La Sexta, la Otra Campaña y la cultura

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La Sexta,
la Otra Campaña
y la cultura
Aída Analco, Gabriel Delgado, Juan Manuel Struck y Pablo Rojas
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“Y entonces el capitalismo todo lo convierte
en mercancías, hace mercancías a las personas,
a la naturaleza, a la cultura, a la historia, a la
conciencia.
Según el capitalismo, todo se tiene que
poder comprar y vender.
Y todo lo esconde detrás de las mercancías
para que no vemos la explotación que hace (...)
Por eso los zapatistas decimos que la globalización neoliberal es una guerra de conquista de
todo el mundo, una guerra mundial, una guerra
que hace el capitalismo para dominar mundialmente. Y entonces esa conquista a veces es con
ejércitos que invaden un país y a la fuerza lo conquistan.
Pero a veces es con la economía, o sea que
los grandes capitalistas meten su dinero en otro
país o le prestan dinero, pero con la condición de
que obedezca lo que ellos dicen.
También se meten con sus ideas, o sea con la
cultura capitalista que es la cultura de la mercancía, de la ganancia, del mercado”.
Sexta Declaración de la Selva Lacandona
El neoliberalismo y la cultura
Como afirma la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona: “el capitalismo todo lo convierte en
mercancías, hace mercancías a las personas, a la
naturaleza, a la cultura, a la historia, a la conciencia”, en suma, convierte en mercancías no sólo a
las cosas, sino también, a los seres humanos que
habitamos el mundo. Para esto, el capital echa
mano de todo lo que está a su alcance: planes económicos, políticos, militares y culturales. En este
sentido abordaremos el papel que tiene la cultura
tanto en los procesos de dominación del capital,
como en los movimientos de resistencia y rebeldía, a partir de diversos textos del EZLN y de la
experiencia vivida en la reunión preparatoria para
La Otra Campaña los días 26, 27 y 28 de agosto, a
la que asistieron colectivos culturales, grupos y
organizaciones no gubernamentales.
La Sexta Declaración nos dice que el “capitalismo es un sistema social, o sea una forma
como en una sociedad están organizadas las cosas
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y las personas, y quién tiene y quién no tiene, y
quién manda y quién obedece”. También señala
que el neoliberalismo es una guerra de conquista
en todo el planeta para dominar mundialmente.
Para lograr la transformación del mundo a su
imagen y semejanza usa distintas fuerzas: la militar, la económica, la política y la cultural, destruyendo y cambiando lo que no le gusta y
eliminando lo que le estorba. En ese sentido destruye las culturas, los idiomas, los modos en que
se relaciona la gente, “destruye todo lo que hace
que un país sea un país, para que nomás quede el
país del dinero”.
Las políticas culturales implementadas
desde el poder, tienen como uno de sus objetivos
introducirse y controlar los espacios y medios
culturales. En este sentido, los medios de comunicación juegan un papel central ya que, por un
lado, como “fábrica de sueños”, tratan de mostrar
que el mundo de las mercancías es el mejor y
único posible, que la única libertad es la de vender y comprar para satisfacer las necesidades creadas por el mismo capital y, por otro, ocultan el
despojo y la explotación.
Como decían ya los compañeros del EZLN
en los “Siete pensamientos en mayo de 2003”:
“El rostro del ‘otro’ es su cultura, ahí está su diferencia. Lengua, creencias, valores, tradiciones,
historias se hacen cuerpo colectivo en una nación
y les permite diferenciarse de otras y, con base en
esa diferencia relacionarse unas con otras”. Estas
diferencias son las que se quieren destruir para
impulsar la cultura de la mercancía abarcando
todas las relaciones y formas de organización
entre los seres humanos y con la naturaleza, destruyendo formas de ver, de interpretar y de dar
sentido a la vida.
Por eso, en esta guerra no se pretende “acabar con la gente, sino con las formas de ser de la
gente” (“IV Guerra Mundial”). Es por eso que
para los poderosos, la “cultura del ‘otro’ se vuelve el espejo odiado. Pero no porque refleje al
poder en su crueldad inhumana, sino porque
cuenta la historia del ‘otro’”, así: “Destruir la cultura del ‘otro’, es la forma más contundente de
eliminarlo (...) En las grandes guerras, los grandes tiranos y genocidas dedican esfuerzos especiales a la destrucción cultural” (“Siete
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pensamientos...”). Sin embargo no han podido, y
a lo largo de la historia se han formado naciones
basadas en las luchas de los de abajo. La cultura,
como sigue el mismo texto de Siete pensamientos, “es de las pocas cosas que mantienen aún respirando al Estado Nacional. La eliminación de la
cultura sería su tiro de gracia”. ¿Tenemos algo
que perder?, los zapatistas responden que sí: la
patria.
En este sentido cobra especial importancia
el llamado de la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona a los grupos, colectivos, individuos y
organizaciones, ya que crea un espacio en el que
las manifestaciones culturales y las formas de
expresión desarrolladas abajo y a la izquierda se
encuentran y forman la raíz, el motor de otra
forma de hacer política.
La Otra Campaña y la cultura
“Levanta las manos, no me digas, ya te dije
que el gobierno oprime nuestro pensamiento
...dignidad rebelde, dignidad sí,
la juventud auténtica de este lado
ya no estamos callados,
sí, sí, la dignidad rebelde”…
Hip-hop cantado por MC Loco en la Cuarta
Reunión Preparatoria de la Otra Campaña.
Cuando en un lugar construido por hombres y
mujeres rebeldes se da un encuentro de muchas
rebeldías, de muchas historias, manifestándose
diversos colores y formas con la necesidad de
conocerse y organizarse para lograr propósitos
comunes, tiene sentido decir que la cultura es lo
que caracteriza al ser humano, por su capacidad
de crear mundos sociales diversos y, más aún, que
al juntarse esas diferencias se plantee la necesidad imprescindible de que haya un mundo donde
quepan muchos mundos, uno con justicia, libertad y democracia para todos.
La cultura, como manifestación de formas
de ser, de expresión, de comunicación, como
memoria y creatividad diversa de lo que somos,
tuvo y tiene para la Otra Campaña una importancia vital. La reunión de colectivos culturales,
artísticos, de diversidad sexual, ONG´s, etcétera,
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fue la más grande de las reuniones preparatorias y
expresó con las más diversas formas esta importancia, esta necesidad.
Esta cuarta reunión preparatoria de la Otra
Campaña, realizada en la comunidad de Juan
Diego, en el poblado de San Miguel, fue una
muestra clara de la multiplicidad de movimientos
y colectivos culturales que unieron sus voces, sus
cuerpos y su palabra.
Allí, unos 230 colectivos y grupos: lo
mismo ONG´s grandotas que colectivos de dos
personas, o que grupos de Aguascalientes, Morelos, Distrito Federal, Chiapas, Puebla y California; anarkos, feministas, ecologistas, defensores
de derechos humanos, radios libres, comunitarias, comités estudiantiles, gays, lesbianas, grupos de chicanos, los de siempre y los nuevos, los
que era la primera vez que estaban en una comunidad zapatista, los más jóvenes, los más prendidos; cientos de personas hasta contar más de mil
doscientas unieron sus voces y se expresaron a
través de poemas, discursos, canciones y performances, mostrando, además de que la rebeldía
tiene múltiples formas, que en el comienzo de un
proceso que busca otra forma de hacer política,
todas esas formas de expresión tienen su sitio en
condición de igualdad: no vale más un discurso
teórico que un juego de lotería, que una canción,
que una obra de teatro. Todas estas formas de
expresión no se presentaron para que la reunión
fuera más divertida, más lúdica, aunque lo fue,
sino porque eso es precisamente lo que los colectivos, grupos y organizaciones hacen cotidianamente en sus barrios, en las calles, en sus
colonias. Es lo que saben hacer, y lo compartieron.
Las palabras de l@s compañer@s del
colectivo Arte Nativo definen bastante bien lo
que ocurrió durante la larga sesión en la comunidad de Juan Diego: “Pensamos que en este espacio que abrimos para escucharnos y conocernos,
no sólo habrá palabras, estarán presentes también todas las maneras que el ser humano ha
construido para expresarse. A través del arte
también estaremos impulsando la transformación de la sociedad”.
Los problemas que plantearon los asistentes a esa reunión preparatoria fueron muchos,
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relacionados con la cultura, su cultura, la de los
de abajo: la falta de espacios, la represión, la restricción a la libertad de expresión, la discriminación, sin embargo, de entre los problemas y
denuncias fue surgiendo aquel calor que emerge
cuando las rebeldías se unen, como lo expresaron las compañeras de la Red Toma las Calles:
“estamos contentas de estar caminado con ustedes, hemos aprendido a mirarnos diferentes y
aprender de nuestras diferencias, y todas esas
experiencias se comparten, se dirigen a los
barrios, se inventan nuevos mundos. Nos da un
chingo de gusto que se apueste a la creatividad
para generar nuevos espacios, dejamos de ser
espectadoras para ser actrices de nuestras propias historias”.
decir, tenían la necesidad de expresarse, de decir
aquí estamos. De esta forma el “¿quiénes
somos?”, forma utilizada por los compañeros del
EZLN en la primera parte de la redacción de la
Sexta, estuvo presente en la mayoría de presentaciones.
“Hacemos lo que el sistema no quiere que
hagamos, comunicar; que la palabra sea un puente, al igual que los murales que pintamos”, dijeron los compañeros de la Gárgola. Los
compañeros del colectivo Pintar Obedeciendo
siguieron con la idea: “Nosotros no somos artistas, ni somos muralistas, somos promotores de
procesos de trabajo común para el disfrute en
común, como una forma de expresar el sentimiento y pensamiento y como una forma de
La reunión estuvo llena de jóvenes que se
sintieron convocados, que hicieron suyo el llamado de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Tal vez porque tienen un lenguaje común con
el EZLN: autonomía, autogestión, rebeldía, anticapitalismo… —conceptos que definen su actuar
cotidiano—, tal vez porque su corazón siempre
había estado ahí, como marca de su niñez, o tal
vez por buscar una alternativa al desprecio y el
rechazo del que son víctimas; pero lo que es seguro, es que todos los participantes tenían algo que
escucharse. El trabajo y la consulta son nuestras
herramientas de participación”. O los Zopilotes
Negros de Iztacalco, que decidieron llevar su
palabra en forma de lotería, que jugaron con las
comandantas y comandantes del EZLN, buscando rescatar la memoria colectiva, de manera autogestiva. Y qué decir de los Zurdos que bien
entrada la noche cantaron y se echaron unas
“calaveritas” dirigidas a los políticos de este país,
de manera lúdica y al mismo tiempo profunda y
seria de comunicar.
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De esta forma, los colectivos comenzaron a
reconocerse en el quiénes somos más colectivo, a
través de escuchar al otro, de aprender de él para
luego articularse en un nosotros colectivo, con un
objetivo común, como dijeron los compañeros
del EZLN en su intervención: buscar “una figura
y un color que pueda contener todas las figuras y
todos los colores que se congregan hacia un
mismo destino…” pero que no signifique “desdibujar ni desteñir lo que cada quien es en donde es
y con su historia”.
Porque el espíritu de la Sexta y de la Otra
Campaña es claro: se trata de “no decirle a nadie
lo que haga o no haga, sino escuchar, aprender y
unir lo que cada quien hace”.
Paliacate que manifestaban su interés en adherirse a la Sexta a partir de la posibilidad de unir su
lucha con otras rebeldías: “Nos sumamos a esta
iniciativa porque pensamos que para combatir al
neoliberalismo es necesario construir una alternativa en la que participemos todos, desde abajo
y para los de abajo”.
Otros, como el colectivo Zumpango insistían en la necesidad de definir en dónde están los
puntos de unidad entre las diferentes luchas, ante
lo cual opinaban que uno de los puntos de unión
es la vida cotidiana, “lo que ocurre saliendo a las
calles, en las pintas, viendo de cerca los problemas de la gente, sus dolores en la vida cotidiana”,
sin embargo, la pregunta sigue abierta, como lo
Esto se vio reflejado también en las intervenciones, que cada vez hacían más patente y
clara la necesidad de caminar juntos hacia algo
colectivo. Las palabras del Comité Ciudadano
Coyoacanense son una muestra de este espíritu:
“Venimos a escuchar la palabra de todos y a
aprender a aprender. Venimos a observarnos a
nosotros mismos y a participar en la reflexión
colectiva para la Otra Campaña; o las del Colectivo
manifestó el Caracol Veracruzano al afirmar: “Lo
que queremos es nuestra identidad, nuestra cultura, eso es lo que queremos pero no sabemos
cómo”. Algunos más, como los Zurdos, hacían
énfasis en la importancia de entrarle a la discusión sobre la función que tiene el arte en el mundo
contemporáneo, para de ahí, problematizar sobre
cómo construir lo que se viene: “no creemos en el
arte por el arte, sino un arte al servicio de las
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luchas del pueblo organizado. Somos un grupo
que sí tomamos posiciones políticas, creemos en
el movimiento social de izquierda independiente,
y no creemos que por ahora, los procesos electorales contribuyan a lograr un México más justo y
democrático”.
Bajo esta necesidad de expresión y comunicación se enmarca también el trabajo de los
medios libres, que no sólo compartieron su palabra, sino que registraron en audio, video, fotografía, todo lo que allí ocurría para compartirlo en
sus barrios, colonias, pueblos. Radio Sabotaje,
Radio Pacheco, Radio Zapote, Indymedia Chiapas, Imagen MX, Tele social, entre otros, abrieron el debate sobre los medios, la resistencia, la
libertad.
De esta forma, en la palabra y la escucha de
los diferentes grupos y organizaciones culturales,
se mostró aquello que la Comisión Sexta les dijo
al inicio a los colectivos: “Nosotros vemos en
ustedes más que un espejo. Vemos su rebeldía. Su
desinterés y sacrificio. Su nada esperar a cambio.
Su pagar rigurosamente la cuota de entrega que
demanda la lucha por un lugar a los que no hay
lugar. Su empeño a construir algo mejor”.
Las expresiones culturales tienen un lugar
importante en la Otra Campaña, así, el EZLN y
la Comisión Sexta les dice a los colectivos,
ONG´s y grupos, que estará con ellos en la
defensa de su autonomía e independencia para
que no haya uno, sino muchos modos, “no uno
sino todos lo colores que, abajo y a la izquierda
pintan la rebeldía. (...) Así estaremos con las
organizaciones políticas de izquierda (…) con
los pueblos indios (…), con las organizaciones y
movimientos sociales (…). Pero también estaremos con los artistas de la calle o de lugares poco
o nada conocidos, en los medios alternativos de
comunicación, con los hip-hoperos o skateros o
darketos, con la banda, con los homosexuales,
lesbianas, con los travestis, transexuales y transgenéricos, con las feministas, con las organizaciones de los derechos humanos y por la libertad
de los presos políticos, con los modos de los
jóvenes y jóvenas, con la raza, con los individuos
e individuas, con tod@s que han hecho suya la
Sexta y construyen ya con nosotros, la Otra
Campaña”.
De esas reuniones para acá, muchos colectivos y organizaciones se han juntado para coordinar acciones, para platicar, discutir, en torno a
su hacer cotidiano. En los primeros días de
noviembre la digna memoria a nuestros muertos,
mostró la creatividad con que muchos colectivos
e individuos recordaron lo que el poder trata que
se olvide y se niegue, a través de ofrendas, marchas, mesas u otras acciones como la de poner
los nombres de nuestros muertos: el Subcomandante Pedro, Pavel González, Digna Ochoa, los
nombres de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, de los muertos en la masacre de Acteal, en
las calles de San Cristóbal en la mañana del Día
de muertos.
En la colonia Santo Domingo, por ejemplo,
se han hecho festivales y cacerolazos para difundir la Sexta y la otra campaña; cada semana hay
mesas en todo el país en el mismo sentido, por lo
que hace muy difícil nombrar y describir lo que
se está haciendo, lo que se está tejiendo. Es así
que el caminar de la cultura en la Otra Campaña
ya comenzó y como diría una cumbia zapatista “y
nadie lo va a parar”.
La Otra Campaña está por una nueva forma
de hacer política desde la izquierda anticapitalista, y una nueva forma de hacer política es impensable sin la cultura, sus manifestaciones rebeldes,
su resistencia cotidiana y sobre todo con su
memoria, imaginación y creatividad.
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Bibliografía
Subcomandante Insurgente Marcos, Cuáles son las características fundamentales de la IV Guerra Mundial, Revista
Rebeldía N° 4
Subcomandante Insurgente Marcos, Siete Pensamientos de
mayo, Revista Rebeldía N°7
Relatorías de la Cuarta reunión preparatoria de la Otra
campaña los días 26, 27 y 28 de agosto, a la que asistieron
Colectivos culturales, Grupos y Organizaciones no gubernamentales. www. revista rebeldía.org
Subcomandante Insurgente Marcos, Palabras de apertura
con organizaciones no gubernamentales, artísticas, culturales, grupos, colectivos etc. Revista rebeldía N° 34
Sucomandante Insurgente marcos, Carta a ONG’s, colectivos, grupos... a tod@s. Revista rebeldía N° 34.