Un infierno simulado

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R ep or ta j e Simu l ac ió n de in c e n d ios
Un infierno simulado
D-31178-2009
La mayoría de los bomberos conoce los entrenamientos que se realizan en contenedores o casas de fuego.
Lo que ofrece la escuela de bomberos en Vire, en el departamento de Calvados al noroeste de Francia, no
es una casa, sino más bien una ciudad y la mayor instalación de simulación de incendios del mundo.
La simulación es tan perfecta que, por momentos, los bomberos se sienten como en una situación de emergencia real.
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Dräger Review 1 | Junio de 2010
A
rde la habitación de un chalet
unifamiliar: un equipo de actuación se adentra en la casa, protegido con equipos de respiración. Los
dos ­jóvenes bomberos preparan una
­manguera de dos pulgadas y una lanza. El
humo va inundando el pasillo. Uno sujeta la lanza y se acuclilla a la derecha de
las bisagras de la puerta, el otro se coloca cerca del tirador, se quita un guante y
verifica la temperatura de la puerta con
el dorso de la mano de abajo hacia arriba:
está caliente.
Basta con intercambiar una mirada y los bomberos saben lo que hay que
hacer. Atan una cinta de seguridad al
tirador y esperan el comando de «tres».
El hombre que está más cerca del tirador cuenta hasta tres y abre la puerta
de un golpe. El compañero dispara, con
la manguera, tres chorros de agua a la
habitación toda en llamas. Tiran de la
cinta para volver a cerrar la puerta. Este
procedimiento se repite dos veces más
para reducir la temperatura en la habitación. A continuación han de controlar
el incendio. La puerta se abre una última vez: un chorro de agua hacia la derecha, otro hacia la izquierda, y luego se
reparte un caudal de agua, en forma de
un ocho tumbado. Ahora , los dos hombres se atreven a entrar en el dormitorio en llamas. El hombre de la manguera se arrodilla y echa un chorro de agua
al aire, hacia arriba. El agua cae sobre
su casco: una prueba para comprobar
la temperatura del aire. Si no cayese el
agua, se habría evaporado debido a la
alta temperatura, lo que sería muy peligroso. Primero apagan las llamas en la
Dräger Review 1 | Junio de 2010
cama, y todo el fuego se extingue. «Perfecto, ha estado muy bien», se oye una
voz.
Joël Bucher de Dräger Francia está
en el pasillo con un control remoto en la
mano. Este dispositivo le permite controlar el fuego. Él decide sobre el éxito de los
trabajos de extinción y las com­plicaciones
que pueden producirse. Si no se hubiese enfriado previamente la habitación y
no hubiesen controlado la temperatura,
se podría haber iniciado un «flashover»,
con tan solo pulsar una tecla. En la realidad, este efecto es la inflamación instantánea de los gases de combustión (gases
pirolíticos) cerca del techo. «Esto es algo
que nunca querrías ver», dice uno de los
dos bomberos, que han probado todos los
32 lugares de incendio de la instalación
de simulación.
Fuego, del sótano hasta el tejado
Los ingenieros de Dräger en Lübeck,
­Alemania, planificaron durante meses
la instalación hasta en el más mínimo
detalle, en cooperación con el cliente
para que fuera lo más realista posible.
Uno de los detalles más espectaculares
es el edificio de seis plantas. «Aquí puede arder casi todo, desde sótano hasta el
tejado», asegura el segundo bombero. Ya
el día anterior, los dos bomberos habían
llegado hasta la 3ª planta. Este edificio
dispone de la gama completa de incendios estructurales. En el «escenario de
hotel», los especialistas de rescate y extinción pueden practicar conjuntamente,
actuaciones combinadas en el exterior
y en el interior, el uso de una escalera
telescópica, etc.
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Los entrenamientos realistas son
la mejor preparación práctica. Por
eso, la cafetería
parece idónea
para sentarnos a
tomar un café
con leche. No
obstante, en un
momento será
devastada por un
incendio.
En la cuarta planta, un técnico francés de
Dräger prepara la siguiente situación de
entrenamiento: en la cocina está ardiendo el aceite en una freidora. El hombre
señala el extractor: «Esto también puede
arder; se inflama de forma pasiva si está
expuesto a las llamas durante el tiempo
suficiente». La cocina está casi a oscuras.
El hombre mejora la pobre iluminación
con su lámpara frontal. «Mire aquí», dice
y nos muestra una complicación especial.
La tapa de la freidora está encallada en
el soporte de acero del tubo fluorescente. No se puede cerrar; por lo tanto, no se
puede aplicar lo que sería el método de
extinción más rápido y sencillo cuando
se incendian grasas.
Cuando los dos bomberos llegan a
la cocina, no solo arden la freidora y el
extractor, sino que además se ha derramado el aceite y el fuego se va extendiendo por el suelo de la cocina. El aire es
extremadamente caliente y húmedo. «La
humedad se convierte en un problema»,
explica uno de los bomberos. «De cada
litro de agua que aplicamos para extinguir el fuego se forman 1.700 litros de
vapor de agua. Si se moja la ropa protectora, ya no protege lo suficiente contra el
aire caliente, que está a unos 100 ºC».
La seguridad, por encima de todo
No obstante, los hombres no están en
peligro real en ningún momento. «La
seguridad es una de las características
esenciales de todas las instalaciones
de simulación de incendios de Dräger.
No solo está el instructor con el control
remoto; en el marco de cada puerta se
encuentra un interruptor de emergen- >
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De la brida de un depósito sale líquido y, de pronto, está
en llamas un área de nueve metros cuadrados
Fuego y humo: en Vire los bomberos se preparan para situaciones de emergencia.
> cia, instalado a poca altura del suelo y
fácilmente accesible», nos tranquiliza
Joël Bucher. Las simulaciones se realizan con gas propano de un 90%. «Este
gas se quema dejando pocos residuos,
con una llama impresionante y un calor
enorme».
La instalación se controla desde el
centro de mandos en la planta baja. Ahi
se activan todos los escenarios de incendios. El instructor activa las llamas piloto del respectivo foco de incendio desde un panel de control, cerca del foco
del incendio. Luego se inicia la simulación mediante un mando a distancia. Por
principio, la temperatura a un metro del
suelo se limita a 250 grados centígrados
en todos los focos de incendio. Además,
hay sensores en el techo que pueden
detener el «flashover», controlado electrónicamente, cuando se alcanzan los
650 grados. Esto no se exige siquiera en
la norma correspondiente (DIN 14097),
pero aumenta la seguridad de la instalación. Para mayor seguridad, hay sensores que miden la concentración de gas a
ras del suelo. Cuando se alcanza un nivel
crítico, el fuego y todo el sistema se desactivan inmediatamente, se enciende la
iluminación de emergencia y el potente
sistema de extracción de humo ventila
el espacio con un rendimiento de hasta
71.000 m³ por hora.
Centro de mandos: el instructor inicia las actividades. La seguridad es prioritaria.
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Simulación de incendio de líquidos
mediante gas
También hay situaciones de entrenamiento al aire libre; p. ej el incendio en
un almacén de cilindras de gas. Si no se
consigue enfriar rápidamente las bom-
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bas circundantes, se produce una explo­
sión enorme, un fuerte silbido y una
llama viva, casi transparente, se dispa­
ra con gran estruendo hasta una altu­
ra de cuatro metros. Igual de especta­
cular es el incendio en las conexiones
de un camión de sustancias peligrosas.
De la brida de un depósito sale líquido.
«¡Zoom!», y de repente está en llamas un
área de nueve metros cuadrados.
Realmente si hace calor
Simular un incendio de líquidos en una
instalación alimentada con gas es un
gran reto. Dräger tiene experiencia tam­
bién en este campo: en Tailandia existe
una simulación de incendio en un avión,
en la que el fuego se extiende a una super­
ficie de 750 m². Cuando los profesionales
realizaron la primera sesión de forma­
ción y, de repente, comenzó el incendio
en esta inmensa área, hubiesen preferi­
do salir corriendo lo más rápido posible.
Las instalaciones para incendios exterio­
res son de acero y se refrigeran con agua
mediante un sistema de aspersión. Así
se trata de aumentar el ciclo de vida de
las instalaciones. Con las altas tempera­
turas que producen los incendios, inclu­
so las construcciones de acero se volve­
rían quebradizas.
Después de todo un día en Vire, los
bomberos están agotados. Los dos jóve­
nes han bebido más de 5 litros de agua.
Lo que más les impresionó fue el «flas­
hover». «Como el equipo de protección
reduce el campo de visión, ni lo había vis­
to», relata uno de los dos. Pero llegó ese
calor increíble: «No me imaginaba que
me pudiera encoger de ese modo», dice.
Dräger Review 1 | Junio de 2010
Parece un centro comercial en París, pero es un centro de entrenamiento en Vire.
École des Sapeurs-Pompiers Département 14
En una superficie de 25 hectáreas, se encuentra, en las afueras de la localidad normanda de Vire, la escuela de bomberos del Departamento de Calvados, incluyendo instalaciones de simulación de incendios de Dräger, una carretera, aulas y alojamiento. Día a día se
entrenan allí cuerpos de bomberos extinguiendo fuegos, rescatando y salvando a personas.
En las instalaciones se encuentra un puesto de bomberos con varios camiones cisterna,
una escalera automática, un vehículo para el equipamiento y un vehículo de rescate.
Para entrenar el rescate de personas en automóviles está disponible una gama
de coches desguazados. François Fontaine, director del grupo empresarial Défense &
Sécurité está convencido del concepto de la instalación: «Hemos creado las condiciones
óptimas para la formación. Estas instalaciones son utilizadas, en primera línea, por los
bomberos del Departamento 14, pero ya se entrenaron aquí visitantes de otros departamentos. En 2009, hemos ofrecido en nuestra escuela 5.000 días de formación, en
2010 queremos que sean 7.000 días», dice y añade que la gama de ofertas de formación t­ambién está concebida para cuerpos de bomberos de empresas privadas.
Los costes de construcción de la escuela de bomberos, que ascendieron a unos
22 millones de euros, fueron financiados por inversores particulares.
«Este efecto especial se puede entrenar
aquí fácilmente; cerca del techo se pue­
de llegar a alcanzar 600 grados», expli­
ca Joël Bucher. La lámpara que lleva en
la cabeza ilumina el sistema de válvulas
de gas correspondiente, que solo se ve si
se observa la instalación detenidamen­
te. «Así conseguimos que aquí realmen­
te haga calor», añade.
Una SHM en el supermercado
Pero esto aún no es todo lo que nos­
ofrece la instalación en Vire. También
hay un centro comercial completo con
farmacia, lavandería, bar y un super­
mercado con estanterías. El incendio
en el supermercado ofrece infinitas
opciones para presentar los siniestros
que ­conlleva una «situación de heri­
dos en masa» (SHM). La situación es
idónea para realizar, con una cámara
infrarroja, la búsqueda de focos de pun­
tos calientes ­re­manentes o de personas
perdidas. Además el centro comercial
impresiona por los detalles tan cuida­
dos: en la pared exterior de la farmacia
incluso se ha colocado una máquina de
preservativos.
Mario Gongolsky
Más información en Internet:
Incendios en exteriores en Vire
www.draeger.com/385/incendio
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