Cecil Taylor busca a Aira

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POR EL MUNDO
GRITOS Y SUSURROS
De qué habla la gente de la cultura
cuando casi nadie la escucha
Cecil Taylor
busca a Aira
POR PABLO GIANERA
De la Redacción de La Nacion
A SALA LLENA. Más de 150 personas
asistieron a la presentación del libro Juan
Manuel de Rosas, de Pacho O’Donnell, en
el teatro Andamio 90, donde se realizó
un espectáculo de música, danza y
teatro. Con O’Donnell como anfitrión, el
encuentro comenzó con las palabras de
la historiadora Araceli Bellota, que definió
al autor como “un hombre de la cultura
nacional y popular, quien llega al corazón
del pueblo, como Rosas”. Custodiado por
soldados de la agrupación Colorados
del Monte, que lucían vestimenta típica
y banderas de la Confederación, el
escritor se refirió a los nombres de las
calles de Buenos Aires y se quejó porque
“hay muchos traidores y primos de
concejales”. Los actores Juan Palomino
y María Fiorentino recitaron versos de la
época y Lito Cruz, con bufanda colorada
a tono con el uniforme de los soldados
rosistas, leyó un fragmento de la obra
El sable , de O’Donnell. La compañía
Santos Amores bailó “La zamba de
la federación”. Su director, José Luis
Montoya, dijo: “Gracias a Pacho y a sus
libros, podemos transmitir a la juventud
el amor a Rosas”. En el final, el historiador
y Antonio Tarragó Ros interpretaron dos
canciones del espectáculo Pasiones en
la historia argentina.
***
ESTRELLAS. Varios famosos, en principio ajenos al mundo literario, participaron en recientes presentaciones de
libros. La seguidilla se inició con La pregunta de sus ojos, de Eduardo Sacheri,
en la que se basó el taquillero film El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. El director y los actores Pablo Rago
y Guillermo Francella contaron al público
los vericuetos de la filmación de la película, en la que Sacheri participó como
coguionista. Campanella contó que, para
dar con el aspecto que luce Francella en
la pantalla, probaron varias opciones con
un programa de computación. Después
de descartar las rastas se dieron cuenta
de que lo mejor era sacarle sus clásicos
bigotes. Francella firmó autógrafos y se
fue con su ejemplar dedicado por Sacheri. A los pocos días, Marcelo Figueras presentó su novela Aquarium con una lectura a cargo de Leonardo Sbaraglia, Pablo
Echarri, Mónica Antonópulos, Adrián Navarro y Juan Gil Navarro. Entre el público
había muchas adolescentes entusiasmadas con la presencia de los galanes. En el
escenario había una pantalla en la que,
C
macanudoliniers.blogspot.com
durante una hora y media, se proyectaron imágenes de Israel, donde transcurre la historia. Postales tumberas, de Jorge Larrosa, fue presentado por Reynaldo
Sietecase y Andrés Calamaro en el Club
Social y Deportivo Estrella de Maldonado. Calamaro, feliz por la despenalización
del consumo de marihuana, repartió papel para armar cigarrillos y encendió uno
para festejar la noticia.
Qué están
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Bernardo Carey
***
PURO PLACER. Luis Diego Fernández,
creador de las catas filosóficas –reuniones en las que se degustan vinos y se discuten las ideas de varios pensadores–,
presentó su libro Furia y clase en el restaurante erótico Te mataré Ramírez. El
texto reúne ensayos centrados en una
lectura de Friedrich Nietzsche, Michel
Foucault y Michel Onfray que los liga a
una idea contemporánea del hedonismo y del dandismo. Acompañados por
vinos espumantes, los invitados disfrutaron de la actuación de la banda Manta
Raya, que deleitó al público con sus sones electrónicos.
© LA NACION
Prácticas de
sociabilidad en un
escenario argentino
(Mar del Plata 18701970),
de Graciela Zuppa
“Una recomendable
investigación de Zuppa
y equipo, especialmente
el capítulo sobre las
historietas de Caras
y Caretas y Rico Tipo.”
uando, hace unos días, el joven pianista argentino de jazz Alan Zimmerman estuvo en Nueva York, decidió, entre
otras actividades, ir a escuchar al grupo de
la pianista Geri Allen. Durante el concierto,
notó que mucha gente, casi todo el público del local, saludaba a un hombre mayor,
con aspecto de “padrino” italiano según su
descripción, sentado justo detrás de él. El
hecho de que no reconociera en ese hombre a Cecil Taylor, uno de los pianistas más
radicales de la historia del jazz, un verdadero héroe del género, no debería sorprender
a nadie: a los ochenta años, Taylor, o por
lo menos su aspecto, está lejos de la electricidad prestigiosa de la década del 60, e
incluso de la del 80, cuando tocó “Pontos
Cantados” en el concierto de reapertura
del sello Blue Note.
Terminado el show, Zimmerman se
sacó una foto con él y le preguntó vagamente, sin expectativa, por la posibilidad
de tomar alguna clase. Inmediatamente,
Taylor le respondió, pero dirigiéndose a
Geri Allen. “Give my number to this man”
[Dale mi número], ordenó. “Te vas de acá
con un premio”, le comentó después la
pianista. “No es fácil conseguir el número de Cecil.” Hubo luego postergaciones,
encuentros y desencuentros telefónicos.
Alan tenía que volver a Buenos Aires dos
días después y nunca llegó a tomar la clase prometida. Pero en la última conversación hablaron de libros y lecturas. Siempre
se supo que, además de escribir muy bien
–ahí están para probarlo las liner notes de
algunos de sus discos–, Taylor es, como
era Lennie Tristano, un lector ansioso e imparcial cuyos intereses van de la literatura
a la astronomía (de hecho, está leyendo en
este momento un libro “sobre el cosmos”).
Alan le mencionó entonces “Cecil Taylor”,
el cuento de César Aira, posiblemente uno
de los textos más logrados que se haya escrito en lengua española sobre un músico.
Previsiblemente, Taylor ignoraba por completo la existencia de ese cuento y dijo que
quería leerlo, pidió por favor que se lo mandaran traducido a su casa.
En primera instancia, el propósito de esta columna era simplemente contar la pequeña historia de un interés mutuo, distante y sucesivo (primero, hacia fines de 1980,
el del Aira por Taylor, ahora el de Taylor por
Aira) pero también quizás alentar, de manera un poco apremiante, a algún traductor intrépido y ocioso, dispuesto a que su
misión de truchimán propicie el encuentro
entre escritor y personaje.
© LA NACION
Sábado 5 de septiembre de 2009 | adn | 3
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