OFRENDA FLORAL A LAS VÍCTIMAS DE LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO DE 1808 (Madrid, 2 de mayo de 2014) Un año más, todos los representantes del pueblo de Madrid nos reunimos en este Cementerio de La Florida para rendir homenaje a los madrileños fusilados el 3 de mayo de 1808, tras alzarse contra las tropas de Napoleón. Este camposanto fue construido para honrar y perpetuar la memoria de quienes, aquel lunes de mayo, se alzaron indignados en defensa de su libertad y del derecho de los españoles a ser dueños de su destino. 1 43 de los héroes que aquel día se alzaron reposan desde entonces aquí. Y hoy, 206 años después de su fusilamiento, nos sigue conmoviendo y asombrando su valentía, su nobleza y el profundo patriotismo que les llevó a luchar y a morir en una batalla en la que sabían que era imposible vencer. 2 El ejército francés, el más formidable de su época, había invadido más de media Europa sin encontrar resistencia. Madrid fue el primer lugar en que encontraron una respuesta popular, donde encontraron a un pueblo decidido a luchar heroicamente y donde encontraron a una nación dispuesta a pelear por su independencia y su libertad. De las gargantas de los héroes madrileños brotó el primer grito de alerta para que España se defendiera como nación. Una nación que lo era hacía muchos siglos y que estaba decidida a serlo muchos siglos más. 3 Aquel grito de rebeldía, aquella llamada al despertar de la nación española que surgió en Madrid, cambió nuestra historia y la de toda Europa. El pueblo madrileño, y después todo el pueblo español, ofreció un modelo a una Europa pusilánime, como dijo Chateaubriand, para que siguiendo nuestro ejemplo se enfrentara a Bonaparte. 4 Y lo hizo no con un ejército formado por los súbditos de un rey, sino con una nación formada por ciudadanos conscientes de su libertad y de sus derechos. La patria estaba en peligro y había que acudir a salvarla. Y ellos lo hicieron como hombres de honor, alzándose en armas y dando una lección de dignidad. Pero lo hicieron solos, sin la ayuda de las instituciones, ni de los poderosos que, salvo honrosas excepciones, decidieron no enfrentarse al francés. 5 Este año se cumple el bicentenario de la vuelta a España de Fernando VII, por cuyos derechos muchos compatriotas guerrearon. La historia demostró que aquel rey por el que los madrileños lucharon no era digno de su sacrificio, pero la Nación Española sí lo era. Y eso es lo que hoy conmemoramos y por lo que rendimos homenaje a los 43 patriotas que aquí reposan. 6 Jovellanos, uno de los españoles más brillantes y peor tratados de nuestra historia, no dudaba de las ideas de modernidad que venían de Francia, pero se preguntaba quien le había dado derecho a Napoléon para dirigirnos. El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se hizo la misma pregunta, y decidió ser protagonista de su destino proclamando su derecho a elegir como quería ser gobernado. 7 Cuatro años después, los diputados de Cádiz, todavía con el país ocupado y en guerra, y en una ciudad sitiada, supieron plasmar ese sentimiento de lealtad a la nación española y la conciencia de que la soberanía reside en la voluntad de todos los españoles. Por eso, porque en aquella ley se plasmaba todo aquello por lo que los españoles luchaban, Agustín de Arguelles, enarbolaba la Constitución de 1812 diciendo: “Españoles, aquí tenéis vuestra patria”. 8 Hoy, en este lugar sagrado, rendimos homenaje a los héroes del 2 de mayo, y con ellos a todos los que, a lo largo de la historia, han entregado su vida en defensa de España y de la libertad. Recordamos a todos los españoles, fueran cuales fueran sus creencias, que lucharon y murieron por una España mejor, más unida y más libre. Es responsabilidad de todos estar a la altura de los héroes, para que aquello por lo que lucharon y murieron siga siendo una referencia moral inolvidable. 9 Los españoles podemos y debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido juntos a lo largo de siglos de historia común. Con sus muchas sombras, pero también con sus muchas luces. Hoy nos convoca aquí el recuerdo y el homenaje, pero también el principio por el que estos patriotas murieron, que es el que los españoles, todos los españoles unidos, somos los únicos dueños de nuestro destino. 10 Nuestro compromiso con la memoria de los que aquí descansan es que sigamos siendo fieles a ese principio, que su martirio no se olvide y que su ejemplo nos siga inspirando a través de los tiempos. Muchas gracias. 11