6 Tumba 112 Dúrdica Šégota Tómac Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM 1.1 Noreste de la Plataforma Norte. 1.2 In situ. 1.3 La tumba fue encontrada vacía. Tiene la orien- tación oeste-este y es de planta alargada (290 por 140 cm) [fig. 6.1]. El acceso se encuentra al oeste y las jambas del mismo están un poco remetidas; el vano es de 90 cm de ancho y aproximadamente 155 de altura [lám. 6.1] Fue construida con grandes sillares de piedra recubiertos con un delgado enlucido que servía de base para la pintura. Lajas inclinadas forman el techo de la tumba, y, en el punto de su intersección, la altura es de 178 cm. Los muros laterales tienen, en la parte superior, dos nichos cada uno, ubicados simétricamente con respecto a la longitud del espacio; su tamaño varía, aunque en promedio miden 45 por 40 cm y alcanzan la profundidad de 50 cm [lám. 6.1]. Al parecer, el muro del fondo albergaba también un nicho; sin embargo, debido al derrumbe de los sillares, no se puede afirmar con certeza. Con excepción del techo, el espacio mortuorio fue recubierto en su totalidad con estuco y pintura mural, pero sólo se conservan restos [lám. 6.2]. Corresponde a la época Monte Albán IIIa (350 a 550 d. C.) y representa el único testimonio de esta etapa. 1.4 Fue descubierta por Alfonso Caso durante la temporada de trabajos de 1938. 2.2 Lo que permanece de pintura mural es lo siguiente: el dintel de la entrada aún tiene restos de pintura roja; los muros laterales cercanos al acceso muestran apenas algunos diseños con línea roja; la pintura mejor conservada está en las paredes laterales del fondo y en el mismo muro del fondo, como es lógico, en la parte no dañada. La tumba fue parcialmente destruida al ser invadida, quizá primero por los constructores de la Tumba 103; incluso, las pinturas murales fueron raspadas en el muro sur con algún utensilio punzante para disimular una gran x. El daño general a la pintura se debió al desprendimiento del enlucido, al derrumbe de los sillares en el muro del fondo, a severos problemas de humedad y, finalmente, a una restauración inadecuada. 4.1 Los muros laterales tienen franjas que delimitan la pintura en las partes inferior y superior, formadas por ganchos o postas de color verde y rojo. En la sección central se aprecian figuras antropomorfas y columnas de glifos. Al fondo —al menos por lo que puede observarse ahora—, la decoración es exclusivamente de ganchos. El diseño fue realizado con líneas rojas de 3 a 5 mm de ancho, con aplicación de colores planos y líneas negras externas de 2 mm de ancho. En el muro norte, las cenefas, tanto la inferior como la superior, tienen la misma representación: sobre una base roja se suceden las formas de gancho de color verde; el rojo y el verde muestran el juego de positivo/negativo. A partir de la esquina noreste, los diseños a línea o dibujos preparatorios representan elementos arquitectónicos y figuras 120 | Oaxaca I Catálogo Jamba Jamba N 0 1m Figura 6.1. Monte Albán. Tumba 112, planta y alzado interior. (Dibujo: G. Ramírez, 2004.) Lámina 6.1. Monte Albán. Tumba 112, muro este. (Foto: P. Ángeles y E. Peñaloza, 1999.) E S 0 1m Monte Albán I Tumba 112 | 121 Lámina 6.2. Monte Albán. Tumba 112, muro norte. Detalle superior derecho. (Foto: P. Ángeles y E. Peñaloza, 1999.) 122 | Oaxaca I Catálogo Lámina 6.3. Monte Albán. Tumba 112, muro norte. Detalle. (Foto: E. Peñaloza, 2000.) Monte Albán I Tumba 112 | 123 Lámina 6.4. Monte Albán. Tumba 112, muro norte. (Dibujo: J. F. Villaseñor, 2002.) antropomorfas con unas muy ligeras huellas de tonos verdes. Hacia el fondo de la tumba se conserva bastante bien la rica policromía original, si bien fragmentada debido al desprendimiento del enlucido [lám. 6.3]. Hubo dos personajes representados, y ambos se dirigen hacia el oeste. Del primero sólo se puede ver la faldilla y restos de lo que fue el tocado. Otra figura, un poco mejor conservada, tiene chalchihuites en el tocado, una vírgula que alude a la palabra, faldilla con diseños geométricos dis- puestos en franjas horizontales y, en la mano, una bolsa. Asociados a esta figura hay dos barras con diagonales y un glifo con rostro y brazos humanos orientado hacia el oeste. Una franja vertical de 10 cm de ancho tiene un diseño de líneas rojas y onduladas que convergen y terminan en un sencillo círculo. El mural acaba en una banda vertical de 20 cm de ancho, enmarcada con una línea roja que encierra un conjunto de glifos: de arriba hacia abajo se aprecia una composición geométrica sobre un fondo de dos tonalidades de verde. La par- 124 | Oaxaca I Catálogo Lámina 6.5. Monte Albán. Tumba 112, muro sur, lado izquierdo. (Dibujo: J. F. Villaseñor, 2004.) Monte Albán I Tumba 112 | 125 te central de dicha banda la ocupa un diseño de tipo “cruz griega” o “flor de cuatro pétalos”; es de color rojo y con un borde doble formado por la claridad del estuco y por una línea roja. El centro está marcado por la forma circular y la blancura del estuco, ya con pátina amarillenta. Debajo de la banda se repite el rectángulo del tipo ya descrito, con cuentas verdes o pendientes. Finalmente, en la base, hay un diseño de franjas horizontales que alterna los colores rojo y verde y se marca en ciertos puntos por unas diagonales, también en rojo [lám. 6.4]. El muro este corresponde al fondo de la tumba y es el más dañado por el desprendimiento de los sillares en la parte central de la pared (que contenía tal vez una composición pictórica o un nicho). En el resto queda un diseño geométrico de 15 a 17 cm, aproximadamente. Consta de una banda roja de 3 cm de ancho e hileras horizontales y verticales de los llamados “ganchos”, trazados con línea roja sobre un fondo también rojo y relleno con pigmento verde, que cubre asimismo la mayor parte de la superficie del muro [lám. 6.1]. El muro sur tiene la pintura mejor conservada. Sobre un fondo rojo se disponen varias composiciones. En las partes superior e inferior hay una hilera de ganchos verdes y rojos; éstas, a su vez, tienen un marco constituido por bandas ocres y rojas. El diseño inferior, según Caso, tenía pendientes o cuentas de color verde [lám. 6.5]. La composición central inicia con una banda vertical de glifos. Arriba se aprecia un complejo rectángulo de color verde atravesado por líneas horizontales rojas y una “flor de cuatro pétalos”, de tonalidad roja y con el centro marcado por un círculo rojo más claro. Debajo hay un diseño geométrico a base de una retícula de líneas rojas que encierran espacios verdes, y se completa con un elemento circular y otro trilobulado. Se perdió el tercer conjunto de esta composición vertical; al parecer, consistía en barras horizontales y había, debajo de ella, una forma elíptica [fig. 6.2]. La siguiente columna también está compuesta por varios elementos, al parecer, glifos todos ellos. El primero consiste en unos rectángulos verdes, un diseño tipo petate en tres colores (verde, rojo y ocre), sostenido por unas manos; también hay crótalos y líneas cruzadas. El segundo cartucho es una Figura 6.2. Monte Albán. Tumba 112, muro sur, lado izquierdo. (Dibujo: A. Reséndiz, 2003. Tomado de Miller, 1995: lám. 8.) imagen de rectángulos verdes asociados a un elemento al parecer orgánico y una especie de cono o punta de base ancha, los dos últimos en color ocre. Después hay una sección amplia que falta por el desprendimiento del enlucido; luego se advierte un cartucho de esquinas redondeadas en cuyo centro está una cabeza humana volteada hacia abajo —es de color amarillento u ocre, sobre un fondo rojo— y lo complementan cuatro círculos verdes. En la base de la banda hay una barra y un círculo, seguramente el numeral 6. A continuación, una figura antropomorfa, de pie y de perfil (de 64 cm de altura), dibujada sobre el fondo rojo, se dirige hacia el fondo de la tumba. Porta un gran tocado en forma de ave con una cuenta o gota en el pico. Su rostro tiene dos rayas y una quijada prominente, con lo cual se reconoce a un hombre viejo [lám. 6.6]. En el cuello ostenta una banda ancha y anudada; en el dorso, una prenda 126 | Oaxaca I Catálogo Lámina 6.6. Monte Albán. Tumba 112, muro sur, lado izquierdo. (Foto: E. Peñaloza, 2000.) Monte Albán I Tumba 112 | 127 con diseño geométrico, y en la cintura, una faja con líneas dispuestas diagonalmente. De ésta cuelga hacia atrás un adorno con la forma de un gran manojo verde. El faldellín tiene al menos tres franjas horizontales de dibujos geométricos variados, tanto en forma como en color (entre ellos, una greca). Este personaje porta en la mano derecha una lanza y en la izquierda una bolsa, también con diseños y con flecos. En la última sección del muro, desafortunadamente, se perdió el enlucido, y con él, la pintura; sólo se conserva en la esquina suroeste un diseño a línea roja de lo que podría corresponder a la faldilla de un personaje o a algún elemento arquitectónico [láms. 6.7 y 6.8, fig. 6.2]. Lámina 6.7. Monte Albán. Tumba 112, muro sur, lado derecho. Detalle. (Foto: E. Peñaloza, 2000.) 4.5 Desde 1938, Caso atribuyó una fecha tempra- na para esta pintura mural. La considera anterior a la Tumba 105 y probablemente contemporánea de la 103 y la 104. A juzgar por la decoración de ganchos verdes y rojos enmarcados por franjas amarillas, recuerda la tumba del Montículo 5 de Xoxocotlán. Los ganchos delimitan, en las partes superior e inferior, unas escenas, y parece que los de abajo tienen una especie de pendientes de jade. Las jambas presentan complicados glifos que no se pueden leer aún. Sin embargo, el registro principal quizá hace referencia al planeta Venus (se trata de un elemento cruciforme sobre el fondo verde, pintado en rojo y delineado con amarillo) (Caso, 1965d: 866). Según Miller (1995: 68–72), los colores utilizados indican ya la paleta definitiva de las tumbas zapotecas: son dos tonalidades de rojo, verde-azul y ocre, aplicados sobre el enlucido de cal; la considera importante porque inicia un estilo que habría de durar los siguientes quinientos años. Según el mismo autor (basado en Caso, 1965d: 864), la pintura pertenece a la época II de Monte Albán, aunque también detecta, en el tratamiento de la figura, una fuerte influencia teotihuacana. Y agrega que “el estilo de la Tumba 112 es rígidamente teotihuacano en la manera de dibujar la figura de perfil, la posición de las manos sosteniendo la lanza en una mano y la ‘bolsa de copal’ en la otra, la orientación frontal de la vestimenta y los adornos del personaje [...] Hasta los paneles de verticales de glifos incluyen motivos teotihuacanos”. Sin embargo, admite que son signos del calendario zapoteco y, a la vez, reminiscencias de signos teotihuacanos: por ejemplo, en Teotihuacán hay bandas que se entrelazan y que supuestamente significaban ‘campos cultivados’, lo cual, en el contexto de la Tumba 112, también ocurre. Otros ejemplos para su hipótesis son las cruces de tipo griego y los signos de ‘cerro’. Se trata de murales de poco ingenio, con “una fórmula repetitiva de solución a los problemas pictóricos posiblemente establecidos en la capital del altiplano y exportados a Oaxaca” (Miller, 1990: 315–316). Pero tales elementos se presentan en Teotihuacán en una etapa más tardía con respecto a la Tumba 112 de Monte Albán y, por lo tanto, cabe la posibilidad de que el estilo se haya forjado en esa ciudad y de ahí pasado a la metrópoli del altiplano central. La iconografía de la tumba comparte rasgos formales con la Lápida de Bazán (representación de un guerrero anciano con una bolsa ceremonial y el glifo de ‘conquista’, una cabeza que mira hacia abajo), y recuerda también las lápidas de conquista del Edificio J y las de las esquinas de la Plataforma Sur de Monte Albán. Estos factores apuntan de nuevo hacia la posibilidad de un desarrollo estilístico local. Por otra parte, a Miller le parece que la línea que forma el contorno del rostro del personaje revela una influencia del arte maya que podría haber llegado a otras regiones de Mesoamérica mediante el comercio de las vasijas pintadas. Igualmente, se 128 | Oaxaca I Catálogo Lámina 6.8. Monte Albán. Tumba 112, muro sur, lado derecho. (Dibujo: J. F. Villaseñor, 2002.) ha supuesto la influencia maya en los trazos naturalistas del viejo, única imagen humana aquí representada. Cabe considerar, con base en este mural funerario, la convergencia de distintas voluntades de expresión: por un lado, las que tienen origen en Teotihuacán; por otro, las que llegan a Oaxaca procedentes del área maya, y, finalmente, las zapotecas que se gestan en las propias tierras oaxaqueñas. El nombre del personaje del muro sur, según Miller, se encuentra en su tocado y es el glifo de un pájaro con una gota en el pico; lo llama “Pájaro de Agua” y su nombre calendárico es Cuatro Cocodrilo (4 M), el cual está en la base de la columna de glifos que se dispone frente a él. Así, el registro se refiere a una conquista realizada por dicho personaje. 5 A. Caso, 1965d; A. Miller, 1990.