Don Juan Manuel, “Doña Truhana” (El Conde Lucanor) Se recogen por escrito a continuación las observaciones que hicimos en clase al leer el texto. Tiene un aspecto esquemático porque sería un “borrador” del que partir para elaborar el definitivo comentario de texto literario. Tema: El Conde Lucanor pide consejo a su ayo Patrono sobre un negocio arriesgado pero que puede traerle grandes beneficios. Estructura y análisis del contenido Corno es habitual en todos los cuentos de El Conde Lucanor pueden distinguirse claramente tres partes: a) las palabras del autor, don Juan Manuel, abriendo y cerrando cada historia para presentar el marco narrativo y la moraleja que se extrae del cuento; su destinatario es el lector; b) el marco narrativo (las intervenciones del joven e inexperto Lucanor, que solicita consejo al viejo y sabio Patronio y la respuesta de este) y c) el cuento en sí, que sirve de ejemplo o ilustración del consejo de Patronio. a)”Otra vez fablava [hablaba] el conde Lucanor con Patronio en esta guisa [de este modo]”. La voz en tercera persona que abre cada unidad narrativa es la de Don Juan Manuel, el autor de la obra, que presenta con estas palabras el marco narrativo en el que enmarca todos sus cuentos: en ese marco se encuentran el joven noble Lucanor que pregunta a su ayo, criado y consejero, Patronio sobre una cuestión que le preocupa y que tiene que ver con sus obligaciones aristocráticas o con cualquier aspecto de la vida cotidiana. b) Las líneas siguientes, desde “Patrono, un omne me ha aconsejado[...] hasta “doña Truana” pertenecen al marco narrativo del diálogo entre Lucanor y Patronio sobre la solicitud de consejo del joven. Lucanor, en este caso, (desde “Patronio, un omne” hasta “gran fecho además”)pide consejo a Patronio sobre un negocio que le resultaría provechoso a largo plazo, pero que depende de una serie de circunstancias que se relacionan unas con las otras. [“ca tantas cosas que nacen unas de las otras”] La respuesta de Patronio, (desde “Señor conde Lucanor” hasta “doña Truana”) como en todos los cuentos, está vinculada a la narración de un cuento, una fábula, una anécdota que, de algún modo está relacionada con el tema que Lucanor le ha planteado y de cuyo relato se extraerá una lección, enseñanza o moraleja (contenido didáctico). Tras oír el cuento de Patronio, el noble podrá aplicar esa lección a su caso. En esta ocasión, Patronio decide contarle el cuento de doña Truhana, porque, según dice (y esta es la relación que vincula ese cuento con el consejo que le ha pedido su amo): “Era buen seso [es decir, es juicioso, sensato, prudente] atenerse omne [hombre] a las cosas çiertas [seguras] e non a las vanas fuzas [y no a las vanas ilusiones, a las vanas esperanzas]” a) “E el conde preguntó cómmo fuera aquello”. Tras el diálogo entre Patronio y Lucanor que servirá como introducción al cuento de doña Truhana, vuelve a aparecer la voz en tercera persona del autor, Don Juan Manuel, para presentar las palabras de Patronio, que son el inicio del cuento en sí. c) Cuento de doña Truhana (desde “Señor conde-dixo Patronio-“ hasta “non se fizo nada al cabo de lo que ella cuidava”. En el cuento podemos distinguir planteamiento, nudo y desenlace, como en cualquier texto narrativo. El planteamiento ocupa desde el principio (“Señor conde-dixo Patronio“) hasta “levaba una olla de miel en la cabeça”. Se presenta en él al personaje y las circunstancias significativas del relato. Doña Truhana, una mujer pobre, va al mercado con un cántaro de miel en la cabeza con el propósito de venderlo allí. El nudo (desde “E yendo” hasta “seyendo tan pobre commo solía seer”) explica que la mujer, mientras camina, piensa en las ganancias que obtendrá de aquella venta. Su imaginación le lleva a enumerar de cada ganancia una nueva, de forma que al paso del tiempo dejaría de ser pobre y acabaría siendo rica. Ejemplo: con la ganancia de la olla de miel compraría una partida de huevos; de los huevos, gallinas; del dinero de las gallinas, compraría ovejas... y así sucesivamente, hasta culminar en la suerte de poder casar a sus hijos e hijas gracias al dinero que habría ganado. El desenlace (desde “E pensando en esto” hasta “”si la olla non le quebrara”) explica cómo fracasaron todos los planes de la mujer, porque la olla de miel se estrelló en el suelo antes de que pudiera venderla como había planeado. Las últimas palabras de Patronio, al acabar el cuento de doña Truhana, contienen la moraleja o lección de esa historia: “E porque puso todo su pensamiento por fuza vana, non se fizo nada al cabo de lo que ella cuidava”. Es decir, el personaje del cuento fue imprudente, ingenua, y confió su ventura, su suerte, en una vana ilusión que no se cumplió. b) De nuevo Patronio se dirige a su amo (regreso al marco narrativo una vez acabado el cuento) (desde “E vos, señor conde” hasta “por fiuza de la pro de lo que non sodes çierto”[es decir, por confiar en un beneficio del que no puedes estar seguro] a) El resto del texto se expresa en tercera persona y corresponde de nuevo a la voz del autor, Don Juan Manuel. En primer lugar, se dirige al lector para asegurarle la eficacia del consejo que Patronio le dio a Lucanor a través del cuento. “Al conde plogo [le agradó] de lo que Patronio le dixo, e fízolo assí e fallóse ende bien”[es decir, aplicó la enseñanza al asunto sobre el que había pedido consejo y le dio resultado]. Después, el autor, hablando de sí mismo en tercera persona (“E porque don Johan se pagó [es decir, le pareció bien] deste exiemplo, fízolo poner en este libro”), explica al lector la razón por la que él incorporó este cuento a su libro. Esta explicación refuerza el carácter didáctico de toda la unidad narrativa: lo mismo que Lucanor ha aprendido de Patronio a través del cuento, nosotros, los lectores podemos aprender al mismo tiempo de la moraleja del cuento de doña Truhana y también de la eficacia de esa moraleja puesta en práctica por el conde en el asunto que le preocupaba. Finaliza esta unidad narrativa con los versos (un pareado) escritos por el autor para resumir la moraleja del conjunto de este texto. “A las cosas ciertas vos comendat/ e las fuizas vanas vos dexat” [es decir, confiad en las cosas ciertas, seguras y no en las inseguras] Localización del texto. Autor: Don Juan Manuel, escritor que se dirige, a través de su colección de cuento (prosa narrativa didáctica) a un público lector. Obra: El Conde Lucanor, colección de cuentos de muy diversas fuentes (tradición oral, tradición oriental y grecolatina) Fecha: siglo XIV Género literario: prosa narrativa castellana. Público: minoritario, “letrado” o que, en caso de ser “iletrado” (que no supiera leer), accedería a la obra a través de la lectura en voz alta de un letrado. Seguramente el lector ideal en el que pensaba Don Juan Manuel al escribir su obra como un “manual didáctico para jóvenes nobles” sería precisamente un lector semejante al propio Conde Lucanor, un miembro de la alta nobleza, un joven noble necesitado de formación en los asuntos vinculados a sus obligaciones de señor y caballero (sociedad estamental). Intención: Como es característico de una buena parte de la literatura medieval, su finalidad es didáctica, la literatura es vehículo de enseñanza para el lector. La literatura debe enseñar, ser “útil”, según los planteamientos del hombre medieval. En este caso, el interés del autor se centra en mostrar a través de los “ejemplos” (exiemplo) narrados por Patronio a su amo lecciones sobre problemas relacionados con la formación y educación de nobles, como la forma de aumentar su honra, la defensa de la hacienda, el cumplimiento de sus deberes como caballero, la fama póstuma y la salvación del alma y otros muchos temas ligados a preocupaciones de la vida cotidiana (el matrimonio, la forma de comportarse con otros...) Rasgos comunes a las obras que pertenecen al género del texto en la literatura medieval. Tanto El conde Lucanor de Don Juan Manuel (siglo XIV) como la mayor parte de la obra de Alfonso X (siglo XIII) pertenecen a la prosa narrativa de la Edad Media. a) Son obras de autor individual, no colectivo; se trata de un escritor culto, “letrado”, conocido. La conciencia de autor las diferencia de las obras de la poesía narrativa tradicional: obras anónimas y fruto de un autor colectivo, que somete a lo largo del tiempo a variaciones y cambios al texto original. b) Se trata de textos escritos, por lo tanto, el texto esté fijado por la mano de su autor. Se difunde a través de copias manuscritas que, aunque también pueden contener errores del copista, suelen garantizar más fidelidad al texto original que los textos de creación y difusión oral. En esto también se diferencia de la poesía narrativa tradicional, cuyos textos eran de creación y difusión oral y sólo circunstancialmente se recogen por escrito (Ej: Romancero...) c) Intención didáctica: de la literatura se extrae una utilidad, su enseñanza o moraleja. Recuérdese el principio clásico de la creación de una obra literaria: “prodesse et delectare”, según el cual deben combinarse provecho y entretenimiento, es decir, enseñanza y deleite.