VIII Simposio Internacional GEICAM LA RESONANCIA MAGNÉTICA

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VIII Simposio Internacional GEICAM
31 de marzo-1 de abril de 2011. Coruña
En los últimos años uno de los principales avances en la detección y seguimiento
del cáncer de mama ha sido la incorporación, cada vez mayor, de las nuevas
técnicas de imagen como la Resonancia Magnética (RM)
LA RESONANCIA MAGNÉTICA, UNA HERRAMIENTA
CLAVE EN MUJERES CON UN RIESGO ELEVADO DE
DESARROLLAR CÁNCER DE MAMA
•
Esta técnica, que ofrece imágenes más detalladas de la mama y que permite
detectar tumores no visibles a través de los rayos X, está indicada en mujeres
con riesgo de padecer un cáncer de mama hereditario
•
La Asociación Americana contra el Cáncer (ACS) incluye la RM en sus guías de
recomendaciones como una herramienta de cribado que debe utilizarse en
cualquier mujer con un riesgo superior al 20%
La Coruña, 31 de marzo de 2011.- La combinación de la mamografía y la Resonancia
Magnética (RM) incrementa las posibilidades de detectar precozmente un cáncer de mama
en mujeres de alto riesgo heredofamiliar. “Definir y estratificar el tipo de tumor y en qué
fase se encuentra es la primera indicación de la RM”, afirma la doctora Julia Camps, del
Servicio de Radiología del Hospital de La Ribera de Alzira (Valencia) que participa en el
VIII Simposio Internacional GEICAM que hoy comienza en La Coruña y al que asisten
más de 300 expertos de toda España en la detección y manejo de este tumor.
Para la doctora Camps, “en el caso de una paciente con un tumor ya diagnosticado, esta
prueba ayuda a afinar aún más en el resultado. Asimismo, aporta información sobre la
localización del tumor para evitar que el cirujano tenga que intervenir más veces. El quid
de la cuestión está en integrar los resultados de todas las pruebas: la RM, la mamografía,
la ecografía y contar con la máxima información posible de la paciente. El objetivo final es
que cuando se envíe a una mujer al quirófano se haga con la mayor cantidad de
información posible”.
En opinión del presidente de GEICAM, el doctor Miguel Martín, es muy importante no
sólo facilitar información a la afectada sino también a la mujer sana. “Cuando a una mujer
sana le detectan un cáncer ya no tiene tiempo para informarse, tenía que haberlo estado
antes. Una mujer debe saber que el tumor de mama no se tiene que tratar de manera
precipitada, que no es una urgencia médica. Hoy en día sigue siendo una asignatura
pendiente que la población reciba educación sobre la salud, algo que se debería hacer
desde las escuelas”.
El diagnóstico precoz, principal arma frente a este tumor
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer y, aunque su tratamiento ha
experimentado grandes avances, su supervivencia pasa por un diagnóstico lo más
temprano posible. “Sin duda”, subraya el doctor Martín, “la prevención y la detección
temprana, siguen siendo los pilares para reducir la incidencia de este tumor. La
mamografía sigue siendo hoy por hoy la única técnica que ha facilitado el diagnóstico de
un mayor número de tumores pequeños y de bajo grado, lo que se ha traducido en un
descenso del número de muertes”.
“Es importante aclarar”, matiza la doctora Camps, “que la RM, por tanto, no reemplaza a la
mamografía, sino que es una herramienta suplementaria que añade nueva información y
detecta cánceres no visibles con las técnicas convencionales. Este procedimiento permite
detectar lesiones incipientes que pueden pasar desapercibidas inicialmente, evitando
segundas intervenciones y mejorando los resultados de la cirugía que conserva el pecho.
Asimismo, es una herramienta muy útil para evaluar el efecto de la quimioterapia y ver
cómo responde esa paciente para tomar decisiones acerca del mejor tratamiento a seguir”.
Otras aplicaciones de la RM
Hasta un 6% de las pacientes con cáncer de mama desarrolla un segundo tumor en el otro
pecho (cáncer contralateral). Poder diagnosticar a tiempo este tipo de tumores puede ser
vital para decidir el tratamiento a seguir. “La RM también es muy eficaz en estos casos, ya
que podemos saber si es mejor intervenir quirúrgicamente ambas mamas en vez una sola.
Lo que evitaría en muchos casos la necesidad de tener que pasar por tratamientos
innecesarios. Esto por supuesto no quiere decir que haya que dejar de hacer mamografías
a estas mujeres, sino que ambas pruebas deben combinarse. En definitiva, contar con un
entorno multimodal, en el que el radiólogo maneje todas las posibilidades diagnósticas
mejora significativamente los resultados terapéuticos”, aclara la doctora Camps.
Otra de las indicaciones más asentadas de la RM es en las pacientes que han sido
tratadas con terapia neoadyuvante (antes de la cirugía). “Es decir, las pacientes que han
debutado con un cáncer localmente avanzado o bien un tumor que cumple criterios para
ser tratado con quimioterapia antes de la cirugía. En estas pacientes, la resonancia se
hace antes y después de la quimioterapia, y previamente a la intervención. Aquí la RM
supera claramente a la mamografía y a la ecografía, ya que nos dice si este tumor ha
respondido o no a la terapia y nos ayuda a planificar el mapa quirúrgico. Gracias a estos
datos, en casi más de la mitad de los casos se puede hacer cirugía conservadora, en
tumores que antes no eran susceptibles de esta operación”.
En las mujeres de menos de 50 años, que han tenido un cáncer de mama, el riesgo de
volver a desarrollar otro tumor es más elevado que en mujeres mayores. De hecho, el
peligro se equipara al que tiene una mujer con antecedentes familiares. “En estas
pacientes estamos haciendo controles con RM cada dos años”, concluye la doctora
Camps.
Para más información:
Mónica Llorente / Mónica Villegas
Planner Media
Tlf. 91 787 03 00
Roser Trilla
Responsable Comunicación GEICAM
Tlf. 91 659 28 70
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