INTRODUCCIÓN Las personas normavidentes suelen imaginarse a un invidente como una persona que siempre dependerá de un bastón o un perro como guía, refriéndose a él como un pobrecito, o incluso como el cieguito más nunca se imaginan ¿Cómo pueden ayudarlos?, ¿Cómo se desenvuelven ante la sociedad? o ¿Cómo llegan a aprender?. Así como los sordos leen los labios al hablar con alguien, los invidentes aprenden a descifrar sonidos, aromas, corrientes de aire, sabores, y cosas que el entorno ofrece. Esto es, tratar de compensar su déficit con los demás sistemas sensoriales. Debido a que el 80% de la información que un ser humano recibe es por medio de la visión, las personas con discapacidad visual requieren de más apoyos, y sobre todo una atención temprana para que en un determinado momento puedan desarrollar sus habilidades al igual que un normavidente. Existen muchas diferencias y pocas cosas comunes entre las personas con algún tipo de discapacidad visual, debido a que algunas de ellas son ciegos congénitos (o de nacimiento), otros adquirieron la ceguera y algunos tienen restos visuales en diversos grados. Algo que si tienen en común es que los pensamientos que tengan sus padres de ellos mismos y de sus hijos van a influir en los sentimientos y las actitudes que tenga el niño de si mismo. Afectando esto de manera positiva o negativa en la construcción de la personalidad del niño y de su autoconcepto. En este escrito se tratará de dar mayor importancia al desarrollo de una persona que tiene una discapacidad visual. CONCEPTOS DE CEGUERA Y DEBILIDAD VISUAL. Aclaremos que la discapacidad visual hace referencia tanto a la ceguera como a la debilidad visual. Por ello considero necesario hacer mención de estos conceptos: CEGUERA Se considera como ceguera una agudeza visual inferior a 3/60 (0,05) o una pérdida equivalente del campo visual en el mejor ojo con la mejor corrección posible (categorías de deficiencia visual 3,4 y 5 de la CIE−10). Consiste en la pérdida de la visión del entorno en el cual se desplaza la persona. BAJA VISIÓN Se considera como visión baja una agudeza visual inferior a 6/18 (0,3), pero igual o mejor que 3/60 (0,05) en el mejor ojo con la mejor corrección posible (categorías de deficiencia visual 1 y 2 de la CIE−10). En ambos conceptos se nos menciona la agudeza visual, la cual se refiere a la medida clínica de la habilidad para discriminar claramente detalles finos en objetos o símbolos a una distancia determinada. PROCESO DE DESARROLLO PERCEPTIVO − VISUAL DE UN NIÑO CON DISCAPACIDAD VISUAL En el niño con discapacidad visual el desarrollo de la visión sigue una secuencia similar a la de un niño sin 1 problemas visuales. Mientras que el niño normavidente la capacidad de ver le asegura un mínimo de experiencia para el desarrollo normal del ojo; y cuando existe déficit, puede privar el desarrollo estructural y funcional de la retina y el camino visual hacia el cerebro. DESARROLLO VISUAL DE LOS CERO A LOS CATORCE AÑOS El recién nacido viene dotado de reflejos pupilares a la luz, y de una agudeza visual estimada en 20/600, con una posible acomodación a 18 cm. Y a las 4 ó 6 semanas el lactante ya puede seguir una luz o un objeto hasta los 60 ó 90 cm. A los tres meses fija la mirada sobre un objeto y lo sigue por un amplio margen, siempre que se mueva lentamente, y evidencia distinguir la cara de la persona de apego. Los objetos con detalles y de mucho contraste atraen su atención por más tiempo, fijando la mirada sobre aquellos que se mueven, realizando suaves movimientos con los ojos. Acomoda a distintas distancias y aumenta la habilidad para ver los objetos que se mueven a 2 ó 3 m. La capacidad de discriminar, de reconocer el medio y de percibir la profundidad se ponen de manifiesto cuando trata de alcanzar los objetos. A los 5 meses la agudeza visual estimada se cifra en 20/60, y llegará a 20/20 sobre los dos años. Mira y examina sus manos y los objetos que sujeta, desarrollando la coordinación ojo−mano. Se estabilizan la visión binocular y la percepción del color. Sobre los 7 meses comienza a discriminar y reconocer el contorno y los detalles en los dibujos, dando muestras de memoria visual. Mirar y ver se acompañan de movimientos y acción, tomando conciencia de la posición de los objetos en el espacio y de su relación con otros objetos, lo que indica que el desarrollo perceptivo−visual comienza a integrarse con el desarrollo social y cognitivo. Es a partir del año cuando realiza gran variedad de juegos visuales, y posee gran capacidad de imitación. Comienza el garabateo espontáneo, se interesa por las láminas y realiza construcciones. Durante esta fase pasa del control fisiológico de los movimientos del ojo, de la acomodación, la convergencia y la agudeza visual nítida a la percepción visual, en absoluta dependencia de la integridad del sistema visual y de las conexiones corticales. Entre los 3 y 4 años se produce la organización de las percepciones visuales y tienen lugar los funcionamientos visuales específicos. Diferencia la figura del fondo, relaciona las partes con el todo y tiene capacidad para la complementación y la asociación visual. A los 5 años discrimina, reconoce y percibe semejanzas y diferencias en figuras abstractas y en representaciones como dibujos completos, letras y números, siendo su capacidad visual muy similar a la del adulto. De todas maneras, el desarrollo y refinamiento de las funciones visuales no van a exceder de su nivel de desarrollo perceptivo−cognitivo. El desarrollo perceptivo seguirá progresando a la par que lo hace el desarrollo del cerebro, sobre todo hasta la edad de los 10−14 años. ¿SABIAS QUE?... • La visión no puede nunca ser ahorrada o gastada, sino que mientras más se usa, mayor es la probabili-dad de un mejor funcionamiento visual. • Cuanto más pequeño es el niño o la niña, mayor es la probabili-dad de un rápido progreso en el uso de la visión. 2 • Las niñas y los niños de baja visión necesitan ser animados a usar su visión en todas las tareas y actividades, incluso cuando no hay certidumbre de que puedan ver objetos o dibujos. Las esperanzas bajas dan lugar a una ausen-cia de progreso. • Considerar al niño o a la niña de baja visión como vidente. ayúdeles a pensar y comportarse como persona que ve. Las palabras "mirar" y "ver" forman parte del lenguaje coloquial, úselas con toda naturalidad. • Enseñar al niño o a la niña de baja visión a trabajar man-teniendo el contacto de los ojos con los objetos y especialmente con las personas. • Estimular la exploración exterior en el patio de recreo, clases de educa-ción física, etc., permitiendo las caídas normales ocasionadas por el mal cálculo de las distancias o el no ver un objeto. Se ha de evitar la sobre-protección. • Algunos niños y niñas con baja visión leen muy lentamente, a menudo movien-do la cabeza o el libro en lugar de los ojos. e inclu-so adoptando posturas "raras" que no deben ser corregidas. Cuando se cansan pueden perder el hilo, saltarse líneas y leer peor. En este momento es mejor cam-biar de tareas menos exigentes desde el punto de vista visual. • El papel blanco y la tinta negra son los que proporcionan una máxima visibilidad y un mayor contraste. • Notar que las personas adultas con alguna visión, pero que han sido educadas como ciegas, pueden ser las más opuestas a intentar el uso de la visión para la realización de tareas. pueden pensar que les ha ido bien usando "técnicas de ciegos", y por ello no entienden la importancia de usar la visión. • Recordar que los aparatos para visión insufi-ciente (ga-fas, lupas, etc.) sólo pueden favorecer el uso de la visión que posee una perso-na. no pueden de-volver la visión normal. Y que el funcionamiento visual puede va-riar de un día a otro, o de una situa-ción a otra. CONCLUSIONES Cuando una persona es invidente requiere de apoyo de los sentidos restantes para lograr desarrollarse. Y si tomamos en cuenta que ellos no reciben el 0% de la información que el entorno nos ofrece, por ser adquirida mediante la vista, entonces nos daremos cuenta de que las personas con discapacidad visual requieren una atención temprana, pues, no solo es el hecho de la perdida de la información, si no además que cuando no se les da esta atención temprana y al pasar de los años, algunos niños invidentes suelen desarrollar conductas autistas. Nuestra resposabilidad como profesores es ayudarlos a BIOGRAFÍA www.google.com.mx [email protected] http://213.98.78.123/actividades/interedvisual/funcionamiento_visual.htm www.saludinfantil.com. 3 www.rincondelvago.com www.sapiens.a.com Arjona Ariza, Carmen, vol.5, año 1994. Deficiencia visual: aspectos psicoevolutivos y educativos 4