REFLEXIONES CATÓLICAS SOBRE LA BIBLIA Arquidiócesis de Miami - Ministerio de formación cristiana 18 de Octubre de 2015 XXIXDomingo de Tiempo Ordinario (Ciclo B) Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10:35-45 Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: “Maestro, queremos nos concedas lo que te pedimos.” El les dijo: “Qué queréis que os conceda?” Ellos le respondieron: “Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.” Jesús les dijo: “No sabéis lo que pedís. Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?” Ellos le dijeron: “Sí, podemos.” Jesús les dijo: “La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado.”Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: “Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.” Comentario breve: Las lecturas de hoy viran de cabeza las suposiciones y sabiduría convencionales sobre el poder por cual típicamente se rige el mundo. La primera lectura atestigua al poder del amor de Dios a infundir significado redentor hasta al sufrimiento. Pero mas que eso, será a través de el sacrificio y la total auto-donación – y no a través de la manera en que el mundo. Al contrario a expectaciones humanas, el verdadero mesías había de identificarse de tal manera con la condición humana – y así comprender íntimamente nuestras debilidades – que podemos acercarnos a el confiadamente como nuestro simpatizante sumo sacerdote, nuestro mediador, delante Dios. Pero es en el evangelio de hoy que la idea del poder – de ambos Dios y de los seres humanos – es reinterpretada por Jesús de Nazaret: y no solamente reinterpretada, sino vivida y modelada. Aunque haber colaborado con Jesús en su misión, y haber aprendido de el y de su ejemplo, los discípulos en el evangelio de hoy están todavía interpretando los eventos a través del lente de las maneras usuales, mesianismo, y reino de Dios eran comprendido. Sin embargo, el Jesús que encontramos en el evangelio de hoy, diferente a sus discípulos, no se ofende o frustra por la petición de los hijos de Zebedeo. El comprende que sus intensiones son buenas, pero sus perspectivas están limitadas por la sabiduría convencional. En vez, como un buen amigo y maestro, el los “congrega” y les ofrece un entendimiento mucho mas amplio, rico, y innovador de la autoridad y el poder. Contrastando a los “jefes de las naciones, que dominan como señores absolutos y los grandes oprimen con su poder,” Jesús ofrece a sus seguidores su modelo de poder: el verdadero poder y verdadera autoridad es la del servir al ser humano. El verdadero poder es el de hacer a los demás fuertes, el de ir al encuentro del necesitado, de sanar, de defender al pobre y marginado, el de forjar las condiciones justas y pacificas que favorecen el bienestar del pueblo. A la conclusión del evangelio de Juan, tres veces Jesús le pide a Simón Pedro que apaciente a su rebaño y de comer a las ovejas después de preguntarle si le ama: para Jesús el amor sincero y preocupación por el prójimo es el criterio singularmente mas importante para el verdadero liderazgo. Para Jesús, así como a Dios, el ser humano esta en primer plano. Los sistemas, reglas y leyes, instituciones, incluyendo la misma religión, son para servir al pueblo. Y el ofrece como modelo para ellos no meramente una colección de ideas abstractas o reglas sobre el liderazgo, técnicas o conferencias, sino su propio ejemplo vivo. Es por esta razón que la Iglesia, cuando vive su misión, ha sido la extensión de la misión de Jesús de amor y misericordia, compasión y liberación, justicia y paz, instituyendo hospitales, escuelas, orfanatos, hospicios, atendiendo a los pobres, los leprosos, los pecadores, los pobres, los inmigrantes, los que sufren a consecuencia de la guerra, ha asistido a familias en sus dificultades, ha defendido los derechos de los vulnerables, y hoy promueve la dignidad, el valor y los derechos de cada ser humano a través de su enseñanza social y esfuerzos por la justicia. Y la Iglesia ha logrado esto muchas veces en las condiciones mas difíciles, con poca ayuda de otros, y hasta bajo la sombra de la persecución. Es esta perspectiva que el único poder es el poder del amor y del servicio amoroso enseñado y modelado por Jesús, que por mayor parte, los cristianos han tomado como el suyo. La solicitud de Santiago y Juan se convirtió para Jesús en una oportunidad para enseñar que el servicio amoroso es lo que de veras hace la diferencia que el mundo desesperadamente necesita y busca. La lectura de hoy nos presenta tres ideas importantes: Jesús ‘vino a servir y dar su vida para liberar a muchos’. El cristianismo nace de una vida de supremo amor y misericordia, de compasión y servicio. Haber sido los beneficiarios de tan gran servicio y amor hemos también de amar y servir al prójimo necesitado. Como Jesús, sus seguidores han de renunciar a las ideas y actitudes interesadas a favor de radicalmente poniéndonos al servicio de Dios y del prójimo. El verdadero poder es el poder de amar activamente a favor de los necesitados. A través de sus muchos ministerios y servicios, enseñanzas y diarios esfuerzos concretos, la Iglesia extiende el servicio de Jesús al necesitado y al mundo sufriente. Para la reflexión personal o comunitaria: Después de una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus ideas o sentimientos. ¿Cómo he experimentado el amor y servicio de Jesús en mi vida? ¿Cómo soy un servidor al prójimo? ¿Cómo estoy avanzando la perspectiva cristiana del poder en un mundo que a menudo abusa el poder y la autoridad o posee inadecuadas y limitadas ideas del poder? ¿Cómo estoy involucrado en la misión de la Iglesia en servicio del necesitado? Lecturas recomendadas:Catecismo de la Iglesia Católica, párrafos 1822-32