Inspirando una comprensión más profunda de la verdadera generosidad Co-Responsabilidad I ¿Aterrizará nuestro avión algún día? magínate que vas viajando por encima de la nubes en un gran jet. Ha sido un viaje confortable y placentero. Algunas de las personas que han contribuido a que así sea son los asistentes de vuelo que solíamos llamar sobrecargos o aeromozas. Se han encargado de hacer lo que todo sobrecargo se supone que debe hacer: atenderte bien durante el tiempo que estás bajo su cuidado. Pero tu vuelo está por terminar. Se hacen los anuncios acostumbrados; se te pide que te abroches el cinturón de seguridad, etc. Finalmente el avión aterriza y se dirige hacia la terminal. Cuando el avión se detiene, te levantas de tu asiento, te enderezas, tomas tu abrigo, tomas tu maletín de viaje y te diriges a la salida. Cuando te acercas a la puerta y te dispones a salir, repentinamente ese sobrecargo que ya te es tan familiar se planta frente a ti bloqueando la salida. Tú le dices, “Perdone, por favor”, pero él no responde. Permanece parado frente a la puerta de salida. Los brazos cruzados estrechamente, el cuerpo erguido, el rostro severo y ¡sin moverse un ápice! Cuando tratas de nuevo de pasar, añade a su rostro severo una voz igualmente dura y te dice: “¡Deténgase, usted no va a ningún lado!” Perplejo, le preguntas qué quiere decir con eso y él te contesta, “Debe permanecer en el avión”. Entonces te agarra del brazo, y con la otra mano toma su abrigo y tu maletín y te dice, “¡Usted me pertenece, es mío, y por tanto también sus cosas!” Absolutamente increíble, no hay manera en este mundo de que tú le pertenezcas. Él es solo un sobrecargo, que se suponía estaba encargado de cuidarte y atenderte durante un periodo Enero 2011 de tiempo. ¡Ahora ese tiempo se ha terminado! Imagínate la reacción que tendrías. Te sentirías al mismo tiempo enojado, confundido y atónito. ¿Serán estas las emociones que Dios siente cuando ve el tipo de sobrecargos que somos? Todo lo que tenemos…incluida nuestra vida, y todas nuestras “posesiones” en realidad solo las tenemos en calidad de préstamo por parte de Dios. Él las ha puesto bajo nuestro cuidado. Pero a veces lo confundimos todo y actuamos como si fuéramos sus verdaderos dueños. Imaginen cómo nos vemos. Los brazos cruzados, el cuerpo erguido, el rostro y la voz severos, diciéndole a Dios: “Lo siento, Señor, pero todo esto es mío, me pertenece”. ¡Actuamos como si nuestro avión nunca fuera a aterrizar! (Continúa en página 4) L a Iglesia debe ser apoyada por gente que cree en el Evangelio. Apoyar a la Iglesia es parte del culto cristiano y siempre requiere una ofrenda, algo de valor para el feligrés que él ofrece con gozo y reverencia para la construcción del Reino. 1 El Viejo Sam Elder dice... F elipe Pagaluego tenía una pregunta muy seria para Don Samuel. “Cuando dices que debo darle a Dios antes que a nadie ¿eso significa que debo darle a la iglesia antes de pagar mi abono mensual? “Felipe, yo lo veo de la siguiente manera: el dinero que tú y yo le damos a Dios debe primero ser ar es una acción de nuestro para podérselo dar”, dijo vida. Vivir egoístael Viejo Sam. mente es una muestra “¡Es mi dinero de todas de la pobreza de nuestra todas! ¡Trabajé muy duro para alma. La gente que se ganármelo!” protestó Felipe. niega a dar, es más por “Acordemos que trabajaste insuficiencia de recurduro para ganártelo, pero cuando sos espirituales que por hablas de abono mensual significa insuficiencia de recursos que gastaste parte de tu dinero materiales. ¡Tu dinero antes de habértelo ganado”, dijo contiene vida¡ Si lo usas Don Samuel. para Dios, crece y se “Sí, así es, me comprometí a multiplica y devuelve a las pagar una pequeña mensualidad”, almas muertas a la vida. aceptó Felipe. “Muy bien. Entonces cada mes, ese pequeño abono es dinero que pertenece a tu acreedor; no es tuyo y por ende no lo puedes dar. Tu ofrenda a la iglesia debe provenir del resto de tu ingreso”, le aconsejó Don Samuel. “Ey, pero eso no está bien, pues así la iglesia siempre obtiene los sobrantes”, argumentó Felipe. “¡No, tú y yo debemos manejar nuestro dinero de forma tal que podamos darle a Dios de lo primero del dinero que realmente nos pertenezca. D 2 Debemos controlar los eventos normales de nuestra vida, porque todos estamos sujetos a eventos anormales fuera de nuestro control”, le aconsejó Don Samuel. “¿Estás diciendo que debo manejar mis cosas en forma tan eficaz que pueda pagarles a Dios y al diablo?”, resumió Felipe. ¡”Sí, cuando lo haces así, puedes controlar quién obtiene dinero primero”, señaló Don Samuel. ¡Reflejando los rayos! E l conocido profesor de Biblia Keith Brooks, acababa de terminar de hablar a un numeroso grupo de empresarios sobre la responsabilidad cristiana de ser “luz” en el mundo. Les enfatizó que el creyente debe reflejar la Luz del Mundo, a nuestro Señor Jesucristo. Después de la clase, uno de los asistentes le relató una experiencia que había tenido en su casa, la cual había impreso en él esa misma verdad. Le contó que en una ocasión que bajó al sótano de su casa descubrió algo muy interesante. Algunas patatas habían germinado en la esquina más oscura del sótano. No se podía explicar cómo habían obtenido suficiente luz para poder crecer. Luego se dio cuenta de que la cocinera había colgado del techo una tetera de cobre cerca de uno de los respiraderos del sótano. Y la tetera estaba tan pulida y brillosa que alcanzaba a reflejar los rayos del sol en las patatas. El empresario le dijo a Brook: “Cuando ví lo sucedido, pensé, tal vez no sea un predicador o un profesor con la capacidad de exponer sobre las Escrituras, pero al menos seré una tetera de cobre capaz de captar los rayos del Hijo y reflejarlos haca alguien que esté en (Continúa en página 3 Algún día es un día que nunca llega L a mayoría de la gente vive en una semana no de siete sino de ocho días. Tienen domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y algún día: • Algún día visitaremos a nuestro amigo enfermo. • Algún día vamos a considerar la ofrenda de tiempo y capacidades que debemos hacer a la obra de Dios. • Algún día vamos a inscribirnos como voluntarios en el coro, en la liturgia o en algún comité parroquial. La gran tragedia es que algún día no forma parte de ninguna semana. ¡Algún día es un día que nunca llega! Y por lo tanto, muchas de las cosas importantes en nuestra iglesia nunca se realizan. La obra de Dios nunca debe ser un proyecto de algún día. Hoy es el momento de tomar un compromiso con la obra de Cristo. ¿Qué ofrenda de tiempo y talento harás para asegurar que la obra de Cristo se realice en domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado durante todo 2011? A unque nuestros días en la vida diaria sean muy “similares” entre sí, en cada momento de cada día Dios nos presenta en forma creativa múltiples ocasiones para ser sus discípulos. Es nuestra responsabilidad usar nuestro tiempo sabiamente, dedicando parte de él al trabajo apostólico. mejores formas de dedicarle tus talentos. Dios siempre anda en busca de talentos, y en esto todos debemos participar; nadie debe quedarse como mero espectador. A través del vitral ... H ay una cantidad de gente en nuestras iglesias que ya están en sus años postreros de vida. No creo que el Señor establezca un punto final en el que debamos dejar de servir a Dios. Algunas veces la gente mayor dice, “He servido toda mi vida, ahora que lo hagan los jóvenes”. Quizá no debas hacer lo que hacen los jóvenes, pero siempre hay un lugar en el que puedes realizar tu ministerio y tus ofrendas al Señor, sin importar la edad que tengas. ¡Quién puede saber lo que el Señor tenga reservado para ti! Como parte de tu co-responsabilidad total, debes buscar cuáles son las Viene de página 2... ¡Reflejando los rayos! ... una esquina oscura. La ofrenda de tiempo Las Escrituras nos advierten, “Escoge hoy a quién habrás de servir”. Podemos emplear nuestro tiempo en nuestro beneficio. O podemos tomar el camino superior y poner el don del tiempo al servicio de los demás y de nuestra iglesia. Cuando tomamos ese camino superior, nuestra luz brillará ante todas las personas. Permanezcan en ese camino, aunque algunas veces sea rocoso e empinado. Comprométanse de forma tal que quienes los conozcan vean la gloria de Dios reflejada en ustedes. 3 Co-responsable del Mes ¡Paz interna y alegría! B Enviado por: Leila, Long Lake SD ancas vacías son una parte triste de las actuales congregaciones eclesiales. Muchas cosas compiten hoy por nuestra atención, dinero y talentos. Podemos aprender algunas valiosas lecciones de dos hermanas viudas, Paulina (101 años de edad) y Ella (98). Aunque residen en un modesto complejo de departamentos y viven con numerosas afecciones y dolores relacionados a su edad, nunca se olvidan de asistir a los servicios religiosos y de pagar su diezmo. No solo asisten a los servicios dominicales y a la escuela de Biblia cada semana, sino que en la mayoría de los servicios religiosos se les encuentra en su sitio acostumbrado participando. Los demás feligreses se sienten animados por su presencia, sabiduría y ejemplo. Una paz interior y una alegría notoria rodean a estas damas. Están alegres y contentas tanto en tiempos de celebración como de adversidad, mientras continúan su vida con una firme adherencia a la voluntad de Dios. No entristecerían al Espíritu Santo dejando de asistir a la iglesia, a menos que una enfermedad se los impidiera. Pauline y Ella sirven como un recordatorio de que debemos asistir a los servicios litúrgicos siempre que nos sea posible. Está escrito en Ebreos 10:25 “No desistamos, como algunos han dado en hacerlo, de reunirnos, sino démonos ánimo unos a otros, con más razón cuando vemos aproximarse el Día”. Dios bendiga a feligreses como Pauline y Ella. Aunque sus capacidades físicas para servir son limitadas, nos siguen dando un hermoso ejemplo de corresponsabilidad mediante su asistenta a la iglesia y su pago del diezmo. Viene de página 1... ¿Aterrizará nuestro avión ... Y por si pensamos que ser buenos sobrecargos es tan difícil, que significa falta de pan en nuestra mesa y cuentas sin pagar, si creemos que Dios en realidad no puede proveer a quienes confían en su promesa de “nadie que ponga en mi su confianza será avergonzado…”, debemos recordar el relato de la ofrenda de la viuda pobre. Este relato del Evangelio de Marcos trata de muchas cosas, pero una de las principales es el tema del dinero. Trata de nosotros, de nuestro dinero y de cómo lo empleamos. El Señor usa el ejemplo de la viuda para enseñarnos qué es lo que espera de nosotros en cuanto a devolver a Dios algo de lo que Él nos ha dado. Copyright © Parish Publishing, LLC May not be reproduced without permission. 888-320-5576 www.parishpublishing.org 4