PAGINA 13 Belleza Americana Con los sentidos preparados para la llegada de una diosa “JENNY HOLZER . INSTALACIONES” 3.5 AL 30.6. Fundación Proa Por Patricia Rizzo upe de la existencia de Jenny Holzer a través de un reportaje en relación a su trabajo Lustmord, de 1993. Holzer comentaba que "Lustmord" es una palabra alemana que significa "asesino-lujuria" y que había escrito los textos que componen su trabajo desde tres lados, las posiciones del perpetrador, de la víctima, y del observador. Señalaba que, dentro de cada una de las categorías, había varias voces y que esa indagación obedecía a que pensó que el texto no sería completo de ser narrado solamente desde un punto de vista, aunque fuera el de la víctima. "Para ser capaz de explicarme esos actos", concluía "para espiar el otro lado". Inicialmente, me pareció otro ejercicio escatológico y tal vez efectista emparentado con ciertas manifestaciones muy en boga de los últimos tiempos, pero esa idea se diluyó, cuando tomé una atención más liberada de juicios predeterminados sobre la obra. Pude descubrir así la rara belleza encerrada en esos textos que inclusive se demuestran despojados para la situación que describen. "Tiene tres colores en sus ojos, la miro, mientras ella piensa en mí", decía el atacante. Más adelante, otras obras, como ciertas S frases que podían tomarse como "definitivas" -ya que habían sido esculpidas sobre mármol italiano para el Palacio Ducal de Venecia-, también me gustaron. Así es que ante el anuncio de que se presentaría en Buenos Aires, confieso que mi única reacción fue de placer. "Preparemos los sentidos para la llegada de la Diosa", pensé. La exhibición me resultó mejor, poética y estética. Esto último quizás no lo esperaba. Ya el arte encerrado en algunos enunciados mínimos me hubiera resultado suficiente. Como añadidura, todo el conjunto me pareció más que atractivo. Fiesta, para ver muchas veces. La historia de Holzer dice que desde sus comienzos tomó del espacio urbano como marco para sus trabajos, presentados en formato de letreros electrónicos, spots televisivos, carteles en la vía pública, sitios web y proyecciones de textos a gran escala. Sus obras, armadas en base a letreros electrónicos LED y carteles publicitarios ahora no sorprenden demasiado, pero cuando comenzó, en los 80', eran una rareza. Su primer texto a gran escala -condenando la torturafue presentado en 1979 en pleno centro de Nueva York, en Times Square. En Proa, pueden verse varias instalaciones, una larga línea de 30 m de largo sobre las paredes interiores de la Fundación. En estos carteles se lee una selección de textos de las obras: Lustmord (1993) - Erlauf (1994/5) - Arno (1996) - Blue (1998), e Inflamatory Essays (1979-82); esta última es una serie de posters originales montados sobre el muro. Todos los textos se presentan en castellano y en inglés. Mother and Child (1990) me pareció un hallazgo: es una instalación en formato de 14 letreros LED verticales en las salas. Está basada en una reflexión sobre la impotencia de una madre -que quizás no sabía que quería serlo- para proteger a su hijo. "Me vuelvo brusca y furiosa cuando no puedo meterme dentro de la zona de mi criatura, me sorprende que me importe lo que le ocurra, no estoy convencida de que pueda cuidarla: soy indiferente conmigo misma pero no con mi hija". Sin golpes bajos, graficó lo que nos sigue sorprendiendo a muchas: ese instinto del que hablaban existe. Quizás la muestra no será festejada por cierto grupo -creciente- que pulula en la escena local, muy hábil en estrategias de marketing, amante de las exhibiciones de tono más cool, y adoradora de cuanta hoja de carpeta vieja arrancada pueda exhibirse. Lamentablemente, Holzer es americana y famosa y apareció hasta el hartazgo en Flash Art. Ojalá igual se la pueda "ver" con los sentidos abiertos, aunque venga precedida de tanto antecedente que en esa tribu le jugará en contra. Puede resultar poco significativo pero es justo decirlo: otro montaje impecable a cuenta de Avello. Una comienza un cuadro y la otra lo termina “E QUIPO L ÍMITE. DIEZ AÑOS ATADAS.” ESPERANZA CASA Y CARMEN ROY. 8.5 AL 21.5. CENTRO CULTURAL RECOLETA. Por Karina Peisajovich | Cuqui y Cari son dos chicas de España que tuvieron la valentía de aparearse en el trabajo para formar Equipo Límite. Son religiosas. Crean altares de una abundancia escandalosa usando todos los desperdicios que compran en los "todo por 100" .Tomates, sugestivos y jugosos, pubis semicubier- tos coronados por cangrejos rojos, bultos de unos ostentosos que adornan la fuerza de sus músculos, guirnaldas de rayas, látigos, elefantes, cristos, etc. No es lo subversivo el repertorio de imágenes que utilizan, gastadas de un pop casi académico, sino lo que hacen. Como haciendo cadáveres exquisitos una empieza un cuadro y la otra lo sigue, se camuflan entre sus obras disolviendo sus identidades individuales, se funden en la obra y hacen del arte la vida. Ellas exponen todo lo exponible. Los montajistas son sus espectadores que hacen de la observación una actividad pop, confirmando la historia de los objetos en un proceso de identificación.