UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA LABORATORIO DE PSICOLINGÜÍSTICA ¿El género de los objetos da pistas para aprender nuevas palabras? Análisis en población con síndrome de Down ¿Alguna vez te has preguntado cómo aprenden nuevas palabras los bebés? Existen varias estrategias que pueden ser utilizadas; sin embargo, en el Laboratorio de Psicolingüística nos hemos dado a la tarea de investigar una de ellas, la cual consiste en aprender una nueva palabra por medio de pistas lingüísticas que ofrecen los elementos ya conocidos. Dicha estrategia resulta especialmente interesante debido a que en ella los infantes son menos dependientes de las acciones de nombrar y señalar que, de forma muy importante, realizan los adultos cuando desean mostrarles el nombre de un objeto nuevo. Asimismo, los pequeños niños parecen tomar un papel más activo en el aprendizaje de su lengua dado que utilizan una habilidad previa para adquirir un conocimiento nuevo. Un ejemplo del uso de esta estrategia ocurre con la comprensión del género gramatical de las palabras. En el Laboratorio hemos observado que infantes con desarrollo típico, desde los 24 meses, empiezan a comprender la concordancia de género que debe existir entre las palabras, así por ejemplo, cuando escuchan el artículo “la” (femenino) y tienen la opción de elegir entre mirar a un oso (masculino) o a una manzana (femenino), prefieren esta última. A los 30 meses, no sólo se consolida esta habilidad sino que además pueden utilizarla para aprender más palabras. En el caso de la población con síndrome de Down, sabemos que también pueden realizar la asociación entre palabras con base en su género gramatical; sin embargo, aún desconocemos si pueden usar dicha habilidad para el aprendizaje de nuevas palabras. En el Laboratorio de Psicolingüística quisimos responder esta pregunta. Para ello, contamos con la valiosa participación de personas con síndrome de Down que tenían en promedio una edad mental equivalente a 30 meses. A cada participante les presentamos, individualmente, dos objetes poco familiares, uno fue descrito con adjetivos femeninos (p. ej., “es chiquita, es bonita, está rota”) y el otro con adjetivos masculinos (p. ej., “es chiquito, es bonito, está roto”). Posteriormente hubo ensayos en los que aparecieron los dos objetos al mismo tiempo y se nombró a cada uno con una palabra inventada, ya sea en femenino: “Mira betusa”, o en masculino: “Mira pileco”. “¡Mira, betusa!” Hasta el momento los resultados preliminares indican que los participantes asocian de forma consistente la palabra betusa al objeto que se había descrito con adjetivos masculinos y pileco a los que se describieron con adjetivos femeninos. Aunque esto habla de un procesamiento del género gramatical, aún es necesario averiguar si la preferencia por el objeto contrario podría ser un posible indicador de comprensión y si esta estrategia para aprender nuevas palabras puede verse consolidada, posteriormente, en el desarrollo de personas con síndrome de Down. Seguiremos trabajando para dar respuesta a esta pregunta. Agradecimientos Padres de familia y fundaciones: Integración Down I. A. P., Colegio Pimpinelo Jerusalen, Fundación Arte Down México A.C., Fundación CTDUCA I.A.P. Proyecto PAPIIT IN309214 “"Desarrollo de lenguaje en niños con síndrome de Down: la comprensión temprana" Proyecto CONACyT-167900 "Mecanismos en la formación y modulación de redes semánticas durante la infancia y la etapa adulta