Todas las partes del Lirio
son tóxicas si se ingieren.
Pequeñas cantidades
(incluso el lamido de polen
adherido al pelo) pueden
llevar a fallo renal y muerte
en 3-7 días.
Prevenir es mejor que
curar: mantén los ramos de
Lirios fuera del alcance de
los gatos.
Pregunta a tu veterinario para más información