* El acting-out en la sesión psicoanalítica

Anuncio
*
El acting-out
en la sesión psicoanalítica
<H>
Eugenio Gaddini (Roma)
"El acento puesto aquí en la importancia de las más tempranas
experiencias no implica subestimar la influencia de las experiencias posteriores."
S. Freud (1919)
Así como el acting-out durante la sesión puede ser un buen indicador de la forma en que se desarrolla el proceso psicoanalítico, el
estudio del acting-out en las sesiones en términos del proceso psicoanalítico puede ser muy útil para esclarecer problemas que conciernan
al desarrollo temprano de la mente. De hecho, el acting-out forma parte
integral del desarrollo temprano y, junto con los otros modelos del
funcionamiento temprano, se integra otra vez en modelos más evolucionados en el camino hacia un modelo adulto de la acción. Como
quiera que se conciba el modelo adulto, considero que todos estamos
de acuerdo en que la acción implica un desarrollo satisfactorio de la
prueba de realidad, la identificación y la relación objetal, con todo
lo que ello implica, y de que en el acting-out infantil aún no se han
logrado estos objetivos. Así, no existe un acting-out adulto, sino adultos que recurren al acting-out. Por tal razón, en el proceso psicoanalítico a veces debemos establecer un distingo entre el acting-out que
se utiliza como defensa, que actúa contra el proceso hasta el punto
de anularlo o interrumpirlo, y el acting-out en términos del proceso,
que reproduce el acting-out, que mantiene y estabiliza el modelo infane
oo
Título original: "Acling-out in Ihe Psychoanalytic Session".
Dirección: Via Sebastiano Canea, 13, 00197, Roma, Italia.
1132
til original de acting-out
y, en realidad, opuestas
Eugenio
Gaddini
defensivo, pero con metas que son distintas
a las originales.
En términos del desarrollo temprano, el acting-out es anterior a la
acción, a la actividad y al pensamiento, de modo que, parafraseando
la cita de Goethe que menciona Freud, "1m Anfang war die Tat", esto
es, "En el comienzo fue el Acto" (Freud, 1913), podríamos decir: "En
el comienzo fue el acting-out".
El acting-out tiende a apartar del individuo y, por lo tanto, de la mente, todo aquella que le resulta imposible
contener y elaborar en su interior.
En el desarrollo temprano y en el
proceso psicoanalítico
esto puede servir como un buen indicador de
las tensiones que acompañan los procesos de integración y, por ende,
contribuir a la organización
de un Self separado con su propio espacio
interno.
Cuando el acting-out
funciona como una defensa contra el
desarrollo
(y contra el proceso psicoanalítico)
tiende, al contrario, a
eliminar las tensiones y no a regularlas; a mantener un estado de "no
integración"
(Winnicott, 1974), contrarrestando
así el proceso de integración; a impedir el reconocimiento
objetivo de uno mismo y de la
separación
y el reconocimiento
y la organización
de un espacio interno. Tiende, por último, a evitar el reconocimiento
de la propia autonomía y la propia dependencia real. El acting-out deja fuera la realidad,
pues es mágico y omnipotente.
Considerado
como una suerte de funcionamiento,
se podría definir el acting-out
como el representante
de una organización
mental
temprana, que tiende en primer lugar a permanecer
inalterado.
Las
necesidades
están destinadas a este fin y, por ende, son prioritarias
y perentorias, sin consideración
alguna por la realidad.
El acting-out
se utiliza sobre todo al servicio de las necesidades
y mucho menos
al servicio de los deseos.
Esta organización
mental forma originalmente
parte del desarrollo
primario.
Se organiza durante los primeros meses de vida y precede
al funcionamiento
estructural.
Es la organización
mental fragmentada
y no integrada que existe en el momento crucial de la experiencia de
separación.
Tal experiencia
tiene menos que ver con el momento en
que la madre deja de amamantar al bebé que con el momento abrumador en que el nii'lo debe tomar consciencia
de su existencia separada
y con la capacidad para enfrentar este cambio. Esta experiencia, que
parece repetir en el desarrollo
temprano la caesura del nacimiento
(Freud, 1926), de hecho señala el primer cambio, que es sin duda
más profundo
y aterrador que todos los cambios futuros. Además,
indica el comienzo de los procesos mentales que son fundamentales
para el desarrollo ulterior. En realidad, se comporta como una "ceesure
mental" en el desarrollo temprano de la mente.
En otros trabajos me he ocupado en forma detallada de estos
procesos fundamentales
tempranos
(Gaddini, 1969, 1981, 1981a). En
El acting-out
en la sesión
1133
psicoanalítica
pocas palabras, la tendencia
inmediata más fuerte tiene como meta
restablecer mágicamente la situación perdida pero, como esto no basta
para anular el cambio atemorizante,
el fenómeno más importante que
no tarda en producirse en el estado de separación es la ansiedad ante
la posible pérdida del Self. En mi opinión, esta ansiedad debe entenderse como un fenómeno normal en el desarrollo individual temprano
en cuanto existe un Self separado. "La ansiedad respecto de la pérdida
del Self está vinculada con la supervivencia,
que constituye
una necesidad imperiosa, y aparece por primera vez en el momento de la
separación."
"La ansiedad se relaciona con la fragilidad y la inconsistencia del limite que se acaba de adquirir { ... ] y con la imposibilidad
de mantener unidos los fragmentos restantes del Self (después de la
separación)
y de impedir que se dispersen en el espacio externo ilimitado [ ... ] En la medida en que la ansiedad ante la pérdida del Self
resulta soportable
y no provoca defensas patológicas,
constituye
un
fuerte estimulo para la formación de otras defensas, útiles para iniciar
una organización
del Self dentro de su limite efectivo" (Gaddini, 1981).
La tendencia a restablecer la perdida unidad original se ve contrarrestada por la ansiedad ante la posible pérdida del Self, cuya meta
esencial es preservar la supervivencia
del Self separado.
También debemos tener en cuenta que una separación patológica
puede provocar un monto excesivo de ansiedad respecto de la pérdida
del Self, lo que puede ejercer efectos desastrosos sobre las tendencias
autónomas fundamentales.
Así se experimentan
como muy peligrosos
para la supervivencia
del Self no sólo los procesos de integración, sino
cualquier cambio en general. Esto refuerza la tendencia de la organización fragmentaria a permanecer inalterada.
Además el estado fragmentario no integrado es causa, a su vez, de la ansiedad ante la posible
fragmentación
y dispersión
en el espacio.
Desde el punto de vista
clínico, "por ende, puede resultar útil diferenciar
estos dos aspectos
contrastantes
y coexistentes de la ansiedad patológica ante la pérdida
del Seft: la ansiedad por la no-integración
y la ansiedad por la integración. Sin duda esta última es la que representa el verdadero aspecto
patológico: es más fuerte que la ansiedad por la no-integración,
impide
el proceso natural del desarrollo y contribuye decisivamente
a mantener el estado no-integrado como una defensa extrema" (Gaddini, 1981a).
Una organización
patológica
del Self origina efectos patológicos
en la estructura in fieri. El Yo, cuya función consistiría en estructurar
y promover las tendencias
autónomas, y en desarrollar
las relaciones
objetales, puede sufrir una coerción tal que lo lleve a ponerlas al servicio -de
manera predominante
o exclusivade las necesidades del
Self. El Superyó puede convertirse
en un feroz perro guardián, que
permite
sólo la satisfacción
Yo experimentar
de las necesidades
todo deseo relacionado
del Self y prohíbe
con un objeto.
al
La vida instin-
1134
Eugenio
Gaddini
tiva misma puede verse forzada a satisfacer las necesidades de' Self. El
acting-out,
estabilizado
como defensa, se utiliza para poner todo el
aparato ejecutivo, incluyendo la consciencia, al servicio de la autarquía
mágica y omnipotente del Self, en lugar de servir a la autonomía.
Como se sabe, el Self que rige omnipotentemente
la estructura
en desarrollo
es, en realidad, un Self que se niega a reconocer su
propia fragilidad,
su propio estado de necesidad, su propia ansiedad
ante la integración y la ansiedad de fragmentarse
y dispersarse
en el
espacio (ansiedad de no-integración).
Empero, esta última constituye
un mal menor que puede contrarrestarse
mediante
la omnipotencia
mágica con mayor eficacia que la ansiedad relacionada con la integración. La necesidad de reforzar los límites peligrosamente
precarios
del Self siempre busca satisfacción
que pueden intercambiarse
fácilmente
pero en los que el objeto
el límite del Self.
intentando
establecer
contactos
por una relación con un objeto,
no existe realmente
como tal sino sólo como
El continuo acting-out durante la sesión de una paciente (A.) consistía en una extraordinaria
movilidad en el diván, con frecuentes cambios de posición y permanente
tendencia a exhibir su cuerpo, fuera
levantándose
la falda muy por encima de las rodillas y moviendo las
piernas desnudas en varias direcciones,
o tratando de hacer resaltar
sus pechos.
En contraste con esta obvia erotización
aparente de la
sesión analítica, no había signos de una transferencia
erótica.
Por el
contrario,
la paciente parecía imponerme
un estado de anonimato:
no me permitía ser alguien. A todas luces, el acting-out seudosexual
en sesión tenía su equivalente
en el acting-out seudosexual
externo,
en el que la paciente recaía una y otra vez y que constituía
una
defensa masiva contra la relación.
Mostrar su cuerpo equivalía a
ampliarlo y extenderlo hasta que podía sentir sus fronteras, los límites seguros de su Self. Los continuos cambios de posición en el diván
y los movimientos
de las piernas encerraban
idéntico significado
y
respondían a la misma necesidad.
En consecuencia,
no se me permitía
existir como un objeto separado, sino sólo para servir a esta necesidad.
Esta paciente me había enseñado que su acting-out sexual constituía una suerte de sexualidad imitativa, a través de la cual trataba
de aparecer ante los demás y ante sí misma como una mujer adulta,
cuando en realidad solía defenderse de las relaciones objetales y hacía
lo posible por evitarlas (Gaddini, 1977); un tipo de sexualidad puesta
en marcha por la necesidad, y no por el deseo, aun cuando conscientemente la necesidad podía confundirse con el deseo. De una manera
caracteristica,
esta paciente prefería el contacto físico a la penetración
en sus relaciones sexuales. A través de las sensaciones físicas de su
acting-out
sexual, esta paciente realizaba la fantasía inconsciente
de
un contacto nutricio y de una contención del Self, y así producía mági-
El acting-out
en la sesión
1135
psicoanalítíca
camente en su cuerpo una sensacion de mismidad que su mente no
poseía y que no tenía intenciones
de poseer. Lo que esta paciente
en realidad no podía tolerar era el reconocimiento
subjetivo
de su
propia separación y autonomía.
Del mismo modo, le resultaba imposible reconocer la existencia de un objeto externo como algo distinto
y separado de sí misma. Lo que podría haber sido un objeto se convertía en una parte de sí misma en su acting-out sexual, en los límites
de sí misma, dentro de los cuales experimentaba
una sensación eufórica de su propio Self.
Junto con su acting-out sexual, esta paciente mostraba la misma
tendencia al acting-out con respecto a la ingestión de alimentos.
No
comía para alimentarse
sino para llenarse.
No sabía qué significaba
sentir apetito ni tampoco saciedad. A través de su ingestión compulsiva
creaba en su cuerpo una sensación de plenitud del Self, destinada a
remplazar, pero también a mantener, la sensación mental de un Self
vacío y falto de consistencia.
Por tal razón, la incapacidad
para la
introyección
y para una internalización
estructurante
correspondía
a
la ingestión compulsiva de alimentos y al exceso de peso. Todo esto
estaba representado
en la sesión psicoanalítica,
que la paciente solía
experimentar
como un contacto físico, lo cual le permitía sentirse
contenida y llena.
En marcado contraste con el acting-out
que apunta a anular el
proceso psicoanalítico,
existe, como ya señalé, un acting-out
en términos del proceso.
Este es por lo general más amortiguado,
menos
evidente que el primero.
El problema radica en que la labor psicoanalítica puede despertar en el Yo esclavizado
por la necesidad del
Seft un gran temor a sufrir un ataque desde el interior de la estructura.
La participación
en la labor analítica sólo puede tener lugar en secreto,
en una suerte de clandestinidad.
Si el psicoanalista
no está bastante
alerta como para comprenderlo,
puede tener la impresión de que nada
sucede, y el paciente no hará nada para corregir esa impresión.
Más
aun, precisamente
lo que se propone es dar la impresión de que nada
sucede.
Los mensajes que envía el Yo del paciente se asemejan al
que coloca el náufrago en una botella cerrada que arroja al mar. Además de no estar abiertamente
dirigidos al analista, por lo general aparecen disfrazados
y disimulados,
como el contenido
latente de los
sueños. Son mensajes codificados
destinados a quien pueda descifrarlos. El acting-out
puede emplearse en un caso como éste como un
continente que no da origen a sospechas, gracias a lo cual el mensaje
secreto puede abrirse camino hacia el mundo exterior, evadiendo la
censura.
Tal situación
requiere
patía.
Es cierto
llegar
a ser cómplice
del analista
que, sometido
un extraordinario
constantemente
de las defensas
grado
de em-
a la frustración,
puede
organizadas
alrededor
del Self
1136
Eugenio
Gaddini
y aceptar que nada sucede y que nada importante puede ocurrir. Pero,
si logra percibir a través de signos indirectos (en los sueños, la conducta, las asociaciones)
que un cierto grado de labor se lleva a cabo
en forma inconsciente,
se siente complacido
y con deseos de comunicar la buena noticia a su paciente.
Con sorpresa, comprueba que
éste se refugia en el silencio y, si insiste, se encontrará con un ataque
sardónico y despectivo.
En realidad, es como si el paciente dijera: "Y
bien, ¿qué es lo que usted entiende?
Usted cree entender cosas que
no existen, que usted inventa en su imaginación.
¿Se cree muy inteligente?", etc. Sin duda, lo peor que el analista puede hacer en ese
momento es sentirse herido y tratar de demostrar que tiene razón. En
otros casos, en los que el Yo del paciente de pronto comprueba que su
labor clandestina ha dejado de serlo, se puede producir una reacción
terapéutica negativa mediante la cual el Yo tiende a mostrar a sus poderosos enemigos internos que lo que ha surgido no es cierto, que nada
ha ocurrido, lo cual resulta obvio si se tiene en cuenta que el paciente
no sólo se siente mal sino que está peor. Creo que esto es lo que sucede cuando oímos decir que se produjo una reacción
terapéutica
negativa después de una interpretación
del psicoanalista
destinada a
señalar - algún - progreso:- Paraaójicamente~-cüantorriáscorrecta
- sea
la interpretación,
más
negativa
será
la reacción
del
que la interpretación
revela precisamente
aquello
debe impedi r que se conozca en su interior o.
Lo que se requiere
tancia
esencial.
del psicoanalista
Debe representar
para esa parte inconsciente
terapéutica.
Debe contribuir
y, por el contrario,
descubrir
los mensajes
emitidos,
unilateral.
En otras
péutica
clandestina.
y protegerlo,
adulto
tanto terror.
alguien
aceptar
es que su aliado
alguien
ejemplo
debe aprender
se refiere
una alianza
clandestino
tera-
ileque a
de comprenderlo
cuando,
adecuadamente
sin experimentar
a un caso en supervisión,
la paciente
públi-
a esperar que esto suceda.
cuyo matrimonio
parte del análisis
a
no menos cautelosa
capaz
con quien puede contar
aprender
que es, y debe seguir
pueda salir de su clandestinidad
mujer (B.) casada,
En la primera
debe
Debe
la única respuesta,
que existe
El psicoanalista
El siguiente
una joven
palabras,
A cambio,
que puede esperar
y fortalecido,
y confiable
pero sin hacerlos
siendo,
en él, a decidir
accesible
su clandestinidad.
una clase de comunicación
confiar
por-
paciente
no es fácil, pero sí de impor-
un elemento
coso Debe aceptar
y silenciosa,
el
del paciente que sí participa en la labor
a que esa parte no se ponga de manifiesto
a proteger
y a descifrar
paciente
que
el de
no se había consumado.
se mostró visiblemente
• Parafraseando a Glover (1955), esto se podria describir
terapéutico de la interpretación correcta".
ate-
como "el efecto anti-
El acting-out
en la sesión
1137
psicoanalítica
rrada y durante más de un año no pudo acostarse en el diván. Con
todo, desde el comienzo el analista tuvo la impresión de que, más allá
de lo que la paciente expresaba,
de ella emanaba un desesperado
pedido de ayuda. Al cabo de algunos meses, cuando le pareció que
la paciente esperaba con anhelo cada sesión y que el vínculo con el
análisis era bastante fuerte, B. comenzó a llegar con retrasos, incluso
de treinta minutos, y a veces a faltar. Se necesitó algún tiempo para
comprender que este acting-out estaba abiertamente destinado a reducir la duración de la sesión y, a veces, a eliminarla por completo, respondiendo
a la necesidad
interna de subestimar
el vínculo con el
análisis y a mostrar que el tratamiento no le importaba en absoluto. Así
la paciente lograba proteger y mantener su apego al análisis sin despertar sospechas internas. Como es natural, hubiera sido fácil cometer
el error de interpretar el acting-out como una defensa contra el análisis,
pero el problema radica en que revelar el contenido latente del actingout por medio de una interpretación
hubiera constituido un error mucho
más nocivo".
En el proceso psicoanalítico
existe a veces una fase crucial en la
que el paciente comienza a tomar consciencia
de que el psicoanalista
es distinto (separado) de él mismo y, en consecuencia,
de que el paciente es distinto (separado) del analista.
Se requeriría otro trabajo
para describir
lo que sucede en esta etapa; aquí bastará tener en
cuenta que, por primera vez en esta fase del proceso, se puede experimentar un derrumbe de la omnipotencia
y puede surgir ansiedad por
la pérdida
del Self.
man la decisión
Hay pacientes
que, al acercarse
a esta fase, toPor ejemplo,
una
paciente
(C.) soñó en esta etapa de su terapia que estaba hablando
por
teléfono
conmigo
Entonces
me
enseguida".
Al
dijo:
interna de interrumpir
cuando
"Discúlpeme
el tratamiento.
sonó el timbre
un momento,
abrir la puerta, se encontró
vaya
de la puerta.
abrir
y vuelvo
con el marido (la paciente
parecía
conven-
cida de que debía separarse de él). Regresó al teléfono y dijo: "Lo
siento, tengo que dejarlo. Mi marido acaba de llegar y debo estar con
él".
Pocos meses después
Desde
acting-out
luego,
esa
en la sesión
pero incapaz
fue necesario
decisión
interna
psicoanalítica.
de tener relaciones
interrumpir
se
puede
Otra
sexuales
el análisis.
manifestar
mujer
joven
con el marido
(D.), casada
desde el mo-
mento
mismo de la boda (a pesar de que antes las habían
forma
ocasional),
activa.
parecía
En realidad,
omnipotencia
una mujer
y del acting-out.
poco antes de comprometerse;
9
decidida,
esto se debía en gran
Se había
segura
parte
tenido
de sí misma
a su empleo
succionado
sin embargo,
como
el pulgar
su esposo
en
y
de la
hasta
había notado
Evidentemente, en la sesión psicoanalítica también existe el acling-out del analista, que los límites de este trabajo no me permiten examinar.
Eugenio
1138
Gaddíní
que seguía haciéndolo
mientras dormía.
Durante el cuarto año del
análisis, cuando nos acercábamos a lo que he llamado la fase crucial,
la paciente me pidió cierto día que cambiara el horario de una sesión.
Le dije que lo lamentaba pero que me resultaba imposible.
Aceptó mi
respuesta con evidente desagrado.
Unos diez días después me hizo
un pedido similar, pero esta vez se trataba de cambiar el día. Cuando
le dije que, aunque lo lamentaba, no podía complacerla,
reaccionó con
violencia,
me acusó de no tener en cuenta sus actividades
externas
y me anunció su decisión de interrumpir
el análisis, dicho lo cual se
puso de pie y salió sin despedirse.
Algunos días más tarde me llamó
por teléfono.
Estaba de muy buen humor y se mostró muy simpática.
Me dijo que lamentaba lo sucedido y me pidió que la disculpara.
Con
todo, pensaba que por el momento sería mejor interrumpir el análisis.
Podíamos volver a hablar después del verano. Desde luego, hasta ahora
no he tenido noticias de ella.
Cuando
el análisis
no se interrumpe
entra en la fase crucial,
uno de los fenómenos
bio en la forma en que el paciente
Antes de llegar
sión), durante
a este punto,
casi todo
se percibe
E. (paciente
un año recurrió
el analista,
hasta el punto de despertar
posibilidad
de continuar.
En la siguiente
sentido:
y el proceso
importantes
de un análisis
al acting-out
en supervi-
dirigido
contra
serias dudas con respecto
volvió a referirse
que el psicoanalista
es el cam-
a sí mismo y al analista.
Cierto día el problema
la paciente
psicoanalítico
se examinó
a su
en sesión.
al tema y dijo lo que había
había cambiado,
que parecía
distinto,
que
ya no era como lo había conocido, alguien que la mantenía a distancia,
lo que le provocaba a ella hostilidad hacia él, y la impresión de que el
antagonismo
entraba
en
era recíproco.
En la sesión
una habitación
donde
había
siguiente
una especie
y, entre otros amigos, veia a una persona importante
trajo
un sueño:
de recepción
que había conocido
arios antes y que cierta vez había llevado a recorrer la ciudad durante
todo un día, ya que ese hombre no la conocía bien. Ella so acercó,
cordial,
a saludarlo,
e indiferente
un año. La paciente
alguna
relación
asociaciones
con la sesión
Luego
En ese momento
nuevamente.
previa,
pero
se mostró
con él durante
frío
casi
se lanzó a una serie de
con el mundo exterior.
abruptamente
par de minutos.
el hombre
comunicado
tenía una vaga idea de que el sueño debía encerrar
relacionadas
se interrumpió
nuca.
pero, inesperadamente,
y la acusó de no haberse
y permaneció
levantó
pareció
El psicoanalista
callada,
En cierto
inmóvil,
la mano y se acarició
volver
momento,
durante
a la vida y empezó
prestó más atención
un
suavemente-la
a hablar
a su súbito silencio
que a ese gesto.
Pero en la próxima
para la autopercepción,
sesión, demostrando
la paciente
se refirió
una inesperada
a algunas
capacidad
decisiones
que
El acting-out
en la sesión
1139
psicoanalítíca
había tomado y que pondrían fin a ciertas situaciones
que duraban
desde hacía aproximadamente
un año, entre las cuales se encontraba
terminar con una relación que había mantenido durante ese período
con un hombre, a quien en realidad sólo la unía un vínculo sexual y
sobre el que casi nunca hablaba en análisis.
Luego volvió a referirse
a la sesión anterior, porque tenía que informarme, según dijo, de algo
muy extraño que le había sucedido entonces: cuando se interrumpió
de pronto y permaneció
inmóvil, lo que sucedió fue que experimentó
la clara sensación de que el psicoanalista
extendía la mano hacia
ella y estaba a punto de tocarla. Todo le había parecido tan real y se
había sentido tan segura que permaneció
quieta, esperando el contacto. Cuando, al cabo de unos minutos, comprendió que lo que esperaba no se producía, se llevó automáticamente
la mano al cuello, donde
esperaba que el psicoanalista
la tocara.
La paciente había llegado al umbral, por así decirlo, de la fase
crucial casi un año antes, pero sólo ahora comprendía
en su interior
que todo el acting-out en el mundo externo durante ese período había
servido para salvarla de los problemas cruciales de su mundo interno.
El sueño mostraba que la paciente ahora podía desprenderse
de esas
defensas y regresar a sí misma, y enfrentar el doloroso problema de la
separación, que experimentaba
como diversidad y cambio. No fue una
sorpresa que, en el curso de esa sesión, al hablar sobre el sueño la
paciente se sintiera dominada por la ansiedad ante la pérdida del 8elf
y que el impulso a restablecer en la sesión un contacto unificador con
el psicoanalista
tuviera la fuerza de una alucinación.
Pero, aun así, la
paciente tuvo que reconocer objetivamente
una separación, en la que
el analista seguía estando a su lado, pero fuera de ella, y en la que ella
quedaba contenida dentro de los límites reales de su propia piel.
Empero, el silencio es uno de los fenómenos constantes en esta
fase del proceso psicoanalítico.
Lo que por lo general sucede es que
los pacientes que durante años no han tenido problemas para hablar
en la sesión comienzan ahora a experimentar
esa dificultad,
que por
lo general está relacionada con un incremento de la tensión. A estos
silencios iniciales subyace el sentimiento de estar separado y la ansiedad por la pérdida del 8elf y también la sensación de que el uso de las
palabras como un vínculo unificador -el
acting-out del lenguajeya
no produce sus habituales efectos mágicos. Ahora las palabras pueden
tener su significado,
capaz de revelar lo que el paciente jamás se propuso reconocer.
El súbito silencio de la paciente E. y el remplazo
del lenguaje por una fantasía
dolorosos sentimientos.
En dos casos
sucedió
distintos,
alucinada
separados
que, en una etapa avanzada
se negó a acostarse
tenían
algo que ver con estos
por varios
del análisis,
años en el tiempo,
cierto día la paciente
en el diván y se sentó en una silla frente
a mí.
Eugenío
1140
Gaddíní
En uno de estos casos (F.) esto sucedió durante la sesión, y la paciente
permaneció
callada durante algunos minutos.
Estas largas pausas o
silencios habían comenzado poco antes, acompañados
por perturbadora tensión.
De pronto, la paciente se levantó del diván y se sentó
en la silla.
La otra paciente (G.), en cambio, entró en el consultorio
cierto
día, se dirigió como de costumbre al diván pero, en lugar de acostarse,
se detuvo un instante para mirarlo, luego se volvió y se sentó en el
sillón. También esta paciente, que antes hablaba mucho, había comenzado poco antes a permanecer callada durante la sesión, pero. a diferencia de F., algunas sesiones antes de su acting-out G. había dicho
algo sobre el silencio que me llamó la atención y que ahora recordé.
En esa sesión permaneció callada durante algunos minutos y de pronto,
con irritación insólita en ella, dijo: "Quizá mi silencio sea una reacción
ante el hecho de que usted no hable".
Le dije que comprendía cuán
doloroso le resultaba el silencio y agregué que, cualesquiera
que fueran los motivos por los que no hablaba, el hecho de que hubiera roto
el silencio quizás importaba más que si yo lo hubiera hecho. Al cabo
de un momento, la paciente dijo: "Para usted, el silencio es distinto,
nunca es total, como lo es para mí". Le pregunté qué quería decir.
"Cuando permanezco en silencio, y usted tampoco habla, aun así puede
verme. Por lo tanto, para usted el silencio nunca es total. Pero yo no
puedo verlo y si, cuando callo, usted también calla, todo desaparece
y el silencio se vuelve abrumador.
Es horrible. Siento como si desapareciera en él.'
Lo que en realidad describía la paciente era su ansiedad ante la
pérdida del Self. Como sus silencios persistieron,
se vio obligada a
actuar. Así, el fin consciente del acting-out era impedir que se repitiera
esa experiencia
intolerable.
Ahora, mirándome, ya no corría peligro
de disolverse en el silencio total. Creo que era importante que pudiera
expresar sus sentimientos con palabras.
La misma clase de ansiedad,
pero más intensa, subyacía al acting-out de la paciente F., pero ésta
carecía de palabras para describirla.
Dicha ansiedad había originado
en ambas pacientes el mismo tipo de acting-out en la sesión, pero la
organización
mental básica era muy distinta en cada una de ellas.
Con todo, tanto en F. como en G., el acting-out en la sesión significó una modificación
del marco, por lo cual, formalmente,
parecía
dirigido contra el proceso psicoanalítico,
cuando, en realidad, en ambos
casos, su fin era el de permitirles proseguirlo.
G. continuó usando el
sillón unas diez sesiones más. Hasta que, cierto día, sin decir palabra,
se acostó espontáneamente
en el diván. La paciente F. jamás volvió
a hacerlo.
La ansiedad respecto de la pérdida del Self aumentó en
forma gradual y el padecimiento
mental de la paciente se convirtió
en un fenómeno
estable
durante
largo tiempo,
impidiendo
toda
labor
El acting-out
en la sesión
1141
psicoanalítica
interior.
De hecho, a pesar de las apariencias y de lo que ella misma
tendía a mostrar, pude comprender que la labor clandestina que describí
antes seguía adelante.
La estructura narcisista de esta paciente apareció claramente
representada
en un sueño algunos años después,
cuando estaba a punto de encontrar una salida.
En el sueño, estaba junto a otra mujer joven, al pie de una colina
redondeada.
La otra mujer le mostraba una casita en la cima de la
colina y le explicaba que era su casa y se jactaba de sus ventajas.
Entre otras cosas, le dijo: "Allí arriba estoy a salvo de toda perturbaclan. Nadie podría alcanzarme
jamás".
Con cierta incredulidad,
la
paciente le pidió una explicación.
"Me parece que cualquiera puede
subir por la ladera y llegar a tu casa." "No, no pueden, es imposible",
respondió la otra con tono triunfal.
"Mira allí abajo", dijo, señalando
el pie de la colina. "Desde el pie de la colina hasta casi la mitad de la
ladera está todo cubierto con mierda, que rodea toda la colina, de modo
que nadie puede alcanzarme."
La paciente se sintió desconcertada
durante un momento y luego dijo: "Bueno, al fin de cuentas quizás sea
más fácil, y quizás aun mejor, hablar con alguien".
Como vemos, la sexualidad infantil de esta paciente, ubicada en el
sueño al pie de la colina donde ésta se encontraba
en relación con
el mundo circundante,
no había podido cumplir los fines de la relación
y, en cambio, estaba al servicio de un Self que, de manera mágica y
omnipotente,
tenía que ser una sola y misma cosa con un gigantesco
pecho autosuficiente
(la colina redondeada).
Así, su vida instintiva
(su Yo) había perdido su tendencia original a la relación objetal y estaba al servicio de la meta opuesta, que consistía
en constituir
una
barrera frente al mundo externo y proteger la eterna supervivencia
del
Self. Sólo que ahora algo comenzaba a surgir en la paciente, aparte
de las necesidades imperiosas de su Self, esto es, un deseo autónomo
con respecto a un objeto.
(Traducción
de Noemí
Rosenblatt)
Resumen
El autor intenta describir
observarse
en la sesión
algunos
El acting-out
forma
parte
un fenómeno
normal
que precede
hacia
la realidad
integral
que por lo común
El acting-out
defensivo
no integrada
de la mente,
hacia
la realidad
necesidad
parece
de sobrevivir.
desarrollo
al desarrollo
En cambio,
está centrada
vinculado
que
y las relaciones
en desarrollo
distintivos
puede
del proceso
temprano
y,
del lenqua]e,
más tarde
corno
con la patología
impedir
sino también
de las necesidades
tal como puede
psicoanalítico.
tal,
constiruve
de la acción
orientada
puede
establecerse
en el Sel! y es mágica
no sólo
objetales,
al servicio
del acting-out
y en el desarrollo
del
y de la actividad.
una defensa,
capacidades
rasgos
psicoanalítica
en la organización
la evolución
obligar
como
y omnipotente.
yoica
primitiva
temprana
al Yo a poner
del Self y, sobre
sus
todo, de la
1142
Eugenio
Gaddini
Summary
ACT/NG-OUT
I have attempled
be observed
procesa.
Acling-out
precedes
activity.
Later
self-oriented,
pathology
in the
and
primitive
lo
compel
the
-aboye
ego
it may establish
and
of
towards
íts developing
capacilies
of
can
a normal
IS
reality-oriented
as a detense,
acting-out
organization
ego development
pul
all, Ihe need
and as such it
itsell
Defensive
as they
of the psychoanalytic
01 language,
omnipotent.
SESSION
of acling-out,
of early development,
non-integrated
bul
fealures
and in the developmenl
development
on instead,
early
lo
the
magic,
able not only to pravent
needs
session
is part and parcel
which
and
usually
sorne distinclive
in the psychoanalylic
phonomenon,
action
lo describe
IN THE PSYCHOANALYTIG
Ihe
seems
mind,
realily
which
ls
linked
lo
may
be
which
and object-relationship,
in Ihe
01 the self's
service
lo survive.
Résumé
L'ACT/NG·OUT
Dans
tel qu'il
ce travail
a pu étre
du processus
et donc
analylique.
il constitue
I'action
orientée
pourra
dans
soil
I'évolulion
dans
du
du besoin
inlégrale
dislinctifs
evec
intégrée
pourrant
et
les
progressives
plus
centrée
non
précoce,
du lanqaqe,
En revanche,
primitive
ses capacilés
de I'acting-out,
du développement
el toute-puissante,
la réalité
ANALYT/OUE
le développement
le déroulemenl
la pathologie,
vers
el dans
en général.
l'orqanisation
moi
Irails
précédanl
magique
rapport
précoce
et surtout,
fait parlie
normal
défense
que,
en
quelques
LA SCEANCE
psychanalylique
et de I'activilé
le moi El mettre
contraindre
du Sell,
une
11 semble
défensif
cmpécher
de décrire
la scéance
L' acting-out
la réalité
comme
le Sel!.
tente
dans
un phénoméne
vers
s'établir
vactinq-ou:
aussi
I'auteur
observé
DANS
de
l'esprit,
pas
d'objet,
au service
il
d'habitude
ne seulemenl
relalions
de
tard
des
mais
besoins
de survivre.
Bibliografía
Freud,
S. (1913),
Totem
-
(1919),
"A
-
(1926),
Inhibitions,
Gaddini,
Child
E. (1969),
(1977),
and Taboo.
is being
Beaten".
Symptoms
"On
"Formazione
S. E. XIII.
S. E. XVII.
and Anxiety.
del padre
e scena
Rev.
de psicoanálisis,
XXXV,
(1981),
"Note
sul problema
mente-corpo".
choana/.
Glover,
niauo
Winnicolt,
Defensive
(De próxima
E. (1955).
"The
Fantasies
50, 475-484.
Riv. Psicoan.,
23:157-18,1.
[Trad.
1, 1979.]
Riv Psícoan.,
and the
27:3-29.
Psychoanalytic
tnt. J. Psy-
Process".
publicación.)
Therapeutic
of Psycho-Analysis.
D. W. (1974),
vol.
primaria".
cast.:
(1981 a). "Early
S. E. XX.
Inl. J. Psychoanal.,
Imitation".
"Fear
Bailliére,
Elfect
of
Tindall
of Breakdown",
Inexact
Interpretation".
En
The
Tech-
& Cox, Londres.
lnt,
Rev.
Psychoana/.,
1 :103-1 07.
Descargar