SUPERSTITIO, UN INDICIO DE LA «ROMANIDAD» DE SUETONIO Dada la importancia del fenómeno religioso en el mundo antiguo, la terminología que lo configura ha sido estudiada con profusión, particularmente los vocablos religio y superstitio, puesto que abarcan el área más importante en el campo sernántico de las relaciones del hombre con la divinidad. Con relación a este último término, destacan los estudios de Benveniste l , Calderone y Belardi que han revisado el aspecto etimológico principalmente, aunque sin olvidar el contenido léxico, y uno de Grodzynski 4 que replantea exclusivamente la problemática que suscita este último aspecto analizando la evolución semántica diacrónica de superstitio, en líneas generales, desde el siglo 111 a. C. al siglo V d. C. Pero Grodzynski asegura que, para hacer la historia de dicha evolución, no ha anaíizado en profundidad los textos de los autores más importantes que escribieron en el periodo establecido: «Nous avons dfi» dice, «pour cela (para el estudio diacrónico), renoncer a des enquetes plus approfondies portant sur des écrivains particulierement intéressants pour l'emploi de superstitio, cornme Cicéron, Séneque ou Tacitev 5. Como se advierte, no cita a Suetonio siendo así que, junto a Tácito y Plinio, se ha apoyado en él, como testigo del sentido que superstitio adquiere desde el año 110 y 120 antes de Cristo. Además, ha marginado en su estudio casi por completo, salvo en algunos pasajes de Livio, el sentido de religio que tan íntimamente está unido al de superstitio, cuando para hacer' el estudio diacrónico de un término y deducir el valor específico que posee en cada autor hay que ver sus conexiones e interferencias con los más próximos. Por tanto, y puesto que aún no se ha estudiado en Suetonio con profundidad el contenido sernántico de superstitio, lo voy a hacer aquí contrastando sus valores con los valores más usuales y más claramente delimitados hasta su época, pero teniendo en cuenta también los sentidos que atribuye a religio, con el fin de que se vea con mayor clari1 E. BENVENISTE, Le vocabulaire des institutions indo-européennes, Paris, 1969, t . 11, p. 272 SS.;«Lat. superstitio~,REL 16, 1938, p. 35 SS. 2 S. CALDERONE, ~Superstitio~, en Aufstieg und Niedergang der Romischen Welt, Berlin-New York, 1972, t. 11, pp. 337-396. 3 W. BELARDI, Superstitio, Roma, 1976. 4 D. GRODZYNSKI, ~Superstitio~, REA 76, 1-2, 1974, pp. 36-60. 5 Zbid.,o.c.,p.36. 324 VICENTE PICÓN GARCÍA dad lo específico del primero. Sólo así se podrá deducir si sus usos apuntan algún cambio semántica. La noción básica de superstitio está determinada por su etimología 6; pero esa noción básica no está delimitada con total precisión, y se ha ido configurando por motivos distintos y según los contextos, en sentidos diversos. El sentido más amplio que se percibe en este término, no a través del sustantivo, puesto que éste no aparece hasta la época de Cicerón, sino a través del adjetivo superstitiosw; es el de «adivinación» o «adivino», en dos pasajes célebres de Plauto y uno de Ennio 7. Este sentido adivinatorio se conserva aún en Tácito 8 y en Suetonio. Véase respecto a éste el pasaje donde narra la nueva superstitio de Nerón hacia una estatuilla que, según él, tenía efectos mágicos como rernediurn arnoris y praernonitio futuri (Ner., 56). Ahora bien, en Suetonio como en Tácito, esto no es exclusivo de este término, pues religio aparece en múltiples pasajes con sentido adivinatorio indicando, como superstitio, el miedo irracional que incita a todo tipo de credulidades. Así, de Augusto dice Suetonio: Circa religiones talern accepirnus, tonitrua et fulgura paulo infirrnius expauescebat, ut sernper et ubique pellern uituli rnarini circurnferret pro remedio 9. Se trata, evidentemente, de sentimientos religiosos teñidos de carácter supersticioso: expectación ante el prodigio, búsqueda de remedios para evitarlos, temor angustioso, etc. Hasta tal punto está presente en religio el sentido adivinatorio, que en algunos pasajes de Suetonio este término es equivalente a «presagio» o «prodigio» 10. Varrón, según San Agustín, atestigua para superstitio el sentido de «temor» ante la divinidad (a superstitioso dicat tirneri deos, a religioso autern tanturn uereri), recogiendo el valor negativo que había adquirido el griego 6~ioi6aipovia11). Ahora bien, este sentimiento de temor tam6 BENVENISTE, o . ~ . p. , 237 SS.; CALDERONE, o . ~ . p. , 385 SS.;GRODZYNSKI, o . ~ . pp. , 37-38. 7 Plaut., Amph., 323 y Curc., 397; Enn., Scaen., 60 y 332 Wargmington; cf. comentario de Calderone, o.c., p. 387 s. y Benveniste, o.c., p. 273 SS. 8 Tac., Hist., 111, 78, 2; Ann., XII, 59, 2; 1, 28, 2-3. 9 Suet., Aug., 90. 10 Ibid., Ner., 19, 1: Peregrinationes duas omnino suscepit, Alexandrinam et Achaicam; sed Alexandrinam ipso profectionis die destitit turbatus religione simul ac periculo... y a continuación se narra el prodigio; Caes., 86: quae religiones monerent; Tib., 2, 2 per contemptum religionis aludiendo a un prodigio; Cl., 13, 2: in paenitentiam religione conuersis; Caes., 81, 4 aludiendo a los presagios de los adivinos spreta religione. 11 Aug., Ciu. Dei., VI, 9: Quale autem illud est, quod (Varro) religiosum a superstitioso ea distinctione discernit, ut a superstitioso dicat timeri deos, a religioso autem tamtum uereri ut parentes, non ut hostes timeri?; cf. también en Cic., Nat. Deor., 1, 118; 11, 36; Verr., 11, 51, 113; Inu., 11, 165; Liv., VII, 2, 3; VI, 56; Lucr., 11, 28, 72. SUPERSTITIO, UN INDICIO DE LA «ROMANIDAD» DE SUETONIO 325 bién se incluía antaño en religio, como documenta Servio quien, al comentar el siguiente pasaje de Virgilio: iam tum religio pauidos terrebat agrestis / dira loci, dice: religio, id est metus, ab eo quod mentem religat, dicta religio 12. Es decir, la religión aterroriza, paraliza el espíritu. En Suetonio aparece también religio con este valor. El pasaje más claro es el de Aug., 6 , donde el biógrafo alude al terror que sobrecogía a los que entraban en el lugar en que nació Augusto: huc introire nisi necessario et caste RELZGZOest, concepta opinione ueteri, quasi temere adeuntibus HORROR QUZDAM ET METUS obiciatur, sed el mOX corlfirl?'lata. Aulo Gelio cita un verso antiguo recordado por Nigidio Fígulo que dice: religentem esse oportet, religiosus ne fuas 13. En él hay una oposición clara entre religentem y religiosus: éste indicaría antiguamente un ((exceso de celo hacia la divinidad)) reprochable (de ahí la prohibición, ne fuas), comportándose como un término negativo, al que se opondría como término positivo religens, que recogería las relaciones con la divinidad que se consideran aceptables 14. En efecto, Nigidio Fígulo comenta que todas las formas en -osus como la citada indicarían copiam quandam inmodicam rei, por lo que concluye: quocirca religiosus is appellatur, qui NZMZAET SUPERSTZTZOSARELZGZONEsese obligauerat, eaque res uitio assignabatur 15. En una palabra, el término religiosus indicaría una excesiva religiosidad que supondría por sí misma un vicio equiparable a la superstición. Posteriormente se pierde este sentido intensivo de religiosus convirtiéndose en un simple adjetivo de religio, de ahí la nueva definición de Pablo Festo: religiosus est... deorum sanctitatem magni aestimans 16, mientras que el antiguo valor de religiosus se desplazó al adjetivo superstitiosus, como se documenta ya en Cicerón y en otros autores 17, Suetonio entre ellos, pues en la Vida de Domiciano caracteriza la actitud del emperador hacia Minerva con el adverbio superstitiose 18. En efecto, si hubiera .querido mostrar una veneración extraordinaria, pero sin llegar al vicio, podría haber echado mano, como ha 12 Servio, Aen., 8, 349; para este sentido cf. Liv., XXVII, 23, 1 y XXVII, 37, 5. 13 Gel]., 4, 9, 1. l4 G . LIEBERO,~Considerazionisull'etimoiogie e su1 significato di r e l i g i o n , ' 102, ~~~~ 1974, pp. 34-57, pp. 37-38. 15 Para el sentido del sufijo cf. ERNOUT, Les adjetifs latins en -osus et -ulentus, Paris, 1949, pp. 649 y 78-79; CALDERONE, o.c., p. 387; LIEBERG., o.c., p. 46 que acepta la etimología de H. HAAS-R. KIENLE de *odsus, indicando «con el sabor de». 16 Fest., p. 348 L. 17 Cic., Dorn., 105: m0dUm quendam esse religionis, nimium esse superstitiosum non oportere; Quintiliano lo usa indicando excesiva credulidad y dedicacibn a las practicas religiosas, cf. Z.O., VIII, 3, 55; IX, 4, 25; Arnm., XXV, 4, 17. 18 Suet., Dorn., 15, 3. 326 VICENTE PICÓN GARC~A hecho en otras ocasiones, del intensivo religiosius o del superlativo religiosissime, en lugar de dicho adverbio 19. Superstitio se emplea para caracterizar a una religión ilegal, no reconocida oficialmente, a una religio iniusta 20. Con este término precisamente alude Suetonio a la religión cristiana, a la que califica como superstitio noua ac malefca (Ner., 16, 2); pero también emplea religio para aludir a una religión no oficial, iniusta, como la de los Druidas: Druidarum religionem.. . dirae immanitatis.. . aboleuit (Cl., 25, 5). Numerosos autores emplean superstitio para indicar cultos y religiones extranjeras 21. Suetonio también; pero emplea, además, religio con este mismo sentido y el adjetivo religiosus en lugar de superstitiosus para aludir a los atuendos de religiones calificadas por él como supersticiosas 22. Finalmente, Suetonio comparte con la tradición el valor de superstitio como culto «privado» o «particular», como se percibe netamente en la descripción que hace de la veneración de Nerón a una icuncula puellaris, como hemos visto anteriormente, por su virtud profiláctica y adivinatoria: pro summo numine trinisque in die sacrifciis colere perseuerauit uolebatque credi monitione eius futura praenoscere 23. Nótense las dos notas típicas que apunta el biógrafo de lo que supone la superstición, aparte del carácter privado del culto: el deseo de parangonarla con un culto público (pro numine summo) y el proselitismo (uolebat credi...) para que otros lo tomen como tal y se pongan bajo su protección. Resumiendo, las tres ideas básicas que configuran el concepto de superstitio en Suetonio son: lo «privado» o «particular», tal como se acaba de describir; lo «extraño a la religión oficial», que supone algo nuevo y desconocido para él 24 y perjudicial a dicha religión, tal como aparece implícito en los dos epítetos noua et malefca con que caracteriza a la religión cristiana; y lo «extralimitado» dentro de la religión romana. Calderone había establecido que el valor semántico de superstitio entre el siglo 1 a. de C . y el 1 d. de C . es similar al de religio; pero que tiende rápidamente a diferenciarse especializándose para designar creliZbid., Aug., 35, 3 y Vit., 9. Cic., Ch., 194; Liv., XXXIX, 15. Liv., X, 39, 2 a los samnitas; Cic., Leg., 2, 40 a Mater idaea. Ner., 56 religiones aplicado a una diosa siria; Tib., 5, 3 religio refiriéndose al buey Apis; CI., 25, 5 religio refiriéndose a los druidas y Dom., 12, 1 relrgiosus aludiendo al atuendo de la religión isíaca. 23 Suet., Ner., 56. 24 Como hemos indicado en otro lugar (cf. Auguralia, en prensa), Suetonio confunde a los cristianos y judíos hasta la biografía de Nerón, donde habla de ellos como un tertium genus hominum. 19 20 21 22 SUPERSTZTIO, UN INDICIO DE LA «ROMANIDAD» DE SUETONIO 327 giones extranjeras» o «practicadas ilegalmente)) o «comportamientos religiosos populares», «no oficiales» 25. Grodzynski piensa que es erróneo establecer tan pronto para superstitio ese valor. Para él superstitio no significa la «religión de los otros» hasta comienzos del siglo 11 26. La línea de demarcación la fijarían Plinio el Joven al referirse a la religión cristiana como superstitio prava et inmodica, Tácito al caracterizada con ocasión del incendio de Roma como exitiabilis y Suetonio con los dos epítetos que hemos visto hace un momento 27. Creemos que no se pueden trazar estas líneas demarcativas con tanta precisión. Sin entrar en detalle de lo que ocurre en Plinio y Tácito, al menos con respecto a Suetonio es clara esta afirmación. Pero hay que tener en cuenta las relaciones y contrastes que el término tiene con religio, como hemos tratado de mostrar anteriormente. En efecto, para tomarle como hito para establecer dicha demarcación debería haber empleado Suetonio el término superstitio para referirse o aludir, con exclusividad, a religiones extranjeras; pero no es así, pues, como hemos comprobado, emplea también el término religio para designarlas, tanto en singular como en plural. Por otra parte, tampoco el término superstitio lo emplea Suetonio con exclusividad para indicar una religión nueva y detestable como la cristiana (es la otra idea defendida por Grodzynski para el término), puesto que lo aplica también a otras religiones seguramente antiguas, a otras como la Isíaca que ya Calígula la declara oficial, e incluso a actitudes de la propia religión 28. Y finalmente tampoco indica una religión iniusta, no oficial, pues en ese caso debería haber empleado exclusivamente el término religio para referirse a las religiones oficialmente aceptadas y reservar el de superstitio para aquélla; pero no lo hace así, pues califica como religio a los cultos de los Druidas que no eran oficiales mientras que incluye en lo supersticioso a la actitud de Domiciano ante una diosa oficialmente admitida (Dom., 15, 3). En otro sentido tampoco se puede suscribir por completo la frase de Grodzynski: «Desormais (se refiere a partir del 110-120), un culte étranger ne sera plus -ou il ne sera que rarement- désigné par le mot religio» 29. En obras bastante posteriores, como en la Historia Augusta (si CALDERONE, o.c., p. 384. GRODZYNSKI, o.c., p. 47. Plin., X, 96, 8; Tac., Ann., XV, 44, 5; Suet., Ner., 16, 2 . Suet., Tib., 36 a la religión isíaca; Ner., 16, 2 a la cristiana; Dorn., 1, 2 a otras religiones y Dorn., 15, 3 a la romana. 29 GRODZYNSKI, o.c., p. 47. 25 26 27 28 328 VICENTE PICÓN GARC~A se admite la autoría múltiple sería más significativo), religio sigue empleándose para indicar la religión nacional y las religiones extranjeras, sean judías, sean cristianas u otras cualesquiera. Ni siquiera a la cristiana la denomina superstitio 30. Respecto a la actitud y la valoración que Suetonio hace de los comportamientos determinados por superstitio, hay que afirmar que es claramente adversa. He aquí la prueba. Ve con buenos ojos la represión de las supersticiones extrañas a la religión romana: así, considera como un acto elogiable la actuación de Tiberio al desterrar a judíos y cristianos y a los fieles de los cultos Isíacos 3l. Otro tanto hay que decir de las medidas de gobierno de Claudio con respecto a los judíos y, sobre todo, de las de Nerón con los cristianos 32. La superstición de Nerón a la icuncula puellaris antes mencionada está colocada entre los actos reprobables de Nerón. Más problemático, sin embargo, es el caso de Domiciano, Lintenta, tal vez, Suetonio relacionar intencionadamente, como de efecto a causa, el abandono del que le hizo objeto Minerva y su actitud religiosa de carácter supersticioso hacia ella? 33. Se trata quizá de una duda insoluble por la ausencia de datos. En cualquier caso, son claros en todos los demás pasajes los indicios que revelan su romanidad. Vicente PICÓN GARCÍA Universidad Autónoma Madrid 30 Religio se predica de la religión judía y de la cristiana, cf. Spart., Ser., 17, 4; Zbid., Carac., 16; Lampr., Hel., 6, 7; aunque para ésta se acuña también el termino deuotio, cf. Hel., 3, 5. 31 Suet., Tib., 36. -32 Zbid., CI., 25, 4 y Ner., 16, 2 . 33 Zbid., Dom., 15, 3. E . CICEK,Structures et idéologie dans «les Vies des douze Césarsa, Paris, 1977, p. 244, cataloga este pasaje, no como claramente indicador de un uitium, sino como revelador de un rasgo neutro tendiendo hacia un uitium.