2 Tumba 72

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2 Tumba 72
J. Daniel Flores Gutiérrez
Instituto de Astronomía, UNAM
El área donde se localizaron las tumbas 58, 61 y
72 estaba constituida por tres patios, que al parecer
estuvieron separados entre sí por pasillos muy angostos [fig. 2.1]. En el patio A se encontraron las
tumbas 58 y 61, en el B sólo había un doble entierro,
y en el C, en un nivel inferior a la 58, fue descubierta la Tumba 72 [lám. 2.2 y figs. 2.2a, b], a la que Caso señaló como uno de los ejemplos de arquitectura
más bellos localizados en esa temporada. Conviene
recordar que los datos de estos hallazgos, conjuntados con los de la anterior temporada de excavaciones, permitieron establecer la clasificación de los
sistemas constructivos de las tumbas de Monte Albán (Caso, 1935).
1
1.1 Plataforma Norte.
so Caso y sus colaboradores, Juan Valenzuela y Daniel Rubín de la Borbolla.
2.2 Fue saqueada y rellenada por los constructores
de la Tumba 58 (Caso, 1965d). La pintura mural se
preservó en buenas condiciones hasta el descubrimiento. Después de 1990, la cámara fue techada con
losas de cemento a fin de proteger los murales, lo
cual ha producido un ambiente con cierta estabilidad térmica. Las pinturas han permanecido en buen
estado, salvo por la aplicación de algunos pequeños
resanes para su protección [láms. 2.3a, b, c y 2.4].
La tumba fue construida con sillares de piedra,
además de las losas de la bóveda. En su conjunto, el
interior de la tumba muestra estuco en todos los
muros [lám. 2.5], incluyendo las jambas y el dintel.
3
1.2 In situ.
3.1 La cámara principal mide 291 cm de largo por
1.3 Según Caso, se ubica temporalmente en la épo-
ca II por haberse construido con antecámara y cámara, la primera con techo de losas horizontales y
la segunda con losas inclinadas, con lo cual se forma un espacio interior con bóveda angular. Sin embargo, nuevos estudios (Lombardo, en esta misma
obra) proponen que podría corresponder a Monte
Albán IIIa [lám. 2.1].
1.4 Su descubrimiento aconteció durante los traba-
jos de la cuarta temporada de excavaciones de Monte Albán en 1935. El suceso se debió al propio Alfon-
130 de ancho, y tiene una altura de 124 cm en promedio. Su vano de entrada es de 89 cm de ancho
por 71 de altura [figs. 2.2b, c]. El dintel mide 89 cm
de largo, 42 de ancho y 16 de altura. En el muro sur
se encuentra un nicho de 49 cm de altura por 55 de
ancho y 24 de profundidad.
3.2 En general, el mural fue pintado en dos tonos
de rojo; el más claro se usó como fondo y el oscuro
se utilizó para pintar los marcos y los demás diseños
(véase el artículo de Magaloni y Falcón incluido en
esta misma obra).
Monte Albán I Tumba 72 | 43
Residencia
de la Tumba 72
Juego de Pelota Chico
Residencia
de la Tumba 105
Figura 2.1. Monte Albán.
Localización
de la Tumba 72.
(Dibujo: A. Navarrete, 2003.)
Lámina 2.1. Monte Albán.
Tumba 72, vista del conjunto.
(Foto: P. Cuevas, 1990.)
44 | Oaxaca I Catálogo
Lámina 2.2. Monte Albán.
Tumba 72, muro oeste.
(Foto: R. Vera, 1997.)
Figura 2.2a. Monte Albán.
Tumba 72, perspectiva.
(Dibujo: G. Ramírez, 2004.)
Monte Albán I Tumba 72 | 45
Láminas 2.3a, b, c.
Monte Albán. Tumba 72, muros sur,
oeste y norte.
(Dibujo: J. F. Villaseñor, 2004.)
46 | Oaxaca I Catálogo
Lámina 2.4. Monte Albán.
Tumba 72, muro norte. Detalle.
(Foto: P. Ángeles y E. Peñaloza, 1997.)
Monte Albán I Tumba 72 | 47
Lámina 2.5.
Monte Albán.
Tumba 72, vista
general del acceso
desde el interior.
(Foto: P. Ángeles
y E. Peñaloza, 1997.)
Figura 2.2b. Monte Albán.
Tumba 72,
planta del conjunto.
(Dibujo: G. Ramírez, 2004.)
1m
Pasillo
0
Patio
Tumba 58
Tumba 61
48 | Oaxaca I Catálogo
Patio
Plancha de cemento
Posible
nicho
0
1m
Patio con estuco
Plancha de cemento
Nicho
0
Lámina 2.6. Monte Albán.
Tumba 72. muro sur. Detalle.
(Foto: R. Vera, 1997.)
Figura 2.2c. Monte Albán.
Tumba 72, cortes de los muros
norte y sur.
(Dibujo: G. Ramírez, 2004.)
1m
Lámina 2.7. Monte Albán.
Tumba 72, muro sur.
(Foto: R. Vera, 1997.)
Monte Albán I Tumba 72 | 49
Figura 2.3. Monte Albán.
Tumba 72, muros sur, oeste y norte.
(Dibujo: A. Arellano, 2004. Basado en Miller, 1995.)
Lámina 2.8. Monte Albán.
Tumba 72, muro oeste. Detalle.
(Foto: P. Ángeles y E. Peñaloza, 1997.)
50 | Oaxaca I Catálogo
Lámina 2.9. Monte Albán.
Tumba 72, muro norte. Detalle.
(Foto: P. Ángeles y E. Peñaloza, 1997.)
Figura 2.4. Monte Albán.
Tumba 72, glifo L.
(Dibujo: A. Reséndiz, 2004. Basado en Urcid, 2001.)
Figura 2.5. Monte Albán.
Tumba 72, glifo E.
(Dibujo: A. Reséndiz, 2004. Basado en Urcid, 2001.)
Monte Albán I Tumba 72 | 51
elementos. El de la izquierda es una barra en cuyo interior tiene dos bandas. Sobre ésta se encuentran vestigios de otra imagen, y abajo de aquélla
hay dos pequeños círculos; en su centro se reconoce una figura a manera de u. En la imagen derecha
se aprecian dos barras incompletas y debajo las formas en u.
Figura 2.6. Monte Albán.
Tumba 72, sobreposición de los glifos L y E.
(Dibujo: A. Reséndiz, 2004. Basado en Urcid, 2001.)
4.1 Desde el vano de entrada se advierte (de iz-
quierda a derecha del espectador) que en el muro
sur se pintó un gran rectángulo; en su interior se
encuentran dos grandes diseños y un nicho ubicado casi al extremo oeste [láms. 2.6 y 2.7, fig. 2.3]. En
el muro poniente, opuesto al vano de entrada, se
aprecian restos de pintura [lám. 2.8] que en su conjunto muestran otro marco y un par de diseños. En
el muro norte se pintó también un gran rectángulo,
con otros dos diseños en su interior [lám. 2.9]; en la
pared se ha reconstruido un nicho simétrico al del
muro sur.
Caso (1965d) señala que el estilo de esta pintura difiere del que caracteriza al periodo Clásico (épocas IIIa y IIIb–IV), aunque llega a dudar del fechamiento para la época II (para conocer otras posibles
etapas de factura, véase los artículos de Lombardo y
de Arellano y Díaz incluidos en esta misma obra).
4.2 Los cuatro grandes diseños, a manera de glifos, tienen en el centro una forma oval, en cuyos
bordes exteriores se reconocen tres diseños trilobulados. En tres de los glifos se observan rostros antropomorfos de perfil, y en el restante se aprecia una
forma de cruz. El rostro del muro sur está orientado
hacia la izquierda, y los otros dos, en la pared norte, hacia la derecha. En el muro poniente hay dos
4.5 Según Caso y Bernal (1952) y Caso (1965d),
el primer glifo del muro sur es el 8 L, seguido por el
10 E [lám. 2.3a]. En el muro oeste la pintura está
pobremente conservada y sólo se distingue el numeral 7 pintado sobre un signo que parece ser una
“bolsa”; junto a éstos se encuentra el numeral 13
[lám. 2.3b]. En el muro norte se halla el par de grandes glifos 3 L y 7 G [lám. 2.3c].
Con base en las investigaciones de Urcid (2001),
los elementos en forma de rostro humano de perfil
corresponden a una sobreposición de los glifos L
(‘ojo’) [fig. 2.4] y E (‘temblor’) [fig. 2.5], de los que
resulta la composición que se muestra en la fig. 2.5
y se les asigna la letra Ñ. En el mismo trabajo de interpretación, Urcid los sitúa en la cuenta de veinte
días con los días 4, 16 y 17.
El glifo E (variante ‘rostro de perfil’ [fig. 2.5]) se
ha unido al glifo L [fig. 2.6] por el atributo de volutas
en el ojo, que es sólo una particularidad del glifo resultante Ñ, el cual se distingue siempre por una
máscara bucal. En otras interpretaciones, el glifo L
se lee como el dios del maíz, Pitao Cozobi, o bien, se
piensa que cuando este dios se combina con el numeral 3, representa al dios de la lluvia, Cocijo (Alcina, 1993).
De acuerdo con su distribución en el espacio pictórico y el número de los glifos en los rectángulos,
es posible que tales representaciones estén relacionadas con los cuatro rumbos del horizonte.
5. J. Alcina Franch, 1993; A. Caso, 1935, 1965d; A.
Caso e I. Bernal, 1952; J. Urcid, 1995b, 2001.
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