¿saldrás de la navidad como autentico cristiano

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¿SALDRÁS DE LA NAVIDAD COMO AUTENTICO CRISTIANO?
Ahí van algunas pistas para lograrlo……….
1.
Estate al servicio de la verdad. No te amilanes ante los que, gritando mucho,
saben que en el fondo están vacíos.
2.
Pregona el mensaje de Jesucristo. La persona, a través de la voz se convierte
en mensajero de esperanza. Pero sobre todo, pregona con el testimonio de vida.
3.
Anima al que se encuentra triste e indícale los caminos por los cuales puede
encontrar la alegría. Una palabra de aliento vale mucho y cuesta poco.
4.
Aconseja al que, en una situación dispersa o confundida, necesita una
palabra de luz en la oscuridad. Así le demostrarás que significa una verdadera
amistad.
5.
Se afable y nítido. No busques el imponerte, sino busca puentes entre las
personas aunque sean de encontradas ideas. Se consigue más con miel, que con
hiel.
6.
Denuncia el mal y la calumnia. No seas tímido cuando existen injusticias o
maldades. Di “sí” cuando hay que decirlo y “no” cuando hay que negarlo.
7.
Expresa con claridad y con caridad las verdades contenidas en el Evangelio y
posiciónate cuando sea necesario, frente aquellos que intentan silenciarlo.
8.
Intenta comunicar una gran verdad: DIOS ES AMOR. Y, ese amor, se
manifestó en una voz silenciosa pero misteriosa: JESUS EN BELÉN.
9.
Se limpio y transparente. No busques el sobresalir. Guarda silencio, cuando
alguien quiera expresarse y se respetuoso con las opiniones de los demás.
10. La voz cristiana dice lo que piensa, lo que cree y sin miedos a chantajes. No se
acomoda a la sociedad, sino que por el contrario, en las luchas de la sociedad, es
voz profética aunque no sea bien recibida.
Deja pues las teorías y las apariencias……………..
No es lo mismo ser bueno, que ser incapaz de ser malo.
No es lo mismo ser pacífico, que ser cobarde.
No es lo mismo ser casto, que ser reprimido.
No es lo mismo ser creyente, que "practicar" algunos ritos religiosos.
No es lo mismo ser humilde, que ser incapaz de valorarte a ti mismo.
No es lo mismo aceptar la realidad que resignarte ante ella.
No es lo mismo perdonar, que dejarte pisotear, incapaz de defenderte.
No es lo mismo ser generoso, que dar una limosna para sentirte bueno.
No es lo mismo ser adultamente libre, que ser adolescentemente rebelde.
No es lo mismo vivir con libertad, que cacarear la libertad siendo sumiso a un
tirano.
No es lo mismo sentir lástima de alguien que compasión.
No es lo mismo amar a tus padres, que prestarles atención por puro egoísmo.
No es lo mismo estar al servicio del prójimo, que servirte del prójimo para parecer
virtuoso.
No es lo mismo creer en Dios, que es la Verdad, que sentirte dueño de la verdad y
de Dios, para juzgar y condenar a los otros.
No es lo mismo decir Padre nuestro, que tener a Dios por Padre y por tanto a los
demás como hermanos.
No es lo mismo decir que se es cristiano que serlo en la realidad.
¿Por qué no vamos pasando del decir al ser y al hacer?
¿No creéis, que debe llegar ya la revolución del evangelio al cristianismo? Si, en
primer lugar al cristianismo. Esa revolución que el Papa no para de predicar y vivir?
¿Será este año si, el del punto de inflexión de mi ser cristiano, o solo un año mas
de mi cristianismo rutinario?
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