PRESTIGIO ACADÉMICO - Publicaciones ANUIES

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PRESTIGIO ACADÉMICO: ESTRUCTURAS, ESTRATEGIAS Y
CONCEPCIONES
El caso de los sociólogos de la UAM
Edgar M. Góngora Jaramillo
CONTENIDO
9 Introducción
19 Capítulo 1. Plan general de la investigación
49 Capítulo 2. Profesión y carrera académicas: referentes para el análisis del
prestigio
85 Capítulo 3. Las estructuras meritocráticas en la profesión académica
137 Capítulo 4. Trayectorias, actividades y concepciones de los académicos
prestigiados
187 Capítulo 5. Efectos de las estructuras meritocráticas en los departamentos y
en la disciplina
213 Conclusiones
223 Bibliografía
237 Anexos
INTRODUCCIÓN
En 1632 Galileo Galilei, fundador de la ciencia moderna según Bertrand Russel,
publicó un libro sobre los sistemas de Copérnico y Ptolomeo defendiendo al
primero y descalificando al segundo. Un año después, un Tribunal del Santo Oficio
llamó a cuentas a Galileo por tan temeraria actitud. La Inquisición, después de
cuatro días de debates, elaboró la sentencia correspondiente:
[…] Por cuanto tú, Galileo, hijo del difunto Vincenzo Galilei, de Florencia, de
setenta años de edad, fuiste, en 1615, a este Santo O�cio por sostener como
verdadera una falsa doctrina enseñada por muchos, a saber: que el Sol está
inmóvil en el centro del mundo y que la Tierra se mueve y posee también un
movimiento diurno; así como por tener discípulos a quienes instruyes en las
mismas ideas; así como por mantener correspondencia sobre el mismo tema con
algunos matemáticos alemanes; así como por publicar ciertas cartas sobre las
manchas del Sol, en las que desarrollas la misma doctrina como verdadera; así
como por responder a las objeciones que se suscitan continuamente por las
Sagradas Escrituras, glosando dichas Escrituras según tu propia interpretación; y
por cuanto fue presentada la copia de un escrito en forma de carta, redactada
expresamente por ti para una persona que antes fue tu discípulo, y en la que,
siguiendo la hipótesis de Copérnico, incluyes varias proposiciones contrarias al
verdadero sentido y autoridad de las Sagradas Escrituras; por eso este Sagrado
Tribunal, deseoso de prevenir el desorden y perjuicio que desde entonces
proceden y aumentan en menoscabo de la Sagrada Fe, y atendiendo el deseo de
Su Santidad y de los eminentísimos cardenales de esta suprema universal
Inquisición, califica las dos proposiciones de la estabilidad del Sol y del
movimiento de la Tierra, según los calificadores teológicos, como sigue […]
(Tomado de Russell, 1983: 35).
La calificación de los teólogos consistió en dictaminar como falsas y heréticas las
proposiciones de Galileo. Éste aceptó el veredicto y se retractó públicamente de
sus afirmaciones. Después la gente, que no Galileo, acuñó la frase Eppur si
muove (Russell, 1983: 40).
En los albores de la ciencia moderna, Galileo fue juzgado y condenado por realizar
actividades tenidas en la actualidad en muy alta estima por quienes se dedican
profesionalmente al trabajo científico y por quienes juzgan ese trabajo: producir
nuevos conocimientos (afirmar que la tierra gira alrededor del sol), publicar los
resultados de las investigaciones realizadas (“por publicar ciertas cartas sobre las
manchas del Sol”), formar nuevos científicos en una línea de investigación (“por
tener discípulos a quienes instruyes en las mismas ideas”), establecer redes de
comunicación y colaboración entre pares (“por mantener correspondencia sobre el
mismo tema con algunos matemáticos alemanes”), hacer uso del conocimiento
acumulado para identificar nuevos problemas de estudio (por seguir “la hipótesis
de Copérnico”).
La de Galileo es una experiencia que deja importantes enseñanzas. La primera es
que la actividad científica mantiene ciertos rasgos comunes desde al menos la
última etapa de la edad Media europea hasta nuestros días. La segunda es que el
trabajo científico no es ajeno al entorno histórico, social, político y cultural en el
que se lleva a cabo. La tercera es que lo que hacen los científicos es juzgado por
otros, sean los juzgadores “calificadores teológicos”, pares científicos, instituciones
o agencias gubernamentales. Las tres enseñanzas tomadas en conjunto
conforman una línea de razonamiento: la ciencia constituye campos de saber
definidos por la acción de sujetos que al estar insertos en entornos sociales
específicos realizan actividades, tanto en función de las reglas acordadas (o
impuestas) al interior del mismo campo de saber, como en función de los ámbitos
externos a tales campos.
Al ser esas actividades juzgadas por otros, quienes se dedican a la ciencia se
distinguen entre sí a través de los reconocimientos hechos a su labor,
construyéndose de este modo prestigios científicos diferenciados.
Lo dicho sobre los científicos puede ser traspolado a otra figura, ésta más
moderna: la del académico. No todo sujeto que se dedica al trabajo científico es
un académico ni todo académico se dedica a la producción científica. Un
académico, en el sentido contemporáneo del término, realiza sus actividades
profesionales arropado por una institución de educación superior y de acuerdo a
un conjunto de reglas (formalizadas o no) provenientes de la disciplina y la
especialidad en la que se afilia.
Sobre esto trata este libro.
Algunas instrucciones para ser reconocido por las estructuras meritocráticas de la
profesión académica en México, a principios del siglo XXI: Prográmese para
descubrir verdades inéditas y universales y para descifrar asombros cada tres
meses, programe, calendarice, agende, presupueste y contabilice su encuentro
con lo sublime, que deberá ser por lo menos 6 veces al año, distribuida
homogéneamente por bimestres (si quiere sobrevivir decorosamente y ser
merecedor de reconocimientos y remuneraciones medianamente dignas),
prográmese para escribir artículos relevantes, de preferencia geniales por lo
menos dos veces por cuatrimestre (si quiere tener derecho a comprar libros y
financiar su propio trabajo, financiamiento que la propia universidad ha escatimado
hasta el ridículo), invéntese talentos descomunales, historias de vida saturada de
acontecimientos asombrosos y heroísmos cotidianos del pensamiento, reporte
cada día la edificación inédita de asombros calendarizados. O bien, si todo esto no
es posible, confórmese con fraguar simulacros calculados meticulosamente para
adecuarse a los todavía más tortuosos simulacros de evaluación institucional, a
las demandas y la ética del saber como cálculo numérico y procedimientos
administrativos (Mier, 2004).
Sobre esto también trata el libro.
Y, finalmente, trata sobre cómo algunos académicos de los departamentos de
Sociología de la UAM construyen trayectorias prestigiosas más allá de los criterios
meritocráticos dominantes:
La trayectoria no se construye en periodos de evaluación, se construye todos los
días con el trabajo riguroso y, lo que para mí es más importante, se construye con
la evolución del pensamiento. La evolución del pensamiento no sólo del
académico sino del campo de trabajo académico. Para que el pensamiento
evolucione es necesaria la comunicación entre los profesores, saber qué hace
cada quien en el Departamento donde uno trabaja. Eso no lo contempla la
evaluación al desempeño; quizá ni siquiera podría hacerlo, pero me parece que es
lo que permite construir una trayectoria prestigiada.
Este libro presenta los resultados de una investigación iniciada en septiembre de
2006 y concluida en agosto de 2008 en el marco de la Maestría en Ciencias con
especialidad en Investigaciones Educativas, del Centro de Investigaciones y
Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, presentada como tesis bajo
la dirección de la doctora Sylvie Didou Aupetit.
Exploramos las formas en que los académicos de una universidad pública
mexicana, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), adscritos a sus tres
departamentos de Sociología, adaptan su trabajo a las condiciones dominantes de
validación de la actividad académica construyendo prestigios académicos. Con
ese propósito, fueron analizadas las actividades, las trayectorias profesionales, las
estrategias y las concepciones de los académicos que han accedido a los
mayores reconocimientos institucionales tanto en su universidad de adscripción
como en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y que cuentan con
proyección internacional.
Partimos de la hipótesis de que estudiar las trayectorias profesionales, las
estrategias y las concepciones de los sujetos que han tenido éxito en la
consolidación de sus carreras académicas, y que los posiciona como líderes de su
disciplina, permite conocer –desde la inclusión– algunas implicaciones de las
políticas de reconocimiento al desempeño académico tanto a nivel institucional
como nacional, permitiendo así identificar efectos en los ámbitos de la profesión
académica contemporánea, en el campo disciplinario de afiliación y en los
establecimientos de adscripción.
La investigación, por lo tanto, fue dirigida hacia las estrategias y las concepciones
de los académicos respecto a su trabajo y al entorno de valoración académica en
el que están insertos. Por ello fue necesario caracterizar el marco institucional de
la profesión académica contemporánea como el ámbito relacional en el que se
inscribe la acción de los sujetos. Este enfoque permitió indagar los efectos de la
implementación de políticas gubernamentales e institucionales.
En el cuarto capítulo presentamos los resultados obtenidos del análisis sobre las
trayectorias profesionales de los académicos entrevistados, las interpretaciones
que realizamos respecto a las actividades y las estrategias que realizan para
allegarse reconocimientos en el entorno significativo de la profesión académica
contemporánea, así como sobre las concepciones que tienen respecto a los
criterios de evaluación al trabajo académico. El quinto capítulo aborda los efectos
de las estructuras meritocráticas percibidos por los académicos prestigiados en los
Departamentos de adscripción y en la disciplina de afiliación. Finalmente, en la
conclusión se presenta un balance general sobre la relación sujeto–marco
institucional en el entorno del prestigio, enfatizando en los hallazgos de la
investigación y en dar respuesta a las dos preguntas generales del estudio.
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