ENCUENTRO EN ALBI 2006 Alicia Pascual Fernández, 4ºB El pasado 7 de Noviembre, veintitrés alumnos de tercero y cuarto de E.S.O acompañados por Josefina y Alejandro Abadía salimos en bus a las siete de la mañana hacia la frontera. Parada en Pau para ver el castillo y tomar un bocata, y vuelta para el bus, hasta las seis pasadas no llegamos hasta nuestro destino: Albi ,a unos 500 km de aquí. Allí, todos nuestros correspondientes nos esperaban en una especie de “sala polivalente” con sus padres. Nos separamos yéndonos con nuestro correspondiente a su casa, había que cenar y descansar… Cada mañana había que cruzar un puente sobre un río con bastante agua, limpia, por cierto. Con el frío salía una neblina muy misteriosa y si seguías, te llevaba a un cielo a trozos rojos, a trozos amarillos y a otros violetas… ¿no hay mejor recibimiento del sol para unos alumnos defensores de la república, verdad? De ello trató el trabajo: pues ,a demás de ver la ciudad y hacer nuevos amigos, vimos una exposición sobre la 2ª República Española y el exilio a Francia. En la exposición, había infinidad de carteles de los distintos partidos políticos y elecciones. También había una muestra de dibujos de algunos de los niños que tuvieron que exiliarse. En ellos veías – o creías ver- todas las ideas y sentimientos que les atormentaban: el estar separados de sus padres, de sus amigos, de su casa…; el miedo a perderlo todo… yo , la verdad, no pienso que tuvieran miedo de perder la guerra, pues cuando eres pequeño –seguramente, si hubiera vivido aquello pensaría de otra forma, pero no sé…_ no te das cuenta de todo lo que está en juego… simplemente te da miedo perder todo lo que hasta hacía dos días te rodeaba: tus padres, con los que ya no estás, tu casa, en la que dejaste todas tus pertenencias, el árbol, al que nunca podrás volver a trepar… son demasiadas cosas las que se dejan por una guerra, ¿verdad? Y eso que ésta, no fue una guerra en la que defendíamos nuestra tierra de otros de fuera, sino que luchábamos unos contra otros, vecino contra vecino, puede incluso que en algunos casos, amigos contra amigos… pues muchos soldados no conocían bien los planes de sus generales, simplemente hacían lo que les habían ordenado… Eso es el ejército ¿no?, guardar lealtad al que se la has jurado, no como lo que hicieron nuestros “queridos” generales nacionales… A lo que iba… ¿ no es triste que aún ahora, en pleno siglo XXI, medio mundo esté asediado por guerras? La gente muere y , si no, acaba muy mal, tanto los soldados –pues es duro el luchar en el campo de batalla cruzando una línea que puede que no vuelvas a pisar –vivo-, sin tu familia y viendo como tus compañeros caen muertos; como los ciudadanos, que siempre estamos en contra de cualquier guerra, porque sabemos lo que nos puede pasar… la ciudad queda destruida, la comida y medicamentos desaparecen, ya no tenemos los mismos derechos: muchos niños no pueden asistir a la escuela, se controla muy bien todo lo que se dice y hace, la calle es un escenario de pura violencia, es un suicidio salir a la calle, pues, quién sabe… puede alcanzarte cualquier bala perdida… Si lo analizamos bien, la mayoría de nosotros, los que ocupamos esta bolita azul, estamos en contra de la guerra. Entonces, ¿por qué se siguen haciendo? Creo que la respuesta está muy clara (es la respuesta de la mayoría de las preguntas que nos podemos hacer sobre temas de esta índole…) ¡el dinero! Dinero contante y sonante, monedas que clinclineen sobre la mesa, un taco de billetes o una nueva “visa oro”, esto es lo que se busca. Y ahora hay que preguntarse: ¿y quién gana este “premio”? pues no lo ganan los pobres, no lo ganan los que lo necesitan para vivir, sino los que ya son ricos, bueno, ricos no, millonarios: dueños de inmensas multinacionales, presidentes de poderosísimas compañías, directores de las más importantes empresas, tanto las tabacaleras, como las petrolíferas, como las de armamento o como nuestras tan queridas Coca-cola o McDonal’s entre otras muchas… ellos son los que con su dinero mandan a los otros a luchar para así conseguir sus objetivos: territorio, mano de obra, recursos naturales… Espero no haberos aburrido con mis reflexiones sobre uno de los problemas que golpean a nuestra sociedad, pero ya os cuento un poco más sobre nuestro trabajo. El mismo día de la exposición pudimos escuchar a cinco hombres que lucharon por el que fue su país a favor de la república, digo el que fue su país porque no han vuelto a vivir aquí, aunque todos salvo uno se seguían considerando españoles. Fue increíble el poder escucharles. El que mantuvo la nacionalidad francesa iba a cumplir noventa y pico años, ¿sabéis que día? Pues un día que significa mucho para muchas personas, el 14 de abril. Sabéis por qué ¿no?, el día en el que se proclamó nuestra república. Muchos de ellos no sólo lucharon en España en la guerra civil, sino que también lucharon en Francia contra los alemanes por la libertad y la democracia. Dos ideales que nunca se tendrían que perder. Estos hombres nos transmitieron toda la importancia que tiene la escuela en una sociedad, pues unos niños que puedan ir al colegio y ,por lo tanto, aprender y conocer lo necesario sobre los temas que repercuten a la sociedad, serán más listos y capaces de reflexionar y elegir lo que consideren mejor, en vez de ser un pueblo inculto y manipulable. El 1 de Abril de 1939, Franco informó de la victoria de su ejército y, desde ese momento, la república se acabó para nosotros, de aquellos españoles que hubieron de exiliarse a Francia y luchar por ella, nadie se preocupó, es más los designaron como “no españoles”. ¿No es triste que no dejaran volver a su país a hombres que habían luchado por sus conciudadanos y su tierra, bajo la pena de cárcel y en muchos casos de muerte?