UNA VISION ATRACTIVA “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego… …. Y Lot escogió para sí toda la llanura” Gen 13-10-1 En cierta ocasión pidieron a un número de hombres de diferentes tipos, que vieran una imagen. Esta se les mostraría solo en cuestión de segundos. Después del ejercicio, el 80% de estos hombres declararon haber visto una mujer joven en vestido de baño. Luego se llamó a un grupo de mujeres, también de diferente tipo. A estas se les proyecto la misma imagen, con la misma duración de tiempo. Después, casi el mismo porcentaje declaró haber visto, la imagen de una virgen. Tal vez se preguntara, como puede ocurrir que dos personas vean cosas diferentes en una misma imagen. Pues bien nuestro sistema de percepción, o de interpretación focaliza nuestra visión, nos lleva a ver lo que nos gusta o lo que preferimos ver. Lo cual a veces puede ser positivo pero a veces, puede ser bastante peligroso. El caso de Lot, el sobrino de Abraham, nos muestra cuán riesgoso puede ser confiar en lo que ven nuestros ojos. Él se encontraba en una situación no muy cómoda con su tío, pues sus mayordomos se estaban peleando con frecuencia. Para evitar divisiones familiares, prefirieron repartirse la tierra donde estaban, de tal forma que los mayordomos no tuvieran que encontrarse con sus ganados. Abraham fue algo generoso, dejo que su sobrino Lot fuera quien escogiera a donde quería posar, y el habitaría en otro territorio. Y eso fue lo que pasó, nos dice la escritura que Lot, alzó sus ojos, y vio lo que más le traería más beneficios. Y aunque aparentemente fue una sabia elección, tiempo después ( Gen. 19), Lot tuvo que salir corriendo de la tierra que él mismo había escogido, y quedar sin ninguna posesión. De la misma forma, nos puede ocurrir al elegir lo que más nos atrae, o al ver solo lo que queremos ver. Este es otro enemigo de la visión. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN: ¿Hasta qué punto ha sido solo lo que me gusta, Lo que ha determinado mis decisiones? ¿Cómo podría tener una visión un poco más completa? Lo que deseamos no siempre es lo que necesitamos. Señor, permíteme ver no de acuerdo a lo que yo mismo quiero ver, sino a lo que tú quieres que yo vea.