El vocero de gobierno, Marcelo Díaz, enfatiza que La

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LATERCERA Domingo 17 de abril de 2016
“La participación será una
variable para el éxito del
proceso constituyente”
El vocero de gobierno, Marcelo Díaz, enfatiza que La Moneda tiene “disponibilidad plena” a generar todas
las garantías para que ningún sector -particularmente la oposición- se margine del debate que dará forma
a una nueva Constitución para el país. “No creo que este sea un momento en que los políticos nos podamos
poner de espalda a los ciudadanos”, advierte.
TEXTO: Gloria Faúndez FOTOGRAFIA: Richard Ulloa
“
Llevamos seis mil inscritos y
cerca de 100 encuentros acreditados”, sostiene el ministro
secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, al hacer el
balance de los primeros días
de convocatoria para participar en el proceso constituyente. Aunque
no se compromete con cifras, afirma que
el gobierno tiene la expectativa que éste
sea “lo más masivo y convocante posible”
y que hay preocupación por la eventual
marginación de la oposición.
Esta semana se inició la etapa de participación. ¿Cuáles son las expectativas de
convocatoria?
No hemos fijado indicadores ni referentes
numéricos. Sin embargo, creo que hay señales positivas: el número de visitas del
sitio web, el número de inscripciones individuales y de encuentros locales dan
cuenta de la robustez del proceso y del interés de los ciudadanos por participar.
Nuestra expectativa es que sea lo más masivo y convocante posible. Y vamos a trabajar para que aquello ocurra.
¿Va a ser el factor masividad un elemento
para medir el éxito del proceso constituyente?
El nivel de participación siempre es una
variable a tener en cuenta, y el esfuerzo
que estamos haciendo tiene por objetivo
poder informar al mayor número de ciudadanos y ciudadanas posibles respecto
de cómo, dónde y de qué manera participar. Hemos dicho que lo que nos interesa
es el conjunto del proceso constituyente,
que concluirá según nuestro diseño en un
plebiscito ratificatorio de una propuesta
constitucional donde los ciudadanos no
sólo hayan sido convocados, sino que hayan sido partícipes activos y protagonistas de la discusión. La idea es que el resultado sea un texto constitucional que
recoja a la inmensidad de los chilenos.
Una de las críticas de la etapa previa -relacionada con el tema de la educación cívica- es que no fue exitosa. ¿El gobierno
considera que la ciudadanía hoy está más
preparada para hablar de una nueva
Constitución que en diciembre, cuando
partió esa campaña?
No tengo ninguna duda en reconocer que
la campaña del Constitucionario pudo
haber sido más potente. Entre otras cosas,
lo hemos tenido que hacer sobre la base
de los recursos que nos entregó el Congreso a través de la Ley de Presupuesto y
eso significa una cierta restricción presupuestaria, pero no tengo ninguna duda
que como lo reflejan los diversos estudios
de opinión que hemos podido conocer,
los chilenos sí tienen voluntad de discutir
y tienen opinión respecto de los temas
constitucionales. Suponer que no están
capacitados para deliberar sobre estos
asuntos constitucionales es no entender el
país del que estamos hablando y no reconocer que ellos son los titulares de los derechos ciudadanos y uno de estos es la
discusión sobre un texto constitucional.
Las campañas comunicacionales asociadas al proceso constituyente han sido
foco de tensión entre los miembros del
Consejo de Observadores y el gobierno. A
propósito de la última polémica -el docurreality-, Patricio Fernández habló de
“jugarretas” del gobierno. ¿Por qué se ha
trabajado así?
Aquí no hay ninguna intención de hacer
ninguna jugarreta. Tenemos que ser capaces de conciliar la posición técnica de estas piezas con los tiempos en que estas
tienen que estar en circulación al aire.
Ellos y nosotros tenemos muy claro que la
responsabilidad de la producción de las
piezas es una materia que le compete al
gobierno y, en particular, al ministerio
que encabezo, y que la facultad de ellos es
observar que no tengan sesgo político.
Afortunadamente, no hemos tenido ninguna imputación de esa naturaleza y yo
me alegro, pero si somos capaces técnicamente y logísticamente de poder mostrarle aunque sea con algunos días de anticipación las piezas antes de que salgan al
aire, lo vamos a hacer.
¿Y respecto del “docureality”?
En el caso particular del “docureality”,
tenemos una oportunidad que la he hecho presente estos días. Como ese es un
producto que no ha sido generado, los
quiero invitar a ellos a que sean parte. Lo
que queremos hacer con esto es registrar
el proceso e ir mostrando cómo va sucediendo para, por una parte, dar cuenta de
la participación ciudadana, pero también
para que eso sirva de motivación para que
más se sumen. Y ahí hay espacio para que
ellos sean partícipes desde el comienzo.
En eso hemos sido especialmente rigurosos. Es decir, que nada de lo que se emita
desde el gobierno contradiga o se aparte
de las definiciones y acuerdos que ha
adoptado el consejo y creo que hasta ahora hemos sido bastante asertivos.
La Presidenta se quejó -medio en broma,
medio en serio- de que el consejo había
ido más allá de las atribuciones como se
le concibió inicialmente...
No es una queja, es una constatación. Y es
una constatación positiva, porque el consejo ha adoptado acuerdos y decisiones
sobre materias que estaban previstas que
las tomara el gobierno, y a nosotros nos
ha parecido muy bien. Tenemos una evaluación muy positiva de lo que ha sido el
rol de este consejo.
Déjeme volver al tema del docurreality,
las críticas apuntan a que será mera propaganda. ¿Cómo se va a administrar eso?
Una de las propuestas que le llevo al consejo el lunes (mañana) es decirles que no
tenemos ningún problema en que como
este es un producto que se va a ir generando y que no está listo, sino que lo que
está resuelto es realizarlo, es posible que
ellos se monitoreen, auditen y vayan visando el proceso. Y les vamos a plantear
esa modalidad de modo tal de que ese
producto no salga al aire si no es con la
visación u observación del propio consejo. Voy a esperar a ver si el consejo acepta
esta propuesta de constituir una suerte de
comité editorial en el que estén integrados ellos, que vaya revisando la producción del documental mismo, como su
exhibición.
¿Cuál va a ser la definición del gobierno
respecto de cómo tienen que participar
los ministros, subsecretarios o la propia
Presidenta?
Ningún funcionario público está vetado a
participar del proceso, pero debe hacerlo
a título ciudadano. Eso significa que no
puede hacerlo, por ejemplo, dentro de los
marcos de la jornada de trabajo. Lo que
esperamos es que todos los funcionarios
públicos, no solamente los que son de
confianza, como los ministros de Estado,
los subsecretarios o los jefes de servicio,
sino que cualquier funcionario pueda
participar si así lo desea, siguiendo rigurosamente las instrucciones que el consejo ha señalado en esta materia.
Se es ministro las 24 horas, ¿no?
Pero todos tenemos derecho a un sábado
o a un domingo.
¿Y en el caso de la Presidenta?
Es una definición que tendrá que tomar
ella en su condición de ciudadana, porque en esto, como corresponde, el debate
es horizontal y la opinión de un ministro
de Estado en un encuentro local, en un
cabildo, no puede ser ni entenderse como
superior a la de cualquier ciudadano.
¿Cómo interpretan las señales de endurecimiento de la derecha respecto de su
participación en el proceso? ¿Han tomado nota de esto?
Sin dudas. Ellos tienen que saber que la
mano del gobierno va a estar siempre tendida para el encuentro y el acuerdo con
ellos. La actitud del gobierno ha sido
proactiva y receptiva frente a los cuestionamientos que se han hecho. No levantemos fantasmas que no existen, no hay en
el gobierno, en ninguno de los funcionarios de gobierno, mucho menos los que
tenemos la responsabilidad de conducir
este proceso por encargo de la Presidenta,
un ánimo excluyente ni sectario. Nos interesa que sean partícipes.
¿Cree que hay voluntad política de la derecha para sumarse al proceso o puede
haber tentación por propinarle una derrota al gobierno en este tema?
Aquí no hay que desatender lo que está
pasando con los ciudadanos. No estoy en
condiciones de decir si van a participar
tantos o cuantos ciudadanos, pero todas
las señales que uno recibe dan cuenta
que esto es un proceso muy resiliente y
que la gente, más allá de las críticas y las
polémicas públicas que se arman sobre el
proceso, mantiene convicción respecto
de avanzar en el proceso constituyente.
No creo que este sea un momento en que
la política y los políticos nos podamos
poner de espalda a los ciudadanos. Vuelvo a señalar, y esto lo ha dicho la Presidenta en varias ocasiones: el proceso
constituyente es una oportunidad inédita
para discutir sobre el cambio constitucional, pero también una oportunidad
para que la política se reencuentre con la
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