. Parte de la culpa per esta situacion es de les que perpetuan el sistema del caciquismo. Tambien, los curas personalmente tie- nen parte de la culpa porque no imparten su ministerie con verdadera caridad ni honestidad. En el capitulo que sigue se vera que la falta de una religion vital da lugar tambien a mucha supersticion de parte de la gente. CAPlTULO III LA SUPERSTICION EN PEDRO PARAMO La religion en Latineamerica esta reducida a una religion natural y a voces pagana. La cristiandad si exis- te, pore transfermada con las creencias supersticiosas de los indies paganos. Segun Crawford, les espafioles, al lle- gar al nuevo mundo, introdujeren la ignorancia cargada con la supersticion, la creencia en milagres, una religion llena de edie per el pregreso. Esto se ve en muchas de las obras contomporaneas latinoamericanas y especialmente en Pedro Paramo. Partiende de una realidad objetiva, /Rulfo7 ha creado en su novellstica un mundo sobrenatural. Vivencias magicas, concepcienes teluricas, filosofias de la vida y la muerte, mundos heredados y vivenciales en la mentalidad del mexicano, y per extension del mestizo de America.^ El elemente supersticioso en la novela contribuye mucho al ambiente de frustracion y desorientacion. Come se ha dicho al principle de este estudio, a voces es dificil distinguir entre las creencias religiosas y las supersticiosas; por ejemplo, dentro del concepto de la muerte y la vida despues de la muerte, cenceptes que per le general sen bien explicados per la doctrina cristiana, la supersticion 30 31 aparece con frecuencia. Ademas aparecen unas supersticie- nes que no tienen nada que ver con la religion sine que sen simplemente parte de la vida cetidiana que ayudan a explicar ciertes incidentes que de otra manera no se podrian explicar. La mayeria de las supersticiones tiene que ver con la muerte e con el "mds alia". Una de las primeras cosas que dofia Eduviges le dice a Juan al conocerlo es que ya le esperaba, que en efecto la madre de Juan, Dolores (recordemes que se ha muerte), le habia avisade de la fecha exacta de la llegada de Juan a Comala. Juan no sabe que pensar al eir este, ni tiene tiempo para hacerlo; dona Eduviges sigue, diciendole de una promesa que ella y Dolores se habian hecho. Se habian prometido morir al mismo tiempo para estar juntas durante el large viaje que las esperaba. Despues le dice a Juan, "Lo unico que quiero decirte ahora es que alcanzare a tu madre en algune de los caminos de la eternidad". (pag. 15) Se ve aqui que hay una llnea muy fina entre la re- ligion y la supersticion; per ese es muy dificil colecar les incidentes en una u otra categoria. ^Quien puede juz- gar si una persona esta equivocada e no en cuanto a la vida despues de la muerte? Sin embargo, como las ideas de dofia Eduviges no ceinciden con la doctrina cristiana tocante a este aspecte de la religion, pueden censiderarse come ele- 32 mentos supersticioses de la novela. Los murmulles y les ecos aparecen con frecuencia por todo el libro, especialmente cuando regresa el alma de una persona muerta. En este se ve la creencia de que el alma puede regresar despues de que una persona ha muerte para cemunicarse con personas todavia vivientes. Ssta es una creencia cemun principalmente entre la clase pobre de Mexico. Habldndele a Juan Preciado, dofia Eduviges le acenseja que no se asuste si eye ecos recientes; ella dice que su hermana, que lleva ya muches afios de muerta, todavia esta vagando per el mundo y aparece a menudo en Comala. De vez en cuando durante sus conversaciones con Juan Preciado, hace una pausa come si estuviera escuchando algo, y dice que oye el eco de los pases de un caballo, pero Juan no eye nada. Dofia Eduviges dice que el caballo anda buscando a Mi- guel Parajno. (Recordemes que su muerte fue causada por la calda del caballo.) En seguida, dofia Eduviges le cuenta a Juan que la noche que murio Miguel su alma vino a contarle los detalles de su muerte y a despedirse de ella. Otro eco importante en el libro le oye Juan despues de hablar con dofia Eduviges, cuando ya esta tratando de dormirse. Oye un grito come un alarido de algun berracho. Se asusta, y cuando por fin se tranquiliza, vuelve a oir el grito fuerte que esta vez se sigue eyendo por un largo rate: "iDejenme aunque sea el derecho de patalee que tienen les 33 ahorcadesi" (pag. 36) Entonces se abre la puerte, y no es dofia Eduviges sino Damiana Cisneres, la mujer que lo cuidaba a Juan cuando nacio en la Media Luna, la hacienda de Pedro Paramo. 2l rocuerda haber escuchade a su madre hablar de ella, y le cuenta lo que acaba de oir. Ella le responde: — T a l vez sea algun eco que esta aqui encerrade. En este cuarto ahorcaron a Toribio Aldrete hace mucho tiempo. Luego cendenaron la puerta, hasta que el se secara; para que su cuerpo no encontrara repose. No se come has podido entrar, cuando no existe H a v e para abrir esta puerta. (pag. 3?) Cuando Juan le dice que ha side dofia Eduviges quien se la ha abierto, Damiana dice, ante la serpresa de Juan y del lector, "Pobre Eduviges. (pdg. 3?) Debe de andar penando todavia". Con este incidento el lector por fin queda orien- tade hacia la desorientacion y al ambiente irreal del libro; se da cuenta de que esta experimentando el "realismo mdgice" y de aqui puede seguir leyendo la novela con mas entendimiente. El incidente clave del libro es la muerte de Juan Preciado que ocurre al fin de la primera mitad del relate. 2l, centandole a Dorotea le que le paso, insiste en que le mate el ahego causado per el tremendo calor. Pronto, sin embargo, Dorotea lo hace confesar que le mataron les raurmullos. 2l dice, hablando de les mementos inmediatamente an- teriores a su muerte, ... llegue a la plaza. Me recargue en un pilar de los pertales. Vi que no habia nadie, aunque seguia 3^ oyendo el murmulle come de mucha gente en dia de raercado. Un rumor pare jo, sin ton ni son, parecido al que hace el viento contra las ramas de un arbel en la noche, cuando no se ven ni el arbel ni las ramas, pero se oye el murmurar. Asi. Ya no di un pase mas. Comence a sentir que se me acercaba y daba vueltas a mi alrededor aquel bisbisee apretade come un enjambre, hasta que alcance a distinguir unas palabras casi vacias de ruido: "Ruega a Dios por nesotres". Ese ei que me decian. Entonces se me held el alma. (pag. 63) La cenfirmacion de la idea de la presencia de las almas perdidas resulta ser demasiado para Juan, y deja que esta impresion le mate. Aqui se ve la gran influencia de la super- sticion en la vida de la gente y tambien, otra vez, el fuerte sentimiento de desesperacion; hasta Juan Preciado, recien llegado en Comala, siente el peso de las almas perdidas sobre su propio ser. El autor nos hace acerdar a menudo de que Comala es verdaderamente un pueblo lleno de fantasmas, y reitera la impresion de la busqueda de la paz y del descanso. En efec- to, el titulo de la novela iba a ser Los murmulles, pore Rulfo opto per darle a su novela el nombre del personaje principal. El titulo de Los murmulles no hubiera side ma- le, sin embargo, ya que les murmulles forman la clave de la novela, y no sen solamente les murmulles de cualquier pueblo abandonade, come el viento y el rechinar de los edificies antigues, sine tambien, y mucho mas importante, sen les murmulles que hacen las mismas almas que vagan per Comala en busca de descanso. 35 Otro ejemplo de supersticion referida a los muertos ocurre en un trozo suelte que trata de la muerte de la espesa de Abundio (el arriero que guio a Juan Preciado a Comala, que ademas es uno de los muches hijos ilegitimos de Pedro Paramo y la persona que lo mata al fin del libro). Abundio llega a la tienda de la "madre Villa" en busca de alcohol para curarse la pena. Vemos la supersticion en le que ella le dice al enterarse de la muerte de su esposa: — . . . Ve diciendole ... a la difuntita que yo siempre la aprecie y que me tome en cuenta cuando llegue a la gloria ... Diselo antes de que se acabe de enfriar. (p^g. 124) Aparece aqui no solo la creencia de que un muerto puede interceder per una persona viva, sino tambien la creencia de que la persona viva tiene que encargarselo al muerto antes de que se enfrie el cadaver. El alma tiene un papel importante en la mente de la gente, y es tangible, segun ellos. ver y la pueden sentir. Dicen que la pueden En uno de los trezos sueltos, ha- blando de Miguel Paramo, que ya ha muerto, un hombre dice lo siguiente: "Dicen que por alld anda el anima /d.e Miguel/. Le han visto tocando la ventana de fulanita. De chaparreras y todo". (pag. 33) Igualito a el. Hay tambien un buen ejemplo de la creencia de que una persona puede sentir fisicamente su alma. En una ocasion mientras Juan esta ha- blando con Dorotea, la mujer con quien cemparte la tumba. 36 le pregunta adonde ha ido su alma. Dorotea contesta asi: —Debe andar vagando per la tierra come tantas otras; buscando vivos que recen per ella ... /Mi a l m ^ me hacia insoportables las noches llenandemelas de pensamientes intranquilos con figuras de cendenados y cosas de esas. Cuando me sente a morir, ella rogo que me levantara y que siguiera arrastrando la vida, come si esperara todavia algun milagre que me limpiara de culpas. Ni siquiera hice el intento: "Aqui se acaba el camino --le dije--. Ya no me quedan fuerzas para mds". Y abri la boca para que se fuera. Y se fue. Sent! cuando cayo en mis manos el hilito de sangre con que estaba amarrada a mi corazon. (pag. 70) Un hecho importante que implica la supersticion y les fantasmas es la experiencia que tiene Juan mientras esta en la casa de les dos hermanos ("Adan" y "Eva"). Se despierta y encuentra que ellos no estan. Entonces algo muy curiese ocurre: de la calle entra en el cuarto una mu- jer muy vieja y flaca que pone unas sabanas debajo de su braze y se va, andande de puntitas como para no despertar a Juan. 21 se asusta; no se atreve a mirar en su direccion y fija les ojos en el cielo, donde ve que la estrella de la tarde acaba de juntarse con la luna. Poco despues oye que alguien le habla. Son los hermanos que han regresade, encontrandelo asustade y temblando. Les habla de le ocurrido, pero el hombre cree que es un mistice false tratando de llamar la atencion. Despues la hermana le dice en secrete que la mujer-fantasma era su hermana, pore que no quiso decirlo delante de Donis. El lector no llega a saber si esta 37 viva o muerta la anciana, pero ya que Denis no la vie salir y entraba en el mismo memento en que ella salia, y ya que asusto tanto a Juan, parece que esta, en efecto, muerta, y es solamente otra alma sin salvar vagando per el mundo. El curanderismo es una combinacion de creencias religiosas y supersticiosas. Muchas voces se considera sinonime de la brujeria. El curandero existe en su propia dimension. A pesar de que siempre implora la ayuda de Dios, hay mucha gente que cree que el tambien tiene poderes sobrenaturales. Tiene la habilidad de curar enfermedades fisi- cas y espirituales por varies metedes. Algunes de sus remedies son verdaderamente medicinales; otros se basan en la fe religiosa, y finalmente algunes son puramente remedies basades en supersticiones e ignorancia. El curandero del libro, Inecencio Osorio, es reminiscente de Anaclete Morones, el personaje principal del cuente de Rulfo que tiene este mismo nombre. A les dos se les atribuye el poder de curar enfermedades fisicas y espirituales. Es Inecencio quien le acenseja a Dolores que no se acueste con Pedro Paramo la noche de la boda porque "esta brava la luna". Su oficio era amansador de potrilles, pero segun Eduviges, tenia otro: prevocador de suefios. Curaba enfermedades "sobandela a una", hasta que "al cabe de un rate producia calentura". (pag. 21) Ademas de per- petuar las creencias supersticiosas de la gente, el es el 38 ejemplo per excelencia del eretisme que se ha mencionado en el segundo capitulo, come lo es Anaclete Morenos. Se ve otra vez la creencia en el curanderismo cuando Justina, la mujer que ha cuidado a Susana San Juan durante toda su vida, sale y regresa a la casa con diez centaves de hojas de remere para poner sobre la repisa del dormitorio de Susana. Este muestra una forma de curande- rismo, ya que el remere es considerado come la planta de la Santa Virgen y tiene el poder de refrescar el aire, expulsar les espiritus maleficos y curar la locura.3 Sabemos que Susana esta loca, y aunque no lo dice directamente, Justina probablemente haya cemprado el remere para ayudar a Susana en su locura. La supersticion del retrato es muy popular entre la gente mexicana, que cree que el retrato es cosa de brujeria. Asi pensaba la madre de Juan. 21 tiene un retrato de ella, y le guarda con cuidado porque es el unico de ella que existe, ya que ella "siempre fue enemiga de retratarse". Juan observa que puede ser que ella tuviera razon, porque "el suye estaba lleno de agujeres come de aguja, y en el lugar del cerazon "tenia uno muy grande donde bien podia caber el dodo del cerazon". (pag. 10) Esta supersticion, como mu- chas, crece del miedo y de la ignorancia de parte de la gente, y sirve para perpetuar el ambiente cerrado y atrasado La supersticion tambien se ve en les dos suefios que 39 tiene Dorotea; sen tan vividos que se quedan con ella durante toda la vida. Parece que su esterilidad le produce un cempleje de maternidad frustrada. El primer suefie de Dorotea le hace creer que ha tenido un hijo. Le parece tan real que le siente entre sus brazes y lo lleva consigo adondequiera que va. De pronto un dia le pierde y en el cielo le dicen que se han equivocado con ella, dandele "un cerazon de madre pero un seno de una cualquiera". 64) (pag. En el segundo suefie busca a su hijo entre los angeles del cielo, pero uno de los santes hunde la mane en el estomage de ella y saca "algo asi come una cascara de nuez ..." (pag. 64) Despues de este segundo suefie, que Dorotea tiene cuando ya esta muy vieja y espera la muerte, ella se da cuenta de que nunca ha tenido ningun hijo. Pero ha vivido toda la vida bajo la impresion de que si tiene uno. La luna siempre ha inspirado supersticiones; por eso tenemos expresiones come "estar en la luna" y "lunatico", y la creencia de que la "luna llena" es indicie de mala suerte. Asi se ve la luna tambien en Pedro Paramo. Per ejemplo, el nombre de la hacienda de Pedro Paramo es la Media Luna. Este puede ser indicative de la "locura" de las personas que alli viven. A voces la luna sirve para intensificar la impresion de la soledad de les personajes. Una noche cuando Damiana Cisneres esta sola en su cuarto, el autor describe la escena: 40 La luna habla salide un rate y luego se habla ido. Era una de esas lunas tristes que nadie mira, a las que nadie hace case. Estuve un rate alli desfigurada, sin dar ninguna luz, y despues fue a esconderse detras de les cerros. (pag. 109) Hacia el fin de la novela, el autor emplea la luna para crear un ambiente de ternura y nostalgia. Pedro Para- mo esta per morir y se pone a pensar per ultima vez en Susana San Juan: ".... Habia una luna grande en medio del mundo. Se me perdian les ojos mirandote. Les rayos de la luna filtrandose sobre tu cara. No me cansaba de ver esa aparicion que eras tu. Suave, restregada de luna; tu boca abullonada, humedecida, irisada de estrellas; tu cuerpo transparentandose en el agua de la noche. Susana, Susana San Juan". (pag. 128) Tambien las estrellas parecen tener el poder de anunciar la mala suerte. Una noche poco despues de la muer- te de Miguel Paramo unos hombres se quedan en la calle platicande el asunte del caballo que anda buscando a su duefio. Su conversacion muestra la cestumbre de relacionar cualquier ocurrencia rara con la supersticion: Habia estrellas fugaces. Calan come si el cielo estuviera lleviznande lumbre. —Miren nomas —dijo Terencio-- el berlete que se traen alia arriba. — E s que le est^n celebrando su funcion al Miguelito --tercio Jesus. —^No sera mala serial? (pag. 33) Las primeras palabras del trozo que sigue sen estas: bia estrellas fugaces". "Ha- (pag. 34) El trozo nos muestra al padre Renteria, desvelado, preecupado per su propia inhabilidad de perdonar. Como no puede dormir, sale para afuera 41 y mira el cielo. Ve que "llevia estrellas". (pag. 35) Las estrellas intensifican la impresion de la ineficacia y la pobreza espiritual del cura. Son, en efecto, una mala sefial. En el incidente del fantasma de la mujer que Juan ve en la casa de "Adan" y "Eva" , el autor emplea la luna y las estrellas juntas para crear el ambiente de misterio. Despues de despertarse y saber que la pareja no estd alli, el nota que "... salio la estrella de la tarde, y mds tarde la luna". (p^g. 57) Despues de ver entrar en el cuarto a la mujer, el procura no mirarla, y dice, "... logre torcer la cabeza y ver hacia alld, donde la estrella de la tarde se habia juntado con la luna". (pag. 58) Luego, cuando re- gresan Denis y su hermana y el no le cree, Juan dice: "Come si hubiera retrecedido el tiempo. trella junto a la luna". Velvl a ver la es- (pag. 58) Entonces Donis vuelve a salir, y la hermana le dice a Juan que fue su hermana la que entro. Juan entiende cada vez menos, y vuelve a obser- var el cielo, viende "... un cielo negro, lleno de estrellas. Y, junto a la luna la estrella mas grande de todas". (pag. 60) Per medio de este trozo, se ve que la luna no solamente sirve para intensificar el ambiente, sino que tambien anuncia que van a seguir pasando cosas raras, porque en la pdgina que sigue Juan se acuesta con la hermana, y en segui- 42 da viene su muerte. Rulfo emplea la luna mucho en sus cuen- tos tambien, e igual que en su novela, tiene una doble funcion, come inspiradora de supersticiones y come creadera de ambiente. La luna intensifica la descripcion de la reali- dad mexicana. Se ha visto por les ejemplos dados de la novela Pedro Paramo que la supersticion tiene un papel muy importante en la vida de la gente mexicana. Mucho de la religiosi- dad que se ve en la obra de Juan Rulfo, tanto en los cuentos come en la novela, es una mezcla de supersticion y fantasmagoria y refleja fielmente las creencias de la gente mexicana. Existe mucha supersticion en cuanto al alma humana y el "mas alia". Tambien se ha visto que aun en la vida cetidiana existen supersticiones que no tienen nada que ver con la religion, come per ejemplo la luna y el miedo de retratarse. La mayeria de estas creencias son inspiradas por el miedo y la ignorancia, y no sirven para liberar al hom4 bre sine para angustiarle. CONCLUSIONES En este estudio se han analizado los elementos de la religion y de la supersticion presentes en Pedro Paramo. la unica novela de Juan Rulfo publicada hasta la fecha. Se ha visto que el mundo creado per el es la imagen de una realidad mexicana, una realidad subjetiva en la cual se recrean sus propias obsesiones y recuerdos. La forma de su obra se cembina con el contenido para dar una expresion integral de esta realidad. De las malas condiciones espirituales de los personajes, el obvie fracaso de les curas y el ambiente siempre sordide, deprimente y fantasmal, se dedujo que la vision de Rulfo es una de irremediable fatalidad. Los personajes se encuentran cendenados a un purgatorio eterno y sin escape. Per el mismo titulo de la novela es posible adivinar lo que va a ser el tone de todo el relate. Uno de les temas salientes de Rulfo es la profunda ineficacia de la iglesia. Les personajes no reciben ningun consuelo para esta vida ni tampoco la esperanza de un alivio para la vida despues de la muerte. El pueblo de Comala esta lleno de almas vagando per las calles sin encontrar descanso. En este estudio se senalaren en detalle algunas 44 de las causas por el fracaso de la iglesia tanto como les efectos del fracaso. Tambien se observaren las creencias supersticiosas que caracterizan la gente y que sen en parte preducto del fracaso de la iglesia. Aunque uno de les escritores contemporaneos menos prolificos, Rulfo ha llegado a figurar entre los mas cenocides y cementados de nuestro tiempo. Este se debe a la eriginalidad de su estile y tecnica, el acierto en tratar el tema, el lirismo de su prosa, y el poder evocador del lenguaje. No se sabe cuando saldra otra obra de Rulfo, pe- ro se tienen noticias de otra novela suya que se esta prometiendo ya desde hace varies afios. Se la espera con impaciencia y con la seguridad de que sera tan grande come los cuentos y la primera novela de este gran autor. NOTAS CAPITULO I 1 Resarie Castellanos, "La novela mexicana centemperanea y su valor testimonial", Hispania, XLVII (1964), 223. 2 Jes^ de la Celina, "Notas sobre Juan Rulfo", Casa do las Americas, ectubre-noviembre, I964, pdg. I33. ^Ibid. 4 Luis Harss, "Juan Rulfo: Contemporary Mexican Novelist", New Mexico Quarterly. XXXV (primavera I965invierno I966), 30O. Mariana Frenk, "Pedro Paramo", Casa de las Amerir»?3 <7 "i 11 T T r^ «= r^, r» "hvi V)"Pg '! 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Xirau, pag. 4. 4 Semmers, pag. 101. ii. k^ . I^eXl, ivoixxu o J: <;::U.X O r CXL CJ-J'/U » Jn. V J L t o x O n OJ. Hope", Modern Language Notes, marzo, I966, pag. 243. ^Ibid., pag. 238. "^Ibid., pdg. 245. p N. G. M. Van Deornik, S. Jelsma, y A. Van de Lisdonk, A Handbook of the Catholic Faith, trad, por John Greenv/ood (Garden City, Nov/ York, Doubleday and Company, Inc., 1956), pag. 345. CAPlTULO III 1 W. Rex Crawford, A Century of Latin American Thought, (Cambridge: Harvard University Press, I96I), p^g. 253. Manuel Zapata Olivella, "La atmosfera sicoantropologica en la novellstica de Juan Rulfo", Boletin Cultural v Bibliegrafice. XI (I968), 144-145. ^Leen Brown, "El simbolisme de Pedro Paramo", tesis inedita, Texas Tech University, I967, pag. 38. 47 4 T..vl?ii^?-,^'^^?' y^^^ canos, LXXXII (1970), 609. Rulfo", Cuadernos hispanoameri- BIBLIOGRAFiA OBRA ESTUDIADA Rulfo, Juan. Pedro P£ramo. nomica, 1955. 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