Andrés Felipe Londoño Hernández Estado teocrático

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Andrés Felipe Londoño Hernández
Estado teocrático ¿Tautología o complementación?
Ensayo Final
Creencia, Ciencia y Religión
Andrés Londoño 200723250
Consideraciones Iniciales
Preguntarse por la posible conciliación entre la ciencia (incluida en ella la política y la economía
como ciencias sociales) y la religión, no solo evidenciaría la necesidad de un debate
interminable, en el cual se incluyan elementos argumentativos sobre la causalidad,
trascendencia y demás características propias de cada uno y de sus contrastes con la otra
(ciencia y religión), sino que también mostraría una connotación sociocultural y cronológica
según quien se haga esta pregunta. Pero, ¿Qué sucede si la pregunta va más allá de una
inquietud intelectual o espiritual de un individuo? ¿Puede un estado preguntarse y lograr esta
conciliación, como medio de soberanía y gobernabilidad? ¿Qué connotaciones hay detrás de
un estado teocrático?
“It is suggested that theocratic organization was well-suited and even necessary for the
emergence of state-type institutions”1
Primer acercamiento a la Teocracia
La noción tradicional que se tiene de teocracia es de un estado gobernado directa o
indirectamente por Dios o por una institución religiosa con funciones como “guía divina”
(como intermediaria entre Dios y el estado). Según las definiciones más simples como las que
se pueden encontrar en la Real Academia Española o en Wikipedia encontramos que teocracia
es:
“A form of government in which a state is understood as governed by immediate divine
guidance especially a state ruled by clergy or by officials who are regarded as divinely
guided”2
“Gobierno ejercido directamente por Dios, como el de los hebreos antes que tuviesen
reyes”3
“Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus
ministros”4
1
Webster. Arthur L; “On Theocracies”; American Anthropologist, New Series, Vol. 78, No. 4 (Dec. 1976),
pp. 812-828; Blackwell Publishing on behalf of the American Anthropological Association Stable
2
“Theocracy; Dictionary Definition from the Merriam-Webster Online Dictionary” Merriamwebster.com. 2007-04-25. Retrieved 2009-08-10.
3
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 22.ª ed., Madrid, España, 2011
4
Ibíd.
Estas primeras definiciones pareciera que tienen una connotación de dicotomía entre la
religión y la ciencia (como bien lo dice Webster en su libro “Standard dictionary definitions simply
refer to government by priests or ministers as representatives of the gods, and it is in this minimal, rather
ambiguous sense that we find some commonality of application” . Incluso en el ámbito académico es
evidente cierta connotación de ese tipo:
“A theocracy, we may say, is a state wherein the sanction of all law lies not in any man-made code, or
even in the will or opinions of one or more human rulers, but in absolute standards revealed to man by
divine agency, so that in theory at least the real ruler of the community is the divine agency that sets the
standards, while the earthly 'rulers' are in the nature of High Priests whose task is to interpret and
5
enforce them.”
Pero al adentrarse en ciertos aspectos del estudio en el tema, tanto desde una visión de
estructura estatal y gubernamental (como la de un estado teocrático) como desde una visión
agregada de las nociones del mundo desde la ciencia y la religión (como la presentada en libros
como “El Tao de la Física”) se puede contemplar una gama de aristas formadas entre la ciencia
y la religión que permitirían una noción de conciliación entre ellas.
El concepto de “Teocracia”6
Un estado teocrático puede entenderse de dos maneras: como un tipo de sociedad o como
una etapa en el desarrollo social y político de instituciones de gobierno. Como tipo de sociedad
Coe(1961) distingue entre civilizaciones “unilaterales” y civilizaciones “orgánicas”, dentro de
las cuales las primeras (como los mayas por ejemplo) muestran un dominio absoluto por parte
de grupos “sagrados” y nacen figuras como los “sacerdote-reyes”. Los segundos muestran
mayores patrones de especialización tanto económica como política (vía burocracia mejor
definida). Estas primeras sociedades, las “unilaterales” muestran dinámicas similares (sino
iguales a las de las teocracias propiamente definidas).
La división que plantean Steward y Faron(1959) entre sociedades en Suramérica como
“militaristas” y “teocráticas” evidencia cierto tipo de evolución entre estas estructuras
sociales, donde la teocracia se aleja de ritos enfocados a la guerra (como sacrificios humanos)
y se enfocan en búsquedas más “religiosas”. Esto podría presentar a una organización
teocrática como una etapa evolutiva entre una y otra organización social más avanzada.
Wolf(1959) describe los primeros estados en Mesoamérica como un orden social en el cual la
figura dominante es un especialista religioso y donde su centro de poder es el centro
ceremonial. Esta idea de “transformación estatal” en Mesoamérica es apoyada por
Heizer(1960) quien establece que hay una transición de sociedades agrícolas simples, a grupos
5
Bluck. R.S; “Is Plato’s Republic a Theocracy?”; The Philosophical Quarterly, Vol. 5, No. 18 (Jan., 1955),
pp. 69-73
6
Basado en: Webster. Arthur L; “On Theocracies”; American Anthropologist, New Series, Vol. 78, No. 4
(Dec. 1976), pp. 812-828; Blackwell Publishing on behalf of the American Anthropological Association
Stable
organizados bajo la influencia de un “sacerdocio” que toma las decisiones en centros
ceremoniales religiosos.
Legitimización
Webster continua su análisis haciendo énfasis en que cualquiera que se haya tenido que
enfrentar con el estudio de una sociedad teocrática hace énfasis en el concepto de
legitimización, el cual hace referencia a la validación social que se les da a quienes poseen el
poder o la autoridad dentro de dicha sociedad. Adams (1956) expresa que en los primeros
estados Sumerios la integración formal de distintas comunidades en una sola área, fue
motivada por portavoces religiosos. "The first to appear were priests-or, at any rate, an elite whose
claims to leadership were primarily validated in religious terms"
7
Esto muestra ser un paso fundamental para el establecimiento de instituciones de
“planeación-central” pues estos líderes religiosos basaban su legitimización social en poderes
sobrenaturales o “divinos” lo que evidencia la estructura básica de una teocracia. Pero esto no
muestra únicamente que el “ceremonial-ismo” es la fuente del liderazgo económico y político
sino que es una vía de validar y consolidar dicho liderazgo cuyo énfasis real puede estar
enfocado en otro tipo de resultados (acumulación de capital, monopolización de poder etc.)
“Fragilidad” de un estado teocrático
Varios autores (Webb(1973), Thompson (1954), Deimel(1931)) afirman que la estabilidad de
un sistema teocrático está determinada por que tanto puede mantenerse “creíble”. Plantean
el ejemplo de la civilización Maya donde la clase gobernante era una minoría religiosa y los
seguidores iban a legitimarla siempre y cuando estos mostraran que podían manejar a los
Dioses y que cuando esto no sucediera el sistema jerárquico colapsaría. En otras palabras, las
funciones de la clase gobernante recaían únicamente en su función religiosa.
Webster argumenta que la manipulación sobrenatural (o puramente religiosa) no puede
asegurar o justificar la estructura jerárquica de la estructura social, es decir, los gobernantes
deben tener otro tipo de características (de manejo político y económico) que justifiquen su
posición y para esto pone el ejemplo de los estados sumerios y afirma que los datos
Mesopotámicos soportan la teoría de que los roles políticos y religiosos no estaban separados
unos de otros.
¿Altruismo?
Otro punto de confusión dentro del estudio de las teocracias es la relación de las elites con los
“diferenciales económicos reales”. Es decir, como se determina la relación de los dirigentes de
una sociedad teocrática con los recursos que están a su disposición por la posición social que
tienen.
7
Ibíd.
Webster afirma que la visión que quería darse a la sociedad por parte de las elites en los
estados teocráticos, es la de que al ser elegidos por los dioses, ellos iban a administrar los
recursos para el mayor beneficio de la sociedad, pero esto no necesariamente era así. Esto se
plantea a través del concepto de “self-serving” que tenían estos grupos elites, bajo los cuales
la evidencia arqueológica encontrada tanto por Webster como por Flannery (1972), muestra
que estos usaban los recursos para sus beneficios particulares y los aseguraban para los de su
propia “familia”.
Esto evidencia la acumulación de poder y de riqueza dentro de las dinámicas de una sociedad
teocrática (que puede verse reflejado en la precaria distribución de ingreso de sociedades
teocráticas actuales) aunque esto no sea una característica pura de un estado teocrático (en
casi todas las formas de instituciones estatales se puede evidenciar una tendencia de
acumulación de riqueza y poder por una minoría).
Componente moral como órgano e instrumento de control
Webster sugiere que “los estados teocráticos estaban integrados a través de sanciones
morales y cosmológicas puesto que todavía esto era posible dado el tamaño y características
organizacionales de los estados antiguos.”8 Esta connotación “divina” de las instituciones en un
estado teocrático permite una mayor dinámica de la interacción entre dirigentes y el pueblo,
ya que en otros tipos de estado, esa acumulación de riqueza y posiciones privilegiadas de
poder podrían generar malestar adentro de una sociedad, los cuales no se manifestaban tan
explícitamente en una sociedad teocrática. Es decir, un estado teocrático ejerce un mayor
poder de control sobre la sociedad.
Conclusiones en Webster
El foco de discusión sobre las teocracias no es tan simple como lo hacen parecer las
definiciones tradicionales, pues el trasfondo de la discusión yace en la concepción de las
instituciones sociales, económicas y políticas que están detrás de un estado teocrático.
Toda la “fachada” ceremonial es solo un instrumento para legitimar un estado y no un fin en sí
mismo, lo cual evidencia funciones administrativas (si se puede decir, científicas en cuanto a la
política y la economía como ciencias naturales) de estas instituciones teocráticas más allá de
sus funciones esotéricas y religiosas. La coercividad sobrenatural evidenciaba respuestas a los
cambios culturales dentro de una sociedad, lo cual muestran la faceta adaptativa de las
instituciones políticas y económicas de un estado teocrático.
La organización sociopolítica teocrática fue ideal para afrontar los problemas de la formación
de estados. Y es una preconcepción de estos mismos o en últimas instancias, es una precondición para la formación de los estados.
8
Ibíd.
Conclusiones personales
Valiéndose del estudio “técnico” de Webster el cual contextualiza el escenario sobre el cual se
desarrollaron los estado teocráticos “arcaicos” y que se entiende por “teocracia”, puede
conciliarse la visión presentada en “El Tao de la Física” ya que ambos muestran las aristas que
se forman entre la función religiosa (basada en conocimiento intuitivo) y la función científica
(basada en el conocimiento racional).
Webster en general termina por afirmar que las instituciones “gubernamentales” dentro de los
estados arcaicos, no cumplían únicamente con su función religiosa y sobrenatural
(conocimiento intuitivo) sino que lo usaban como una herramienta para llevar a cabo un
modelo de gobierno con otros intereses políticos y económicos (conocimiento racional). Esto
está plenamente en armonía con los primeros capítulos de “El Tao de la Física” en los cuales se
argumente que a pesar de que haya una divergencia entre estos dos conocimientos, uno es el
complemento del otro y ambos hacen parte de una misma unidad, lo cual (guardando la línea
de pensamiento de ambos autores) evidencia una sinergia entre los religioso y lo científico o
racional.
Bibliografía

Webster. Arthur L; “On Theocracies”; American Anthropologist, New Series, Vol. 78, No. 4 (Dec.
1976), pp. 812-828; Blackwell Publishing on behalf of the American Anthropological Association
Stable

Bluck. R.S; “Is Plato’s Republic a Theocracy?”; The Philosophical Quarterly, Vol. 5, No. 18 (Jan.,
1955), pp. 69-73

Capra. Fritjof; “El Tao de la Fisica”; “ELEVEN” – Biblioteca del Nuevo Tiempo
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